Deshaciendo las limitaciones internas. Hay una cosa muy importante y que no me cansaré de repetirte en las entradas del blog, para que nuestra mente se limpie: -NO EXISTE EL CULPABLE DE NINGUNA NATURALEZA EN EL UNIVERSO. El culpable y su relación con el castigo, son limitaciones de origen puramente humano, pero no son del orden del universo de amor. Solamente existen dos cosas muy sencillas: -El error que podamos cometer y lo que podamos aprender del error que hemos cometido, pero no culpables ni castigos.
Y que es esclavo el que teme, el que culpa y el que se apega. En lugar de disfrutar su vida y aprovecharla, la sufre y la desperdicia. Necesitamos limpiar esa concepción mental y cambiarla por una de amor. -ES LIBRE EL QUE ACEPTA, VALORA, DECIDE Y AMA. Decidir significa que yo asumo mis decisiones, no tengo porqué culpar a nadie de lo que decido yo, porque a mí nadie me puede obligar a decidir ninguna cosa. Aún en el caso de la persona que lo amenazan con algo, no lo están obligando a decidir, simplemente lo están amenazando. Yo tomo mis decisiones, acertadas o equivocadas, pero son mías.
Nadie pertenece a nadie. El amor puede unirnos, el amor puede crear relaciones permanentes y podemos hacer acuerdos, pero dueños no somos de nada ni de nadie. Yo no puedo perder algo que no es mío, lo que sí puedo es cambiar la forma de las relaciones. Los acuerdos son específicos, el amor es universal y no hay porqué tener miedo. ¿Quién te da la experiencia que vives -Yo mismo. Hay dos cosas que nos dio dios, nos dio la vida y nos dio el cuerpo, a través de la naturaleza, pero la experiencia nos la dimos nosotros mismos.
Entonces, si la experiencia me la doy yo mismo. ¿Eso qué significa?, que si me quejo de la experiencia que tengo, me estoy quejando de mí, no me valoro. Le echo la culpa a los demás quejándome de mí. En lugar de quejarme de mí, ¿qué tal si aprovecho mi vida? Si yo soy capaz de generar una cosa que no es agradable, qué tal si me doy cuenta que también soy capaz de generar algo muy satisfactorio. Esto no es cuestión de quejarse, es cuestión de acción, acción de sabiduría.
¿Quién es el amo de tus luchas, pensamientos y sentimientos? -Yo mismo. Entonces, ¿a qué le temes si tú mismo decides lo que haces, lo que piensas y sientes? Decídete a ser feliz y eso mismo te devolverá la vida.
Sabemos que la única persona que puede decidir tus luchas, tus pensamientos y tus sentimientos eres tú mismo, eso no lo puede decidir nadie más. ¿Cómo hago para luchar por otro? -No puedo, ¿cómo hago para pensar por otro? -No puedo, ¿cómo hago para sentir por otro? -No puedo. Lo que sí hacemos con mucha facilidad, es culpar a los demás de eso, pero ese es el ego.
Entonces no reconozco que soy yo el que lucho. Entonces yo le digo a los demás que yo lucho por ti, y no es cierto, me estoy engañando. Yo lucho porque quiero mejorar mis condiciones de vida, o mis relaciones con las personas o quiero apoyarlas, pero no lucho por ellas, lucho por mí. Por supuesto yo puedo dejar de luchar. Tú cómo te sientes cuando eras pequeño y tus padres te dicen: “-Es que yo toda la vida me sacrifico por ti”… es terrible, es una carga… el niño pensaría, “-deje de sacrificarse, déjeme en paz”.
Todo es nuestro problema de culpar a los demás de lo que yo decido hacer. Yo decido si lucho, decido lo que pienso y decido los sentimientos que tengo desde mi sistema de creencias o desde mi comprensión. Entonces ¿a qué le tengo miedo? Yo soy el que decido enfrentarme a la vida o fluir con ella. Yo soy el que decido pensar en negativo o pensar en amor. Yo soy el que decido modificar mis pensamientos que son negativos, por sentimientos positivos. Si yo decido eso, ¿a qué le tengo miedo? Le tengo miedo a perder lo que no tengo. En el fondo mi miedo es a perder el ego y culpo a los demás de ese miedo que tengo y sacrifico a los demás para defender mi ego.
