Capacidad de Compromiso. Es algo espectacular lo que el Compromiso puede generar en la vida de un ser humano. El Compromiso permite que la abundancia fluya. La Confianza abre la puerta, pero el Compromiso es el que hace que fluya lo que hay detrás de la puerta.
Sin Compromiso no existe la posibilidad de que la abundancia se mueva. Uno de los vicios de nuestra cultura es el miedo al compromiso sustentando en dos principios falsos: el principio de libertad y el principio de independencia.
Principios que nos venden desde pequeños: tú eres libre y naciste libre y tus derechos. Los derechos no existen, los derechos se ganan. Y nos enseñaron: tú tienes que ser independiente. Independiente no existe tampoco, hay unos aspectos internos que pueden asociarse a independencia y a libertad, pero afuera hay otra cosa, que no se llama libertad ni independencia; tiene que ver con un principio de amor y de respeto a los demás.
Nos interesa llegar lo más cercano al 100% del desarrollo de nuestras virtudes interiores con el propósito de poder trascender a otras civilizaciones de un nivel de satisfacción mucho más alto del que conocemos en la tierra. Ya podemos comenzar a hablar de la posibilidad de acceder nosotros a otra forma de civilización que son absolutamente extraordinarias.
Estos otros seres humanos que llamamos nuestros Hermanos Superiores, ellos ya han pasado por situaciones iguales a las que estamos pasando nosotros ahora, pero ellos ya han salido de eso porque han aprendido a hacerlo, a través del desarrollo de sus propios valores internos. Por eso estamos seguros de que nosotros también podemos hacer eso y espero que sea muy pronto; es lo importante de este trabajo.
Dentro de las herramientas extraordinarias para la abundancia y la prosperidad hay una que pocas personas manejan, que se llama el Compromiso, los maestros lo llaman el maravilloso resultado del compromiso.
En esta entrada vamos a profundizar sobre esa herramienta. Por ahora podemos decir que el compromiso permite que la abundancia fluya. La confianza abre la puerta, pero lo que hace que fluya lo que hay detrás de la puerta, es el compromiso. Para que fluya la energía y la abundancia, necesito aprender lo que significa el compromiso.
Vamos a hacer un ejercicio, tomate unos minutos para contestar tres preguntas:
- ¿Para ti qué significa libertad?
- ¿Para ti qué significa independencia?
- ¿Para ti qué significa compromiso?
Del significado de cada una de estas palabras, es decir, la interpretación interna que yo le estoy dando a cada una de ellas, va a depender que la abundancia fluya o se restringa totalmente para mí. Es la interpretación mental que yo tengo de esas palabras. Si llega a ser falsa, tengo una gran restricción, pero vamos a verificar si esa concepción que tenemos es falsa o es verdadera.
Me gustaría contarte que la idea que nos vendió la cultura sobre la libertad es precisamente la que necesitamos erradicar de la mente porque es una de las causas del fracaso.
Libertad no existe externamente sino internamente. Mientras no hemos comprendido esto no tendremos éxito. Si yo dijera, libre es el que puede hacer lo que le da la gana, ¿sabes lo que significa eso?, significa que los demás no tienen derechos, porque si yo puedo hacer todo lo que quiera por encima de los demás, yo no respeto. Si yo creo que los demás no tienen derecho, ¿qué creen los demás de mí?, que yo tampoco los tengo. ¿Sabes cuál es el resultado?, una guerra, un conflicto.
No hay ninguna persona, afortunadamente, que tenga la facultad de poder vivir en contra del orden del universo. Podemos intentarlo, esa facultad sí la tenemos, pero el resultado de eso, será lo que ya conocemos, el fracaso; pero yo puedo intentarlo para verificar que no funciona.
Nuestra civilización ha estado ensayando una serie de parámetros vendidos por la cultura durante miles de años; los resultados que hemos obtenido son evidentes. Por eso las personas de éxito son muy poquitas y son aquellas que han comprendido que el universo tiene un orden perfecto que necesito respetar.
Cuando digo que las personas de éxito son muy poquitas, me refiero a la definición de éxito que hemos hecho en el Blog y no a la definición que la cultura nos vende. La cultura nos vende que una persona de éxito es una persona con poder, con mucho dinero y capacidad de decidir sobre las vidas y propiedades de los demás. Eso no es una persona de éxito, es un esclavo de lo material.
LA PERSONA DE ÉXITO es la persona que tiene la capacidad de aprovechar de una manera sabía lo que la vida le ha dado para ser feliz, para ser abundante y para vivir en paz en una convivencia con todos los demás seres. Aquel que tiene lo necesario para ser feliz porque siempre es capaz de ser feliz con lo que tiene, ese es de éxito.
Como dicen los maestros: La abundancia del universo siempre está disponible para todos los seres vivientes y todo ser viviente tiene la capacidad de ser feliz con lo que tiene, pero muy pocas personas saben hacer eso.
Cuando hablamos de civilizaciones superiores, hablamos de que la totalidad de los habitantes de un planeta de una civilización superior, todos son de éxito, porque si no fueran de éxito no podrían vivir allí. Por lo tanto la única forma de acceder a un mundo diferente al nuestro, es ser una persona de éxito y eso es lo que estamos trabajando.
Voy a repetir dos cosas. La definición de éxito: persona con la capacidad de aprovechar lo que tiene para ser feliz, porque es capaz de ser feliz con lo que tiene. Esa es una persona de éxito. Lo que tiene una persona de éxito, jamás será pobreza, siempre será lo suficiente para sus necesidades, independientemente de compararlo con otros.
La definición que hacen los maestros de la riqueza del universo, de la abundancia: todo ser viviente tiene en sí mismo la capacidad para ser feliz, pero muy pocas personas han aprendido a ser felices con lo que tienen. Y eso es lo que estamos buscando nosotros.
“LA LIBERTAD ES ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE INTERNA”.
Hasta dónde van los derechos del otro, está regido por algo que conocemos como el libre albedrío. El libre albedrío es la capacidad para cometer errores, el derecho a cometer errores y lo hemos confundido con libertad. Y por supuesto, mis errores, solamente pueden ir hasta donde hay una correspondencia con la necesidad evolutiva de otro y no más allá de eso. Para que no te vayas más allá de eso, hay unos seres que llamamos los ángeles de la ley. Ellos se encargan de evitar que, en uso de nuestro libre albedrío, es decir, que en uso de nuestros errores, vayamos a intentar desorganizar al universo.
LIBERTAD es la capacidad de tomar decisiones y asumir resultados, en su interior. La capacidad de tomar decisiones que tiene un ser humano es 100% libre. Los resultados que se originan en las decisiones que toma, necesitas asumirlos al 100%, independientemente de si esos resultados son satisfactorios o insatisfactorios, porque la decisión fue libre pero el resultado es obligatorio, necesito comprometerme con recogerlo.
Si mis decisiones están sustentadas en conceptos falsos en mi interior, mis resultados serán insatisfactorios, y necesito recoger esos resultados y asumirlos como generados por mí mismo, porque yo fui el que libremente decidí cometer un error o un acierto, por supuesto, sin saberlo inicialmente. En la medida en que asumo los resultados y me doy cuenta de que no son satisfactorios, aprendo a tomar decisiones de sabiduría para que mis resultados lleguen a ser satisfactorios. De ahí comienza el proceso de la abundancia. Por lo tanto el principio de libertad tiene una relación directa con el compromiso.
Vamos a la 2ª pregunta, ¿QUÉ ES PARA TI LA INDEPENDENCIA? Independencia es hacer todo sin necesidad de otros. Exactamente, esa fue la idea que nos vendió la cultura, que yo no dependo de otros ni para vivir, ni para tomar decisiones, nadie me puede decir lo que tengo que hacer, soy independiente, no soy empleado. Esa es una idea distorsionada que nos vendió la cultura. Cuando una persona tiene un negocio auto gestionado, entonces le llaman independiente, no se llama independiente, se llama que tiene su propio negocio, que es el autogestor de sus negocios, peor no es independiente, eso es otra cosa.
Haz una evaluación de la idea cultura de independencia. ¿Hay alguna persona que pueda vivir sin el aire?, ¿y el oxígeno de donde proviene?, de las plantas. Entonces yo dependo para poder vivir, de las plantas. ¿Hay alguna persona que pueda vivir sin el calor de los rayos del sol en el planeta tierra?, ningún ser humano. Entonces depende del sol. ¿Hay alguna persona que pueda vivir sin los alimentos que produce la tierra?, no, entonces dependo de la tierra. Eso en el campo de la naturaleza.
Ahora hablemos en el campo de los seres humanos. ¿Hay alguna persona que para transportarse produzca sus automóviles, y la gasolina, y el aceite para conducirlos?, entonces depende de las fábricas. ¿Hay alguna persona que se pueda poner un vestido y que tenga su propia fábrica de confección?, depende de las materias primas necesarias.
La independencia no existe como nos la vendió la cultura. No te alcanzas a imaginar qué tan limitante es para el desarrollo de la prosperidad, tener estas dos ideas falsas sobre la libertad y la independencia. Ahora lo vamos a descubrir.
Vamos a decir la definición correcta de independencia. INDEPENDENCIA es la capacidad de ser invulnerable en mis sentimientos, independientemente de lo que cualquier persona haga, diga o deje de hacer afuera de mí. Los maestros los llaman personas espiritualmente independientes, porque su paz, su felicidad, su armonía interior, no depende de nada ni de nadie diferente a sí mismo.
Repetimos: independencia es la capacidad que tiene una persona para ser feliz, para estar en armonía, para tener paz interior, independientemente de cualquier circunstancia a su alrededor, independientemente de lo que los demás hagan, digan o dejen de hacer, ese es espiritualmente independiente, porque no depende de nadie, solo de la decisión personal de ser feliz, y como eso depende de sí mismo, él decide ser feliz.
Vamos a la 3ª pregunta sobre qué significa el compromiso. El COMPROMISO es una decisión interior de respetar un acuerdo, pero es más que eso porque los acuerdos tienen diferentes niveles de hacerse. Hay una definición de compromiso que es fatal, y es cuando las personas lo confunden con obligación.
Entonces una persona toma un crédito en un Banco y adquiere una obligación. Cuando yo tomo un préstamo de un Banco, yo no estoy adquiriendo una obligación, estoy adquiriendo un compromiso, si lo siento como obligación, ya voy mal, es posible que ni siquiera lo pueda pagar, porque yo ya generé una limitación interior: estoy obligado a pagar algo y pareciera que no me corresponde sino que me amenazan y me obligan y no es así.
Yo libremente solicité el préstamo, la entidad libremente me lo concedió considerando mis condiciones, y yo me comprometo a devolverlo en las condiciones pactadas, porque eso fue un acuerdo, eso no me lo impusieron ni yo lo impuse. Si yo acepté el acuerdo, tengo un compromiso y si no tengo compromiso, tengo un serio problema con la abundancia.
Las personas, por lo general, hacen esta asociación falsa: un compromiso me quita libertad y un compromiso me quita independencia. Cuando la persona cree eso, adquiere una condición que se llama EL MIEDO AL COMPROMISO, el pánico al compromiso o el vicio de la libertad mal entendida. Esa persona no tiene ninguna posibilidad de éxito.
Voy a ponerte un EJEMPLO para que esto sea muy patético. Imagínate que tú vas a recibir un empleado para que te trabaje en alguna función y tú le preguntas esto: dígame una cosa señor, ¿usted qué espera encontrar en mi empresa? Y la persona te responde esto: yo espero trabajar aquí con usted mientras me sale un trabajo bueno. Puede ser que no te lo diga con esas palabras, pero puede ser que lo esté pensando y con un test eso se descubre. Pero supongamos que te lo dijo así de frente, ¿tú qué pensarías de esa persona?, ¿realmente te sientes motivado a darle trabajo?, no. ¿Por qué no me siento motivado a darle trabajo a esa persona?, porque no tiene ningún compromiso con el trabajo que está solicitando. Esto mismo sucede sin que nos demos cuenta.
Voy a poner otros Ejemplos. Persona con negocio propio, auto gestiona su negocio, no tiene jefe directo, no es un empleado. Yo le pregunto una cosa y la respuesta que me dio la he escuchado muchas veces. Dice la persona:
- Estoy teniendo muchas dificultades con mi negocio.
- ¿Tú qué esperas obtener de tu negocio?
- De mi negocio espero obtener suficiente dinero para ir a dar la vuelta al mundo, porque me gusta mucho viajar, además quiero hacer una especialización en la universidad que es bastante costosa y espero que mi negocio me de los recursos para pagar esa especialización.
- Dime una cosa: ¿esa especialización tiene que ver con tu negocio?
- No, no tiene nada que ver con mi negocio, es que yo quiero especializarme en eso.
Sus respuestas me están mostrando que, las intenciones de la persona, están dirigidas a cualquier otra parte menos a su propio negocio. Esa persona está condenada al fracaso porque no tiene compromiso con lo que hace, no tiene compromiso con su negocio, no ama su negocio, no valora su negocio. Es el mismo caso que te acabo de contar del empleado.
Si mi pensamiento, si mi intención está dirigida a un lugar diferente a lo que yo hago, no tengo compromiso, por eso, el que pide un empleo en una parte pero su mente está en otro empleo o en otro lugar, no tiene compromiso. El que tiene un negocio propio y su mente, su pensamiento, está dirigido a otras actividades no asociadas a su negocio, no tiene compromiso, ese negocio no le va a responder para nada; pero no es el negocio, es la persona.
La persona que va a hacer una relación cualquiera, de pareja por ejemplo, pero está pensando que la pareja del vecino es mejor que la de él, no tiene compromiso con su pareja. Y así sucesivamente. El que está colocando su mente y su pensamiento en otra cosa que no es en lo que está haciendo o en lo que se está relacionando, no tiene compromiso. La mayoría de las personas fracasadas, ni son confiables, ni tienen compromiso. Cuando una persona fracasada viene a Consulta de Psicoterapia es la primera evaluación que hago.
Voy a decir ahora el pensamiento correcto de una persona con compromiso. En el caso del empleado y en el caso de la persona con su negocio propio. EL EMPLEADO que va a pedir un trabajo en una empresa y tiene compromiso, piensa esto y expresa esto: yo voy a trabajar en esta empresa porque en esta empresa yo estoy dispuesto a dar lo mejor de mí, mis mejores habilidades, mi mejor capacidad, sin condición y sin restricción alguna, y estaré aquí el tiempo que la vida me permita estar en ella, y no voy a pensar en ninguna otra cosa diferente de estar aquí; si la vida posteriormente me tiene otros caminos, yo los asumiré como algo que la vida tiene para mí, pero no estoy pensando ahora que ahí no voy a estar, porque si no, no tendría compromiso. Y por supuesto que si esa no era la empresa para esa persona que dio toda esa capacidad, en muy poco tiempo la vida se lo mostrará.
