Adolescencia Maravillosa. La adolescencia, es una etapa maravillosa en la vida de todo ser humano, ya que es la época en que entra en funcionamiento la sexualidad, y se despierta la personalidad, por lo cual, el sistema de creencias adquirido hasta ese momento necesita ser verificado por los jóvenes.
EI adolescente SIENTE LA NECESIDAD DE EXPERIMENTAR LA VIDA, para poder conocerse a sí mismo, es decir, descubrir qué tipo de información tiene codificada en su personalidad, y esto, solo es posible saberlo experimentando la vida por sí mismo.
La adolescencia es una etapa intermedia en el proceso de personalidad. LA PERSONALIDAD TIENE 3 ETAPAS:
- La 1ª etapa la llamamos etapa de GRABACIÓN: desde el momento de la concepción hasta los 12 años.
- Desde los 12 años hasta los 18 años, la llamamos la etapa de ESCUCHAR la grabación, estar en contacto con la propia información que está en mi mente.
- A partir de los 18 años, la llamamos etapa de REPROGRAMACIÓN, que es lo que podemos hacer los adultos.
Hasta los 12 años el niño es como una esponja absorbiendo información, es como el equivalente a colocar un CD en la posición de RECORD en la grabadora, estoy grabando el CD. A los 12 años tú cambias de tecla y pulsas PLAY, empiezas a escuchar la grabación y ahí es donde viene la confusión del adolescente, porque resulta que todas las grabaciones que están en su mente no concuerdan con la realidad de la vida, la información que le dimos no le sirve para adaptarse, entra en un estado de confusión, a menos que hayamos hecho una excelente educación de los cero a los 12 años. Por lo general, ese es el conflicto.
En el momento de la PUBERTAD, se conecta la conciencia temporal, es decir, la personalidad. Empezamos a usarla, antes no la habíamos usado, estábamos llenándola de información. Es una etapa de confusión porque todo lo que aprendió no encaja en la vida, entonces entra a delimitar, por eso decimos que el adolescente está en la etapa de conocerse a sí mismo; pero no solamente el adolescente, nosotros también, no nos hemos acabado de conocer a nosotros mismos. Lo que pasa es que nosotros ya nos hemos adaptado un poco más al mundo. El adolescente no solamente no se conoce sino que además no se ha adaptado, todavía no es auto sostenido, todavía depende de sus padres.
EL ADOLESCENTE NECESITA:
- Conocerse a sí mismo, entra en confusión con la información que está en su mente.
- Descubrir la verdad.
- Adaptarse al medio.
- Asumir la vida.
Me encantaría pensar que esto solamente lo necesita el adolescente, pero resulta que los adultos también estamos en la misma situación. La diferencia es que el adulto ya empezó a adaptarse más al medio, ha comenzado a ser auto sostenido o empieza a generar sus propios ingresos y digamos que se escapa un poco de la dependencia de otras personas, pero nosotros seguimos en la misma situación:
- CONOCERNOS A NOSOTROS MISMOS.
- DESCUBRIR LA VERDAD.
- ADAPTARSE AL MEDIO.
- ASUMIR LA VIDA.
Estamos en eso. ¿Cómo vamos a hacer para ayudar a un adolescente en esta situación? Vamos a ayudarle a conocerse a sí mismo, pero para poder hacer eso, sería muy bueno que nos conociéramos primero nosotros. Si yo no me conozco, ¿cómo voy a ayudar al adolescente? Es donde empiezan los conflictos.
Con un esquema de nosotros le podemos ayudar al adolescente.
Tenemos el campo mental, donde se aloja la personalidad. El campo mental ¿qué información tiene? La información que está en el campo mental, son creencias, es un sistema de creencias. Dentro de toda la información que nosotros le hemos suministrado al niño y al adolescente, hay verdades y hay falsedades; entonces resulta que esta información desorganizada, contiene simultáneamente, mezcladas, dos informaciones, contiene verdades y contiene falsedades.
¿Cómo hago yo para saber, de lo que hay en mi personalidad, qué cosas es falso y qué cosa es verdadera? Ese problema que se nos presenta a nosotros como adultos, se le presenta también al adolescente, con la única diferencia de que nosotros los adultos ya hemos aprendido a auto sostenernos y el adolescente no; hemos quemado ciertas experiencias y hemos desarrollado quizás algunas comprensiones, el adolescente aún no.
