El propósito de la escuela de padres es sembrar esa semilla de amor en nosotros desde que los niños son muy pequeños, para que luego ya se desarrolle y podamos tener personas adultas con una gran capacidad de amar y de aprovechar sus vidas.
Nuestra actual civilización está enferma y cuando buscamos una respuesta, siempre encontramos una razón de fondo, la cual, es la raíz de todos los problemas sociales: en la mayoría de los Núcleos Familiares, independientemente de los niveles socioeconómicos y culturales, se manejan altos niveles de agresión, desarmonía, autoritarismo, y desvaloración personal, que producen en el individuo serios traumas psicológicos y limitaciones mentales.
Es fácil verificar que los individuos que generan la corrupción, la violencia y los problemas sociales, provienen de familias desorganizadas, agresivas, y de bajo nivel de autoestima, que diariamente lanzan a la sociedad, niños, adolescentes, jóvenes y ancianos, incapaces de ser felices y de sobrevivir de una manera sana, y respetuosa de los derechos de los demás, y del medio ambiente.
Evidentemente, la solución de todo problema, debe comenzar por corregir la causa que lo genera, de lo contrario, las soluciones siempre serán insuficientes para contrarrestar la creciente desarmonía social, puesto que, cada vez, habrá más cantidad de individuos produciendo malestares psicosociales.
El propósito fundamental del taller de escuela de padres es lograr la comprensión del mundo de los niños. Precisamente porque los adultos nos olvidamos de ese mundo mágico, ya no lo recordamos, nos cuesta trabajo entender a los niños pequeños, ¿porqué se comportan de cierta manera?, ¿qué es lo que hace?, ¿qué es lo que ve?, ¿con quién se relaciona?. No tenemos respuesta a esas preguntas porque eso ya se nos fue a nosotros al subconsciente, entonces la idea es volver a retomar esto, para poder lograr la comprensión del niño. Otro propósito del taller de escuela de padres es identificar la verdadera función de los padres.
Es interesante, cuando llegamos a comprender, que ser padres tiene una función muy linda, pero a veces la confundimos con otra que no es de amor, como es controlar, prohibir, imponer, poseer o sentirme dueño de alguien; eso ya no es una función del amor ni de los padres. A veces la confundimos porque se vuelve parte de nuestro ego y de nuestros sentimientos humanos, pero la verdadera función de los padres no es esa, es una más hermosa.
La última parte del propósito es encontrar formas armónicas para crear la relación con los adolescentes. Uno de los conflictos más usuales en nuestra civilización es precisamente el conflicto entre el adolescente y el entorno y entre los adultos y los adolescentes, sobre todo con los padres. No tendría porqué ser así, sin embargo, correspondientemente, es una realidad, pero es una realidad que podemos modificar.
La mayoría de nuestros problemas de adultos, son problemas que se originan en la crianza, y casi siempre, cuando tenemos necesidad de hacer terapias psicológicas, ya con nosotros los adultos, lo que encontramos es que hay problemas de crianza. Vamos a partir de un principio elemental: los padres y las madres, siempre, inevitablemente, quieren lo mejor para sus hijos, eso es sin excepción, eso es al 100%, pero querer lo mejor no es suficiente; necesitamos saber cómo se hace, porque las intenciones buenas, son buenas, pero si no son de sabiduría, no serán suficientes para ese propósito. Entonces para eso necesitamos tener buenas herramientas de trabajo, que es lo que nos proponemos en el taller de escuela de padres.
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Enhorabuena, muy buen trabajo, se nota que disfrutas enseñándonos y trasmites esa confianza en ti mismo. Sigue así, has ganado un seguidor y estaré expectante a tus próximas publicaciones.
Gracias por compartir tu tiempo.