Vamos al EJEMPLO DEL NEGOCIO. La persona pone su negocio y dice: mi compromiso con el negocio es ponerle todo mi entusiasmo, mi alegría, mi capacidad, mis mayores virtudes y capacidades para prestarles a mis clientes, porque es un negocio propio, un excelente servicio o producto. Cuando mi negocio esté perfectamente estabilizado, desarrollado y el servicio que les presto a mis clientes sea excelente, en ese momento sabré que puedo utilizar otras cosas para otros niveles de satisfacción, pero antes no.
El problema es como cuando siembras un árbol y, antes de que crezca, ya quieres sacarle todos los frutos. Primero tengo que esperar a que el empleo o mi negocio se desarrollen lo suficiente, para que mi servicio sea excelente y luego si puedo pensar a que también tengo derecho a otras actividades de satisfacción en otros campos, pero no antes de haberme comprometido con esto. ¿Cuál era el problema?, que la persona ya está pensando en sacarle al negocio todo, antes de haberlo desarrollado, no tiene compromiso. Lo tengo como una meta, no como un propósito, después de haber desarrollado lo que será válido, pero eso es lo que pocas personas hacen y de ahí viene el fracaso.
Pensamiento, palabra y obra necesitan ir unidos en un solo propósito quien quiera tener éxito y compromisos. Me gustaría mucho invitarte a comenzar a reprogramar en la mente una idea totalmente clara de lo que es la libertad, la independencia y el compromiso, para poder empezar a organizarnos con el orden del universo y tener éxito.
Vamos a resumir nuevamente. LIBERTAD es una condición interna del ser humano, que se expresará siempre al 100%, porque es interna, y es la capacidad de tomar decisiones frente a lo que yo necesito hacer en el mundo de la materia. Las decisiones pueden ser acertadas o pueden ser equivocadas; en cualquier de los dos casos será valioso su resultado. Si es acertada, para verificar que tengo una herramienta que podré utilizar constantemente. Y si es equivocada, para verificar que tenía una falsedad que necesito desechar de mi mente, por eso ambas serán beneficiosas.
La decisión de un ser humano es 100% libre, el resultado es de la ley de correspondencia, que necesita asumirlo como tal como algo que yo generé. Es tan importante lo de las decisiones que los maestros, los ángeles y el mismísimo Dios, respetan la decisión que toma un ser humano, por equivocada que esté, siempre y cuando esté dentro de los márgenes permitidos por el libre albedrío. Recuerda: 100% libertad de tomar decisiones y los errores solamente hasta donde el libre albedrío lo permita. Asumir los resultados de mis decisiones, es lo que me da la capacidad del compromiso y de la independencia espiritual.
- INDEPENDENCIA espiritual significa ser invulnerable en mis sentimientos a cualquier evento externo a mí, donde mi felicidad, mi paz y mi armonía no van a depender de ninguna otra persona diferente a mí mismo. El significado de compromiso es algo supremamente hermoso.
- COMPROMISO es la capacidad de compartir mis valores internos sin restricción y sin condición alguna, para complementar mi vida con los valores de los demás y adquirir derechos. Los derechos no existen por naturaleza, los derechos se adquieren y se adquieren a través del compromiso. Cuando una persona está exigiendo derechos que no tiene, ya está yéndose hacia el fracaso. Los derechos no se exigen, los derechos se adquieren y no es posible adquirir derechos si no tengo una buena concepción del compromiso.
Para que esto funcione en nuestras vidas, lo del compromiso, entonces necesitamos utilizarlo en tres aspectos que sean simultáneos en un mismo propósito: que mis pensamientos, mi palabra y lo que yo hago, todos estén dirigidos a un solo propósito. Si mi pensamiento va para un lado, mi palabra va para otro y mis acciones van para otro lado, no tengo compromiso con lo que hago y no puedo tener posibilidades de éxito en ninguna cosa.
Aquello que tú hagas, colócale toda tu energía mental hacia eso para prestarle un excelente servicio sin condición y sin restricción. Cuando nos disponemos a prestar un excelente servicio en lo que hacemos, ya tengo compromiso con lo que estoy haciendo.
Hay una frase acerca del Amor que se presta a confusión, cuando nos dijeron que amar es dar todo sin esperar nada. Y ahí mi mente se va a confundir porque yo entiendo que no hay que recibir nada. Por eso los maestros nos sugieren plantearla de una manera diferente.
“AMAR ES DAR SIEMPRE LO MEJOR DE TI SIN ESPERAR ALGÚN RESULTADO ESPECÍFICO, PERO ABRIÉNDOSE A RECIBIR LO QUE LA VIDA TENGA PARA TI”
Si le pongo condiciones ya surgen metas. Simplemente me abro a recibir lo que sea, no sé lo que será. No pongo expectativa alguna, pero ya para mí es un gran placer usar mis valores ya eso es independencia. No depende de si a alguien le gustó, si no le gustó, si me dio las gracias, si no me las dio, si lo usó, si no lo usó; no depende de eso para sentirme feliz. Sólo son cinco herramientas las de la abundancia y la prosperidad, pero cada una de ellas requiere un trabajo interior para poderla usar.
Depende de qué estoy soñando, adonde dirijo mis sueños. Si el pensamiento, o el soñar o el imaginar, tienen cientos de miles de posibilidades diferentes, y fantasear a veces es muy lindo, pero eso no implica que tú le estés quitando compromiso a lo que haces.
Tomando una masa de 100% de pensamientos, tú todos los días le dediques, por ejemplo, un 5% (unos pocos minutos) a pensar en la importancia que tiene para ti lo que haces y otro 95% puedes usar tu pensamiento con otras cosas diferentes que no tienen nada que ver con lo que haces. Pero fíjate bien, no tanto con el propósito de hacer otras cosas diferentes a lo que hago, sino con el propósito de recrear mi mente, dentro de los archivos del universo, para que me llegue información o para que mi energía suba.
Es perfectamente válido que en un momento dado, si yo quisiera pensar en una isla, en un mar hermoso, en los peces, en la naturaleza y en la paz que hay en ese lugar, eso no tiene nada que ver con mi negocio, pero eso es un ejercicio de recreación interna, que es totalmente útil y saludable para subir mi energía vital; siempre y cuando yo no añadiera a esa imaginación, a ese pensamiento, este otro pensamiento: yo quiero irme a vivir a esa isla eternamente porque es maravillosa. Si le añadiera eso, ya le quité mi fuerza a lo que hago, porque entonces yo estoy dirigiendo, además de la recreación mental, la fuerza de la fe, a otro lugar diferente.
Mientras tú con tu pensamiento, no dirijas la fuerza del hacer a otro lugar diferente de lo que están haciendo, puedes pensar lo que quieras, imaginar lo que quieras, siempre y cuando que sea de Amor, y será formidable, porque tu mente se llena de armonía y trae semillas de Amor. La clave está en el punto que llamamos el hacer. Si quieres ir a la Luna, a Australia o a cualquier parte, sin quitarle la fuerza a lo que haces, y sin quitarle los recursos a lo que haces, ese pensamiento no tiene problema.
El problema es que muchas personas hacen una actividad cualquiera, no satisfactoria para ellos, a expensas de arruinar su negocio, y ahí no será válido porque no sería a expensas, sino más bien como un resultado de negocio en que te dejas llevar por un razonamiento simple, que llamamos un punto de equilibrio, ¿hasta dónde puedo usar recursos sin deteriorar la excelente capacidad de servicio?, y eso será lo válido, lo que yo utilice, pero eso no es lo que las personas hacen normalmente.
Jamás un compromiso puede limitar tu libertad y tu independencia porque precisamente el compromiso verdadero está sustentado en mi libertad interior de tomar decisiones y mi independencia espiritual. Cuando un maestro toma la decisión de escoger un discípulo es porque sabe de antemano que tiene capacidad de compromiso, de lo contrario, no existe la más mínima posibilidad de que el maestro le dedique ni siquiera un segundo a ese discípulo.
Por eso tú habrás escuchado muchas historias acerca de los maestros, donde el maestro se niega a enseñar al discípulo. Él sabe que el discípulo no tiene compromiso y no va a perder su tiempo. Un maestro le dijo a un discípulo, al que no quería dar información, que le acompañara a dar un paseo. Le invitó a pasar una laguna que tendría como un metro de profundidad. Cuando estaban casi en la mitad de la laguna, el maestro tomó al discípulo de la cabeza y la metió bajo el agua y le tuvo allí un rato hasta que el discípulo casi se estaba ahogando. Cuando lo sacó del agua le preguntó: cuando estabas debajo del agua, ¿qué es lo que más deseabas?; – aire maestro, aire. Entonces el maestro le dijo: cuando tú desees la enseñanza tanto como deseabas el aire, en ese momento te enseño; porque tendrás Compromiso.
¿Te das cuenta qué es lo que ha pasado con la cultura? Que limitó la capacidad de Compromiso y limitó la posibilidad de la prosperidad. Ten en cuenta esta frase: JAMÁS UN COMPROMISO PUEDE LIMITAR NI TU LIBERTAD, NI TU INDEPENDENCIA.
En los casos que se presentan a diario en mi Consulta de Psicoterapia, hay muchas personas que dicen: no tengo un trabajo estable, no tengo una relación estable, no tengo nada estable. Y no tienes nada estable en tu vida porque no estás usando tu Capacidad de Compromiso, eres incapaz de comprometerte con nada, ni con nadie, porque tienes miedo a perder libertad, tienes miedo a perder independencia y eso está haciendo que tú no puedas tener acceso a ninguna cosa que podamos llamar estable. Tu vida será una inestabilidad total hasta que no estés dispuesto a tener compromisos.
Una pareja no la hace una ceremonia, ni la hace un papel firmado, ni la hace un documento, la pareja, como cualquier otra relación, la hace una decisión interna de comprometerse con una persona y con un propósito. Por lo tanto, firmar o no firmar papeles no tiene ninguna importancia. Pero si la persona tiene miedo al compromiso, jamás hará compromiso ni ceremonia alguna, no porque la considere algo superficial e innecesario, sino porque en el fondo piensa que eso me compromete y si me compromete me quita libertad y no quiero perder libertad.
Si yo tengo esa mala concepción de libertad, ¿qué le sugiero yo a esa persona?, te pediría un favor: no hagas relaciones ni negocios con nadie porque no vas a ser estable con nadie, vas a dejar a todo el mundo “en la mitad del charco” porque no tienes compromiso. Negocios, relaciones, salud, todo esto requiere compromiso; pero mientras no tenga clara la idea del compromiso, no puedo aplicarlo.
“EL COMPROMISO JAMÁS TE QUITA NI LIBERTAD NI INDEPENDENCIA, ES TU DECISIÓN LIBRE, VOLUNTARIA, ALGO QUE PUEDE SER MARAVILLOSO PARA TU VIDA”.
La idea no es comprometerte con la misión, la idea es comprometerte con el destino si aspiro a hacer una transformación interior. La idea no es comprometerse con la misión, sino con la función. Misión es lo mismo que vocación, es decir, aquello que, en el interior de la persona se presenta como una inclinación específica hacia algo que le llena de satisfacción, de felicidad, que le gusta, que sube su energía, que lo hace muy bien, que tiene la habilidad innata para hacerlo.
Función es otra cosa. Función es lo que cada uno de nosotros hace para ganarse el sustento. No se dice ganarse la vida, la vida no se gana, la vida es un don Divino. Para ganarnos el sustento hacemos algo, y eso que hacemos es la función. Si yo no tengo compromiso con mi función, no tendré éxito en ella. La función bien puede estar asociada a la misión o en muchos casos está asociada al destino. Cuando está asociada al destino, son las personas que dicen: tengo un trabajo detestable, mi jefe es espantoso, el ambiente es horroroso, pero me pagan muy bien. Y por supuesto que el hecho de ver el ambiente horrible, al jefe espantoso y al trabajo desastroso, es solamente una limitación mental de la no valoración que tienes. Pero esa es la típica asociación función-destino.
¿Qué le sugiero yo a una persona que me cuenta eso?: no se te vaya a ocurrir por ningún motivo renunciar a ese trabajo, estás en la mejor oportunidad para transformar tu destino en misión. Porque las personas lo primero que se les ocurre es renunciar. Vino una persona y me dijo: ya renuncié y me siento feliz, dichoso, liberado. Luego volvió 3 meses más tarde y me dice: estoy desesperado, porque estoy lleno de odio, no encuentro otro trabajo. Y hasta ahí le llegó su felicidad. Entonces le dije: vuelve a tu trabajo porque no has completado tu experiencia, acabas de desperdiciar una oportunidad, pero bueno, es parte de la experiencia humana, es necesaria, no te preocupes, adelante.
La falta de compromiso con lo que hago, con la función, es una de las causas del fracaso. Otra de las ideas directamente falsas, que nos llevan hacia al fracaso, que nos vendió la cultura (por eso estamos nuevamente replanteando la cultura), es esta, y esto lo dicen los libros, lo dicen en las universidades, te lo dicen los psiquiatras y los psicólogos, te lo dicen cantidades de personas: tú tienes que trabajar en lo que más te gusta, tienes que desarrollar tu potencial, no trabajes en lo que no te gusta, tienes que trabajar donde te sientes feliz, donde te sientes bien.
Con estas frases estoy conduciendo directamente a la gente al fracaso, porque muy pocas personas tienen su función asociada a su misión. ¿Qué va a pasar?: que la persona, como lo que tiene son limitaciones internas, cada vez que la vida le lleva hacia su propio destino que necesita para trascender sus limitaciones, encuentra que eso es exactamente lo que no le gusta, lo que no le llena, lo que no le satisface, lo que “no es lo mío”; y eso de “lo mío” es la peor idea que tengo para el éxito, porque para hacer lo mío dejo lo que me corresponde y tengo un fracaso estruendoso. Son tantas ideas falsas que no es extraño ver tanta gente fracasada.
Y ahí es donde viene la herramienta de Amor. Si la vida me da la extraordinaria y maravillosa e inmejorable oportunidad de trabajar en lo que no me gusta, ahí puedo trascender todas mis limitaciones internas, de transformar mi destino en misión, tengo la oportunidad de éxito. Mientras yo estoy relacionándome con el mundo desde mis limitaciones internas, la posibilidad de éxito no existe; solamente cuando me relaciono desde mis virtudes, desde mis valores, tengo éxito.
¿Qué le sugiero a una persona que me cuenta algo parecido al caso anterior? Le digo: vas a reprogramar tu mente de esta manera. El trabajo que tengo ahora es la mejor oportunidad para el desarrollo de mis facultades y virtudes, por lo tanto me dispongo todos los días cuando me levante, a decirme esto: hoy disfrutaré intensamente del trabajo y de todo lo que la vida tenga para mí, colocaré en este trabajo el mayor entusiasmo, alegría, energía, lo haré como aquello que es lo más importante para mí, seré feliz haciéndolo, amaré a mi jefe, disfrutaré del ambiente y veré en esa empresa el jardín más hermoso que el padre me presenta. Tendría que hacer eso porque si no, no sería capaz de aprovecharlo.