El adolescente está en esta etapa de experimentar la vida para poder discernir estas dos cosas. Vamos a ayudarle a él a hacer eso.
¿Cómo hago para tener, por ejemplo escasez?, ¿cómo hago yo para tener un conflicto de relaciones?, ¿cómo hago yo para tener una enfermedad?, y en general ¿cómo para tener todo lo que llamo problemas afuera y conflictos internos? ¿Cómo hago para obtener eso yo?
Preguntémosle a los adolescentes y a nosotros mismos:
- ¿Cómo hago para tener estrés?
- ¿Cómo hago para tener angustia?
- ¿Cómo hago para tener miedo?
- Y afuera, ¿cómo hago para tener conflictos de relaciones?
- ¿Cómo hago para tener problemas en el trabajo?
- ¿Cómo hago yo para tener inadaptaciones?
- ¿Cómo hago yo para hacer eso?
Lo que estoy haciendo es UTILIZAR INFORMACIÓN FALSA. ¿Cómo lo hice? Me estoy relacionando con el mundo desde mis falsedades mentales, porque yo creo que son las verdades, pero el resultado me va a desengañar de eso rápidamente. Una verdad dará un resultado y una falsedad, otro resultado.
Es importante tener esto claro para poder ayudar al adolescente. Puede ser que nosotros no hayamos logrado todavía la trascendencia de nuestras limitaciones, pero por lo menos le puedo explicar al adolescente lo que le está pasando a él.
Yo puedo obtener un resultado interno de paz, de armonía, de felicidad, de satisfacción con lo que hago. Y puedo tener resultados externos de buenas relaciones, donde tengo abundancia, donde yo respeto a los demás y por lo tanto yo también voy a ser respetado, donde yo encuentre que valoro lo que tengo, entonces voy a tener salud.
Para tener estos resultados NECESITO RELACIONARME A TRAVÉS DE LAS VERDADES.
No puedo originar un resultado positivo, no puedo generar un resultado satisfactorio, ni adentro ni afuera, utilizando una creencia falsa. Por supuesto que inicialmente no sabemos cuáles creencias son falsas y cuáles son verdaderas, pero los resultados que vamos obteniendo, nos lo van mostrando. En la medida en que yo cambio mis conceptos y mis creencias, también voy modificando mis resultados.
Esto es lo mismo que le pasa al adolescente, en una menor escala quizás porque es más dependiente que nosotros. ¿CÓMO SE CONOCE A SÍ MISMO?
- Por las limitaciones.
- Por lo que siento internamente.
- Y por lo que me pasa externamente.
- CONOCERSE A SI MISMO es saber qué hay en mi personalidad, porque conocerse a sí mismo no es saber que soy un ser humano, que esta forma es humana, eso es evidente. Conocerse a sí mismo no es saber que yo soy el hijo de Dios en mi parte espiritual, eso no es conocerse a sí mismo porque esa parte es perfecta.
Conocernos a nosotros mismos es saber qué hay en nuestras personalidades humanas. Los resultados que obtenemos nos muestran qué hay en ellas. Ya una vez que yo sé que lo que hay en mí es un sistema de creencias dual, entonces comenzamos lo que se llama un desarrollo espiritual, eso puede hacerse en cualquier momento de la vida, por lo general a partir de los 18 años.
- Empezamos el trabajo de desechar lo falso de nuestro interior e irnos quedando con lo verdadero y empezamos a verificar el mejoramiento de resultados, mejoramiento interior y mejoramiento exterior; ahí ya vamos a ver que estamos empezando a usar algunas verdades, eso es DESCUBRIR LA VERDAD. Cuando ya hemos empezado a descubrir algún nivel de verdad, eso lo llamamos COMPRENSIONES.
A nivel mental, esas líneas desordenadas empiezan a tomar una forma organizada y esa es LA COMPRENSIÓN DE LA VIDA.
En la medida en que vamos cambiando lo falso por lo verdadero:
- Nuestra comprensión va aumentando.
