Ciudadano Universal. En primera instancia el asumir mi vida nos va a conducir a algo que se llama “el ciudadano universal”: es como un pasaporte, es aquel que adquiere el derecho para visitar todos los lugares del universo; tanto aquellos que son más primarios, como aquellos que puedan ser más adelantados.
¿Por qué se adquiere esta condición? porque el asumir implica un respeto profundo y total hacia los demás. Fíjate que cuando yo ya he trascendido los niveles de culpa, yo adquiero la capacidad del respeto, porque si yo ya sé que las estructuras sociales no son culpables de nada, son necesarias, no voy a tratar de cambiar nada, no voy a tratar de criticar a ninguna persona porque yo ya sé que cada quién hace lo mejor que sabe, hace lo que necesita hacer, hace lo que es correspondiente con él, por lo tanto no interferiría con él. Ahí estoy entrando al profundo nivel del respeto.
Entre el asumir y el respeto se alcanza lo que llamamos “el Pasaporte de Ciudadano Universal”. Necesitamos comprender esto profundamente para poder liberarnos de las limitaciones que están en nuestra mente: la indiferencia significa que a mí no me importa lo que pasa con los demás. El asumir y el respeto desde la sabiduría significan otra cosa totalmente diferente: a mí sí me importan los demás, me importan muchísimo y precisamente por eso soy capaz de respetarlos en su experiencia, porque desde la sabiduría no tengo derecho a perjudicar a nadie, ni en su evolución, ni en su experiencia, ni en el destino que él mismo diseñó y escogió, ni en interferir con las leyes del universo.
Todo eso lo hacemos por una razón muy sencilla: porque no conozco las leyes, porque no conozco los procesos de la evolución, porque no conozco el propósito de Dios, pero yo sintiéndome bueno (para no sentirme indiferente) interfiero con los demás tratando de cambiarlos, tratando de imponerles lo que yo creo que es correcto. Me siento bueno porque yo creo que les estoy ayudando y lo que estoy haciendo es contribuir a sus experiencias de destino y eso será parte de mi propia ignorancia (necesaria para mí y para ellos), pero eso no se puede llamar asumir.
Para no irnos a confundir, vamos a decirlo de una forma muy sencilla:
- Indiferente es aquél que los demás no le importan nada.
- Sabio es aquél que los demás tienen para él una gran importancia, pero actúa frente a ellos con la sabiduría del universo, para no interferir en un proceso tan bonito como es la evolución, porque eso es lo que hacemos con la ignorancia. Necesitamos limpiar nuestra mente de muchas cosas que nos vendió la cultura para poder asumir la vida.
El respeto, es como el pasaporte para viajar a cualquier lugar del universo, puesto que, la persona ya tiene asumido su mundo interior y por lo tanto, es invulnerable a lo que sucede a su alrededor, esto significa que, la persona no intentará modificar, ni interferir absolutamente con nada de lo que sucede a su alrededor, por lo cual, adquiere el derecho a visitar todos los lugares, a observar todas las culturas, y todos los niveles de evolución, aprendiendo el arte de aquellas que son superiores a sí mismo, y sirviendo con sabiduría en aquellas que tienen un menor desarrollo de comprensión de la vida y sus procesos.
El propósito de asumir es asumir totalmente la vida (la vida personal), cuando decimos asumir no estamos hablando de asumir la vida de otro, la experiencia de otro, que es asumir lo que pasa a nuestro alrededor. No tiene nada que ver con eso. Es asumir nuestra experiencia personal e individual en su totalidad.
De hecho, recordemos esto: el desarrollo espiritual es un aspecto totalmente individual en el ser humano. Ninguna persona puede evolucionar por otro, así como nadie puede estudiar por otro o aprender por otro o comer por otro o hacer ejercicio por otro, tampoco podemos desarrollarnos espiritualmente por otro. Este es un trabajo absolutamente individual.
Uno de los errores del no asumir que cometemos con muchísima frecuencia y que tiene una connotación totalmente cultural es la de dejarle a Dios el trabajo de evolución personal. Esa no es la función de Dios, es otra. El trabajo de evolución es nuestro, es personal, es individual, es el de cada uno de nosotros, ese no se lo podemos dejar a Dios.
Decirle a Dios: quítame mis limitaciones, solucióname mis problemas, ayúdame a trascender… no sirve. Dios te da todas las herramientas y te da todo, pero si no las usas, él no va a hacer nada para usarlas por ti, porque no sirve. Es como decirle al entrenador de gimnasia: mire entrenador, hoy estoy un poco cansado, haz tú.el ejercicio por mí.
Claro que él sabe cómo se hace y lo hace perfecto, pero eso no te sirve a ti, a ti te sirve hacerlo tú, por eso este vicio que tenemos de estar pidiendo a Dios que haga lo que nos corresponde hacer a nosotros es el primer principio de no asumir, de hecho en vez de aprovechar la enseñanza tan extraordinaria de maestros como el maestro Jesús y entrenarnos en su aplicación, lo que estamos haciendo es pedirle a cada rato al maestro Jesús que venga a solucionarme los problemas.
Hemos creado toda una estructura de veneración a la figura, al nombre del maestro Jesús, eso no es lo que a él le interesa que hagamos, ni eso fue lo que nos pidió que hiciéramos, él no nos dijo “veneren mi nombre”, “hagan cultos a mi memoria”, ni “estén siempre nombrándome”. Él dijo: ENTRÉNENSE EN LAS HERRAMIENTAS Y EN LA INFORMACIÓN DE AMOR QUE LES ENTREGUÉ, y eso es lo que no hacemos. En este aspecto del asumir, olvidémonos de estar pidiendo aquello que nosotros podemos y necesitamos hacer por nosotros mismos. Tú no puedes hacer algo por otro que es de él, ni otro puede hacer algo por ti que es tuyo.
Vamos a recordar los elementos fundamentales y supremamente simples del desarrollo espiritual: Nadie se puede desarrollar espiritualmente por otra persona, pero tampoco puede hacerlo sin otro. Es decir, es una interacción perfecta, necesito de los demás seres del universo para yo poder evolucionar, pero no puedo evolucionar por ellos, ni ellos por mí.
Nos desarrollamos espiritualmente de la interacción de las relaciones entre los seres vivientes y entre las estructuras sociales y entre las estructuras de la materia, tomando la experiencia individual que cada uno obtiene de esa relación y por supuesto asumiéndola de una manera absolutamente individual, olvídate de que alguien puede hacer un trabajo interno por nosotros, ni siquiera Dios mismo, que es nuestro Padre, puede hacerlo.
De hecho no lo hace, porque nosotros nos pasamos la vida pidiéndole a Dios que solucione nuestros problemas pero finalmente la solución de nuestros problemas viene como resultado de nuestras acciones y lo que Dios nos da es lo mismo que nos dan los maestros, es decir, Dios nos lo entrega a través de los maestros, nos da información para que yo la use. Si yo no la uso, eso no tiene nada que ver con Dios, ni con los maestros, ese problema es mío, por eso estamos empezando a hablar de asumir.