Mientras más fracasada está una persona es cuando más entusiasmo, alegría y energía necesita poner. Hay una ley que se llama la LEY DE AFINIDAD. Cuando yo estoy deprimido, angustiado, frustrado, triste, soy exactamente afín con todo eso; por lo tanto, si quiero salir de esa situación, necesito volverme afín con lo mejor de mí y solo hay una forma: que yo me llene de entusiasmo, alegría, energía, de valores y de virtud, aunque no tenga con qué desayunar; de lo contrario voy a continuar igual.
Hemos hecho una serie de mediciones interesantísimas y los resultados nos muestran las leyes. Hemos tomado dos grupos de personas: personas con trabajos estables, satisfechos en sus trabajos, con buenos ingresos; y personas angustiadas porque no tienen trabajo, y hablo de profesionales, con sufrimientos, con depresión; y les hemos dicho a los dos grupos de personas: pasen curriculum.
El que tiene trabajo se pregunta para qué va a presentar un curriculum si no está buscando trabajo. Porque estamos haciendo una medición de la ley. La persona accede a participar en el juego. ¿Sabes cuál es el resultado? A todos los que tenían trabajo, les sale 2 ó 3 puestos y a los que no tenían, no les sale nada. ¿Por qué? Por la ley de afinidad.
Puede ser que esa sea tu misión pero no sea tu función, esa es una posibilidad. Porque yo busco algo que me satisfaga mucho mi parte interior pero se me olvidó que la vida tenía otras cosas para mí. Es algo para ponerle atención. Si tengo escasez de recursos, algo está pasando. Puede haber otra causa: que mis intenciones estén en contra de la ley, pero eso ocurre cuando no tienes información adecuada, cuando la persona quiere encontrar “lo suyo” y lo suyo no es mi función, no me produce ingresos, aunque me encante.
Vivimos en un mundo del tercer nivel regido por procesos económicos, no estamos en el 5º nivel, entonces, sin ese compartir de flujo energético que se llama el dinero, no hay energía para hacer algo, y si eso está pasando es porque esa no es mi función. El que está sin angustia, el que está estable, está expresando sus valores. El que está sin trabajo está angustiado y está expresando sus limitaciones, a menos que haga un cambio interior. Esta ley se llama la ley de la afinidad. Si no me hago afín con la prosperidad, puedo pasar 800 curriculum y no me sale nada.
Vamos a plantear dos preguntas para que tú le dediques unos minutos.
- ¿En qué momento puede un compromiso convertirse en obligación?
- ¿En qué momento puede una obligación convertirse en un compromiso?
En estas preguntas hay una gran sabiduría. Si logramos comprender lo que significan e implementarlas en nuestras vidas, ya estaremos empezando a tomar esa herramienta del Compromiso. La confianza abre las puertas, el Compromiso profundo de Amor hace que fluya la abundancia que está detrás de las puertas. Sin compromiso no hay posibilidad de flujo energético de abundancia y sin confianza, no hay posibilidad de abrir puerta alguna.
Hemos visto que hay unas herramientas muy sencillas que abren todas las puertas de la satisfacción, de la abundancia y del éxito, a los seres humanos, frente al universo. Si bien es cierto que estas herramientas son supremamente simples y sencillas, y todos las tenemos, pocas personas han aprendido a usarlas, y eso es lo que estamos haciendo ahora. Porque cada una de ellas tiene ciertas características muy específicas y a menos que sepamos exactamente de qué se trata, y no tengamos ninguna confusión en nuestra mente, no logramos hacer un excelente uso de ellas.
Ya hablamos en las entradas anteriores de la herramienta de la confianza. Ahora estamos empezando a trabajar la herramienta del compromiso. El compromiso permite que la abundancia fluya. Uno de los elementos culturales que más limitan nuestra capacidad de compromiso, es una falsa idea que nos vendieron acerca de la libertad y acerca de la independencia.
Ya sabes cómo modificar esa idea en nuestro interior, reconociendo que libertad e independencia son dos aspectos internos del ser humano, que no tienen absolutamente nada que ver con lo que sucede en el mundo externo de la materia, ni de nuestras relaciones.
Somos 100% libres de tomar decisiones, acertadas o equivocadas. De los resultados que se originen de nuestras decisiones, por ley de correspondencia, necesitamos asumirlos como tal sin culpar a nadie, puesto que se originan en mis propias decisiones. Tengo derecho a equivocarme pero no a culpar a los demás de mis errores.
También aprendimos que la independencia es un aspecto espiritual, personal e interno de cada uno de nosotros y que significa la capacidad para no permitir que nada de lo que suceda a nuestro alrededor, de lo que los demás hagan, digan o dejen de hacer, puedan limitar mi capacidad de tener paz interior. Por eso los maestros llaman a la PAZ INTERIOR, EL ESTADO DE INDEPENDENCIA ESPIRITUAL, es decir, donde mi paz no depende para nada de ningún suceso externo a mí, sino de mí mismo.
Pero esto no nos enseñó la cultura. La cultura nos enseñó que independencia era no depender de nadie y que libertad era hacer lo que nos diera la gana. Si yo llegara a pensar eso, eso precisamente es una de las fundamentales causas del fracaso en la vida. Porque no puedo ir en contra de los derechos de otras personas, ni de las organizaciones del universo y porque no existe nada independiente, todo está entrelazado en el universo, dentro de un orden perfecto. Pero esa falsa idea, limita totalmente otra de las herramientas maravillosas del éxito: la capacidad de servir, la capacidad de la estabilidad y del compromiso. Por eso es tan importante.
Libertad e independencia son única y exclusivamente dos aspectos interiores del ser humano. En el mundo de las formas, en las relaciones humanas y en el cumplimiento de la función que nos corresponde, jamás se nos ocurra utilizar, ni la idea de libertad, ni la idea de independencia, porque el fracaso no se hará esperar.
Vamos a contestar una pregunta: ¿EN QUÉ MOMENTO PUEDE UN COMPROMISO LIMITAR TU LIBERTAD Y TU INDEPENDENCIA? En ningún momento puede suceder eso, a menos que yo tenga una idea falsa en mi mente. Con mucha frecuencia me vienen personas a Consulta de Psicoterapia que lo que tienen es pánico al Compromiso. Entonces, cualquier cosa que para ellos empiece a convertirse en compromiso, inmediatamente salen corriendo, porque piensan que les va a quitar libertad. Si una relación trata de volverse estable, ahí mismo la rompen. Un trabajo que trata de volverse constante, ahí mismo lo deja. Un negocio que empieza a generar muchos resultados, ahí mismo lo acaba, porque él piensa que le va a limitar, que le va a quitar libertad. ¿Cómo podrá tener éxito esa persona?, es imposible que tenga éxito.
Entonces la persona viene, obviamente, con sus propios resultados, y viene quejándose de soledad, de escasez, de inestabilidad y de una cantidad de ideas que se han originado en su falsa idea de libertad, pero él no sabe por qué le está pasando eso. Por eso es muy importante que nos demos cuenta de esto: no existe ninguna posibilidad de que un compromiso limite tu libertad o tu independencia, porque eso es un aspecto interno.
Lo que hace el compromiso es otra cosa: complementa mi vida y mis acciones y mis funciones con las de otras personas y además con el orden del universo, me convierto en un ser que participa del universo, no en alguien que lucha contra él. Ojalá lo empezáramos a ver de esta manera para poderlo usar.
- ¿En qué momento puede un compromiso convertirse en obligación?
- ¿En qué momento puede una obligación convertirse en un compromiso?
Está claro que el significado de compromiso, no puede convertirse en obligación. Pero si no está claro, la mente hace otra cosa. Es como el que pide un préstamo en el Banco y se compromete a pagar unas cuotas. En la medida en que, de pronto, se le presentan dificultades, entonces la persona siente que tiene una obligación, como una carga, como un peso, tener que pagar esas cuotas. No lo está viendo como un compromiso, lo está viendo como una obligación.
De hecho en los términos legales es claro que lo que nos han enseñado es que tenemos la capacidad de obligarnos y de obligar; y los compromisos contractuales se llaman obligaciones en términos legales, pero para efectos mentales, esto es gravísimo. Porque obligación es algo que yo no he definido, es algo que alguien me impone, es algo que estoy haciendo bajo una amenaza, bajo una presión, eso es una obligación.
Si utilizas una herramienta de amor, jamás podrás convertir un compromiso en obligación. Esta herramienta es el ASUMIR. Recuerda que la herramienta de asumir es la que nos da la libertad interior, porque asumo el resultado de mis decisiones y si tomé una decisión que llevó a que yo generara un compromiso o estableciera un compromiso, asumo, que el resto del compromiso no es una obligación, es una decisión mía y me comprometo a respetarlo o a modificarlo con las mismas personas que lo establecí, no con otras; pero jamás a romperlo. Luego hablaremos de por qué razón es tan grave romper un compromiso.
Si tienes confusión entre obligación y compromiso y piensas que a veces un compromiso se vuelve pesado, que es una carga, entonces se convierte en obligación y ahí ya tengo una limitación mental para asumir mi vida, para asumir mis decisiones.
Escucha algunas expresiones: “hoy tengo que ir a trabajar, tengo que madrugar”, de la misma forma como yo me hablo a mí, puede agilizar el desarrollo de mi comprensión o limitarla. Ojo con la manera en que tú te hablas a ti mismos. Nadie tiene que hacer, ni le “toca” hacer nada que no haya decidido hacer. Eres 100% libre de tomar decisiones.
Cuando yo digo esta es mi responsabilidad, es lo mismo que si dijera éste es mi compromiso. Solo que a veces el término responsabilidad también lo utilizamos un poquito en un sentido de obligación, es decir, soy responsable de esto y me siento obligado a algo. Jamás te sientas obligado a nada porque eso es una limitación complicada para el éxito.
Vamos a ver si hemos comprendido cuál es la diferencia entre obligación y compromiso.
- Puedo decidir el resultado de mis decisiones.
- Puedo decidir expresar algo o no hacerlo.
Insisto en esta parte porque es uno de los grandes bloqueos que he encontrado en todo este trabajo humano, sobre todo con muchas personas que vienen a realizar los Talleres de Psicología Transpersonal que periódicamente iniciamos en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal en busca de una solución a sus problemas. Esto no es algo que yo creo, es algo que he verificado cientos de veces con muchas personas, pero mientras no seamos capaces de romper ese bloqueo en la mente, difícilmente podamos tener éxito.
Por eso, entender esta diferencia es un paso gigante en nuestro desarrollo espiritual y en el camino que nos proponemos de éxito en la vida, de felicidad, de amor, de abundancia.
“LA GRAN DIFERENCIA ENTRE LA OBLIGACIÓN Y EL COMPROMISO ES UNA CREENCIA FALSA”.
- El compromiso es una decisión asumida por mí.
- La obligación es una más de las creencias falsas que están en nuestra mente.
Yo creo que algo me obliga, yo creo que alguien me impone algo, yo creo que alguien me limita, yo creo que alguien no me deja hacer eso, yo creo que alguien no me da la oportunidad y sigo creyendo una cantidad de cosas; porque estoy lleno de creencias falsas.
La obligación no existe, no la hay en el universo, es solamente una actitud interna de culpar a los demás de los resultados que yo mismo obtengo. Es una diferencia gigantesca, con compromiso. Mientras yo esté culpando a los demás, de cualquier cosa, no estoy asumiendo; y si no estoy asumiendo, es porque me siento obligado; y si me siento obligado, es porque creo que los demás son culpables de imponerme algo.
¿Te das cuenta del problema que hay en la mente de esa persona, solamente porque cree que existe la obligación? Es una de las causas rotundas de fracaso, no solamente en lo económico, en los recursos, en el trabajo, sino en las relaciones. Es que una persona se siente obligada a estar con otra, se siente obligado a estar con mis hijos, con mi pareja o con mis padres y eso no es así. Yo puedo estar comprometido y decidir ser leal con algo o con alguien; pero si me llego a sentir obligado, ya tengo el fracaso por delante, porque voy a empezar a generar una tensión en mi interior y eso va a empezar a crear una resignación, un malestar interno que no va a ser nada saludable.
Vamos a hacer un estudio profundo de la diferencia que hay entre una ley y una norma. Tú libremente decides cumplir la norma o no, desobedecerla o no, y hay un resultado, que no es libre, es un resultado de la ley del universo y necesito asumir el resultado que pueda obtener de mi decisión de comprometerme y asumir algo.
Soy yo el que convierto en compromiso la norma, pero soy yo el que hago eso; la norma está ahí, yo decido sentirme obligado con ella o yo decido comprometerme con ella. Si me siento obligado me va a generar un gran malestar interno.
Cuando decido expresar mis valores, cuando decido sin condición ni restricción alguna, no significa que el universo no tenga unos parámetros para cada cosa. Tú te diste cuenta de que la confianza tiene unos parámetros, el compromiso tiene unos parámetros, la lealtad tiene unos parámetros, el servicio tiene unos parámetros, la ayuda tiene unos parámetros, pero esos parámetros se llaman leyes del universo, no son normas. Que yo decida mantenerme dentro de esos parámetros o salirme de ellos, esa es mi decisión; habrá un resultado y necesito asumirlo.
Nunca te sientas obligado a nada, haz una evaluación previa. En el caso social de que a veces nos sentimos “obligados” a hacer algo, por favor, deja de hacer eso. Simplemente yo decido y me comprometo a hacer algo porque le veo un valor superior haciéndolo que no haciéndolo, porque le veo un valor superior a la relación con esta persona que dañarla. Expresé mi valor y me comprometí con la decisión, así inicialmente no me gustara la idea. Pero si la acepté, si la asumí, me comprometí con ella y me dispongo a disfrutarla sin culpar a nadie. Para empezar a liberarnos.
¿Te das cuenta de que la mayoría de los seres humanos no asumimos las decisiones?, y culpamos al otro. Haz una evaluación y pon en un lado de la balanza las relaciones y en el otro lado de la balanza, tú gusto personal. A mí no me gusta esto a nivel personal y tengo derecho a que no me guste, pero si pongo en la balanza las relaciones con esas personas y encontré que pesaban más las relaciones que mis gustos, entonces decidí hacer algo, que no era de mi gusto, para mantener las relaciones armónicas. Si le hubiera encontrado un mayor valor a mis gustos, no acepto eso.
Hice tan rápido la evaluación mental, que ni siquiera me di cuenta. Es muy fácil culpar al otro de que hice algo, que después de haberlo evaluado, era benéfico para mí, pero como no era de mi gusto, lo culpo a él. De ahora en adelante, cada vez que tú te sientas obligado a algo, piensa en la diferencia entre obligación y compromiso. Yo me siento obligado, pero ¿ese problema de quién es?: mío, yo tengo una limitación mental porque no existe ninguna obligación.
Por eso estábamos viendo algo. Estamos en unas entradas de prosperidad, de abundancia, de éxito, entendido correctamente desde el espíritu, y estamos viendo que las herramientas son muy simples, pero que requieren de nosotros una transformación gigante en nuestro interior. Si esto sólo fuera una cuestión de pedir, entonces el 100% de las personas del planeta serían personas de éxito, y no lo son, porque LOGRAR ÉXITO ES TRABAJAR EN UNA TRANSFORMACIÓN INTERIOR CON HERRAMIENTAS DE SABIDURÍA y eso es todo un reto y un proceso interior de cada uno de nosotros. Por supuesto que las personas quieren el éxito por el camino fácil, sin hacer ningún trabajo interno, sin hacer ningún esfuerzo, lo único que hacen es pedir. Me gustaría que renunciaras a pedir.