- Nuestra ignorancia va disminuyendo.
- Nuestra calidad de vida va mejorando.
- Nuestros problemas van disminuyendo.
Ese es el trabajo de desarrollo espiritual que hace cualquier persona.
Al lograr hacer eso, empezamos a adaptarnos a la vida. ¿Qué significa ADAPTARSE A LA VIDA? Adaptarse a la vida o adaptarse al medio, significa desarrollar la capacidad o la habilidad para aprovechar el medio sin sufrir con él. Cualquiera que sea el medio en el que nos corresponda vivir, en él hay una oportunidad para aprender 2 cosas:
- Para aprender a ser feliz por mí mismo, sin que ese medio altere mi paz interior.
- Y para aprender a amar al prójimo como a ti mismo, es decir, respetar a los demás.
- En la medida en que yo aprendo a tener paz interior y felicidad por mí, no dependiendo de otros, estoy haciendo desarrollo espiritual. En la medida en que yo empiezo a aprovechar el medio como una oportunidad de aprendizaje en lugar de sufrir en él, estoy haciendo desarrollo espiritual. Eso es lo que llamamos ADAPTARSE AL MEDIO.
- Y la última parte de ASUMIR LA VIDA significa que yo comienzo a hacer varias cositas que son asumir el resultado de mis propias
decisiones sin culpar a nadie, porque estoy asumiendo lo que yo soy. Voy a asumir lo que yo siento. Si yo me siento mal, los demás no tienen la culpa de lo que yo me sienta mal, eso se llama MADURACIÓN MENTAL.
Y por supuesto voy a empezar a hacer más, a servir mejor y a pedir menos, porque el adolescente puede estar acostumbrado, por una educación mal orientada en su infancia, a pedir mucho y hacer poco, a servir poco y a exigir mucho. Eso puede ser norma de muchos seres humanos, pero esa situación obedece a un vicio pedagógico, que se soluciona con las herramientas que dijimos antes, de aprender a valorar lo que yo me gano.
¿Tú has observado que muchas personas, ya adultos, antes de pensar en hacer o servir, piensan en pedir? Y si me ofrecen solucionar algo, lo primero que las personas dicen es, vamos a hacer una colecta, vamos a golpear puertas, vamos a pedir; pero pocas personas dicen, vamos a hacer más, vamos a servir mejor, vamos a potencializar nuestra capacidad de ofrecer mejores cualidades a los demás; porque yo estoy pensando en PEDIR, ese es un vicio que causa mucho de los fracasos y la falta de éxito en la vida de las personas.
Espero que nos demos cuenta que, para poder ayudar a los adolescentes, también nosotros como adultos necesitamos tomar mejor información. Si no tengo suficiente información, en lugar de comprender lo que le está pasando al adolescente, voy a chocar con él, entonces entramos a una guerra de posiciones. Ahora vamos a hacer un juego de eso.
Ser adolescente es estar en la etapa media del CD, con una información que no concuerda con el medio externo.
Por favor, dedica unos minutos para encontrar la respuesta a estas 3 preguntas:
- ¿Estarías dispuesto a hacer cosas malas?
- ¿Qué te llevaría a esconderte para hacer algo?
- ¿Qué llevaría a un adolescente a esconderse de ti para hacer algo?
Ahora te pregunto a ti y levanta la mano si piensas que sí. ¿ESTARÍAS DISPUESTO A HACER COSAS MALAS? Imagino que no has levantando la mano, porque te preguntas ¿qué es hacer algo malo?, ¿algo malo para quién?
Eso es una acción necesaria, no mala. Lo que podemos asegurar es algo claro: nadie está dispuesto a hacer cosas malas, ni tú, ni los adolescentes, ni los niños, ni ninguna persona, lo que pasa es que tenemos mal definido cuando le decimos al adolescente, no hagas cosas malas. Nadie está haciendo cosas malas, está haciendo cosas diferentes.
Cada quien que hace algo, por equivocado que esté, hace lo mejor que sabe hacer y eso no es malo para él, es lo mejor que sabe hacer, él tiene una justificación interior para hacer cualquier cosa que haga, equivocada o no. Ninguno hacemos cosas malas, a veces cometemos errores y los errores son necesarios en el ser humano. A veces tenemos aciertos y los aciertos también nos enseñan cosas importantes: cómo acertar.