La oración, el pedir por otro, hacer sacrificios, penitencias y todo ese tipo de cosas solo le sirven a una sola persona (a nadie más): a aquél que lo hace. Ese es el asumir. Si tú quieres orar por la paz de Siria o del mundo o del universo, puedes hacerlo, pero ten en cuenta que eso no va a producir la paz. Lo que piden es que trabajemos en nuestro interior.
Pongamos un ejemplo muy sencillo: un individuo (uno solo) que esté en paz interior, no tiene conflicto con nadie, ni nadie tiene conflicto con él, es un ser de paz. ¿Qué pasaría si la totalidad de los individuos del planeta tuvieran esa condición? Ya estaría todo hecho. Cuando los maestros nos dicen: oren por la paz, es para que cada individuo (como individuo) adquiera la conciencia de la paz en sí mismo, por eso lo piden. Lo piden de esa manera porque nuestra condición de comprensión todavía no es lo suficientemente profunda como para entender que la paz es un proceso individual y no colectivo. Si todos los individuos tienen paz, la colectividad tiene paz, pero si sólo unos pocos individuos tienen paz, esos tienen paz y el resto no la tiene. Y si el resto de la colectividad tiene paz y hay un solo individuo que no la tiene, ese vive en un infierno (ese solo).
El asunto de pedir por la paz con la oración es un trabajo interior útil para mí, supremamente útil para mí. Respecto a las demás personas necesitamos servirles como lo hacen los maestros: con información (si ellos la quieren), pero si no la quieren tendría que respetarlos.
Todo este trabajo espiritual es individual. Para poderlo hacer es indispensable la colectividad, por eso estamos en un planeta como este, porque no podríamos desarrollarnos espiritualmente en este momento en otro lugar. Este es el lugar perfecto para cada uno de nosotros, necesitamos asumir esto también. Cuando nosotros aprendamos a respetar la experiencia de todo ser viviente, lograremos el Pasaporte del Ciudadano Universal.
El solo hecho de pedir por otro algo que él no está pidiendo por sí mismo, implica que aun cuando técnicamente no vamos a producir una interferencia por ese hecho, espiritualmente yo tengo la intención de interferir. El que yo piense, el que yo ore, el que yo quiera, no interfiere para nada con los demás, pero yo tengo en mi mente la intención de interferir, yo no he comprendido que cada quién tiene derecho a una experiencia, yo quiero que él no tenga esa experiencia, yo quiero evitarle, quiero quitarle, quiero suspenderle la experiencia que él tiene y lo estoy haciendo con todo eso que yo llamo “amor” pero lo estoy haciendo con ignorancia. Porque tengo la intención de interferir.
Aunque no pueda hacerlo y aunque no lo esté haciendo, esa intención no me permite acceder al Pasaporte de Ciudadano Universal. Actitud de falta de respeto y la persona no lo sabe, pero las leyes sí. Por eso ahora estamos entrando en una zona profunda de la psicología transpersonal, se llama el asumir. Asumir es muy pero que muy profundo, pero necesito comprenderlo claramente para no equivocarme con ello.
La fe es la fuerza que tiene la mente expresada a través de una creencia. Cuando yo creo algo firmemente, anulo los limitantes de la mente que no permiten que mi propio poder se exprese, siempre y cuando exista una condición: que esta fe que yo tengo no vaya en contra de la ley del universo, porque ahí no podría suceder nada.
Tanto la fe como la programación y visualización mental del que hablamos en otras entradas del blog están regidas por las mismas leyes. Yo puedo aplicarle toda la fe a algo o toda la reprogramación mental a algo, pero si aquel propósito que está en mi mente sustentado en la fe o en el mentalismo no está de acuerdo con las leyes del universo, no funciona y no sucede nada. Si está de acuerdo con las leyes del universo, funcionará.
Fíjate, ¿a qué le aplico el mentalismo? a lo que yo quiero, ¿a qué le aplico la fe? a lo que yo quiero, y si lo que yo quiero no es lo que yo necesito o no es lo que la otra persona necesita, no sucede. No quiero decir que estas herramientas no tengan un valor, lo que quiero decir es que por encima de cualquier aspecto humano están las leyes del universo y la voluntad del Padre y los propósitos de desarrollo evolutivo y espiritual. Por encima de cualquier otro aspecto humano está esto.
Lo que podemos evidenciar es que por más fe que le ponemos a algo, muchas veces no funciona, por más mentalismo que le ponemos a algo, muchas veces no funciona, en otras ocasiones, sin hacer nada, sin pensar en nada, sin ponerle ningún poder mental, las cosas fluyen solas, ¿por qué? porque están de acuerdo con la ley, con lo que es necesario.
Por otra parte, si nos visita un hermano superior (que algunos llaman extraterrestres) que está lleno de paz, que está lleno de armonía y llega y mira lo que nosotros practicamos como habitantes del planeta tierra, que practicamos la violencia en todos los niveles: la violencia física (agresión física), la violencia verbal constantemente y la violencia mental constantemente. Algunas personas piensan que porque ya no son violentos físicamente, ya no son de los que cogen un arma para agredir a otro, piensan que ya son individuos de paz y pueden estar muy lejos de ser individuos de paz, porque la palabra es un arma poderosísima y la violencia verbal destruye los sentimientos de las personas a veces con más dolor que las mismas armas físicas y la violencia mental: ese pensamiento constante de rechazo, de crítica (aun cuando no expreses nada) es otra forma de violencia sutil.
Nosotros somos una civilización supremamente violenta y necesitamos dejar de ser violentos para ser de paz. Imagínate que nos visitara un ser de paz, pero que no tuviera el respeto. Tiene la tecnología, tiene el poder y si no tuviera el respeto ¿qué haría con el poder y la tecnología? si pensara… “esta civilización es una charca de víboras” y hay que limpiarla, yo le voy a aplicar inmediatamente un antibiótico” esto sería lo que haría si no tuviera la sabiduría del respeto. No lo hace precisamente porque tiene el amor y la comprensión en su corazón.
Entonces llega y ve el caos dentro del cual estamos viviendo, porque vivimos en una civilización en caos a nivel de relaciones. Las relaciones en el planeta tierra (no solo de los violentos, sino de toda la humanidad) independientemente de lo que llamamos los grupos de los violentos, dejándolos de lado, si haces una pequeña investigación dentro de los hogares y las familias que llamamos “normales” e investigas a ver qué nivel de violencia existe en el interior de los hogares, te sorprenderás, hay un nivel altísimo de agresión, aun física, no solamente verbal. La verbal es brutal.
Constantemente, en Consulta de Psicoterapia, necesito estar ayudando a las personas a sanar sus sentimientos destrozados, simplemente por la agresión verbal, simplemente por la ruptura de compromisos, simplemente por el no asumir, simplemente por el no respetar… eso sucede en un % altísimo, yo lo pondría en más de un 90%, más del 90% de la humanidad está en ese nivel de agresión verbal.