Vamos a trabajar algo que se llama el hacer. Haz tu evaluación personal, no tienes que compartirla con nadie, es solamente para que tú te lleves una evaluación, necesitamos trabajar a nivel personal acerca de la herramienta del compromiso.
- ¿Qué tanto compromiso tengo con mis relaciones?
- ¿Qué tanto compromiso tengo con mi cuerpo físico?
- ¿Qué tanto compromiso tengo con mi trabajo?
- ¿Qué tanto compromiso tengo con el lugar donde estoy ubicado?
- ¿Qué tanto compromiso tengo con mi paz interior?
Haz tu evaluación. El 100% en estos cinco puntos, es un maestro. Nos tomará un tiempo conseguirlo pero no te preocupes, el universo nos da la eternidad, pero no nos deja pasar con menos del 100%. En el universo no se hace un paso de un nivel a otro sin el 100%. Mientras no tenemos compromiso, no hay posibilidad de pasar.
Voy a poner un ejemplo del COMPROMISO CON EL TRABAJO. Independientemente de si trabajo para una empresa, para una compañía, o trabajo en mi casa o tengo un negocio propio (no se llama independiente), voy a ver si tengo compromiso o no.
Estas son preguntas que hacemos para evaluar compromiso a personas que están teniendo dificultades. Viene una persona y me dice: no me aumentan el sueldo, llevo 15 años trabajando en esta empresa y veo a otras personas que llevan menos tiempo, que las han promovido, les han aumentado el sueldo. Es claro que la persona no tiene compromiso, pero no sabe.
Entonces empezamos con preguntas muy sencillas:
- ¿Tú te quejas por tu trabajo?
- ¿Protestas por falta de oportunidades?
- ¿Piensas que es injusto que a las demás personas que llevan menos tiempo las promuevan?
Si contesta que sí a todo, la persona no tiene compromiso, porque está expresando limitaciones y no valores, ni virtudes y no puedo esperar que las limitaciones den un buen resultado. La persona está pensando que hay alguien que tiene algo que a él le corresponde porque está mejor: no tiene compromiso. Quiere sacarle a esa empresa lo que él no le está dando.
Le preguntas a personas que tienen su negocio propio: ¿tú qué esperas obtener de tu negocio? Y te dicen: dinero para viajar por el mundo. No está pensando en el negocio. Es lo mismo que si quieres estudiar una cosa que no tiene nada que ver con el negocio. Si quieres sacar adelante el negocio habría que decir: mi negocio es importante y lo 1º es fortalecer mi negocio, en 2ª instancia prestarle un excelente servicio a las personas que usen mis productos o mis servicios o lo que yo hago. Y cuando yo ya considere que llegué a un punto muy alto de eficiencia, también comprendo que yo necesito algunas situaciones satisfactorias para manejar mi negocio (viajar…) pero no antes de eso.
Es el mismo caso del empleado que le preguntan: ¿qué espera encontrar en esta empresa?, y dice: estar aquí mientras me sale un trabajo bueno. Y en esta relación de pareja, ¿qué esperas?: compartir mi vida, acompañarme de alguien mientras aparece alguien mejor. Eso no es compromiso.
Voy a poner un ejemplo para que tú evalúes la diferencia de compromiso, son otra cosa que no tiene nada que ver con él. Comercialmente nos parece algo normal. Una persona está trabajando en una empresa y de pronto viene y le dice al jefe que va a trabajar hasta tal día que presente su renuncia; y cuando le preguntan por qué renuncia dice: me han ofrecido un trabajo donde me pagan mucho más de lo que usted me paga y las condiciones son mucho mejores que las que usted puede ofrecerme; entonces usted comprenderá que es lógico que yo lo acepte.
Eso es lógico aparentemente, desde el punto de vista comercial; pero vamos a llevar ese ejemplo a otros campos, para ver si te parece igual de lógico. Llega el señor y le dice a la señora: he conocido a una persona que me puede ofrecer cosas que tú no me puedes ofrecer, empezando porque tiene 20 años menos y además tiene más dinero que tú, es una relación muy satisfactoria para mí y como tú comprenderás, como me están ofreciendo algo mucho mejor, es lógico que yo lo acepte.
¿En el anterior ejemplo te pareció lógico y en este no? ¿Te das cuenta de lo que la mente hace?, LA MENTE LO QUE HACE ES JUSTIFICAR SUS ERRORES. ¿Sabes lo que te diría yo?: ninguna de las dos personas tiene compromiso, por una razón muy sencilla, porque, por supuesto, si yo tengo compromiso con lo que hago y donde estoy; entonces no le diría a una persona que me están ofreciendo algo mucho mejor, sino algo totalmente diferente. Yo haría una evaluación de lo que realmente hay allí. Si no correspondiera que esa persona estuviera allí, la vida misma empezaría a sacarla de allí.
Podría ir a decirle a la persona: a mí me han ofrecido algo, pero a mí me encanta estar aquí trabajando y me encanta tanto la oportunidad que tengo aquí. Y pueden suceder cosas extraordinarias:
- O la persona le dice, ¿sabe qué?, que es tan valioso usted aquí, que le vamos a mejorar las condiciones porque usted tiene un gran valor.
- O puede suceder que la persona le diga algo, ¿sabe qué?, a usted la vida le necesita en otro lugar y yo le sugeriría que se fuera para allá.
Eso es lo que puede suceder desde el punto del compromiso.
Es igual en las relaciones, cuando una relación ya, definitivamente, después de haber dado lo mejor, no funciona, la vida sola es la que crea ciertas circunstancias para que termine; pero si yo lo hago por falta de compromiso, la próxima relación para mí será muy inferior a esa, porque yo no tengo compromiso.
Empezar a comprometerse es todo un trabajo de desarrollo espiritual. Si yo siempre estoy pensando que lo que los demás tienen es mejor de lo que yo tengo, a cualquier nivel: a nivel de trabajo, a nivel de relaciones, a nivel del cuerpo físico, a nivel de lugar; es porque yo no tengo compromiso, si estoy pensando que lo que los demás tienen es mejor que lo que yo tengo.
SI HAY ALGO QUE YO NO ACEPTO DE MI CUERPO, NO TENGO COMPROMISO CON ÉL. Entonces yo digo: hay otras personas que son más bonitas que yo, más atractivas, más agradables; yo no tengo compromiso.
La verdad es que hay otras personas diferentes a mí, eso es clarísimo, pero para mí, mi cuerpo es el perfecto, al 100%, inmejorable para mi espíritu, es la combinación perfecta cuerpo-mente-espíritu, lo que yo tengo, es inmejorable para la experiencia que yo tengo en ese momento. Si yo empiezo a pensar que es muy bonita la experiencia de otra persona o el cuerpo de otra persona, no tengo compromiso con mi cuerpo.
Cuando se tiene una enfermedad, se tiene una oportunidad de aprendizaje. Hay dos categorías de personas: los enfermos que trabajan y los que no pueden trabajar. Porque una persona absolutamente sana, en el planeta tierra no la hay, todos tenemos algo y ese algo es parte de una enseñanza.
En cuanto a enfermedades, el primer ejercicio mental que va a empezar a generar una condición, es: NO VEAS LA ENFERMEDAD COMO UN ENEMIGO, HAZTE AMIGO DE ELLA Y PREGUNTA QUÉ ES LO QUE TE ESTÁ ENSEÑANDO. Y cuando esa enfermedad no tenga nada más que enseñarte, no la necesitas más, entonces le das las gracias y la dejas ir.
Tú tienes las siete herramientas del amor, estas siete herramientas de amor es lo que nos está enseñando todo, no solamente las enfermedades, sino los problemas de relaciones, los problemas económicos, las dificultades de inseguridad cuando no me ubico. Todo eso nos está enseñando lo mismo: siete herramientas de amor.
El primer ejercicio es COMPROMISO. Si no VALORAS lo que tienes porque lo comparas con otras personas y crees que los demás tienen es mejor de lo que tú tienes, no tienes compromiso. Por eso el desarrollo del compromiso es una profunda herramienta de éxito. Esa es la idea: comprometerme al 100% con mis relaciones, con mi cuerpo, con mi trabajo, con mi lugar y con mi paz interior, es decir, CON MI DESARROLLO ESPIRITUAL.
Si mis relaciones son perfectas para mí y son las mejores para mí, son extraordinarias para mí, y dejo de compararme con nadie, ya tengo compromiso con mis relaciones. Todas las relaciones tendrán algún nivel de dificultad, pero eso no implica que no sean perfectas para mí, porque si no fueran perfectas, por ley de correspondencia, no las tendría. Y el día que dejen de ser correspondientes, esas relaciones, sin que tú hagas nada, desaparecen solas, porque tú dejaste de ser correspondiente con ellas y la vida te da otras relaciones y vuelves y te comprometes. Pero si yo dejo una relación porque no tengo compromiso con ella, entonces la vida me dará otra relación inferior, porque yo no he aprendido a valorar.
Ese es el asunto, no digo que no haya dificultades, porque las dificultades son inherentes a nuestros desarrollos espirituales que llamamos destino, pero eso es totalmente diferente a que yo no lo valore o no esté comprometido.
El compromiso es bilateral para que pueda haber algo que se llama lealtad, pero eso lo vamos a ver en la siguiente entrada. Por supuesto que hay compromiso unilateral pero la lealtad es totalmente bilateral, por eso a cada una de las herramientas le vamos a ir añadiendo otra.
La primera que trabajamos es la CONFIANZA, la confianza abre las puertas pero no es suficiente, necesito compromiso para que el COMPROMISO permita que fluya la abundancia; pero compromiso tampoco es suficiente, necesito LEALTAD; y lealtad tampoco es suficiente, necesito SERVICIO; y servicio tampoco es suficiente, necesito SABIDURÍA, y ahí se completaron las cinco.
Cuando las condiciones desaparecen por causas ajenas a tu voluntad, se extinguió el compromiso y no fue por causa tuya, hasta allí llegó ese compromiso. ¿Y cómo sabe una persona cómo se extingue un compromiso y ya no va a existir más? La respuesta es: cuando las condiciones que mantienen el compromiso desaparecen por causas ajenas a tu voluntad; puede ser la voluntad de la otra persona, pero no la tuya. Y si desaparecen es porque dejaste de ser correspondiente.
Hay un aspecto en nosotros que se llama la AUTOESTIMA, es un compromiso conmigo de mejoramiento personal. Si yo tengo compromiso conmigo, yo aspiro a mejorar mis condiciones en todo sentido: físicos, mentales y espirituales. Aspiro a mejorarlas.
Hay unas circunstancias de tipo ESTÉTICA, que en 1ª instancia son experiencias de evolución. Se evalúan de dos maneras muy sencillas:
- 1º que esto no me impida a mi ser feliz; si tengo la nariz larga eso no tiene porqué impedirme ser feliz, pero si yo ya comprendo que la nariz es lo que evita que yo sea feliz y puedo ser feliz, tampoco implica eso que yo no pueda hacer algo para mejorar y tener una mayor armonía, siempre y cuando eso no sea la condición para ser feliz; porque si esa es la condición para ser feliz, la cosa es grave porque el próximo día serán las orejas o una pierna y no voy a ser feliz. Si no es la condición para ser feliz, tampoco existe un obstáculo para hacer un mejoramiento de algo que era un accidente genético, necesario para la evolución. Si no está limitando mi felicidad, ya tengo el primer paso.
- El 2º lo mido si tengo los recursos o no. Si no está limitando mi felicidad, tengo los recursos y existe la tecnología, entonces está dentro de la ley todo el proceso. Si no está limitando mi felicidad (o eso es lo que yo creo), pero no tengo los recursos o no hay la tecnología, entonces me falta aceptación.
El compromiso es de mejoramiento, pero que no sea eso lo que me quite paz, porque si no entonces lo que no tengo es aprovechamiento. La relación que tiene cada persona es perfecta para él. El día que esa relación deje de ser perfecta, el universo tiene leyes, una de ellas es la de correspondencia, y la vida solita se encarga de terminarla. Pero que a la persona le quede claro en su Conciencia: yo no rompí el compromiso; o el compromiso se acabó por cualquier circunstancia, o las otras personas decidieron romperlo, pero no soy yo, para que yo tenga la seguridad interior de que no me falta compromiso y de que realmente aprendí lo que estaba aprendiendo.
Si una persona trabaja en una empresa y la empresa quiebra, es obvio que tendrá que buscar otro trabajo, pero eso no es falta de compromiso, la empresa se quebró. O si una persona tiene una relación y la otra persona decide irse, la otra persona decidió irse y necesito respetar las decisiones, no tengo porqué imponerle nada a nadie. Respetaré la decisión aunque no esté de acuerdo.
Que no sea yo el que rompa los compromisos, la vida hace eso solo cuando tú ya has aprendido lo que enseña y cuando ya no son correspondientes con lo que tú sabes. Entonces no hay porqué pensar en romper compromisos.
Los compromisos se pueden modificar de común acuerdo con quienes los establecisteis, y no los estás rompiendo, ni le estás siendo desleal. Si hay un cambio y por cualquier razón no tengo la habilidad o no la encuentro, para adaptarme al cambio, que no me guste es una limitación mental pero hay que evaluarla. Yo puedo plantearme, o darme la opción de aprender algo nuevo y eso es una decisión interna o, definitivamente no quiero darme la opción o no me siento capaz, entonces voy a plantearme la opción de modificar el compromiso.
Como se modificaron las circunstancias por causas ajenas a nuestras voluntades, vamos a replantear el compromiso, el acuerdo. Y puede ser que el replanteamiento del acuerdo lleve a generar un nuevo compromiso. Los compromisos pueden ser modificados, lo importante es no romperlos.
Cuando una persona hace algo que no quiere hacer, que se siente obligado, se siente forzado, lo hace de mala voluntad y su pensamiento está en un lugar diferente a aquel en el cual está actuando, eso no va a dar buenos resultados. Es obvio que las personas que no tienen compromiso son los primeros que salen en las empresas cuando hay reestructuración. El que tiene compromiso no tiene ningún problema porque siempre tiene las puertas abiertas en cualquier parte.
No te confundas entre la constancia y la terquedad. La constancia es una virtud, pero la terquedad es un asunto del ego, que quiere que las cosas sean como “yo digo” y no como son en el universo. Para distinguir esto aplicamos la relación 3-7. Para saber si me hace falta constancia, jamás intentes algo menos de 3 veces, porque si lo has intentado menos de 3 veces y no ha funcionado, lo que te falta es constancia. Pero para ver si estás siendo terco, jamás intentes algo que no funciona, más de 7 veces. Esa es la relación para poder medir en qué momento soy constante o en qué momento soy terco.