El suicida es lo mejor que sabe hacer en ese momento, no ve otra salida. El asesino igual, es lo mejor que sabe hacer.
Una cosa es una “cosa mal” y otra cosa es un error. No respetar a los demás, eso es un error, pero la persona que no respeta, no lo hace porque quiera hacer algo malo sino porque no encuentra otra opción para su vida, por eso no respeta, porque no tuvo una orientación, le falta sabiduría. NO HAY COSAS MALAS.
Nuestra primera interpretación con respecto al adolescente o a cualquier persona, es que ellos no hacen cosas malas, como nosotros tampoco, pero es claro que todos podemos cometer errores en cualquier momento de nuestra vida y necesitamos aprender del error.
En el universo no hay nada bueno ni malo, porque todo lo que sucede en el universo es absolutamente necesario. ¿Necesario para qué cosa?, eso es lo que trabajamos en los Talleres de Psicología Transpersonal que periódicamente iniciamos en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal. Por ahora vamos a decir que no hay nada bueno ni malo, solamente hay cosas diferentes.
Es evidente que el adolescente hace cosas diferentes de las que hacemos los adultos. Ahora vamos a la 2ª pregunta. No pienses en adolescentes, piensa en ti, vamos a escuchar respuestas individuales.
¿QUÉ TE LLEVARÍA A TI ESCONDERTE PARA HACER ALGO?
Miedo al castigo, miedo a ser juzgado, miedo al qué dirán, la inflexibilidad de la otra persona. Es decir, cuando frente a ti hay una persona que no es confiable, entonces tú haces cosas a escondidas de esa persona, y no porque tú hagas cosas malas sino porque tú no confías en esa persona. ¿Y por qué no confías en esa persona? La no confiabilidad es otro de nuestros problemas de falta de desarrollo espiritual. ¿Cuándo yo no soy confiable?
- Yo no soy confiable cuando soy agresivo.
- Yo no soy confiable cuando soy demasiado sentimental.
- Cuando soy muy ofendible.
- Cuando pierdo el control de mí mismo con facilidad.
- Cuando sufro con facilidad ante alguna situación.
Los demás no me cuentan todo porque, para que no sufra, para que no se ponga furioso, para que no se sienta mal. Yo no soy confiable para los demás, entonces los demás tienen que hacer las cosas a espaldas mías porque yo no soy confiable. El problema no es de los demás, yo tengo un problema.
La necesidad de esconderse tiene una situación. Miedo a la desaprobación de los demás, simplemente porque hay una serie de conceptos falsos, que nos llevan, en lugar de a evaluar, a criticar; en lugar de reflexionar, a agredir; en lugar de hacer acuerdos, nos llevan a invalidar o a prohibir. Entonces, como estamos usando armas, en lugar de herramientas, pues las demás personas tienen que esconderse de mí.
Necesito convertirme en una persona confiable para los demás, para que los demás no tengan que esconderse de mí. Se me hace lamentable que alguien tenga que esconderse de mí. Pero el problema no es de quien se esconde de mí, el problema es mío. Si alguien se esconde de mí, yo tengo un problema, no el que se esconde.
Es como cuando sucede un accidente y empezamos a esconderles a los niños la verdad. ¿Por qué?, porque nosotros pensamos que el niño va a sufrir con eso y no queremos que sufra. Creemos que el niño no va a poder manejar esa situación, entonces le decimos otra cosa, o nos escondemos. Siempre es porque la persona que está frente a mí, no es confiable, no es confiable en su comportamiento, en su manejo espiritual, en su manejo emocional, en su manejo sentimental, entonces no es confiable. Como no es confiable, no le puedo decir las cosas como son, tengo que decírselas de otra manera o no decírselas.
El problema no está en quien se esconde, el problema está en que los demás no son confiables para quien se esconde. Entonces mientras no ubicamos el problema, no lo podemos solucionar.
Entonces ya está claro porqué se esconden los adolescentes, ¿no es cierto? Ahora si vamos al adolescente. ¿Qué llevaría a un adolescente a esconderse de ti para hacer algo?: yo no soy confiable para él.