En el de agresión mental yo diría que prácticamente el 100%. Unos pocos individuos (considerados maestros) no tienen ningún nivel de agresión. A eso me refiero con Pasaporte Universal, una persona que tiene total respeto para poder ver lo que vea, visitar lo que visite, observar lo que observe y no interferir para nada con eso, tiene respeto total. Para eso tiene que haber hecho un asumir total en su interior.
Independientemente de los hermanos superiores, hay otros seres muy abundantes en el universo (supremamente abundantes que se llaman los ángeles y hay otros que se llaman los maestros). Ni los ángeles ni los maestros interfieren, ellos son parte del asumir y que yo espero que es algo que alcancemos. Son absolutamente obedientes a la voluntad del Padre.
Dentro de esa obediencia a la voluntad del Padre, si el Padre o los maestros superiores le ordenan a un ángel o a un hermano superior hacer algo, él lo hace, porque es una orden superior. Si él tuviera la idea de hacer algo, primero pediría permiso, preguntaría y si le dijeran que no, no lo haría. Casi siempre les dicen que no. A veces los hermanos superiores también son seres humanos, aun dentro del nivel de los mortales pero con más desarrollo espiritual y ellos en su nivel humano a veces sienten la tentación de hacer ciertas cosas de ayuda hacia nosotros, porque ellos las pueden hacer muy fácilmente, siempre piden el permiso y en la mayoría de los casos la respuesta es no.
Es decir, ellos a veces querrían darle una ayuda especial a alguien dentro de los seres humanos del tercer nivel, piden permiso y la respuesta es no, porque interfieren. No porque no puedan, la tecnología de los hermanos superiores es algo que, aun cuando frente a la Divinidad del maestro no significa nada, frente a la nuestra es algo tan gigantesco que no alcanzamos a imaginarnos la capacidad que pueden llegar a tener a nivel tecnológico. Pero no hacen nada porque interferirían.
Yo puedo pedir algo desde lo mejor que yo entiendo, o creo, o supongo y puede ser que sea permitido eso y no necesariamente en provecho, más sí en experiencia, es decir, hacer algo y que el resultado no sea el que él espera, pero si era necesario que sucediera puesto que lo pidió. Era una experiencia necesaria, pero no significa que sea agradable. Cuando yo tengo intención de hacer algo y pido permiso para hacerlo y hacerlo y pido mucho permiso, de pronto, dentro de la evaluación de las leyes pueden decirme: sí, vamos a darle el permiso para que lo haga, pero yo no tengo ni idea de qué es lo que está sucediendo, porque ese permiso, de pronto es para que yo viva una experiencia de lo que estaba pidiendo. Lo hago y sucede algo.
De hecho lo que sucede es que sigo limitado a ser un ciudadano estático dentro del universo. La razón por la cual los habitantes del planeta tierra y muchos otros que hay parecidos a este planeta, no podamos desplazarnos, no es por casualidad, no es porque aún no hemos desarrollado la tecnología, no es porque llevamos miles de años detrás de otras civilizaciones… no es por eso, es porque no podemos asumir. Sencillamente es eso, la tecnología está ahí pero no tenemos acceso a ella porque no somos capaces de asumir lo que podríamos hacer con ella. Es lo que vamos a trabajar ahora profundamente.
Los maestros y los ángeles respetan nuestras decisiones (fundamentalmente los maestros que son quienes dirigen a los ángeles) y si yo decido algo, los maestros respetan mi decisión, siempre y cuando no vaya en contra de las leyes. Pero la experiencia que se origina dentro de la decisión que yo tomé, ellos la respetan y después la evalúan conmigo. Es mi decisión y necesito asumir el resultado de mi decisión.
Para lograr la trascendencia del espíritu necesitamos seguir unos pasos que hemos venido siguiendo:
- Necesito tener una información clara, porque sin esa información, mi mente no tiene elementos para poder actuar. Una vez yo tengo esa información comprendida.
- Necesito entrar a un proceso de entrenamiento en su aplicación. Ese proceso de entrenamiento requiere que yo esté muy seguro de lo que estoy haciendo, por eso pasamos por niveles de verificación primero.
Hay algo que no sirve para el asumir: no sirve creer, necesito saber. Mientras yo crea, no puedo asumir. Por eso parte de las propuestas que estamos haciendo es: deja de creer en Dios, empieza a sentir su presencia como algo real, porque mientras Dios sea una creencia para nosotros ¿cómo hago para acercarme a Dios si Dios es creencia? lo que va a pasar en nuestra mente es que las religiones nos dicen “hay que acercarse a Dios”, pero también nos dicen “crean en Dios”, ¿cómo hago para acercarme a algo en lo que solamente creo? difícilmente, porque yo ni siquiera estoy seguro de que sea real, creo en él.
La propuesta es que verifiques tú la presencia real de Dios en la creación, propósito principal de los Talleres de Psicología Transpersonal que periódicamente iniciamos en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal, para que yo diga “me acerco a Dios” pero no porque creo que Dios existe, es que sé que existe, puedo verificar su presencia y me estoy acercando a él. Lo estoy midiendo. Mientras estemos en el nivel de creencia, vamos a estar con el vicio de interferir: “yo creo que sé lo que es bueno para fulano” esa es la expresión correcta y por supuesto me estoy equivocando.
- 1º. Las asociaciones son básicamente de planetas muy cercanos. La primera asociación de hermanos del espacio se llama “Un Mundo Unido y Sin Fronteras”. Cuando los habitantes de un planeta se asocian todos para una experiencia de paz, de respeto y de convivencia, en ese momento se alcanzó el nivel de asociación de hermanos del espacio. Cuando se alcanza el nivel de asociación entonces podemos entrar a hacer una federación con otros planetas que también ya son asociaciones.
- 2º. Las federaciones abarcan ciertos sistemas solares. Una federación la conforman asociaciones.
- 3º. La confederación abarca la galaxia. Una confederación la conforman federaciones.
Es imposible pensar en confederación si primero no soy asociación y no puedo pensar en asociación si no soy capaz de asumir mi vida. Para que los habitantes del planeta tierra podamos hacer una asociación de hermanos, necesitaríamos que la totalidad de los habitantes del planeta tierra asumieran la vida.
Por ahora eso no parece muy próximo, sin embargo, hay algo dentro de las leyes que se llama la delimitación y se llama la masa crítica. En el momento que haya cierto número de individuos en el planeta tierra (que aspiramos a que día a día estemos aumentando) con la capacidad de asumir y de respetar, cuando se alcance la masa crítica, entonces los maestros pueden decidir una delimitación, entonces nos convertiríamos en asociación.