Jamás, una persona de éxito (sea a nivel empresarial, profesional, éxito en una investigación o descubrimiento…), ha sido terco. Todos los tercos son fracasados, todas las personas de éxito son constantes, no tercas. Para las demás personas, que no están observando los resultados que él está observando, les puede parecer terco, pero para el de éxito no.
Un investigador, que está metido en un laboratorio y hace cientos de miles de ensayos que no funcionan y las personas dicen “usted es terco”, pero no es terco, sino constante, ¿sabes por qué?, porque cada uno de esos ensayos, a pesar de ser un aparente fracaso, es un avance hacia el propósito, está viendo un resultado de avance, está viendo que se está acercando al propósito y por eso él insiste, porque sabe que puede hacerse y solo falta descubrir cómo.
El terco no va a tener éxito en ninguna cosa, porque el terco ve que no hay avances, que no funciona, que va para atrás, el propósito cada vez está más lejos y no más cerca pero insiste en que tiene que ser así, porque yo quiero que sea así mi vida. El terco tiene un gran ego; el constante tiene sabiduría para observar, aún los pequeñísimos resultados.
El terco insiste en que eso tiene que funcionar como él dice, por eso el terco no va a tener éxito. Cuando tú no tienes un compromiso, va generando un resultado y los resultados serán mediocres, malos o de fracaso. Las acciones con compromiso generan derechos.
LA BASE DEL COMPROMISO ES LA ACCIÓN y por supuesto que para que la acción sea válida y dé resultados, entonces necesito ponerle un compromiso profundo a la acción. Y ponerle compromiso significa que yo no me sienta nunca obligado, ni forzado de hacer algo. Donde yo me siento obligado, no tengo compromiso y esa acción sin compromiso no va a dar los resultados de abundancia a esa persona. Por favor, renuncia a sentirte obligado a nada.
Vamos a pasar a ver LOS DERECHOS con tres preguntas.
- 1ª. ¿Qué son los derechos?
- 2ª. ¿Cómo se adquieren los derechos?
- 3ª. ¿Qué relación tiene el compromiso con los derechos?
Es fundamental, para poder tener éxito en la vida, éxito en la educación, éxito en mi desarrollo espiritual, tener muy claramente definido el asunto de LOS DERECHOS. La cultura nos ha vendido cientos de ideas falsas y se están viendo reflejadas en la civilización de todo el planeta tierra, porque todo el planeta está en un conflicto al utilizar conceptos falsos para producir resultados satisfactorios y no los vemos.
Vamos a hacer una pequeña reflexión acerca del derecho. Para que yo pueda actuar necesito tener un cuerpo físico, necesito tener una mente, necesito tener información, y para que yo pueda haber adquirido eso, necesito haber hecho algo antes. Para que una persona pueda actuar es porque ya tiene cómo y para haberse ganado eso, es que hizo un compromiso previo. El espíritu tiene un compromiso con la materia antes de llegar a ella y para eso tiene la posibilidad de acción, tiene el derecho de actuar.
EL DERECHO ES EL RESULTADO DEL COMPROMISO CON LA ACCIÓN, porque un compromiso sin acción no tiene ninguna validez. El derecho es algo que yo me gané mediante acciones con compromiso. No tiene que ser instantáneo pero el derecho ya está ganado y se recibirá en algún momento. O también es algo que yo ya recibí y está por compensarse; en ese caso el derecho es de otro, y a mí me corresponde el compromiso de que esa persona reciba el derecho que tiene.
La ley de compensación es la que va a regir que los derechos se cumplan. Si los derechos no se cumplen, entramos a agotar la fuente de la abundancia, pero si los derechos se exigen sin haberlos generado, entramos a generar grandes conflictos.
Hemos visto una cantidad de situaciones humanas muy complejas, porque las personas creen tener derechos que no se han ganado y comienzan a exigir los derechos que no se han ganado y no les corresponde. Como no se los han ganado, entonces viene una situación bastante compleja en el ser humano, y es que la persona empieza a creer que hay injusticia, y al creer que hay injusticia, empieza a pensar cómo hacer justicia y se pasa al campo de los justicieros.
Entonces entra al campo de la agresión, entra al campo del irrespeto, entra al campo de la deshonestidad, sustentado en su falsa idea de que tiene un derecho que no tiene y por esa razón es que vemos tanta corrupción en el planeta tierra y estamos hablando de personas de todos los niveles, creen tener derechos que no tienen, entonces tratan de tomárselo por la fuerza, a la brava y eso genera guerras, conflictos, desastres.
Nosotros no estamos preparando para una nueva civilización, y eso es lo que vamos a trabajar en el Blog. Necesitamos reconocer que en la civilización del planeta tierra, todos somos alumnos de un colegio aprendiendo ciertas cosas, a través de los resultados que obtenemos. Los resultados en general, del planeta tierra, hablan por sí solos, de nuestras limitaciones mentales, de nuestros conflictos internos, de nuestra incomprensión de la vida.
Necesitamos poder salir de eso, pero de eso no se sale de una manera colectiva, de eso se sale de una manera INDIVIDUAL. Cuando cada uno de nosotros va comprendiendo el profundo significado de compromiso, el profundo significado del derecho, el profundo significado de fluir con las leyes del universo. Entonces, poco a poco, cada persona que va comprendiendo, comienza a formar parte de una nueva civilización, no hay porqué preocuparse, ni angustiarse, ni luchar, para tratar de cambiar la civilización existente:
- 1º Porque no podemos hacer eso, no tenemos cómo.
- 2º Porque así como está es necesario.
- 3º Porque ese es el resultado que cada quien obtiene de sí mismo.
Entonces lo que estamos haciendo es observar para evaluar el resultado de utilizar conceptos falsos. Nos interesan los derechos que cada uno de nosotros es capaz de adquirir y los derechos que los demás adquieren a través de nosotros, para nosotros asumir un compromiso total con los derechos de esas personas, para poder alcanzar un punto que llamamos JUSTO.
El derecho es un resultado del compromiso con la acción. Se necesita que yo tenga un compromiso y que tenga acciones concretas. Una acción sin compromiso no va a tener validez, y un compromiso sin acción, menos la tiene. Si yo tengo un derecho adquirido, en cualquier momento, el universo lo compensará por el medio que sea. Por eso dicen los maestros: jamás te niegues a recibir nada de lo que la vida de las personas te ofrezcan, porque si alguien te lo está dando, te lo está ofreciendo, o te llega como te llegue, por la razón que te llegue, es porque ya te lo tenías ganado, y sino no hay posibilidad de que te llegue.
Cuando una persona compra una LOTERÍA y se la saca, no tiene buena suerte, simplemente tenía un derecho adquirido y el universo hace que le toque la lotería para pagar ese derecho. Para saber si tengo ese derecho o no, es muy fácil, compra lotería 3 veces, y no más de 7. Si una persona ya compró lotería 7 veces y no se la ha sacado, deje de tirar el dinero, porque ese derecho no existe para él y no habrá posibilidad.
A veces algunas personas dicen: ¡qué golpe de suerte! No hay golpes de suerte, ni siquiera en el caso de las herencias. No está regido por la suerte, está regido por los derechos. TODO LO QUE NOS PUEDA LLEGAR A NOSOTROS EN LA VIDA, ESTÁ ASOCIADO AL DERECHO. Y si no me llega nada, yo no he adquirido ningún derecho porque no me he comprometido con nada, no he tomado acciones que sean válidas, entonces no tengo derechos. Por eso pedir lo que no me he ganado, es un asunto inútil y pedir lo que ya me he ganado, también es inútil, porque ya me llega.
“LO QUE GENERA LOS DERECHOS SON ACCIONES, DIRIGIDAS Y COMPROMETIDAS”.
En el caso de una herencia que se pierde enseguida, el derecho sí lo tenía, lo que no tenía es la sabiduría para administrarlo. Es un derecho, pero ese derecho se llama el derecho a la experiencia de la inutilidad. Es el resultado de su aprendizaje de no comprometerse. También tenemos otros derechos, como el derecho a equivocarnos, el derecho al error, el derecho a la experiencia, el derecho a todo lo que sucede, porque no sucede nada a lo que no tengamos derecho.
Mientras yo sienta obligaciones, no tengo compromiso. Lo correcto cuando adquirimos un compromiso, no es decir que tengo una obligación. El que pide un préstamo en el Banco, no tiene una obligación de pagarlo, tiene un compromiso de pagarlo. Si se llega a sentir obligado ya está mal y pensará lo que hacer para no pagarlo. La persona comprometida jamás deja de cumplir su compromiso a menos que la causa sea de fuerza mayor.
Vamos a la 2ª pregunta: ¿CÓMO SE ADQUIEREN LOS DERECHOS? Los derechos se adquieren con acciones respaldadas en compromisos. Ninguna persona puede recibir ninguna cosa que no le corresponda. No existe la injusticia. Estar pidiendo cosas que no me llegan es un asunto inútil porque perderá el tiempo, no le va a llegar. En lugar de estar perdiendo el tiempo pidiendo cosas que no necesita, tendría que hacer algo de mayor sabiduría: comprometerse con una acción que genere el derecho.
Está en la capacidad de acción, de compartir, de comprometerse con algo o con alguien. Hay un ciclo constante. La energía del universo, ni aumenta ni disminuye, es un flujo constante, fluye. En el momento en el que se corte el fluir, no hay corriente eléctrica. Eso es lo que pasa cuando das al interruptor, cortas la luz, desaparecen todas las acciones. El que no hace, nada necesita. Mientras más haces, más necesitas. Para poder tener un gran flujo de capacidad de entrega, piensa tener un gran flujo de retroalimentación para eso mismo. Eso se llama la ley de compensación en el universo.
Cuando yo doy, doy y doy, esa es una de las tantas ideas falsas que nos ha vendido la cultura. Es la cultura del fracaso. Que los que tienen le den a los que no tienen y nos dijeron que eso es ser bueno y gracias a esa información, es que va en aumento la miseria, la mendicidad, la pobreza y el conflicto, gracias a esa idea. Pero esto es necesario, necesario para comprender que yo puedo cometer errores, pero los errores dan un resultado del cual yo necesito aprender.
¿Qué está pasando en el planeta?, ¿por qué aumenta la mendicidad?, por esas ideas falsas, que son necesarias para la evolución pero cuyos resultados son desastrosos. Si ninguno está retroalimentando nada, tenemos 2 pobres.
Cuando alguien no comprende claramente lo que significa el compartir, entonces es necesario hacérselo saber y eso implica decirles: olvídate de recibir nada si tú no haces algo que te corresponde hacer, a menos que compartas con otras personas.
Donde uno solo de nosotros corte esa armonía entran a generar un desequilibrio y el universo se encargará de corregir eso. Si pierdes la energía tú ya sabes lo que pasa, para aprender a no hacerlo. Cuando no hemos comprendido la ley de compensación, muchas personas no retroalimentan su fuente de vida y cortan su flujo de energía.
Entonces la persona se cree que es injusto lo que recibe, cuando no es así, lo que pasa es que él no da más, pero quiere recibir mucho. Por eso hay que dar y recibir equilibradamente. La persona está en un trabajo y lo hace “de mala gana”, trabaja con resistencia, trabaja forzado, se siente obligado, me toca hacer esto; lo que recibe será poco, nadie se va a sentir entusiasmado, ni a mejorarle las condiciones de retroalimentación a alguien que está en esa condición.
Entonces la persona dice que es poquito lo que él recibe, es injusto, entonces empieza a entrar en situaciones de la deshonestidad, por debajo va a tratar de coger lo que no le corresponde, y eso va a generar otro conflicto nuevo. ¿Por qué pasa eso?, porque tiene una idea distorsionada completamente de la ley de la compensación y no tiene compromiso alguno, ese es el fracaso.
El servicio como información es cuando estoy dando información oportuna a quien la necesita, para que, con esa información, él solucione sus problemas o mejore sus condiciones de vida. El servicio como acción significa que cualquier cosa que la persona haga, lo que sea que haga y donde quiera que lo haga, lo haga con el 100% de su capacidad, y no con menos, porque si lo hace con menos, le está haciendo resistencia, no le gusta, no está comprometido, considera que es injusto, no ha usado sus valores; y por supuesto vendrá el fracaso.
Por eso dicen los maestros: cuando tú vas a hacer algo, te dispones a hacerlo sin condición alguna, sin restricción alguna, con lo mejor de ti; ya la ley de compensación vendrá después de eso. Pero tú no vas a recibir compensación cuando tú no haces o no haces con la energía que debe hacerse. Esas son las características del servicio. En otra entrada profundizaremos ese aspecto del servicio.
EL SERVICIO COMO ACCIÓN ES LA ACCIÓN QUE GENERARÁ EL DERECHO A RECIBIR. Después de la acción vendrá el compartir, no antes. La retroalimentación de la fuente de la abundancia necesita ser equilibrada y constante. Ya que estamos entrando en profundidad en este tema, desde ahora te voy a pedir un favor para ti que estás dispuesto a la abundancia: renuncia total y definitivamente a pedir nada, pedir es un vicio humano que genera pobreza, pero nos lo ha enseñado la cultura desde hace miles de años.
No vayas a confundir pedir con preguntar, son dos cosas totalmente diferentes. Por supuesto que necesito hablar, necesito comunicar, necesito expresarme para que los demás puedan escucharme. Si yo voy a comprar una casa, necesitaré preguntar qué casas están disponibles para la venta y ponerme de acuerdo con los dueños para llegar a una negociación, eso no puede hacerse sin hablar. Eso no se llama pedir, eso se llama preguntar.
Preguntar para establecer la información que lleva a la acción, pero pedir es cuando yo me siento y digo: yo quiero una casa, y la quiero de esta manera, bien bonita, pero no hago nada. Cuando no estás dispuesto a hacer nada, es pedir; cuando estoy dispuesto a hacer entonces ya vamos a profundizar en una herramienta que se llama el hacer, que veremos más adelante.
El universo es la esencia misma de la abundancia. Los recursos son absolutamente abundantes en el universo, el problema no es de recursos, el problema es de cómo accedo a los recursos. Y no saco nada con pedir, precisamente cuanto más pido, menos lo necesito.
3ª. ¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE EL COMPROMISO Y EL COMPARTIR? El compromiso es el que nos dará acceso al compartir. Fíjate que el compromiso te da una estabilidad para compartir. ¿Qué es compartir?, dar y recibir. Pero para que se dé ese compartir, tiene que haber previamente un compromiso, porque si no hay un compromiso no hay estabilidad, entonces no habrá un fluido constante.
- Dar y recibir equilibradamente.
- Retroalimentar la fuente de la abundancia.
Para que una empresa pueda dar a sus empleados y a sus clientes, un excelente servicio, esa empresa necesita retroalimentar constantemente su capacidad de acción. Yo no puedo pensar que una empresa presta un excelente servicio pero va a vivir de la nada, requiere una retroalimentación para que se produzca ese flujo constante que llamamos abundancia. El universo permite que hagamos violaciones a la ley de compensación para aprender y ver lo que pasa pero no para desorganizar todo el proceso.