Te propongo que renuncies a eso. Primero: –NO PUEDO PERDER NADA PORQUE NO TENGO NADA. Por ejemplo, si una persona que cree que tiene, va por una ciudad que considera peligrosa, va a ir lleno de terror por si le roban algo que él cree que tiene. Pero si va un mendigo, él tiene mucho menos miedo, porque él cree que no tiene nada. En realidad ninguno de los dos tiene nada, simplemente que el uno tiene miedo y el otro no, porque el uno cree que no tiene nada que perder y el otro cree que tiene mucho que perder, son dos creencias.
Sería mejor que, el que usa muchas cosas, se diera cuenta de que no tiene nada que perder. SI YO NO TENGO NADA QUE PERDER, ¿A QUÉ TENGO MIEDO? SI LLEGO A PERDER ALGO ES PORQUE NO LO NECESITO Y SI LO NECESITO NO PUEDO PERDERLO. SIEMPRE ESTÁ CONMIGO LO QUE NECESITO. ESTA ES LA PRIMERA IDEA A COMPRENDER PARA LIBERARNOS DE LOS APEGOS Y DE LOS MIEDOS.
Te estoy hablando de esto porque a través de apegos y de miedos yo no puedo hacer buenas relaciones. No puedo hacer buenas relaciones ni de padres, ni de hijos, ni de parejas, ni de amigos, porque tengo miedos y apegos y eso está limitando la relación. Necesito soltar todo eso. Solo el amor puede unir a las personas.
No eres dueño de nada ni de nadie, nada te pertenece, tú no perteneces a nadie, eres un Ser individual, independiente y libre, del universo. Con el derecho de establecer todas las relaciones que quieras establecer y todos los acuerdos que consideres adecuados. Pero de ahí a pertenecer o limitar, eso es el ego. Le tengo miedo a las limitaciones que no quiero soltar. DECÍDETE A SER FELIZ y eso mismo te devolverá la vida, no tienes que hacer nada más.
Si alguien me dijera ahora mismo que no tiene lo necesario para ser feliz, se estaría engañando a sí mismo. Que no es capaz de ser feliz con lo que tiene, eso es muy real. No tengo porqué culpar a nadie ni a nada, de que yo en un momento dado no tenga la capacidad de ser feliz. Eso es una condición evolutiva que yo puedo cambiar. Ahí empiezan las buenas relaciones.
¿Quién puede luchar contra la vida que tienes? -Solo yo. No puedo perder la vida porque la vida es eterna, pero lucho contra mi experiencia, lucho contra mi vida, lucho preocupándome y angustiándome. ¿Quién puede pensar en aquello que trae sufrimiento? -Yo. ¿Quién puede culparse o culpar a los demás? –Yo. Hay una sola persona que puede hacer eso: -Solo yo.
Todo está en manos de cada uno de nosotros y no en las personas de mi alrededor, no está en el gobierno, no está en los administradores, no está en nuestros familiares, no está en las personas que están en nuestro alrededor, ni en el jefe, ni en el empleado, ni en los hijos, ni en los padres, ni en la pareja. Está DENTRO DE MÍ. Por eso, por favor, “suéltate a la realidad de la vida”.
Si yo culpo a alguien, no estoy reconociendo la realidad de la vida. Todo está en mis manos, nadie es culpable de lo que a mí me pasa o de lo que yo siento. Y por supuesto que culparme a mí es el mismo error. ¿Por qué los demás no son culpables de lo que a mí me pasa? Independientemente de lo que ellos hagan, es que nadie puede determinar mis sentimientos, ni mis pensamientos, ni mis actitudes, yo las determino.
Yo interpreto, desde el ego, lo que la otra persona hace. Si lo interpreto equivocadamente, pues me lleno de sufrimientos, de angustias, de miedos, yo le eché la culpa al otro. Por supuesto que yo podría dejar de hacer eso y entonces interpreto desde amor, interpreto desde la verdad y no sufro. Para poder culpar a los demás, yo necesito creer que ellos hacen algo que no me hacen. Pero desde sabiduría ya sabes esto: “-Nadie puede hacerte nada a ti porque tú eres el que decides lo que haces con tu forma de pensar y actuar y hasta puedes modificar tus sentimientos”.