No son los adolescentes los que tienen un problema, somos los adultos los que tenemos el problema. El adolescente está en una etapa normal, de descubrimiento de si mismo, de descubrimiento de su propia personalidad, de experiencias que no tiene y que necesita vivir, pero yo comienzo a prohibirle, a invalidarle, a agredirle y por supuesto, se va a esconder, se va a volver mentiroso, se va a volver hábil para escabullirse.
Conocí a una persona en Consulta de Psicoterapia que hacía algo muy simpático, había desarrollado una gran habilidad de adolescente, porque resulta que los padres vivían en una calle bastante empinada, entonces él sacaba el coche a escondidas para irse de fiesta, pero para que no lo sintiera llegar a la casa, paraba el coche arriba, apagaba el motor, se bajaba, abría la puerta y con la gravedad bajaba el coche y lo metía con el motor apagado, sin que nadie se diera cuenta. Muy hábil para manejar, ¿no es cierto? Y desarrolló esa habilidad, precisamente, para que no lo pillaran.
Con esta situación lo que hacemos es facilitar el desarrollo de habilidades, que si bien pueden ser útiles para algunas cosas, también son un problema para otras; aprende a mentir, aprende a escabullirse; se vuelve muy creativo para inventar mentiras. He conocido personas con una habilidad mental impresionante, y le digo, ¿tú de dónde has sacado esa habilidad mental?, ¡ah!, para escapar de los castigos de mis papás, porque si yo no les daba en dos segundos, una respuesta que para ellos fuera clara, me molían a palos. Entonces desarrollé esta agilidad mental e inventaba disculpas de una forma impresionante. Tuvo un beneficio.
¿QUÉ VAMOS A HACER CON LOS ADOLESCENTES?
Si hacemos buenos ejercicios con él, si, sino, lo más probable es que entremos en un conflicto que va a llegar a un punto que llamamos saturación de conflictos y de sufrimientos y en ese momento la persona empiece ya a buscar alguna información que le ayude a tener más comprensión. Sería maravilloso que la buscara en los padres y no afuera, pero si hay esa lucha y esa rebeldía, no lo hace por ahí.
El adolescente busca otras personas a las que les tenga confianza y por eso se forman los líos, las malas amistades, por eso caemos en vicios, porque el adolescente, como no encuentra confianza en los padres, que serían las personas ideales para orientarlo si tuviera más información, entonces busca otros adolescentes que están igual de desinformados que él o peor. Esos adolescentes forman grupos donde empiezan a practicar situaciones de vicios y cosas que son formas de rebeldía y de protesta, entonces ¿qué pasa con el adolescente que no tiene vicios pero que no tiene confianza en la casa?
No se siente aceptado en la casa y precisamente por eso no tiene confianza en la casa; busca otro grupo de jóvenes, pero esos jóvenes tampoco lo van a aceptar si no se adapta a ellos, y le es más fácil adaptarse a un grupo de jóvenes, por vicios que tengan, que adaptarse a la casa. Ahí caen todos los vicios que tú quieras, buscando información que no se le facilita de la manera correcta.
Para volverme confiable necesito renunciar total y definitivamente a ciertos vicios, necesito renunciar a agredir, a criticar, a juzgar, a condenar, a invalidar, a castigar; porque si no, no soy confiable. Y por supuesto necesito renunciar también a ofenderme, porque si yo soy muy ofendible, los demás no me tienen confianza porque van a decir, no le cuenten nada porque se ofende. El problema es mío.
- ¿Cómo le enseñarías la verdad a un adolescente? El adolescente está buscando cuál es la verdad, pero tú como padre o como profesor, ¿cómo se la enseñarías?
- ¿Cómo te ganarías la confianza de un adolescente?
- ¿Cómo le ayudarías a un adolescente a conocerse a sí mismo?
¿CÓMO LE ENSEÑARÍAS LA VERDAD A UN ADOLESCENTE? Yo necesito permitirle a él, que viva las experiencias, no voy a prohibirle al adolescente ninguna experiencia. Esto no significa que se las voy a propiciar tampoco, solamente que si él ha decidido una experiencia, yo le puedo decir esto, si hay confianza, porque si no, no me lo cuenta: ¿qué es lo que tú esperas aprender de esto?