¿Qué significaría la delimitación? lo mismo que yo te he compartido en otras entradas del blog ¿te acuerdas cómo son las delimitaciones? cuando un acuerdo y un compromiso no se ha podido respetar porque las personas dentro de ese compromiso no tienen suficiente comprensión o fuerza interior de asumir y respetar, después de haberle dado los intentos que la ley establece, que llamamos como mínimo la ley del tres, entonces los maestros proponen una delimitación que está regida por dos elementos muy sencillos:
- Estoy en el territorio del otro: en este caso yo me aparto.
- El otro está en mi territorio: invito a la otra persona a apartarse.
Eso es lo que puede suceder en el planeta cuando se produzca la masa crítica. Es probable que el planeta tierra, por ser un planeta azul cuya vibración es correspondiente al 5º nivel, le corresponda ya por evolución ser una asociación. En ese caso, este no sería territorio de personas incapaces de asumir y eso sería la delimitación.
Yo no te aíslo, es la correspondencia de cada quién. Esta es otra cosa importantísima a tener en cuenta: ni yo aíslo a nadie, ni nadie me aísla a mí, todos tenemos derechos en el universo. Tenemos cinco derechos fundamentales innegables de todos los seres del universo entero, y dentro de esos derechos está el derecho a un hábitat.
Todo lo que existe tiene derecho a ocupar un lugar en el universo, pero ¿qué lugar?, ¿dónde? Y ¿cuándo? Donde corresponda, por lo que yo no puedo decir que yo estoy limitando o que alguien me está limitando, es mi propia correspondencia. No tengo porque culpar ni culparme.
El año 2000 tuvo un significado en el sentido de que se alcanza la máxima frecuencia vibratoria que está actuando en el planeta tierra en su paso por la línea bond. Eso en términos prácticos implica un alborotamiento de todos los procesos de agresión. Eso es lo que implica en términos prácticos dentro de los seres humanos.
En este momento supongo que es muy fácil darnos cuenta de algo: la presión psicológica que está ejerciendo el proceso de violencia que existe a nuestro alrededor, no sólo en Siria, el planeta entero está en convulsión. En algunos lugares más intensos que otros, pero el planeta entero está totalmente convulsionado.
Tú no verás ninguna noticia que no sea de todos los países del mundo. Eso independientemente de las experiencias físicas habituales de cada uno de nosotros, está ejerciendo una fortísima presión psicológica sobre cada uno de nosotros. Si yo no tengo una fuerza interior capaz de contrarrestar eso, me puedo desequilibrar fácilmente, porque la presión es grande y va a aumentar.
Necesito tener una gran fuerza espiritual interior de asumir para neutralizar ese influjo psicológico que esto está ejerciendo. Ahí es donde va a ser la prueba, ahí es donde va a ser el examen al desarrollo espiritual. Esperamos que este examen nos alcance a dar el 10%, porque si el examen nos da el 10%, dentro de pocos años tendremos la delimitación.
Si el examen no nos da el 10%, la delimitación se aplazará, es decir, no hay masa crítica. Seguiremos inmersos dentro del proceso evolutivo en ese nivel. A nosotros específicamente, como no podemos evolucionar por otro, como no podemos cambiar a los demás, como no podemos decidir por los demás, solo podemos decidir por nosotros mismos, a nivel individual, nos interesa tomar decisiones que nos lleven a nivel individual a que se nos conceda el Pasaporte de Ciudadano Individual.
Eso nos daría derecho a hacer una asociación de hermanos, pero necesito hacer algo internamente para lograr eso, no es algo gratis, no es algo que se concede ni por enchufe, ni por influencias, ni por caprichos… aquí la corrupción no opera, aquí es el trabajo interno.
Lograr este Pasaporte de Ciudadano Universal; que es el propósito de los Talleres de Psicología Transpersonal y de este blog: nos permite hacer parte de una asociación de hermanos, de hermanos de luz, de hermanos de amor, de hermanos de paz. Para lograr eso necesitamos hacer un trabajo interior ¿cómo lo vamos a hacer? apoyándonos en todo lo que ya hemos trabajado hasta ahora, ahora vamos a intentar hacer un profundo paso espiritual.
Las personas que sois nuevas leyendo este blog, no te preocupes para nada, cada entrada del blog y taller ha sido diseñado de forma que pueda ser tomado por sí solo. Es un poco más difícil comprender ciertas cosas si no tengo suficiente información, pero este blog y los talleres son un proceso totalmente rotativo, constantemente estaremos dando la vuelta hasta que todas las personas tengan la información necesaria para poder comprender.
No importa cuándo, dónde, ni cómo inicie, lo importante es que yo llegue a adquirir la información necesaria para poder transformar mi vida y en algún momento eso sucederá en cualquiera de nosotros, por lo que no te preocupes.
Vamos a empezar a trabajar cómo va nuestra comprensión en el desarrollo espiritual. Vamos a responder a estas dos preguntas (me gustaría que reflexionáramos profundamente acerca de ellas con relación a nuestro proceso de espiritualidad y de desarrollo interior):
- ¿QUÉ CONDICIONES PERSONALES SON NECESARIAS PARA PODER VISITAR OTRAS CIVILIZACIONES Y CULTURAS?
Paz interna y respeto externo. Necesitamos asumir el respeto total en pensamiento, palabra y obra hacia comportamientos diferentes a los nuestros. Esto significa que si tú llegas a un lugar, veas lo que veas, suceda lo que suceda, hagan lo que hagan, compórtense como se comporten, tú necesitas comprender que eso es parte de la evolución del universo.
Puede ser absolutamente diferente a cualquier concepción mental que tú puedas tener y necesitas saber que es necesario y por supuesto tendrías que tener mucho cuidado de no ir a juzgar eso ni en el pensamiento, mucho menos con la palabra y muchísimo menos con una acción de agresión. Eso se llama la pureza de pensamiento.
Si tú dices que cuando uno llega a un lugar como espectador, entonces podría manejar estas características de respeto total, vea lo que vea, pero que cuando estamos involucrados dentro del proceso (y no como espectadores) sería más difícil. La pregunta para resolver tu inquietud es muy sencilla. Precisamente nosotros que estamos en el planeta tierra estamos involucrados dentro de situaciones supremamente conflictivas.
En el planeta tierra hay toda clase de contrastes y que confrontan profundamente nuestros sentimientos, creencias y costumbres. ¿Dónde voy a adquirir la habilidad para ser espectador entonces? en la acción concreta dentro de la cual estoy involucrado, es decir, yo aquí mismo, estando involucrado, sería donde necesitaría desarrollar esa habilidad.
Aquí, porque ¿dónde más? Aquí es donde todos los días tengo las personas que piensan diferente, que actúan diferente, que tienen diferentes costumbres… y necesito empezar por respetarlos en pensamiento, palabra y obra. A los que están aquí, a los que están involucrados, porque eso sería lo que me daría la condición para poder ser visitante.