Nadie puede hacerte daño, cada uno de nosotros nos hacemos daño a nosotros mismos, interpretando equivocadamente lo que los demás hagan o dejen de hacer. Nadie puede hacerme daño y nadie tiene la culpa de mi experiencia. Yo tampoco puedo hacerle daño a nadie, yo no puedo determinar la experiencia de otra persona, él determina la suya. Los demás no tienen la culpa de lo que a mí me pasa y yo tampoco tengo la culpa de lo que le pase a otro.
Entonces, ¿dónde está el culpable? -EL CULPABLE NO EXISTE. Solamente hay un fantasma de culpa en el ego, en mi sistema de creencias. Si yo me siento culpable, eso es mi ignorancia. Si yo culpo a otro, eso es mi ignorancia. Si salgo de la ignorancia el culpable desaparece. Cada uno de nosotros tiene un cierto nivel de ignorancia en su interior que lo lleva a interpretar la vida equivocadamente y no desde la verdad.
¿Qué es interpretar la vida desde la verdad? -Es interpretarla desde la comprensión. ¿Y qué me dice la comprensión? -No eres dueño de nada ni de nadie, nadie te pertenece, a nadie perteneces. -Tú no eres culpable de nada de lo que a los demás les suceda, porque los demás tampoco son culpables de nada de lo que a ti te suceda.
Cada uno de nosotros determina exactamente su forma de pensar, su forma de actuar y su forma de sentir y eso genera una correspondencia de vida con el mundo externo, generada por mí. Si esa correspondencia no es satisfactoria, yo puedo cambiarla solamente con cambiar mi forma de pensar, mi forma de sentir y mi forma de actuar. Todo depende de mí, de nadie más. ¿De qué me estoy quejando y a quién estoy culpando? Esto es lo que llamamos soltar, ese es el desapego total.
-EL PELIGRO NO EXISTE porque el peligro lo creo yo mismo desde mi ignorancia. ¿Es peligroso manejar un avión? -Si sé manejarlo, no. ¿Qué es lo peligros? -La ignorancia es muy peligrosa. En lugar de luchar contra las cosas que existen, simplemente trabaja para salir de tu ignorancia, entonces el peligro deja de existir. El peligro es una relación ignorancia-situación que no sé manejar. Pensar que hay cosas peligrosas, eso es mi ignorancia.
-LA ENFERMEDAD NO EXISTE, es algo que yo genero. Las enfermedades no es algo que anda por ahí, las enfermedades ni vienen ni van. Nosotros nos enfermamos por salirnos de la ley de la naturaleza, por rechazar la vida, por pensar mal, por llenarnos de rencores, de sufrimientos… por todo eso nos enfermamos. Pero no es que existan, sino que yo me enfermo, los demás se enferman por ir en contra de las leyes del universo y yo puedo evitar eso colocándome en el orden del universo.
-NADIE PUEDE PERDER LO QUE NECESITA, te aseguro que eso es imposible. Si comprendo esto me libero de cantidad de problemas, porque lo que necesito siempre está conmigo y si se va algo de lo que está conmigo es porque no lo necesito y si lo necesito es imposible que se vaya, estará ahí. Y no importa si son bienes materiales, si son relaciones… mientras las necesite estarán conmigo. ¿Qué hago yo para que lo que necesito sea cada vez más satisfactorio para mi vida? -VALORAR. Valora todo lo que tienes y todo lo que la vida te da, llámense bienes materiales, llámense relaciones, llámese conocimiento, llámese salud… porque el que se queja de lo que tiene está en camino de perder lo que necesita.
-NADIE TE HA HECHO DAÑO A TI JAMÁS, ni física, ni espiritual, ni intelectual, ni material… de ninguna manera nadie nos ha hecho daño. He llegado a esas situaciones yo mismo y podría dejar de generarlas. Tú no le has hecho daño a nadie, cada quien ha generado sus propias situaciones. A veces somos el instrumento para que otra persona viva lo que él diseña, otras veces los demás sirven de instrumento para que yo viva lo que yo diseño. No culpes a los demás de tus propios diseños, son tuyos, no son de nadie más. Comprender esto facilita nuestras relaciones con las personas y con la vida.