Y le voy a dar información. Vive tu experiencia, yo te respeto, cuenta conmigo si necesitas más información, te sugiero esto: que para vivir esa experiencia tomaras en cuenta esto; le daría una especie de antídotos o de elementos que le faciliten vivirla, para que tenga menos complicación, pero si insiste, yo no se la voy a impedir; le doy herramientas para que las maneje.
Me gustaría que pensáramos esto. ¿Sabes cuál es el problema del adolescente? Tiene un nombre. El problema del adolescente se llama adulto, porque el adolescente no tiene problemas. Son los padres los que no saben. Yo le diré al adolescente, valora a tus padres, ámalos, no los juzgues, pero la solución vendrá de que haya unos acuerdos claros con los padres, porque si no el problema sigue.
Claro que sí, es importantísimo el ejemplo, y lo que estamos proponiendo todo el tiempo es precisamente eso, que mientras los padres o los adultos no hemos adquirido un comportamiento, difícilmente podemos orientar. Por eso todo nuestro trabajo espiritual es para eso.
Me gustaría decir algo claro, aunque eso no es parte de esta entrada. Para nosotros solucionar nuestros problemas humanos (ya no hablo de niños, ni de adolescentes, sino de seres humanos), necesitamos DESCULTURIZARNOS y adquirir una nueva forma de ver el universo que sea verdadera y que sea real. ¿Por qué digo “des culturizarnos”?, porque lo que está en la personalidad de un ser humano como cualquiera de nosotros, no es una información nueva, esta información tiene en este momento de 13 a 14 mil años, y esa información se llama la información ancestral y cultura, tradicional, que se transmite de generación en generación humana.
Esa información se puede verificar en los resultados que la humanidad ha obtenido en los últimos 2.000 o 3.000 años, porque más atrás la historia no es tan clara.
¿Cuáles son esos resultados?, ¿qué observas tú en el planeta tierra? No observamos sino guerras, violencia, irrespetos, desequilibrios. ¿Sabes ese resultado cómo hacemos para obtenerlo?: utilizando una información que se llama la cultura. La cultura no es nada más que la transmisión sucesiva de conceptos cristalizados, que siguen produciendo el mismo resultado negativo. Si no cambiamos eso, seguimos igual por los siguientes trece mil años. La cultura es algo necesario, pero me gustaría mucho que pensáramos que nosotros ya no la necesitamos.
Volvamos al tema del adolescente. Necesitamos permitirle las experiencias. Para que las experiencias puedan ser positivas, para que puedan ser enriquecedoras, necesitamos ganarnos la confianza del adolescente. Si no me gano la confianza, ¿sabes lo que pasa?, él no va a dejar de hacer nada de lo que va a hacer, tú lo sabes, solamente que lo hará a escondidas. El adolescente va a experimentar todo lo que tenga que experimentar y hoy en día con mayor razón porque hay muchas más posibilidades y medios para hacerlo que antes. Si tiene confianza con sus padres, experimentará lo mismo, de la mejor manera.
¿CÓMO NOS VAMOS A GANAR LA CONFIANZA? No lo invalido, no lo juzgo, no lo critico, no lo agredo, no me escandalizo, porque si me escandalizo ya dejé de ser confiable.
Vamos a empezar a trabajar todo esto. ¿CÓMO LE AYUDARÍAS A UN ADOLESCENTE A CONOCERSE A SÍ MISMO?
- Primero me gano la confianza.
- Después le doy suficiente información para sus experiencias.
- Y luego lo acompaño a sus experiencias sin interferir con ellas.
De todas maneras lo va a hacer. ¿Tú qué prefieres, que lo haga a escondidas o que lo haga contigo? ¿Qué prefieres?, ¿volverte su confidente y su compinche o su enemigo?
Dentro de la creación, hay un ritmo establecido que es absolutamente fijo, no es variable, y ese ritmo son 9 meses de gestación, y ese ritmo son 12 años de niñez, 6 años de adolescencia y luego sigue la juventud y después la madurez, porque no hablamos de vejez.