La ley de compensación no tiene que ser algo instantáneo, sino que puede estar dentro de ciertos plazos. Entre padres e hijos se genera tanto el compartir como la compensación. Un niño no puede crecer por sí mismo, necesita la ayuda de los padres, de los adultos, él está recibiendo porque en ese momento él no es un generador aún, está acumulando beneficios, sabiduría, conocimientos, salud, todo; pero en el momento en que sea una persona capaz, autogestionaria de su vida y auto sostenida, entonces ya está en condiciones de retroalimentar la fuente, de compensar lo que recibió. Por eso dicen los maestros: entre padres e hijos existe una ley de compensación, pero habrá que esperar a que el niño crezca, habrá que esperar a que él se estabilice y pueda devolver.
En otra situación puede pasar lo mismo. Si tú montas una empresa no puedes esperar que inmediatamente te produzca ingresos, sino gastos, pero esos gastos son la inversión que a largo plazo, irán a retroalimentar tu propia empresa. Si no hay retroalimentación entonces se llama quiebra.
Busca las respuestas a estas dos preguntas:
- ¿Cómo consigues una acción sin compromiso?
- ¿Qué relación tiene el compromiso con la acción?
El compromiso es el generador de los derechos a través de las acciones. En la evaluación de conflictos y dificultades humanas, que con mucha frecuencia tenemos que dar herramientas para que las personas puedan encontrar vías de solución, en un porcentaje altísimo, lo que hemos detectado es que las personas no tienen capacidad de compromiso y por supuesto los fracasos que están obteniendo son estruendosos en todos los sentidos.
Fracasos en lo económico, fracasos de relaciones, fracasos en la salud, fracasos en la ubicación, porque no tienen un compromiso. Entonces empezamos a trabajar con esas personas para que aprendan a comprometerse quitando de su mente la idea falsa de pérdida de libertad. Los derechos se adquieren a través del compromiso con la acción.
Te estoy invitando a ADQUIRIR EL DERECHO A LA ABUNDANCIA, no existe, hay que adquirirlo. Para adquirirlo vamos a dar unos pasos sencillos:
- 1º COMPROMISO profundo al 100%.
- 2º ACCIÓN constante (no terca).
- 3º El compromiso con la acción nos va a dar una capacidad que se llama la ESTABILIDAD.
- 4º La estabilidad es la CONSTANCIA en lo que hago.
Cuando yo tengo compromiso, acción, estabilidad y constancia, adquiero el derecho a la ABUNDANCIA, antes no.
Si la acción es “alterna” y no constante, los resultados también serán “alternos”. La constancia y la continuidad en la acción son fundamentales. Las historias de maestros parece que siempre ponen una situación muy difícil a los discípulos y precisamente se refieren a que un maestro no entrega información a nadie que no esté comprometido para hacer algo con ella.
Sin compromiso no hay ninguna posibilidad de éxito en nada en la vida y no hay posibilidad de adquirir derechos. La cultura nos vendió el vicio de que la libertad era hacer lo que yo quería y que cualquier compromiso me iba a quitar libertad y por lo tanto con esa idea lleva a millones de seres humanos al fracaso en sus vidas. Aquellos que se comprometen con lo que hacen, tienen éxito. No conozco a ninguna persona de éxito que no esté comprometida.
La idea, con estas entradas de incondicionalidad, es que estamos trabajando profundas herramientas de prosperidad, de abundancia y de felicidad. Necesitaremos trabajarlas todas simultáneamente, las estamos estudiando una por una y en la medida en que vamos comprendiendo cada una de ellas, la idea es irlas involucrando en nuestro comportamiento diario.
Vamos a hacer un pequeño repaso de lo que dijimos acerca del compromiso. Estábamos hablando de los derechos y habíamos concluido que, uno de los mayores problemas que tenemos los seres humanos y que limita nuestra capacidad de prosperidad y abundancia, es creer que tengo derechos cuando no los tengo, porque entonces voy a exigir lo que no me corresponde y como no lo voy a recibir, voy a entrar en un conflicto interior y en una agresión exterior; a veces hasta le pedimos a Dios una cantidad de cosas y, cuando no suceden como las hemos pedido, entonces, o nos desilusionamos del Dios, o de nosotros mismos, cuando en realidad el asunto es muy sencillo: necesitamos aprender a fluir con el universo.
Creer que tengo derechos que no me he ganado, es una de las causas del fracaso en la vida. Los derechos por supuesto que existen, pero para que yo tenga acceso a ellos, necesito previamente haber hecho algo. Por eso estamos trabajando el principio de la incondicionalidad del asumir; mientras no empecemos a asumir totalmente nuestras vidas y a comprometernos profundamente con el universo entero, no puedo hablar de que tengo derechos. Los derechos se ganan, no existen por sí solos, y para ganarlos necesitamos hacer algo y eso es lo que estamos trabajando ahora.
Estamos hablando de adquirir el derecho a la abundancia y básicamente, lo podemos resumir en algo muy sencillo:
- Compromiso con los acuerdos.
- Estabilidad en las relaciones.
- Constancia en las acciones.
Esto será lo que nos dé el derecho a la abundancia. Recuerda que los acuerdos son decisiones libres y voluntarias de cada uno de nosotros. Estamos hablando del principio de libertad, donde nadie puede ser obligado a hacer ninguna cosa en el universo, aún en el caso de que alguien se siente obligado, no es porque lo esté, es simplemente porque no tiene compromiso.
Recuerda que si me siento obligado a algo, no tengo compromiso, porque es imposible obligar a alguien a ninguna cosa; podré amenazarlo pero no obligarlo. Recordemos que la decisión de aceptar o no aceptar algo, de hacer algo o de no hacerlo, es una decisión personal, libre y totalmente voluntaria y necesito asumir esa decisión que yo tomo, sea lo que sea lo que yo decida hacer.
Un acuerdo es el resultado de una decisión, libre y voluntaria, de varias personas para establecer un compromiso. El compromiso es con los acuerdos que establecemos. Recuerda que los compromisos tienen muchos aspectos, no solamente tienen que ver con las relaciones directas sino también con las indirectas.
Una persona que tiene un negocio propio, que él cree que es independiente, no lo es, sino que es una forma de llamar el “no ser empleado”. Él tiene una relación y tiene un compromiso con los clientes, con las personas a quien les presta un servicio o les vende un producto y ahí tendrá un acuerdo, y si no se compromete con él, entonces no va a tener éxito en lo que hace.
También tiene estabilidad en las relaciones; también son relaciones las que se establecen con un cliente, con un vecino, con cualquier persona. Y por supuesto, necesito tener constancia en las acciones, en lo que hago. Mientras no hemos hecho eso (compromiso, estabilidad y constancia), exigir lo que no me he ganado es lo que hace el oportunista: pide mucho y hace poco, y por supuesto no tiene buenos resultados. Entonces, como no tiene buenos resultados, habla de injusticias y se siente con el derecho de ser justiciero y empieza el conflicto humano. Para que esto no nos suceda a nosotros, necesitamos tener muy claro cómo se adquieren los derechos.
Me gustaría también invitarte a que, esto de los derechos, lo utilizáramos como una herramienta educativa, en la parte de la pedagogía con los niños. Aunque todos estamos sometidos a la pedagogía porque aquí no hay ningún adulto, ninguno de nosotros es adulto; una cosa es que nuestros cuerpos sean maduros pero adultos no somos ninguno, todos somos niños en nuestro interior y por supuesto necesitamos estar dentro de la pedagogía.
Pero con respecto a los niños, es decir, a los que su cuerpo aún no ha crecido, entonces sería muy interesante decirles que LOS DERECHOS SE ADQUIEREN, SE GANAN MEDIANTE ACCIONES, COMPROMISOS Y CONSTANCIA. El adulto, cuando no ha tenido una buena orientación de niño, está acostumbrado a que, es cuestión de pedir y le dan todo. Llega a ser adulto con esa misma idea en su mente: no hay sino pedir y le dan todo.
Entonces tenemos una situación que se vuelve dramática para nosotros los seres humanos porque entramos a pedirles a los papás, a pedirle a la persona que me da el trabajo, a pedirle al gobierno, a pedirle a Dios; tener todo lo que yo no me he ganado y eso genera graves conflictos.
Si permitimos que cada quien se dé cuenta que necesita hacer algo para tener un derecho, entonces aprenderemos a valorar los derechos que nos hemos ganado y a no desperdiciarlos, y a no pedir aquellos que no tenemos. Es muy sencillo:
- Compromiso con los acuerdos y los acuerdos son decisiones libres.
- Compromiso también con las acciones para tener una estabilidad en lo que hago.
- Constancia con todo lo que estoy haciendo.
Esto dará el derecho a la abundancia.
AMPLÍA TU ABUNDANCIA.
Cualquiera que sea el nivel de abundancia que pueda tener una persona, es importante trabajar para ampliarlo, y hay una razón profunda de amor para hacerlo. Antes de explicar esta secuencia, me gustaría que recordáramos algo: ABUNDANCIA no se mide en la cantidad, se mide en una relación, es la relación de lo que yo hago con lo que yo necesito, eso es abundancia. Abundancia no es un tamaño ni una cantidad, es una relación. Es la relación entre lo que hago y lo que necesito.
Por supuesto una persona con muy pocas cosas puede ser muy abundante. Y una persona con muchísimas cosas, puede tener una gran escasez. Ejemplo: lo que es abundante para una hormiga, no lo será para un elefante, porque es la relación necesidad-acción, ¿cuánto necesito para lo que hago?, si no hago nada, con nada soy totalmente abundante. Solamente cuando hago mucho necesitaré mucho. La abundancia siempre mantendrá esa relación.
Cualquier ser humano podrá ser abundante, solamente con que sea capaz de establecer esa relación que satisface sus necesidades de acuerdo con sus acciones. Dentro de esa relación, estamos buscando ampliar la abundancia para tener más capacidad de servicio. Mientras más doy, más recibo.
En esta primera frase estamos hablando de aspectos espirituales, estamos hablando de virtudes internas de cada uno de nosotros. Estamos hablando de valores que ya están inherentes a nosotros desde el mismo momento en que nacemos. Mientras más hago, más necesito. Aquí ya hablamos de aspectos materiales.
En la 1ª frase teníamos una relación de aspectos espirituales. Se amplía la relación de abundancia, para hacer más, necesito tener mucho más. Mientras más necesito, más me llega. Porque estoy ampliando mi capacidad de servicio. Mientras más tengo, más puedo servir. Porque el propósito es servir cada vez mejor. Mientras más sirvo, más abundancia manejo. El que más sirve es el que más necesita, para poder servir mejor, para poder servir más, para poder llegar a más personas, para poder ser más eficiente en lo que hace.
La relación de abundancia es la necesidad que surge de la misma capacidad de hacer, de la misma capacidad de servir y por supuesto, de saber que LOS DERECHOS SE ADQUIEREN A TRAVÉS DEL HACER. Cuando vayas a hacer algo, hazlo al 100% de tu capacidad. Si usas menos del 100% es porque estoy teniendo una restricción mental a lo que hago, que son muy usuales en nuestra cultura: la persona no merece lo que yo hago, me pagan muy poquito para el valor que yo tengo, para qué me voy a “quemar las pestañas” para esto, es que a mí no me gusta hacer esto, es injusto que tenga yo que estar en esta situación; y todas esas son las restricciones mentales que van a recortar totalmente mi potencial de expresar el valor que hay en mí, y si no lo expreso, entonces no adquiero un derecho, el derecho a recibir.
Jamás tendría que ocuparme para nada de estas cosas: ni para quién, ni donde, ni cuando, ni qué es lo que estoy haciendo, solamente que, en lo que haga, yo ponga el 100%; lo demás, vendrá solo, por ley del universo, por ley de correspondencia. Y si alguien no puede valorar lo que tú haces, tú no tienes un problema, lo tiene el otro. No tengo porqué evaluar mi capacidad de servicio por otra persona sino conmigo mismo. Ese es el secreto de la abundancia.
Decir que hay personas que tienen necesidades no es cierto, lo que pasa es que tienen exactamente lo que necesitan para lo que hacen o para lo que dan o para lo que sirven, es una proporción matemáticamente exacta. A nada le corresponde nada y a infinito le corresponde infinito y todos los intermedios que hay entre esos dos puntos, por lo tanto no se puede hablar de injusticias, se habla de equilibrio, de correspondencia y de derechos adquiridos. O, cuando hablamos de necesidad, son personas exigiendo derechos que no tienen y eso genera una situación caótica.
Con estos ejercicios nos estamos preparando para hacer parte de una nueva civilización, y cuando digo nueva, no estoy hablando de arreglar la que tenemos, estamos hablando de hacer parte de una nueva, de construir una nueva o de hacernos correspondientes con ella.
Luego explicaremos por qué no podemos arreglar la situación que existe en el planeta, porque es ley del universo, de evolución, pero hay otras razones de fondo: porque no podemos trabajar sobre la colectividad sino sobre la individualidad. Esa es la propuesta: trabaja sobre ti mismo para hacerte correspondiente con todos los que están trabajando sobre ellos mismos, entonces se genera una colectividad de éxito.
Mientras más gente haga meditación, mientras más gente trabaje sobre sí misma, más gente habrá que estará en estado de paz, pero eso no va a producir la paz en otro, sino que, aquel que lo haga en sí mismo, hace parte de una colectividad de paz. Y si no lo hace, tiene derecho a hacerlo, pero hace parte de otra colectividad, de la del sufrimiento.
No hay posibilidad de hacer un trabajo colectivo, el trabajo es individual, y ahí es donde vamos a cometer muchos errores. Por supuesto que no es un error que un grupo de personas se reúnan a meditar y a orar por la paz del mundo, eso no le hace daño a nadie, eso es muy beneficioso, es extraordinario para las personas que lo hacen, pero no para ninguna otra, porque si pudiéramos hacer eso, estaríamos violando el orden del universo, porque yo estaría generando una paz a otra persona que no ha sido capaz de generarla por sí mismo, ¿qué valor podría tener eso? Tan pronto yo dejara de hacer eso, el que no ha sido capaz de generar paz, ¿dónde volvería a quedar?, igual se quedaría en un conflicto.
Será absolutamente beneficioso y maravilloso para cada persona, que decida estar en paz, que decida hacer un ejercicio para la paz, que decida hacer un ejercicio para la felicidad, es extraordinario para aquel que lo hace, y si lo hace, hará parte de la colectividad de todos los que hacen lo mismo. Y si no lo hace, el problema es personal, individual.
El problema del ser humano jamás va a estar en el mundo externo sino en el mundo interno. Todo lo que encontramos en el mundo de la materia, no es sino el resultado de lo que pasa en nuestro propio interior, esa enseñanza es muy antigua, pero cuesta mucho trabajo aceptarla y comprenderla porque los sentidos físicos nos muestran lo contrario; los sentidos físicos me llevan a creer que mi problema es externo. Lo externo es real, pero es solamente el resultado de lo interno, esa es la partecita que necesitamos saber en sabiduría, es un pedacito de la parte espiritual.