Una persona, con la sola idea de que se limpie la idea del culpable, se sana de muchos aspectos mentales y físicos. Hay enfermedades físicas que no son más que culpas o rencores. Con solo quitarme la idea del culpable se quitan el 80% de mis problemas humanos, mis relaciones mejorarán en un 100% porque ya no estoy culpando a nadie, mis situaciones económicas mejorarán en un 100% porque ya no estoy luchando contra la vida ni culpando a nadie y mi salud y mi satisfacción mental, también.
Lo que más suelo trabajar en la consulta de psicoterapia es que mis clientes lleguen a sacar totalmente de sus mentes la idea del culpable y la idea del castigo. Estas ideas están totalmente asociadas. Pero si no hay culpable, ¿a quién vas a castigar? Necesito sacarme los miedos, los apegos y las culpas y hacer desaparecer las ideas de castigo, para poder hacer relaciones desde amor. Te propongo que trabajes mucho esto de la limpieza mental.
Es importante que recuerdes que la mente tiene almacenada una información y para poder modificar esa información, necesitas seguir tres pasos: -El primer paso es TENER NUEVA INFORMACIÓN, y ya la tienes con las entradas al blog o si lo prefieres puedes apuntarte a los talleres de psicología transpersonal que se imparten periódicamente en la asociación de psicología transpersonal Cajal. -El segundo paso es que yo necesito INSTALAR ESA INFORMACIÓN EN MI MENTE, porque una cosa es que yo la escuche y otra cosa es que yo la llegue a instalar. Para instalarla necesito REPROGRAMAR LA MENTE. Las diferentes técnicas de reprogramación mental se enseñan y se practica en los talleres de psicología transpersonal. -El último paso es PRACTICAR MUCHO, ENTRENARME EN ELLO.
Te pongo unos ejemplos, tú vas a decir: -SIEMPRE TENGO TODO AQUELLO QUE NECESITO PARA MI EXPERIENCIA DE VIDA. Esta es una frase de reprogramación mental. El día que mi mente acepte eso yo ya no tendré miedo a perder nada.
Lo mismo vas a hacer con la frase: -NADIE ME HACE NADA, YO ASÍ LO DECIDO. Esta frase es muy importante porque mientras yo crea que alguien me ha hecho algo, no se me quitan los rencores. Nadie te ha hecho nada, tú así lo decidiste. Yo decidí interpretar lo que los demás hacían pero no es que me hicieran nada. Y para el otro lado lo mismo, -A NADIE LE HAGO NADA, ELLOS ASÍ LO DECIDEN. Estas frases nos van a quitar la culpa, el resentimiento, los rencores y por supuesto nos van a quitar el miedo, por lo menos una buena parte. Úsenlas para la reprogramación mental, por eso son frases cortas.
Y ahora vamos a ver lo que llamamos los tipos de seres humanos que conocemos. -Los que en su IGNORANCIA viven ESCLAVOS de su miedo, del rencor, la culpa y los apegos (la mayoría de la humanidad). -Los que en su COMPRENSIÓN viven LIBRES en aceptación, decisión y amor.
La IGNORANCIA nos esclaviza, específicamente, con MIEDO. El miedo a perder, el miedo a enfrentar, el miedo a morir. El rencor es que yo estoy culpando a alguien de lo que yo hago, de lo que a mí me pasa o de lo que yo siento. Y la culpa es lo inverso del rencor: -Yo me estoy culpando de lo que los demás viven o experimentan y el problema no es mío, sino de ellos. Y finalmente los apegos: -El miedo al perder.
Estos elementos de la ignorancia son supremamente limitantes, no solamente para nosotros a nivel personal, sino para las relaciones. Las relaciones humanas establecidas desde estos elementos del egoísmo y la ignorancia son bastante desastrosas. Para poder hacer excelentes relaciones, yo necesito hacer un trabajo personal, necesito limpiar mi mente, así sea parcialmente, la limpieza profunda vendrá más adelante, pero necesitamos limpiarla así sea parcialmente de estos elementos del miedo, sino se interponen a mi éxito y mi felicidad.