A los 12 años, en el momento de la pubertad, despierta la sexualidad, con información, sin información, con madurez, sin madurez, contigo o sin ti, despierta en ese momento. Cuando la naturaleza te muestra esto, te está mostrando claramente algo: ese niño o esa niña, que ya pasó a ser adolescente, ya está biológicamente listo para experimentar su sexualidad. Pero los adultos suponemos que no, o suponemos que no tiene maduración, suponemos que no tiene suficiente capacidad de asumir eso, y ahí ya nos equivocamos. Si no hemos hecho educación, por supuesto que será más difícil, pero si la hemos hecho, será muy fácil.
La propuesta es muy sencilla. Hoy en día las estadísticas nos pueden decir que la iniciación de la sexualidad entre los hombres y las mujeres se da más o menos entre los 13 y los 14 años. Ese es el promedio, pero en general, puede empezar en el mismo instante que la pubertad. Esta es la realidad. Para manejar esa realidad, no nos vamos a escandalizar porque pierden la confianza en ti. Una persona con sabiduría no se escandaliza absolutamente de nada, simplemente comprende que todo lo que sucede tiene un propósito de amor.
Si tú tienes suficiente confianza y tu hija o tu hijo te dice, papá, mamá, resulta que estoy pensando en experimentar con mi novio o con mi novia, ¿tú qué le dirías? Tú le vas a responder con una pregunta: ¿cómo piensas hacer eso? Tú vas a investigar qué sabe y qué no sabe. ¿Qué crees que pasaría si…? Si no sabe cómo, entonces le explicas la forma de hacerlo. Si sí lo sabe, entonces entras a la siguiente reflexión, ¿qué crees que pasaría si te descuidas en esto o en aquello? ¡Ah! pues sucedería un embarazo. Si sucediera un embarazo, ¿tú cómo lo asumirías?, ¿qué harías frente a eso?, ¿qué pensarías hacer en caso de que te convirtieras en madre o en padre a los 12 o a los 13 años? Les haces preguntas que le lleven a reflexionar cómo haría.
Si todas sus respuestas son correctas, entonces, ¿saben cuál es el siguiente paso? Si no son correctas, el siguiente paso es darle información: mira, los métodos anticonceptivos que existen son estos, la forma de manejar esto es esta, la forma de respetar y de respetarse es esta, la forma de acceder a la sexualidad es esta y por supuesto que vamos a incluir todos los principios de amor y además, darle toda la información, vamos a proporcionar un cuarto “de color rosado” en la casa. ¿Por qué en la casa? Estamos en los juegos de la vida y no en los del hombre. Hay 2 opciones, tú escoge una:
- Que tu hijo se vaya a un hotel a escondidas con alguien que tú no conoces, esa es una opción.
- Que tú le crees un cuarto privado en su propia casa, con toda la seguridad, en donde tú sepas con quien está, qué está haciendo y cómo lo está
haciendo.
La vida nos da opciones. Echa un poquito para atrás la película. Cuando tenías 13 o 14 años, o cualquier edad de estas iniciales, y te sentiste enamorado o enamorada por primera vez, ¿tú pensaste que esa era la persona ideal para casarte, tener hijos y vivir toda la vida? No es más que falta de información. Los matrimonios de personas muy jóvenes, que jamás han experimentado, que no tienen elementos de comparación, que no tienen verificaciones de las posibilidades de manejo de un tipo de relación, por lo general, fracasan muy rápidamente, dejando una serie de secuelas que ya sabemos cuáles son.
Para que esto no pase, te aseguro que será mucho más sano que una persona, antes de pensar en un matrimonio, en una familia, en algo verdaderamente estable, verdaderamente sólido, sería más sabio que primero pudiera conocer diferentes opciones y experimentar diferentes situaciones.
¿Tú crees que porque una persona por primera vez va a experimentar la sexualidad es que esa persona va a ser su pareja? Te aseguro que no es así; podría serlo, pero eso no lo va a garantizar. Es necesario comprender que las experiencias solamente tienen que ser manejadas con sabiduría pero no prohibirlas. Si las prohíbes será mucho peor. Será complicado si las prohíbes. No tienes que forzar esto, no vas a decirle al niño, ya es hora de que empieces a tener relaciones; no hay necesidad de hacer eso, lo único que tienes que hacer es ganarte la confianza. El problema es que yo tengo una restricción mental.