El trabajo de solución colectiva es solamente el resultado del trabajo individual. No se puede trabajar sobre la colectividad, se trabaja sobre el individuo. Esto es como una cadena. La cadena son todos los eslabones, pero la responsabilidad es de cada eslabón consigo mismo. Mientras yo crea que yo puedo cambiar a los demás y yo pueda solucionar el problema a los demás y yo voy a hacer algo por los demás, no estoy haciendo lo correcto, porque si no hago para dar lo mejor de mí, menos puedo hacer por otro, no tengo con qué.
- La 1ª es el trabajo interior.
- La 2ª es comprender que el desarrollo espiritual es solamente un proceso individual.
Lo que será colectivo serán las relaciones, son los compromisos que yo haga con otras personas, mis acciones están dirigidas hacia otras personas, pero el trabajo es personal e individual.
Lo que produce evolución es que cada uno asuma, asuma su propia vida, sus propios comportamientos, su propia capacidad de servicio, eso sí lo produce.
Por supuesto que no le hace daño absolutamente a nadie el que un grupo de personas se reúnan a irradiar amor, o se reúnan a meditar, o se reúnan a orar, pero eso no produce evolución en las conciencias de las personas. Si quisiera usar esa herramienta para solucionar los problemas de la humanidad, no funcionaría. Como no funciona, el universo ha dispuesto las experiencias de los diseños pedagógicos del destino, que son individuales para cada uno de nosotros.
Por supuesto que no quiere decir que las personas, ni dejen de meditar, ni dejen de orar por la paz del mundo; solamente que para poder producir un efecto más poderoso, necesitamos enseñar, a quien esté dispuesto aprender, cómo hacer su propia transformación interior y no esperar a que alguien venga a irradiarme de amor y que cuando él se vaya, yo vuelvo a quedarme en la oscuridad porque no he encontrado mi luz propia.
Voy a invitarte a que tú tengas luz propia, no a esperar a que alguien te la irradie. Y que le puedas enseñar a otras personas, que deseen hacerlo, que estén dispuestas, libres, voluntariamente, cómo encender su propia luz. Eso irá generando la colectividad de la luz.
Por ejemplo, tú puedes calentar un objeto, tenemos el sol que irradia calor permanentemente, porque es energía propia, tú puedes colocar un metal frente a la temperatura y se calienta, pero si el metal no retiene la temperatura y lo retiras de la fuente de calor, el metal se enfría. No la retiene porque no la está generando. Eso mismo sucede con las situaciones internas. Yo en un momento dado puedo recibir una irradiación de amor o de paz, pero no puedo retenerla, porque no he aprendido a generarla.
Llevemos este ejemplo a lo social. Tú puedes dar dinero a una persona pobre, y no lo retiene, ¿por qué?, porque no es capaz de generarlo. Tan pronto se retira la persona que le está dando el dinero, él vuelve a ser igual de pobre que siempre, porque no ha desarrollado la capacidad de generar, propia, solamente es un elemento que recibe sin retener. Es como una batería que ya no tiene la capacidad de retener la carga, pierdes el tiempo dándole carga porque no la va a retener.
El asunto está en que tengo la capacidad de retener o no la tengo. Para tener la capacidad de retener, necesito haber generado primero la capacidad de generar. Entonces, entregar o dar cosas a quien no puede retenerlas, porque no sabe cómo hacerlo, porque no sabe generarlo, sirve para que él reconozca un estado o una sensación diferente momentánea y eso lo motive y lo estimule a trabajar para ser generador de eso mismo, para eso sirve.
Como estamos hablando de generar un estado interior, supremamente satisfactorio y alto desarrollo espiritual, con una correspondencia física supremamente satisfactoria, NECESITAMOS APRENDER A SER GENERADORES, no receptores de lo que no genero porque ahí es donde viene el conflicto humano. El problema humano es que yo quiero recibir lo que no me he ganado, lo que no soy capaz de generar y lo que no puedo retener. Ahí empieza el problema de la violencia: exigir derechos que no tengo.
Lo que necesitaríamos hacer sería re – estructurar totalmente la mente humana y ese es el proceso de evolución; necesitaríamos desarmar todas las personalidades y volverlas a armar, desarmarlas porque fueron armadas con conceptos necesarios de la ignorancia humana, para volverlos a armar con la sabiduría Divina. Eso se llama la ley de la evolución. Cuando ya estamos maduros para eso, entonces empezamos a asumir nuestra responsabilidad, nuestro compromiso frente al universo. Por eso el compromiso no es frente a una persona, es frente al universo entero, pero es un compromiso individual, no es colectivo.
LA PERSONA QUE EXIGE DERECHOS QUE NO SE HA GANADO, es obvio que no le llegan los beneficios porque no se los ha ganado; como no le llegan, él entra a hablar de injusticia, porque puede verificar con sus sentidos físicos que hay personas que tienen muchas cosas más satisfactorias de las que él tiene.
- Como no está consciente de eso, porque está en estado de ignorancia, entonces supone que es injusto que alguien tenga una situación más satisfactoria que otra, considera que eso es injusto porque no sabe el principio del derecho adquirido.
- A partir de que considere que es injusto, él se siente con el derecho (que tampoco tiene), de hacerse justiciero, y el justiciero es el que quiere hacer justicia donde no hay injusticia, es el que quiere quitarle al que tiene para darle al que no tiene, cuando no sabe que el que no tiene es porque no genera y no puede retener.
- Entonces eso va a generar la 3ª fase, que es la fase de la violencia, porque va a ir a quitarle a la fuerza, al que ha hecho, para darle al que no hace, en lugar de enseñarle a hacer al que no ha hecho.
Está cometiendo varios errores y eso genera la interacción que llamamos la interacción caótica, pero ese caos, es necesario para aprender a reconocer que no funcionan los principios de la cultura humana, y que son solamente experiencias necesarias para poder reconocer el orden del universo, pero mientras no salimos de ese estado, entonces podemos evidenciar lo que sucede a nuestro alrededor, la situación caótica que vivimos los habitantes del planeta tierra.
Todos y cada uno de nosotros tenemos la oportunidad de aprender de eso para liberarnos a nosotros mismos de esa situación. Y aun estando en la misma situación, dejar de pertenecer a ella, eso será lo que nos haga correspondientes con otra civilización.
Estamos trabajando para hacer parte de los Hermanos Superiores, para llegar a formar parte de las Asociaciones de Hermanos del Espacio, pero eso no se va a lograr si no hacemos un trabajo personal interno y profundo cada uno de nosotros, esto no nos lo va a regalar nadie, no va a venir ningún hermano superior, ni ningún maestro, ni ningún Dios a decirnos: “solucioné tu problema”. Eso tengo que hacerlo yo, mientras no me he convencido de eso, seguiré pidiendo por la eternidad, algo que no va a suceder. Por eso me interesa mucho que aprendamos el principio de ganar o adquirir los derechos.
¿Sabes cuál es el problema de fondo del planeta tierra? Es un planeta que está lleno de una cultura sustentada en principios falsos, necesarios para la evolución, pero falsos. Cuando alguien te dice: te voy a abrir los ojos, sería mejor que dijera, te los voy a cerrar. Para que aprendas a abrirlos por ti mismo, porque lo que hace es despertarle la ignorancia que exige lo que no se ha ganado.
Hay unos derechos fundamentales que nacen con cada uno de nosotros, que son el derecho a la forma, a la experiencia, a ocupar un lugar, etc. Tengo derecho a vivir una experiencia, por diferente a otro que sea, pero lo que no tengo derecho es a quejarme de ella; puedo quejarme, pero me quejo porque no valoro, o no comprendo, o no acepto lo que yo he generado.
Te propongo decirle a los niños, desde muy pequeñitos: TODO LO QUE TÚ RECIBES ES LO QUE TE CORRESPONDE CON LO QUE TÚ HACES. Yo no te doy nada ni te quito nada a ti. Los padres son solamente el canal a través del cual le llega al niño aquello que le corresponde por lo que hace. Así el niño va a empezar a tener una idea muy clara de que no es que mi papá o mi mamá me dan cosas o que tienen la obligación de dármelas, simplemente son un canal para que a mí me llegue algo que me corresponde por lo que hago.
¿Qué es lo que hace un niño?, es muy sencillo, lo 1º que hace es dormir y llorar, porque si no duerme y no llora, no sobrevive. Después tendrá que hacer otras cositas: jugar, experimentar, estudiar, empezar a generar compromisos con su entorno, asumir un manejo de sus propias cosas; si no hace eso, entonces no tiene derechos. El problema es que, como lo inunde de cosas, sin jamás explicarle esto, entonces se cree que tiene derecho a exigir sin hacer nada; ese es un problema de fondo de la educación.
Hemos encontrado que los peores padres que existen son los millonarios, pero no porque sean millonarios, ni porque los que tienen escasez sean mejores padres, sino porque los que tienen escasez no tienen cómo violar la ley como lo tiene el otro, no es porque tenga sabiduría ninguno de los dos, sino que el millonario tiene más capacidad para entorpecer un proceso, que la que tiene el otro; pero ambos pueden tener la misma desinformación.
El que no tiene cómo violar la ley, no es porque tenga sabiduría, sino que, por evolución, a ese niño no le corresponde esa limitación. Porque le inundan de cosas, es porque necesita pasar por la experiencia de ser limitado por el exceso que él mismo no es capaz de generar. Eso es una experiencia muy dura, porque aquel que ha tenido toda la abundancia y después se encuentra en la ruina, porque conocemos muchos casos de esos; personas que aprenden a gastar, pero jamás aprender a generar ni a pagar nada.
Entonces llega un momento en que los padres ya no existen, o los capitales se acaban, y estas personas sufren unos procesos fuertes, porque no están acostumbrados a hacer nada, están acostumbrados a un nivel muy alto pero entran en un nivel de escasez total. Es la persona que pide un crédito y no lo va a pagar porque cree que tiene derecho a que le den todo. El asunto es no haber aprendido cómo se adquiere un derecho.
El maltrato jamás será aceptable en ninguna circunstancia porque surge de una profunda ignorancia. Podemos cometer errores como el de inundar a alguien de abundancia que no se ha ganado, eso es un error grave, pero el maltrato, en ninguna circunstancia, ni en la abundancia ni en la escasez, siempre surgirá de un profundo egoísmo. El maltrato produce seres mentalmente limitados, con bajas autoestimas, con una cantidad de traumas impresionantes; por eso quien agrede a alguien es supremamente ignorante para hacer eso.
Eso son situaciones asociadas al destino, que es diferente al proceso de educación como tal. Porque si alguien nació de unos padres ignorantes y agresivos, es porque ya viene esa línea por destino, diseño pedagógico del universo, que eso ya es diferente a que yo no esté asumiendo algo. Es una experiencia necesaria.
El principio de amor está sustentado en libertad total de experiencias y libertad de asumir los resultados de las propias decisiones y en respetar los destinos y las experiencias de todo ser viviente. Si estoy frente a una persona que está en la experiencia de haber carecido de afecto, de caricias, de reconocimientos y de muchas cosas necesarias para un desarrollo armónico, esa es la experiencia de destino de él. No lo voy a juzgar, no lo voy a criticar, no lo voy a condenar por eso.
Le puedo invitar, le puedo explicar, le puedo mostrar, si él acepta eso; si no lo acepta, necesitaré respetar su experiencia, es una situación del destino suya, no mía. Les puedes ofrecer un ejemplo, les puedes ofrecer una información, les puedes ofrecer un respeto, pero jamás se te ocurra obligarlo, porque irás en contra del principio de amor. Están totalmente en contra del principio de amor: la imposición, la prohibición y la agresión, porque eso ya es ignorancia y egoísmo profundo. Mientras yo respete la experiencia de la persona, ofreciéndole algo que, si él decide aceptarlo, perfecto y si decide rechazarlo, maravilloso, lo respeto.
Si convivo con una persona que no le gusta recibir afecto, no es volverme “témpano”, el problema es mío. Respeto la decisión de esa persona a no recibir afecto o caricias, porque esa es la decisión de él. ¿Por qué razón toma esa decisión en este momento?, porque puede tener una limitación mental al respecto, puede tener un trauma; pero esa limitación y ese trauma, son necesarios y correspondientes para él y no tengo porqué irrespetarlo.
Si a alguien no le gusta algo, yo necesitaré respetarlo a él, aunque eso para mí sea maravilloso, a él no le gusta y yo lo respetaré. Eso se llama automatismos y necesitamos salir de ellos, porque necesitamos actuar conscientemente y no automáticamente.
Aquí tienes 2 hijos: a uno le encanta que lo acaricies, que lo beses y que lo abraces y a otro que detesta eso. ¿Tú qué haces?: a uno le respetas su decisión y al otro también, a uno le das abrazos y al otro le respetas lo que no le gusta. No tienes que tener problema con ninguno de los dos.
Espero que empecemos a ampliar la abundancia. En la última frase que vimos, la abundancia tiene un propósito profundo de amor, no es un propósito del ego, no es un propósito de acumular, no es un propósito mal entendido de enriquecimiento, es un propósito de amor. ¿Te diste cuenta cuál es?: servir más.
Dentro de las jerarquías del universo hay algo que llamamos los regentes, dentro de los regentes hay unos que se llaman regentes planetarios (rigen un solo planeta), hay otros que se llaman regentes universales, que rigen sistemas completos y hay otros que rigen galaxias, y hay uno que rige absolutamente todo, porque tiene más capacidad de servicio que todos los demás, por lo general lo conocemos con el nombre de Dios, ese es el que más abundancia maneja de todos, ¿y sabes por qué?, porque es el que más sirve de todos.
En la proporción que corresponda a cada uno de los seres humanos, es lo mismo: mientras más capacidad tiene de servir, más abundancia necesita para poderlo hacer. Entonces la propuesta es: NO RESTRINJAS TU CAPACIDAD DE SERVICIO Y NO TE NIEGUES A RECIBIR LO QUE NECESITAS PARA PODER SERVIR MÁS. Eso es lo que se llama abundancia.
Vamos a repasar lo que aprendimos en esta entrada:
- Aprendimos que libertad e independencia son aspectos espirituales. El problema es cuando llego a creer que libertad e independencia son aspectos materiales, ahí si voy a tener un conflicto serio porque no es posible expresar libertad en mis relaciones con los demás seres del universo porque resulta que yo no tengo el derecho de vivir por encima del derecho de otro ser viviente, porque eso sería un irrespeto total al otro.
Si yo adquiero derechos y los demás seres también los han adquirido, las relaciones entre los seres vivientes es de respeto a sus propios derechos, por eso no puede hablarse de libertad en el campo de las relaciones, se habla de acuerdos, se habla de compromisos, se habla de convivencia pacífica, se habla de respeto por el otro, se habla de compartir, se habla de ley de compensación; pero no se habla de libertad en el mundo de la materia. La libertad es al 100% en el interior de cada uno de nosotros y está representada en la capacidad de tomar decisiones y asumir resultados.