Es decir, el universo es tan perfecto que, en el lugar donde cada uno de nosotros se encuentra están las circunstancias precisas, exactas, de desarrollo espiritual y no en otro lugar. Ahí es donde las adquiero para poder proyectar. Podemos ser un visitante totalmente neutro, cuando he alcanzado la neutralidad estando involucrado dentro de un proceso, porque no hay otra forma de lograrlo. Estamos involucrados y ahí es dónde está el ejercicio.
¿Está claro? respeto total en pensamiento, palabra y obra hacia comportamientos diferentes a los tuyos. Recordemos que los comportamientos de los seres humanos, por diferentes que sean, no son ni buenos ni malos, todos los comportamientos son necesarios, responden a una experiencia personal, evolutiva de quien lo vive y necesitan ser respetados.
Para no irnos demasiado lejos, llevemos esto a algo muy cotidiano: el hogar, el trabajo, o los vecinos, o simplemente el país y pensemos: en este instante, en qué medida estamos cada uno de nosotros respetando esas circunstancias muy cercanas a nosotros en pensamiento, palabra y obra. Evalúalo, en qué medida crees que lo estás haciendo.
Yo diría que poco porque ese vicio que tenemos de juzgar, de criticar, de llevar la contraria, de invalidar los comportamientos diferentes a los nuestros… es un vicio fuerte. Trascender esto, asumir rotundamente ese proceso de no crítica y hacerlo con la aceptación total de que por desagradable que me parezca lo que alguien hace, es necesario, es diferente, tiene un propósito, está enmarcado dentro de un proceso de experiencia, así sea de ignorancia profunda, pero es tan valioso y tan importante como cualquier otra experiencia.
Por eso para entender esto primero es la aceptación y luego el asumir de que por más que yo tenga la tentación de criticar o de juzgar, evite hacerlo. Y el último será el del pensamiento: yo ya no digo nada, pero sigo pensando… hay que evitar eso.
En nuestro caso ya hemos trascendido la agresión física, ya no es civilizado agredirse físicamente, pero entonces tenemos la lengua viperina y crítico, hablo y agredo con la palabra. Un día yo tomo conciencia que el lenguaje es algo muy poderoso y renuncio a hablar mal de nadie, pero sigo pensando… todavía no me he limpiado totalmente.
El acceder al Pasaporte de Ciudadano Universal, requiere una limpieza total interna, y eso es lo que se llama el asumir. ¿Por qué se llama asumir? por una razón muy sencilla, porque nada ni nadie tiene la culpa de lo que yo siento, ni de lo que a mí me pasa, ni de lo que yo pienso. Eso es una experiencia interna mía, que depende única y exclusivamente de mí mismo y de nadie más.
Mientras yo tenga el vicio de pensar algo hacia alguien o hacia algo, (hasta ahora me atrevo a decir que todos lo tenemos aún) es porque yo no estoy asumiendo que el problema es mío. Lo que yo siento respecto a cualquier noticia de la televisión, no tiene nada que ver con la noticia, esa es mi experiencia interna frente a eso. Ese hecho como tal es un hecho necesario en el universo, limpiar esas partes internas es todo un reto de trabajo espiritual y es el requisito para el Pasaporte.
Vamos a hacer una propuesta de compartir desde maestría. Es importante compartir, es importante socializar, es importante integrarme con otras personas, pero ¿cómo? Si vamos a compartir tenemos do posibilidades:
- 1º. Compartir desde mis creencias y suposiciones, o sentimientos, o gustos con respecto a las situaciones.
- 2º. Compartir desde la sabiduría de la comprensión del significado de los hechos.
Si opto por la 2ª opción, significaría que en este compartir yo le diría a otras personas: los sucesos externos son necesarios, tienen un propósito de amor y de enseñanza a través de las experiencias que cada uno vive y por supuesto que, aun siendo desagradables para nuestros sentimientos, son totalmente valiosos para la experiencia.
Con respecto a las drogas, si me viene algún cliente a Consulta de Psicoterapia, con un familiar cercano drogodependiente, vamos a partir de un principio: no es ni mejor, ni peor, ni bueno, ni malo, es una experiencia necesaria para esa persona en cuestión y por supuesto para las personas a su alrededor (sobre todo para los allegados). ¿Cuál es la acción de sabiduría frente a eso? son dos elementos muy sencillos:
- Información. ¿Qué necesita la persona que está en una experiencia? necesita información para aprender a manejar su experiencia. Pueden suceder dos cosas: a) Que acepte la información: se la das. b) Que no la quiera, que la rechace: lo respetas.
- La acción concreta frente a él: la acción concreta de amor y respeto frente a la situación es muy sencilla – llamas a la persona, si tienes alguna relación con ella y le dices la información que tú consideres apropiada… “mira, desde mi experiencia considero
que esto puede traerte ciertas consecuencias, pero yo no puedo evitarlas. Si tú decides esta experiencia, yo la respeto, es decir, no te la voy a prohibir, no te voy a criticar, no te voy a juzgar, no te voy a agredir… porque tú hayas decidido esa experiencia, pero tampoco te voy a apoyar para que lo hagas, porque eso si iría en contra de mi principio de amor hacia ti. Mi principio de amor hacia ti es que tú mejores, por lo tanto no te prohíbo, pero tampoco te apoyo en algo que yo considero que no te va a hacer un beneficio, así sea necesario”.
Esas son la acción y la comunicación, ambas son de amor:
- 1º. Porque es totalmente respetuosa.
- 2º. Porque te importa la persona: le estás dando información.
- 3º. Porque no interfieres con su experiencia, pero tampoco se la apoyas.
El problema de no asumir es:
- 1º. No me gusta: entonces lo critico y lo agredo.
- 2º. No le doy información
- 3º. Apoyo: de alguna manera lo apoyo, porque como me da lástima, le doy el dinero para el vicio, o lo apoyo para que no asuma el resultado de la decisión de estar en el vicio. Esa decisión es de él no mía, y yo la asumo por él. Eso se llama no asumir mi experiencia y se llama interferir en la del otro.
Las acciones de amor, las acciones de sabiduría, son muy concretas y tienen que ver con el amor. La persona me importa, pero eso no significa que voy a interferir con él, lo voy a apoyar con información clara y con acción precisa. De ahí en adelante, yo no puedo hacer nada más porque si el decide continuar en eso por encima de lo que sea, yo necesitaría aceptar esta experiencia sin sufrir, ese es todo el trabajo. Con estas herramientas hemos logrado que se curen mucho más fácilmente las personas con alguna drogodependencia que con las del sentimiento. Además hay menos sufrimiento para todos.
¿Nos empieza a quedar claro lo que significa asumir?, ¿nos queda claro por qué razón, cuando los hermanos superiores nos visitan, no hacen lo que nosotros suponemos o quisiéramos que hicieran? porque no interfieren, porque nos respetan, porque ellos asumen su experiencia y respetan la nuestra. Cuando alguien dice: “hubo una contaminación por un escape de una planta nuclear, y esa contaminación está causando cáncer en “x” personas a su alrededor…” la tecnología de la tierra no tiene cómo controlar eso por ahora, resulta que los hermanos superiores pueden recoger esa contaminación, tan fácil como nosotros pasarle el aspirador a una alfombra. No lo hacen (y a veces quisieran hacerlo). Cuando piden el permiso para hacerlo, los superiores les dicen: “no está permitido por la ley”.