La cultura nos vendió una cantidad de ideas falsas y lo del animal tenemos que entenderlo correctamente. Primero, el instinto tiene 3 aspectos, que son, generar la vida, mantener la vida y defender la vida. El único aspecto del instinto que se convierte en un serio obstáculo para el ser humano en sus relaciones y en su éxito, es el de defender la vida, no los otros dos. Cuando hablamos de relaciones de animal, y las asociamos con la sexualidad, ya nos equivocamos, esas no son relaciones de animal, esas son relaciones de amor. Las relaciones de animal son las que son agresión, pelea, lucha por la supervivencia pasando por encima del que sea porque yo sobrevivo por encima de lo que sea, o huir porque no soy capaz de enfrentar una situación.
La sexualidad como tal, es una parte muy hermosa del instinto como lo es el mantener la vida. El amor es otra cosa, el amor no tiene directamente una asociación con la sexualidad sino con la comprensión. Y por supuesto que, desde la naturaleza, la parte de la sexualidad tiene muchas más funciones. Si tú vas a asociar que para poder tener una sexualidad, sea necesario primero tener todo el proceso de amor, es como si le dijeras a una persona: antes de que tú puedas comerte un alimento, tienes que haber hecho un curso de nutricionista. Entonces, mientras hace el curso de nutricionista, la persona se muere de hambre. Con el curso de nutrición o sin el curso de nutrición, el alimento le nutre igual, aunque tú no conozcas los nutrientes que contiene.
Con la sexualidad pasa lo mismo. Independientemente de que tú pienses que esto está asociado a una relación de amor o no está y es solamente una situación energética, igual tu sexualidad cumple una función.
Saca de tu mente lo bueno y lo malo y piensa en lo necesario y en la forma apropiada de hacerlo. Mientras tengamos restricciones mentales, que es normal que las tengamos, lo único que vamos a conseguir es que los adolescentes hagan todo a escondidas y eso seguirá siendo lo necesario, pero ese es un resultado de mis restricciones.
Si aspiramos a ayudar al adolescente, gánate la confianza de él, vuélvete su compinche, vuélvete su consejero, para que puedas entrar en la vida de él y darle herramientas para que no haga nada a escondidas, y eso será más sano.
¿Sabes por qué un adolescente quiere sentirse grande?, porque no le permitimos ser él mismo. Está deseando ser mayor para poder hacer lo que él quiere sin que le digan no, pero si no hay el no, el niño no tiene mucho interés en volverse grande. El problema es que yo le estoy limitando y entonces, para salirse de la limitación quiere crecer para que no le limiten más.
Hagamos la última reflexión para terminar. ¿QUÉ ORIGINA EL MIEDO Y LA INSEGURIDAD EN LOS ADOLESCENTES?, ¿de dónde viene eso?: viene de nuestros problemas de educación. Evitemos los grandes errores.
¿Cómo evitarías que los jóvenes caigan en el miedo y en el rechazo a la vida?
- Con información apropiada.
- Orientación amorosa.
- Acuerdos auto-asumidos.
- Y herramientas de amor.
¿Qué facilitaría que una persona llegue a amar la vida? que comprenda el profundo valor que tiene la experiencia física. El cuerpo tiene un valor muy profundo. Si comprende eso, llegará a amar profundamente la vida. Si piensa que la vida es un problema y que la vida es un conflicto, llegará a rechazarla. CUANDO VEAMOS QUE LOS PROBLEMAS NO EXISTEN, SINO OPORTUNIDADES DE APRENDIZAJE, PODREMOS AMAR LA VIDA, antes no es posible. Y todo esto es un proceso de reeducación, para poderlo transmitir a los niños.
Aspiramos a que los niños que lleguen ahora al mundo, tengan mejores oportunidades que las que tuvimos nosotros en nuestra época, porque serán espíritus más evolucionados que necesitan menos destino del que nosotros tuvimos y ese es el trabajo de amor de los adultos de hoy.