Independencia es igualmente interna. Soy independiente espiritualmente cuando mi paz, mi felicidad, mi armonía, no dependen de nada ni de nadie diferente a mí mismo, en ese momento yo puedo decir que soy espiritualmente independiente. En el mundo externo no puede existir la independencia porque para respirar, el oxígeno, necesitas de las plantas que lo producen; para poder comer necesitas de la naturaleza; para poderte poner un vestido necesitas de las personas que lo hacen; para subirte a un transporte, necesitas de las fábricas y los conductores; y ¿cómo puedo decir que soy independiente de eso?, lo que hay es una interacción de compartires.
Mi paz no puede depender de nada ni de nadie, porque si dependiera de eso no podría yo tener paz, tendría que cambiar a todos los seres vivientes para poder estar en paz. Ese es el gran error que cometemos: quiero cambiar a los demás para estar en paz porque yo creo que los demás son los que me quitan la paz, y soy yo. Si ya tenemos claro que libertad e independencia son aspectos internos de cada uno de nosotros, ya podemos empezar a manejar el proceso de desarrollo espiritual, ahí empezará el éxito.
- Aprendimos también que el compromiso complementa todos los aspectos de la experiencia humana dentro del compartir, de las relaciones con todos los seres vivientes, el compromiso es el que los complementa. Yo puedo hacer algo que otra persona necesita, entonces él se complementa con lo que yo hago. Esa otra persona puede hacer algo que yo necesito y yo me complemento con lo que él hace. Entonces generamos un compromiso, donde yo me comprometo con entregar eso y me abro a recibir lo que el otro tiene para mí.
Por eso el miedo al compromiso es uno de los vicios más destructores de la abundancia y de la prosperidad. Y ese miedo surge de que la persona cree esto (esto es una creencia falsa): un compromiso me quita libertad, eso lo he visto en tantas personas fracasadas, yo diría que en todas.
Cuando les pregunto: ¿cuál es la razón para no comprometerte?: es que me ponen condiciones, entonces ya tengo jefe, me ponen horarios; lo que no tiene es compromiso, entonces él no quiere comprometerse porque piensa que le está quitando libertad y al no comprometerse no tiene acceso a la abundancia, rompe totalmente el proceso de generar derechos, y no lo sabe, y su vida es un caos y no sabe por qué. Ese es uno de los problemas graves de la educación, que las personas confundan el principio de libertad con un proceso externo, cuando es algo interno.
- Aprendimos que obligación es una limitación mental. Cualquier persona que se sienta obligada es una persona con una limitación mental que no está asumiendo sus propias decisiones. No es posible obligar a ninguna persona a hacer nada, ni siquiera amenazándola, porque yo amenazo a una persona pero él decide si acepta o no esa amenaza. La persona hace una evaluación mental inconsciente cuando alguien lo amenaza y esa evaluación es: que es más beneficioso aceptar la amenaza que no aceptarla.
Necesitamos dejar de sentirnos obligados ante ninguna cosa. Cualquier cosa que yo haga o deje de hacer, es mi decisión personal y nadie me obligó a hacerlo o no hacerlo. No importa lo que esté pasando fuera, yo he hecho una evaluación mental de beneficios y he tomado una decisión que considero más beneficiosa para mí. Viene una persona con un revólver y amenaza a otra para que le dé la billetera y la persona hace una evaluación de beneficios y dice: es más beneficiosa mi salud que mi billetera. Asume las decisiones que tomas y aprende a comprometerse con ellas.
- Aprendimos también que la abundancia está asociada al compartir. El dar y recibir. ¿Qué pasa cuando no se retroalimentan las fuentes de la abundancia?: se agotan. Esto es un principio tal elemental que llamamos la simbiosis en el universo. La tierra nos da alimentos, las plantas nos dan oxígeno, nos dan aire, purifican el ambiente. Pero ¿qué pasa si yo no le devuelvo a la tierra abonos y nutrientes?: se mueren y no pueden volver a dar alimento.
Necesito retroalimentar aquello de lo que cual yo recibo, que esa es mi propia fuente de vida. La simbiosis es perfecta. Fíjate que la materia orgánica que el organismo vivo procesa del alimento, es exactamente el alimento de la tierra y de las plantas; y lo que las plantas procesan de la tierra es exactamente el alimento para nosotros. El oxígeno que recibimos de las plantas se lo devolvemos en CO2, que es la respiración de ellas. Pero nosotros llegamos a pensar que no, que no hay que retroalimentar nada, que solamente tiene que dar, dar y dar y no recibe nada; se agota y se acaba todo.
- Trabajamos también en esta entrada cómo adquirir el derecho a la abundancia: a través del compromiso con los acuerdos, la
estabilidad en las relaciones y la constancia en las acciones.
- Y finalmente cómo ampliar el flujo de la abundancia hacia ti. Obviamente, mientras más sirvo, mientras más hago, mientras más doy, más necesitaré para poder servir mejor cada vez. Ahora solo falta ACTUAR y despreocúpate de lo que los demás hagan. Acuérdate de lo que te dije de la colectividad: nuestro problema no son los demás, nuestro problema es personal, no tengo por qué preocuparme de lo que los demás hacen o de lo que los demás dejan de hacer, sino de lo que yo hago o de lo que yo dejé de hacer. Lo otro es solamente el resultado de las personas que llamamos afines.
Las ideas que nos vende la cultura, la información, en términos de comunicación, eso se llama DESINFORMACIÓN. Es una técnica que se utiliza para desvirtuar algo cuando ya está en el aire. Alguien dio una información que yo no quería que se diera, pero ya la dio, ya está en las mentes de todas las personas; yo voy a dar otra información que neutralice la anterior, eso se llama la desinformación. Entonces ya entran dos informaciones en conflicto y la persona no puede tomar ninguna de las dos. Con eso estoy anulando algo y por supuesto que la cultura hace eso a cada instante, pero la habilidad de cada uno de nosotros es desarrollar una comprensión para que la desinformación no tenga efectos sobre nosotros.
No importa lo que me dijeron, yo voy a evaluarlo y lo voy a medir con herramientas de amor, el resultado, ahí ya entré a sabiduría. La cultura, en su totalidad, es un proceso de la evolución, pero necesitamos transcenderla; trascenderla no significa cambiarla. No estamos hablando de cambiar a nada ni a nadie, sino a nosotros mismos. Mentalmente necesitaremos re-estructurar todo nuestro campo mental, si aspiramos a una civilización que no tenga los problemas nuestros.
Es tan evidente que el planeta tierra en su totalidad, con todos nosotros que somos sus habitantes, hemos generado y producido un resultado totalmente indeseable, resultado que, en este momento, son prácticamente irreversibles a nivel colectivo, pero totalmente reversibles a nivel individual.
Eso es lo que necesitamos asumir nosotros para poder salir del caos. Si yo soy capaz de salir del caos, adquiero otra cualidad, además de esa, y es que, si yo soy capaz de hacer algo, también soy capaz de enseñárselo a otro; con una condición: que ese otro quiera aprenderlo, no que yo quiera imponérselo, para que hablemos de Amor. Si yo descubro algo y se lo quiero imponer a alguien, me fui totalmente del principio de Amor. Por ahí empezará la solución de la especie humana en el planeta tierra, pero es a nivel individual.
Nosotros no podemos hacer nada, afortunadamente, para desorganizar el universo. Lo que hacemos es cosas para nuestras experiencias de aprendizaje y desorganizamos nuestras propias experiencias. Las convertimos a veces en experiencias caóticas, otras veces en experiencias satisfactorias; el universo como tal es absolutamente invulnerable, para el universo no existe la palabra grave. Si tú dices: estalló una galaxia; ¿eso es grave para el universo?, la respuesta es no.
El otro aspecto es que estamos trabajando en un proceso que llamamos el respeto, mas sin embargo hay otro aspecto que se llama la pedagogía, es decir, los errores necesarios que cometemos los seres humanos. Está regido por otras leyes, la ley de la naturaleza es la ley básica, la más elemental de todas las leyes del universo, sobre ella actúan las demás leyes, por lo tanto la ley de la naturaleza la llamamos ley inferior y las otras las llamamos leyes superiores.
La ley superior del triángulo inferior, es la ley de correspondencia. Todo lo que pueda ser contaminante o dañino en un momento dado está dentro de la ley de correspondencia (tabaco, alcohol…), pero la respuesta es ésta: si una persona decide fumar, o decide emborracharse, esa decisión no tiene que ver con el productor de la fábrica de cigarrillos o el productor de los alcoholes, sino que es una decisión que él toma, porque él podría decidir no hacer eso, aun cuando el mercado está inundado de estos productos.
Cuando manejamos el problema por donde no es, decimos, para que la gente no fume, prohíbo el cigarrillo; o para que la gente no tome alcohol, prohíbo las bebidas alcohólicas. Con eso no estamos haciendo nada porque no estamos permitiendo que cada quien asuma el resultado de sus decisiones. El problema no es del que los produce, ni del que los vende, sino aquel que decide consumirlos. Si hay alguien que decide hacer algo, genera la necesidad de que se le preste ese servicio, así él haya decidido vivir la experiencia de lesionar su propia salud, pero es la experiencia que él necesita.
En el caso de las personas que trabajan con los químicos, que pueden ser muy tóxicos para el hombre o para la tierra, sucede algo muy parecido a eso; son procesos necesarios para la evolución del ser humano. Tú podrías dejar de trabajar en esa empresa, pero la empresa no va a desaparecer por esa razón. ¿Qué desaparecería entonces?, desaparecería tu empleo, pero no la empresa, ni los químicos, ni dejarían de aplicarse estos productos a donde se aplican.
Lo que quiero decir con esto es que no depende de ti lo que está pasando con esa contaminación, no es tu función tratar de evitarla, puede ser tu función enseñar otros métodos, si los conocemos. Para saber eso con claridad, lo que hacemos son preguntas. Tú le vas a preguntar a la vida si tiene otras opciones de trabajo diferentes para ti, si puedes trabajar también en la misma área de la agricultura pero por ejemplo sobre control biológico, eso existe en investigación y hay muchos cambios en ese sentido.
Ese es un aspecto que no tiene que ver contigo, el otro aspecto que sí tiene que ver contigo es: ¿te corresponde o no lo que haces? Para saber eso, tú vas a hacer preguntas, pasas curriculum para otras actividades, a otros empleos que tú consideres que son más saludables. Si la respuesta de la vida es sí, no habrá problema, te ubicas en esos otros empleos y das lo mejor de ti mismo; pero si la respuesta de la vida fuera otra, que necesitas estar ahí para aprender algo y para superar algo, no te saldría ninguna otra cosa, ¿entonces qué harías?, en este caso, como no depende de ti que se produzcan o no esos productos, y si la vida no te da opción de ubicarte en otro lugar, la vida te está diciendo unas cosas:
- 1º Necesitas asumir tu función.
- 2º Necesitas romper una limitación mental.
- 3º Eso no es un obstáculo para que des lo mejor de ti en lo que haces, pero tampoco hay un obstáculo para que hagas preguntas.
Dicen los maestros: no supongas nada porque si tú preguntas, la vida te responde todo, pero por favor, asume y obedece las respuestas que la vida te dé. Eso es todo lo que tenemos que hacer desde sabiduría. Si una persona trabaja en una fábrica de tabaco y él considera que el tabaco es nocivo para la salud; mientras esté trabajando allí porque la vida no le da la opción de trabajar en otro lugar, no tiene porqué no dar el 100% de su capacidad a la fábrica de tabaco y comprender que de él no depende que las personas decidan fumar o no.
Cuando las personas se echan demasiadas cargas encima y están tan agobiadas de cargas, a veces le hacemos una pregunta que va directamente para que la persona caiga en cuenta de algo simple. ¿Si tú dejaras de existir ahora, tú crees que las personas o el universo se acabarían por esa razón? La persona dice: no, el universo seguiría como es y las personas seguirían como les corresponde ir. Entonces, quítate las cargas y sigue viviendo, porque me estoy echando cargas encima que no me corresponden y que no van a ser la solución para otra persona. Espero que te ayude a ubicarte con armonía dentro de lo que hagas.
Por supuesto que sí, por supuesto que hay que actuar, actuar con sabiduría. ¿Qué es de más sabiduría?: prohibirle a una persona beber alcohol, o facilitarle (si la persona desea hacerlo) la información que le lleve a tomar la decisión de dejar de beber alcohol porque decida valorar su cuerpo, porque decida amar su salud y aprovechar su experiencia. La 1ª parte es una imposición o una prohibición y es un arma letal para la armonía. La 2ª se llama pedagogía y es la herramienta del Amor. El universo entero, en su totalidad, tiene un diseño pedagógico.
Más adelante vamos a hacer ejercicios para empezar a comprender que hay un solo propósito en la Divinidad, uno solo que origina todo, y ese propósito se llama el Propósito Pedagógico de la Divinidad. Si tomáramos ese principio fundamental del universo, nos daríamos cuenta de algo: lo que necesitamos hacer para solucionar los problemas de los seres humanos del planeta tierra no son guerras, ni prohibiciones, ni imposiciones, ni agresiones, ni estar preocupados; tendríamos que hacer un proceso profundamente pedagógico y educativo, dirigido primero a los padres para que ellos lo puedan transmitir a los niños. Porque los niños reciben la influencia directamente de los padres en 1ª instancia.
Entonces, si los padres no tienen información, ¿qué información van a transmitir?, necesitaríamos hacer un proceso pedagógico y amoroso hacia la humanidad para que deje de existir en su esencia la necesidad de producir tóxicos. Si una fábrica de cigarrillos no volviera a vender un cigarrillo porque todo el mundo decidiera no volver a fumar nunca, tendría que dedicarse a otra cosa; pero mientras haya personas que decidan fumar, las fábricas tienen una razón de ser.
Si alguien decidiera: no vuelvo a comer azúcar refinada, y la humanidad decidiera eso, las fábricas de azúcar tendrían que empezar a sacar otros productos diferentes, pero si yo lo que decido es agredir a las fábricas, aparecen otras, porque es necesario cubrir la necesidad.
El problema de las drogas es el mismo problema que existió en los EEUU cuando la prohibición de la fabricación del whisky. Las guerras que se generaron fue algo impresionante y llegaron a una conclusión: lo mejor es legalizar el alcohol. El que quiera consumirlo que lo consuma y, en lugar de entrar en una guerra, es generar un proceso pedagógico, un proceso de Amor hacia ti mismo, un proceso de reconocimiento del valor de la salud para que las personas decidan no consumir alcohol o cualquier otra cosa que sea tóxica.
Aquí está pasando lo mismo. Tú ves en las noticias que la Guardia Civil incautó toneladas de droga, pero luego viene la estadística: se distribuyen muchas más drogas de las que se incautan, porque sigue existiendo la demanda y la demanda no podrá evitarse sino a través de una excelente educación. La guerra no nos va a dar la solución a nosotros, nos va a incrementar el problema. Pero eso lo iremos aprendiendo poco a poco en el camino, que LO QUE NECESITAMOS ES EDUCACIÓN, NO GUERRAS.
Gracias por regalarnos tus conocimientos desde argentina
Hola Maria;
Muchísimas gracias por tu comentario. Saludos.
Excelente informacion
Hola Evelyn;
Gracias por tu comentario. Un saludo.
grasia