¿Por qué no está permitido por la ley? porque es nuestra experiencia humana. Ellos necesitan respetarla. Observan, miran, pero no hacen nada al respecto. Igual los maestros: aquí hay una persona que tiene una enfermedad incurable y a su alrededor está toda una familia sufriendo sentimentalmente de una manera muy intensa… ese maestro podría sanar a esa persona o resucitarla fácilmente, los maestros no tienen limitaciones, pero no lo hacen, porque no interfieren en las experiencias humanas.
Para entender esto ahora vamos a dar unas pinceladas solamente (ya que lo tienes más detallado en la entrada del blog ¿Qué es la vida?), porque mientas yo no entiendo qué es la vida, entonces yo pienso que los maestros o los hermanos superiores son indiferentes. Un ignorante podrá ser indiferente, un sabio jamás. El sabio hace o deja de hacer ciertas cosas en razón a su comprensión profunda del universo, no en razón a que no le importe. Para nosotros, mientras no accedemos a esa comprensión, nos es difícil comprender la razón por la cual ni los maestros, ni Dios, ni los ángeles, ni los hermanos superiores, hacen las cosas como yo quisiera que las hicieran.
Estamos siempre preguntando ¿por qué Dios permite la violencia?, ¿por qué existe la agresión?… no es que Dios permita eso, es que es el resultado de nuestras decisiones y es una experiencia necesaria que tenemos que vivir cada uno de nosotros. SI YO NO ASUMO EL RESULTADO DE MIS DECISIONES YO NO APRENDO NADA. La violencia que vemos, el caos y el desorden que vemos en el planeta, es el resultado de las decisiones de todos los habitantes del planeta, no de la decisión de Dios, ni de los maestros, ni de los ángeles.
Es el resultado de nuestras decisiones. ¿Quién necesita asumir eso? eso no lo van a asumir los maestros, ni lo va a asumir Dios. Lo tenemos que asumir nosotros, porque ese es nuestro resultado. Nuestro problema es que nosotros no estamos acostumbrados a asumir, eso lo hacemos con los niños pequeños: el niño toma la decisión de mojarse la ropa, de salirse a la lluvia, pero yo no permito que el niño asuma eso: que lave su ropa y se la seque. Yo voy y le lavo la ropa, se la seco, se la cambio y le pongo ropa limpia. Para evitarme eso (que a mí me parece una molestia) le prohíbo a él salir. No asumo mi experiencia, no permito que él asuma la suya y genero un conflicto de relaciones.
Los maestros no hacen eso. Si yo en una decisión genero una catástrofe, los maestros no asumen esa catástrofe. Si tú generaste una catástrofe, tú asumes la catástrofe y aprendes de ella para que no la vuelvas a generar. Por eso el asumir es tan profundo. Hay que empezar a entender esto. Cuando no sabemos, nuestras preguntas siempre son estas: si hay seres superiores con capacidades superiores sin límites, ¿por qué no nos solucionan nuestros problemas? Porque solucionar nuestros problemas sería evitar que nosotros asumamos nuestras decisiones. Así no evolucionaríamos espiritualmente nunca. Esa es la razón.
Nosotros necesitamos aprender eso, no somos maestros. Estamos inmersos en experiencias humanas evolutivas dentro del tercer nivel, a nivel nuestro ¿qué necesitamos asumir ahora? las cosas sencillas que pasan a nuestro alrededor… la experiencia del hijo que cayó en la droga, la experiencia del vecino, la experiencia de la pareja, la experiencia del país, la experiencia de la empresa donde tú trabajas, la experiencia de tu hogar… eso es lo que yo necesito asumir ahora para desarrollarme espiritualmente, para alcanzar ese Pasaporte.
La experiencia está dada, las circunstancias existen, necesito aprovecharlas. El trabajo es nuestro. Esta es la teoría, más adelante entraremos en la práctica.
- ¿CÓMO PODRÍA UNA PERSONA DESARROLLAR ESTAS CONDICIONES?
Espero que te haya quedado claro la 1ª, lo que se necesita: RESPETO TOTAL. Fíjate que no necesitamos irnos lejos para el respeto, comienza por respetar a la persona que está al lado tuyo, ¿cómo la respetas? la aceptas, ¿eso qué significa? aceptar a la persona que está al lado tuyo significa renunciar total y definitivamente a criticarlo, a agredirlo, a juzgarlo, a condenarlo, a llevarle la contraria por ninguna cosa… necesitaría renunciar a eso para saber que lo estoy respetando.
Necesitaría no querer cambiarlo y necesito asumir que si yo me llego a sentir mal frente a lo que la persona está haciendo allí por decisión de él, no es culpa de él, necesito asumir que ese sentimiento es mío, y soy yo el que necesito asumir cómo me voy a quitar ese sentimiento y necesito asumir cuál es la interpretación que mi mente está haciendo para poder generar ese sentimiento. El asumir es algo profundo, pero no necesitamos irnos a otro planeta, ni a otro país, ni a otra ciudad. Aquí en la experiencia cotidiana de cada uno de nosotros están las herramientas, están los elementos necesarios para eso.
El respeto total llega hasta el punto en que a ti no te afecta nada de lo que los demás hacen. Fíjate que estamos hablando de desplazarnos a otros lugares del universo o aun del planeta, donde puedes encontrar costumbres tan diferentes a las tuyas, que podrían chocar totalmente contra tu concepción interna. Si en este momento tú aterrizaras en una tribu de caníbales y vieras que por la mañana salen y miran a ver cuál es el que está más gordito y lo matan y lo cocinan y lo sirven al desayuno… tú podrías sentirte supremamente confrontado.
¿Qué pasaría? Aquí suceden dos cosas:
1º. Como esa es una experiencia de civilización del 1er nivel y si nosotros estamos en la del 3º, significaría que yo no tengo por qué vivir allí. Pero significaría que al ir a visitar a una civilización que manifiesta características anteriores a la nuestra (sería como mandar a un chico de bachillerato a hacer primaria) necesito llenarme de profundo respeto hacia ellos. Llego a la tribu de caníbales como visitante (que quede claro, no vas a adaptarte a esa civilización porque es anterior a la tuya) ¿qué haces como visitante? piensas… lo que aquí sucede es perfecto, es perfecto que se desayunen al vecino (para ellos claro). Necesito mantener cero agresiones.