Una de las primeras cosas que trabajo en consulta con mis clientes es bajar el miedo, con el miedo que tienen no vamos a poder hacer nada. Y trabajo hasta que el miedo baja, luego verifico que es así. No significa que haya desaparecido del todo pero ha bajado a un nivel más manejable, entonces ya les digo: -Podemos trabajar, antes no.
Lo mismo ocurre con las relaciones. Para hacer relaciones más o menos satisfactorias, necesito bajar a mi ignorancia hasta un nivel más o menos manejable. Y te estarás preguntando: ¿Cómo lo hago? Utilizando las dos herramientas que te he explicado anteriormente (información de verdad y reprogramación mental) y la tercera es la práctica.
Verifícalo en la práctica y con eso se cambia la estructura mental. Cualquier cosa que tú decidas hacer voluntariamente diferente a lo que normalmente haces, modifica tu personalidad. El solo hecho que cambies tu forma de hablar modifica tu personalidad. Estamos buscando modificar la personalidad. Hay otro tipo de ser humano que por su COMPRENSIÓN viven LIBRES en su aceptación, valoración, decisión y amor.
Te estoy proponiendo pasarte del tipo de ser humano ignorante al tipo de comprensión. ¿Qué es lo que necesito reprogramar? Necesito CAMBIAR EL MIEDO POR LA ACEPTACIÓN. Acepto que todo lo que sucede en mi vida es necesario y es perfecto. Acepto que soy yo el que lo genera y que podría generar una cosa diferente si me lo propongo. Valoro las experiencias del pasado por lo que aprendí de ellas y por supuesto cambio la concepción mental que hoy tengo del pasado. Eso se llama limpiar los rencores. Un cambio de concepción.
Te lo aclaro con un ejemplo: -Yo creo que mi madre me limitaba y me agredía injustamente. Entonces tengo un rencor hacia ella porque me agredía. El cambio es este: -Ella siempre hizo lo mejor que podía y yo necesitaba pasar por esa experiencia para aprender a que eso no me afecte. Ahí yo simplemente le cambié la concepción mental que yo tenía, el hecho no varía, y ahí desaparece totalmente el rencor, me libero de ese problema, mi energía fluye.
Más que perdón, lo que hay es una limpieza profunda, una comprensión de que nadie me ha hecho daño. El perdón significa que alguien me hizo daño y yo le perdono, es decir, yo renuncio a vengarme de ti por lo que me hiciste. Eso sirve inicialmente, pero más profundo es decir: -Tú nunca me has hecho a mi nada, yo me hice daño con las acciones tuyas, pero tú no tienes la culpa de que yo me haga daño. Esto es lo más profundo.
El perdón lo recomiendo inicialmente cuando la persona no tiene suficiente información. Si me llega una persona con muchos odios, con muchos rencores, pero no tiene suficiente información, entonces yo le digo: -Renuncia a desquitarte o a vengarte de los demás, porque te estás haciendo daño a ti mismo, a nadie más, entonces perdona eso, olvida eso.
Si tiene más información le invito a que modifique la condición del pasado, pero esta última opción necesita más información. El perdón es totalmente válido pero es más profundo saber que NUNCA NADIE TE HA HECHO NADA. En lugar de tener culpa, voy a tener DECISIÓN PARA ACTUAR.
¿De qué me puedo estar culpando yo? -De omisiones, de no haber hecho las cosas que tenía que hacer, de haber actuado con exceso, de haber actuado con defecto, de haberme equivocado… lo que necesito es tomar nuevas decisiones. Entonces aprendo a decidir y a ASUMIR EL RESULTADO DE MIS DECISIONES. Y finalmente los apegos los cambio por AMOR.
El amor es algo que comprende que la única forma de tener excelentes relaciones es a través de la LIBERTAD, por eso el amor no se apega, no prohíbe, no impone, no castiga, sino que permite libertad total, absoluta. Lo único que hace, para darle una forma a las relaciones, es HACER ACUERDOS. Pongámonos de acuerdo en cuál es la forma que tiene nuestra relación. Eso no es un límite, es una libertad. Estos son los principios que modifican la personalidad y las relaciones y, por supuesto, el resultado de la vida.
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