Si vas a visitar una civilización más avanzada, como cuando a un alumno de bachillerato le dicen: vamos a ir a visitar el laboratorio de experimentación de los alumnos de la facultad de medicina. Vas a ir a visitarlo, porque tampoco puedes involucrarte allí aun. Entonces llegas y ves lo que hacen y pese a que no entiendes nada de lo que pasa allí lo respetas. Igual pasará con las civilizaciones. Si alguien te lleva a visitar una civilización más avanzada, ellos pueden tener unos comportamientos que yo no entienda, igual necesito pensar: hay alguna razón para esto que yo todavía no conozco, pero es perfecta. Igual vuelvo a hacer los mismos tres elementos: renuncio a ninguna agresión ni física, ni verbal, ni mental.
¿Dónde lo adquiero? Aquí, ahora, con los seres que me rodean a mí en este instante, en este lugar, no en otra parte. Esto significa que estamos en el lugar perfecto, en el país perfecto y en las circunstancias perfectas. Todo es perfecto, ¿qué tal si aprovechamos la perfección que existe? Para desarrollar esto es sencillo, vamos a aprovechar lo que existe para desarrollar totalmente el estado de paz interior.
Entiendo que cualquier persona me diga “eso es difícil”, todo aquello que una persona no sabe y no conoce tiene un nivel de dificultad, pero la dificultad es directamente proporcional a la habilidad que la persona ha desarrollado frente a ella. Para una persona que jamás ha visto un ordenador, manejar ese ordenador parece dificilísimo, para un informático no lo es. Si te subes a la cabina de un avión y miras todos los relojitos que tiene y las palancas y te imaginas a ti mismo manejando ese avión, aterrizando y despegando… pensarías “yo me mato, esto es dificilísimo”, esto no es dificilísimo, pero para ti si lo es.
No vamos a pensar que es difícil, lo que vamos a pensar es otra cosa: no tengo el entrenamiento necesario, pero lo voy a adquirir. Si yo pienso que es dificilísimo, no lo hago. Obviamente, es un reto decirle a una persona: mantenga su paz interior imperturbable e invulnerable, aunque fuera a tu alrededor esté desbaratándose el planeta… esto es un reto grandísimo, pero no es que no pueda hacerse. Si no pudiera hacerse, no habría maestros. Los maestros no nacieron maestros, los maestros se hicieron maestros a sí mismos a través de un proceso de evolución igual que el que estamos llevando cada uno de nosotros.
En este momento, los maestros que ya alcanzaron ese grado, son imperturbables inofendibles e inalterables, pero no llegaron a eso por casualidad, no tuvieron buena suerte, ni nacieron así. Ellos pasaron por 1º, 2º, 3º… por todos los niveles que estamos pasando nosotros. ¿Qué hicieron? Trabajar.
Empecemos con cosas elementalmente sencillas, pequeñas. Esta semana vamos a empezar el ejercicio del respeto y el ejercicio del asumir, ¿dónde lo vamos a hacer? lo vamos a hacer en el hogar. No va a ser nada difícil, porque va a ser en el hogar. Vas a manejar tres herramientas sencillísimas:
- 1º. La información que le vas a dar a cada persona.
- 2º. Los acuerdos que necesites hacer con cada persona.
- 3º. El respeto necesario de las decisiones que cada quien toma.
Una vez tú le has dado tu información, una vez has intentado hacer los acuerdos, en adelante vas a respetar la experiencia de cada quien, no importa si la persona se llama: hijo, padre, pareja, hermano… Si las personas con las que convives tienen alguna costumbre diferente a la tuya por cualquier razón, el ejercicio del respeto consiste en que 1º le puedes dar la información (pero ten en cuenta que la información que le des puede venir de tu ego), procura que venga de tu comprensión.
Si la información es del ego ya sabemos que es del tipo “a mí no me gusta lo que tú haces…”. Por supuesto que mi ego tiene derecho a que no le guste, pero no tiene derecho a imponérselo al otro. Si la información viene de la comprensión, entonces la información sería: “comprendo que haces lo mejor que puedes, pienso que podría haber otras formas de actuar frente a esa situación”, ¿te gustaría conocer otra forma que yo he experimentado, sí o no? si dice si, perfecto, se la doy. Si dice no, lo respeto.
Una vez hecha esta primera parte de información, lo que venga en adelante como decisión de la otra persona lo voy a respetar totalmente. Lo que quiera hacer, yo lo respeto. ¿Cómo lo respeto? no lo agredo de ninguno de los tres elementos: no lo juzgo, no lo critico… nada, lo que él hace es perfecto.
Si esa situación fuera para mi muy difícil de manejar a nivel de mi relación con estas personas, entonces los llamaría y los diría: es necesario que nos pongamos de acuerdo para poder convivir. Entonces hacemos un acuerdo de convivencia. Si los acuerdos no se cumplen, trata de generar compromiso hacia los acuerdos. Si los compromisos no se cumplen, después de 3 veces solo queda una cosa por hacer (que es tú decisión, que necesitas asumir):
- Delimito o
- Utilizo esto como el gimnasio para mi desarrollo espiritual.
Ahí está todo el asumir. No es nada más lo que hay que hacer.
Hay dos propósitos:
- 1º. Si yo pienso utilizar algo como propósito para mi desarrollo espiritual y mi paz invulnerable: no delimito, porque esa experiencia es la que me está enseñando. Si no delimito y aprendo lo que la vida me enseña, la vida lo hará sola, sin que yo lo
haga.
- 2º. Si no tengo suficiente fuerza interior, puedo delimitar, pero entonces la vida te va a decir: “has pedido un aplazamiento, no hay ningún problema, te lo vamos a conceder”. En el fondo es algo demasiado sencillo.
El ideal es no delimitar, pero si no tienes suficiente fuerza puede ser necesario delimitar porque no hay suficiente fuerza y eso te puede destruir. Si no tengo suficiente fuerza, es bueno delimitar, porque eso es como pedir un aplazamiento: “no me siento suficientemente preparado o entrenado para esta prueba, aplácemela un poquito mientas me preparo más”. Eso es válido.
En esta entrada estamos trabajando la adquisición del Pasaporte de Ciudadano Universal, pero ¿dónde va a estar el entrenamiento? vamos a empezar por ese profundo asumir.
¿Ya sabes cuales son las herramientas? Son sencillísimas:
- 1º. Información (si la persona la quiere).
- 2º. Respeto (si no la quiere).
- 3º. Acuerdos (si la situación es difícil de manejar).
- Generar compromisos (para el respeto de los acuerdos).
Y si no hay forma de que las personas cumplan esos compromisos, tienes dos opciones:
- 1º. Delimitar o
- 2º. Utilizarlas como propósito de entrenamiento para tu desarrollo espiritual y no vuelves a decir nada.
No vuelves a decir nada más, solo te dedicas a tu trabajo espiritual: no permitiré que esta situación afecte mi paz para nada, mi paz es invulnerable, no importa lo que los demás hagan, lo que los demás digan, no importa lo que dejen de hacer… cuando ya se alcance ese punto, alcanzas una masa crítica personal y eso significa que la vida se encargará de tomar las medidas y no tú. Cuando la vida toma las medidas y no tú, sabrás que alcanzaste un peldaño más en tu desarrollo espiritual, porque no aplazaste algo, no quedó nada pendiente, pasaste la prueba.
Esas son las experiencias para el asumir, no hay necesidad de irse a ningún lugar diferente, donde estamos es perfecto. Vamos a hacer una reflexión más, tomate unos minutos para responder a estas dos preguntas:
- ¿Cuál es la máxima cualidad que puede alcanzarse en el arte de vivir? Piensa bien porque esa cualidad será la que nos dé el Pasaporte Universal. Estamos refiriéndonos a la máxima cualidad que puede alcanzar un ser humano mortal. Necesitamos aspirar a lo mejor, y lo mejor es la máxima calidad humana en el arte de vivir. Ese es todo un propósito de vida.
- ¿Qué relación tiene el arte de vivir con el estado interior de magia o maestría?
Vamos a proponernos un entrenamiento profundo de respeto con el propósito de poder trascender ciertas limitaciones normales en nuestras experiencias humanas en estos niveles. Estamos un poco limitados y anclados a ciertos lugares muy específicos del universo.
Aspiramos poder ampliar un poco más nuestro rango de acción y adquirir algo que llamamos el Pasaporte del Ciudadano Universal, es decir, algo que nos permita entrar en contacto con otros mundos, con otras civilizaciones y eventualmente (más adelante) visitar esas civilizaciones. Para eso necesitamos prepararnos espiritualmente y las herramientas son precisamente el profundo estado de respeto hacia todo cuanto existe y el asumir total de nuestras decisiones y de nuestra responsabilidad frente al universo.
Veamos las preguntas que habíamos planteado:
- ¿Cuál es la máxima cualidad que puede alcanzarse en el arte de vivir? Es decir, dentro de nuestra experiencia humana, en este momento, en esta misma vida, sin necesidad de irnos a ningún otro lugar, ni hacer ninguna cosa especial, ¿cuál sería esa máxima cualidad que cada uno de nosotros podría desarrollar aquí y ahora, que llamamos el arte de vivir?
La maestría espiritual, es un estado de magia interior (como lo llaman los maestros). Hay algo muy bonito: el estado interior de magia o de maestría que nos confiere un título que yo diría que es el máximo título al que puede acceder un ser humano dentro de esta experiencia, que se llama el maestro humano de sabiduría o el estado de magia interior, requiere unos elementos para que nosotros lo podamos medir.
Así como cuando tenemos un profesional en cualquier área, ¿cómo hago para medir si de verdad es profesional o no? necesito hacer una especie de examen o algún tipo de medición que me permita determinar esto. Podemos determinar que una persona alcanzó (o está alcanzando) ese estado de magia interior por: el RESPETO, la ACEPTACIÓN, la PAZ profunda de su espíritu (inalterable e invulnerable).
Una paz total y un respeto absoluto hacia todas las formas de vida, hacia todas las experiencias externas a él y por supuesto un ASUMIR total de su responsabilidad frente al universo. Esas serían las condiciones que nos permitirían medir que alcanzamos el arte en el proceso de asumir la vida.
Para amarme a mí mismo, necesito comprender qué es la vida, necesito comprender qué es esta estructura física, comprender cuál es el propósito que me ha traído al mundo y por supuesto necesito comprender que no soy un ser aislado, sino que tengo una relación con los demás seres vivientes y con el universo entero. Eso se llama asumir mi responsabilidad frente a ese hecho.
Fíjate que alcanzar un estado de desarrollo espiritual es algo más que simplemente ser un individuo aislado en el universo, significa asumir realmente una gran responsabilidad frente al universo mismo. Mientras tanto (mientras no logramos hacer esto) nosotros vivimos aislados de muchas otras civilizaciones. Aislados de muchos otros seres, precisamente porque no hemos aprendido esa profunda y maravillosa virtud de asumir el respeto.
- ¿Qué relación tiene el arte de vivir con el estado interior de magia o maestría? Quién desarrolla el arte de vivir, se convierte en un maestro. Este es el curso fundamental dentro del cual todos estamos inmersos, independientemente de la cultura, del lugar, de la edad, del conocimiento, de las condiciones en que estemos desarrollando nuestra vida… todos tenemos un curso por hacer.
Es el curso de hacer relaciones. La persona capaz de hacer magia en las relaciones es un maestro humano en sabiduría. A eso hemos venido al mundo. Entendamos por relaciones las relaciones con todos los seres vivientes, no solamente con los seres humanos, con todos los seres vivientes. El hecho de estar viviendo en un lugar del universo, hace que tengamos necesariamente relación con todos los seres vivientes. Tenemos relación desde las plantas, los insectos, los animales, el aire, el universo, los planetas… y obviamente (la más difícil de todas) con los seres humanos. Porque allí es donde necesitamos entrenarnos profundamente en ese arte de respetar y de convivir en paz y en armonía. Ese es el propósito de un desarrollo espiritual.
Te hago estas aclaraciones porque vamos a entrar a profundizar en algo muy hermoso de la psicología transpersonal: que la muerte no existe, ni se le puede quitar a nadie la vida. Si no comprendemos profundamente el significado de respeto, podríamos pensar que si la vida es eterna y no se le puede quitar a nadie, no habría mucho problema con que alguien pierda el cuerpo o la forma, y si lo hay (pero no porque se le quite la vida) sino porque se le quita la experiencia y se le irrespeta en sus derechos. Eso es gravísimo en el universo.
Aun siendo la vida inmortal e indestructible, es indispensable respetar la experiencia de los demás. No es la vida lo que respetamos, es la experiencia, puesto que la vida es algo eterno. Me interesa mucho profundizar en este tema de la eternidad de la vida, porque para poder asumir un estado profundo de paz, necesitamos liberarnos del miedo a la muerte (tanto de la personal como la de los demás seres que nos rodean).
Necesitamos tener una concepción diferente del significado de vida. De hecho, los dos temas tabúes más grandes que tiene nuestra civilización (por lo menos en esta cultura) es el tema de la muerte y el tema de la sexualidad. Esos dos temas son un tabú, casi la gente no habla de eso, tenemos miedo de hablar de la muerte y esos miedos no nos permiten tener una buena información. Otras culturas como la tibetana o la hindú, tienen un poco más de facilidad para hablar de este tema puesto que son culturas que han trabajado más el desarrollo espiritual.
Para nosotros, que somos una civilización más de tipo intelectual, más de tipo hacia lo material, el tema de la muerte a veces nos puede asustar mucho, por la connotación que nosotros le damos de “perder todo lo que nosotros creemos que hemos hecho” y eso no es así.
Esto lo puedes encontrar, profundamente trabajado, en la entrada del blog: ¿Qué es la vida? porque aspiro que nuestro estado de paz y de comprensión llegue a un punto muy alto para empezar a llenarnos realmente de un estado de paz y de maestría.
Pincha en la siguiente imagen para ver el vídeo: