Independencia espiritual. El propósito fundamental de un discípulo de amor es alcanzar el estado interior de la independencia espiritual. ¿Qué significa el estado interior de la independencia espiritual? significa una persona que no depende de nada, ni de nadie para estar en paz, para ser feliz y para tomar sus decisiones. Únicamente depende de su capacidad interior y de su comprensión de la necesidad de respeto a lo exterior. En ese punto se origina su paz, se origina su felicidad y se originan sus propias decisiones.
Es decir, no es una persona manipulable con ninguna circunstancia exterior. Ese es el estado que estamos buscando, ese es el estado de la maestría. Para lograr ese estado de maestría, necesitamos asumir totalmente nuestra propia vida. En esta entrada del blog vamos a estudiar los pasos a seguir, uno por uno, para lograr asumir totalmente nuestra vida y alcanzar el estado interior de la independencia espiritual.
Vamos a comenzar con un pequeño ejercicio de dos preguntas. Tómate 2 o 3 minutos para que busques las respuestas a estas dos preguntas:
- -1. ¿Qué tendrías que hacer para tomar las riendas de tu propia vida?
- -2. ¿Cómo sabrías que lo lograste y no que me estoy engañando?
¿Qué has respondido? 1. ¿Qué tendrías que hacer para tomar las riendas de tu propia vida? No culpar a nadie, asumir tus propias decisiones… me corresponde a mi hacer algo y es mi decisión lo que yo hago frente al universo, no tiene nada que ver con los demás, es mía. Y evidentemente aquí y ahora, porque yo no puedo actuar ni en el pasado, ni en el futuro, actúo en el presente.
- -1. Dejo de depender de lo que sucede fuera de mí para tomar mis decisiones. Tomo las decisiones desde la comprensión que yo tenga para actuar frente al medio. Independientemente de que en algunas ocasiones mis decisiones pudieran no ser acertadas, voy a asumir que esa decisión fue mía, y que ese resultado es mío, y yo por lo tanto lo asumiré sin culpar a nadie.
- Significa que en mi interior voy a encontrar un estado de paz y significa que no dependo de nada, ni de nadie para mantener esa paz. Mientras haya algo externo que esté influyendo sobre mí, significa que yo estoy permitiendo que eso suceda. No es culpa de las situaciones externas, no importa qué tipo de situaciones puedan ser esas, si alguna situación externa influye sobre mí, yo lo estoy permitiendo. ¿Por qué lo estoy permitiendo? porque tengo limitaciones, porque tengo traumas, porque tengo miedos, porque mis sentimientos me traicionan… por diferentes razones, lo importante es que yo reconozca que el problema está dentro de mí y no fuera. Ahí ya estoy empezando a asumir.
Alcanzar esa libertad interior es el propósito del desarrollo espiritual. Alcanzar la libertad interior, dejar de ser un esclavo, pero no un esclavo de lo de fuera, un esclavo de mí mismo, esclavo de mi propia mente, de eso es lo que soy esclavo.
En esta entrada me gustaría muchísimo que pudiéramos aprender a tomar decisiones. Aunque suene extraño decirlo, pero es necesario aprender a tomar decisiones, significa que no sabemos hacerlo. Un ejemplo: si tú te encuentras con una persona que te amenaza para que tú le entregues un dinero, ¿tú te sientes obligado a entregar el dinero? sí. Entonces no soy independiente, la idea es que yo pueda comprender claramente que yo decido alguna de estas dos cosas (pero soy yo, no es el otro).
La persona externamente lo único que ha hecho es amenazarme, si tú observas con cuidado, permanentemente estamos sujetos a amenazas: el niño nos amenaza, el empleado nos amenaza, el vendedor nos amenaza, la propaganda nos amenaza… estamos rodeados de amenazas constantemente, porque este es un mundo que es parte de la cadena alimenticia del universo. Todos los seres pueden estar amenazados.
Independientemente del nivel de amenaza a la cual yo me enfrente, yo tengo dos decisiones que son mías: accedo a la amenaza o no lo hago. Esas dos decisiones son mías, lo que me lleva a tomar una u otra decisión es una evaluación. Yo voy a evaluar cuál de las dos decisiones es más importante o más beneficiosa para mí, miro cuál es la ganancia de la decisión que yo voy a tomar. Eso es lo que yo estoy evaluando.
“ANTE UNA AMENAZA MIRA CUAL ES LA GANANCIA Y DECIDO SI ACCEDO A LA AMENAZA O NO”.
En la relación con una persona puedo evaluar: Le voy a dar gusto a esa persona, porque considero más valioso contar con su compañía que con mi orgullo. Entonces le doy gusto, aun cuando inicialmente mi intención fuera no darle gusto. ¿Él me manipuló? no, él hizo algo, puede ser que lo hiciera de una manera inadecuada (me amenazó de cualquier manera), yo tomé una decisión que yo evalué que era beneficiosa para mí, porque para mí era más beneficioso seguir contando con esa persona que tener una enemistad. Decidí eso porque era más beneficioso.
O pude haber evaluado otra cosa: el proceso de relación con esta persona no me está aportando a mi ninguna cosa, y es más beneficioso que esta persona no esté en mi vida. En ese caso decido no darle el gusto y yo me retiro o él se retira. ¿Ahí qué evalué? nuevamente evalué un beneficio. Fíjate que las decisiones siempre se toman evaluando un beneficio, cuando yo aprendo a decidir. Si tomo la decisión desde orgullo, el orgullo no trae beneficios, el orgullo trae perjuicios, eso es aprender a decidir.
Cuando una persona te amenaza con un arma y te dice: Ud. me entrega su dinero o yo le pego un tiro, tú vas a tomar una decisión evaluada desde beneficios: mi salud vale más que el dinero que tengo en el bolsillo, por lo que es más beneficioso entregarle el dinero que reparar mi salud (si es que se pudiera reparar). ¿Qué decisión fue esa?
- -1. ¿Quién la tomó? Yo.
- -2. ¿En qué se basó para tomarla? En el beneficio. Hay un beneficio.
Ahora mirémoslo desde orgullo: Ud. no me va a venir a quitar algo que yo me he ganado con tanto esfuerzo y me respeta mis derechos. Estoy evaluando en orgullo y la persona decide pelear. No sabe si va a ganar o no la pelea, el orgullo se lo mostrará después, o la ley de correspondencia se lo mostrará. Muchas veces cuando defiendo el orgullo me sale más costoso que si no lo hubiera defendido. En ese caso me quedo con mi orgullo y con el coste.
Por eso te digo que aprender a decidir es una técnica de sabiduría, lo que no es de sabiduría es: culpar al otro por la decisión que yo tomo, o sentirme mal por la decisión que yo mismo tomé, o culparme a mí, o actuar desde orgullo, eso no es de sabiduría. La persona que toma decisiones de sabiduría se siente satisfecho con su decisión, valora la razón por la cual la decidió, porque lo hizo desde una ganancia y se siente feliz de la fuerza interior que tuvo por hacerlo sin culpar a nadie, ¡cuánto gano!, aún en el caso de una amenaza.
Mientras yo me sienta obligado es porque no estoy asumiendo mis decisiones, estoy culpando al otro. Cuando me siento obligado estoy culpando al otro. Nadie puede obligar a otra persona a tomar una decisión. Eso es imposible, lo que si hace la gente es amenazar, eso lo estamos haciendo todos los días. Puede ser que yo inconscientemente también esté amenazando a los demás y puede ser que los demás inconscientemente me estén amenazando a mí, pero las decisiones que yo tomo frente a las amenazas son mías.
Si las tomo desde sabiduría me traerán ganancia y satisfacción, porque ese es el aprendizaje de la vida. Esto se llama aprender a decidir. Es lo que vamos a hacer en esta entrada. Las decisiones que tomo frente a las amenazas de los demás son mías, si las tomo desde sabiduría me traerán ganancia y satisfacción.
En conclusión, para tomar las riendas de mi propia vida necesito aprender a decidir, necesito poder ser feliz y vivir en paz interior, independientemente de lo que pase fuera. Aun en el caso en que yo decida ceder ante una amenaza, eso no tiene porqué quitarme paz, no tiene porqué quitarme felicidad, porque mi decisión fue una ganancia.
Suena extraño decir que ante una amenaza tu decisión puede ser de ganancia o de pérdida, parece que siempre es pérdida, pero no es así, porque ya estás frente a una situación de correspondencia del destino, o no habría sucedido. Y frente a esa situación tienes una posibilidad: ganar sabiduría, ganar manejo, ganar experiencia o de perder muchas cosas. Esa es tú decisión. Por eso hay un dicho de la sabiduría popular que dice: PERDER POR APRENDER NO ES PERDER. Porque lo que aprendes puede ser mucho más valioso que lo que pagaste por el aprendizaje.
Cuando alguien te amenaza y tú le das gusto puedes decir: bueno, este curso me costó “tanto” pero fue valioso. Eso es lo que está sucediendo, estoy pagando un curso, estoy pagando un ejercicio, es como cuando vas al gimnasio; tú le pagas al dueño del gimnasio por hacer ejercicio, él no te manipuló, ni te amenazó, te trajo un beneficio.
En el caso de la amenaza no hay ni la capacidad, ni el tiempo para tomar conciencia de la evaluación. Es precisamente por esa razón es por lo que yo necesito una preparación previa, porque en el instante en que estoy frente a la situación puede ser que no tenga tiempo de hacer esa preparación. Es como el piloto que va a pilotar un avión, él tiene que haberse entrenado previamente en las posibles dificultades, porque si se presenta una dificultad en ese momento no puede sacar el manual y ver qué es lo que dice cuando… ¡no!, él tiene que tener ya la experiencia. Eso mismo pasa en la vida: yo necesito haberme preparado previamente para las eventualidades, para que no me tomen de sorpresa y poder decidir rápidamente desde sabiduría ¿qué hago frente a un evento?
Lo importante de este ejercicio es que nos demos cuenta de que si no soy libre, es porque soy esclavo de mí mismo y si soy esclavo de mí mismo, para liberarme tengo que limpiarme y trabajar conmigo mismo. Esto no es cosa de los demás, decir que los demás me manipulan, me obligan, me esclavizan, es que vivo en un mundo donde no hay libertades… no es cierto.
“EN CUALQUIER LUGAR DEL UNIVERSO ERES 100% LIBRE A MENOS QUE SEAS ESCLAVO DE TI MISMO”.
Decir que me voy a un país donde haya libertad o a un mundo donde haya libertad es engañarme a mí mismo. Si yo soy esclavo de mí mismo, donde quiera que vaya me llevo mis cadenas, me llevo mis grilletes, porque están conmigo.
En el universo se nos reconocen cinco derechos a todos los seres vivientes, cualquier cosa que sea adicional a los cinco derechos, es ganancia, y toda ganancia necesita estar regida por la ley de compensación, es decir, para que yo tenga una ganancia, yo tengo que haber hecho algo que compense lo que voy a recibir, si no hago nada, si no doy nada, no tengo derecho a recibir nada adicional a mis cinco derechos.
¿Recuerdas cuáles son los cinco derechos? tú no le puedes decir a ninguna persona, ni a ningún ser viviente: Ud. no tiene derecho a tener una forma, ¿cómo haces para eso? no se puede, si existe tiene una forma. Ni le puedes decir: Ud. no puede usar un lugar en el universo; si existe ocupa un lugar y eso es inevitable. Y no le puedes decir: Ud. no puede cumplir una función; si existe y ocupa un lugar, tiene una función. Y si tiene una función no le puedes decir: Ud. no tiene derecho a recibir una compensación por su función. Y si cumple una función y recibe una compensación no le puedes decir que no use algunos bienes.
Esos cinco derechos no se pueden negar porque son parte de la esencia misma de la vida. Cualquier cosa adicional a eso será ganancia y la ganancia (como la abundancia y la prosperidad) corresponden directamente con lo que yo soy capaz de dar, y de entregar, y de servir. Si no hago nada, nada puedo esperar recibir.
Fuera de esos cinco derechos no existen más derechos, lo demás necesito ganármelo. Si no hago nada no tengo derecho a exigir nada, porque ¿qué exijo? espero que te haya quedado claro de qué se trata. Todos los famosos derechos del niño, o los derechos de las personas… que pueden estar en las constituciones no pasan de ser letra muerta, porque no se cumplen.
Los cinco derechos que plantean los maestros se cumplen por encima de cualquier papel escrito por el ser humano, no se pueden evitar porque son universales. Los otros son letras, son palabras, que no se cumplen. ¿Nos quedó claro? estamos entrando a la parte profunda del asumir. Por eso yo te decía que la herramienta de asumir es tan poderosa que dicen los maestros:
“SI UNA PERSONA COMPRENDE Y PRÁCTICA PROFUNDAMENTE EL ASUMIR SE VUELVE INMORTAL”
La última pregunta: 2. ¿Cómo sabrías que lograste tomar las riendas de tu propia vida? Paz, libertad interior, libertad total, 100%. Si yo no me siento 100% libre, yo tengo una limitación autoimpuesta (no me la ponen los demás), yo me la impongo a mí mismo.
Me gustaría que nos quedara claro algo: donde no hay movimiento, no hay vida. La vida implica movimiento. La vida son proteínas en movimiento. Si un ser cualquiera (no importa si es planta, animal, u hombre) no hace nada, no tiene movimiento, desaparece. ¿Qué pasa si una planta no absorbe minerales del suelo?, ¿qué pasa si no toma el oxígeno? y ¿qué pasa si no toma la energía del sol? Se muere. ¿Qué pasa con un pajarito que se queda acostado en el nido? Se muere.
Eso mismo pasa con un ser humano que se queda acostado en el nido. Para que aprenda que se puede quedar acostado, es porque hay un ignorante de turno por ahí cerca. Entonces, para que el pajarito se quede acostado en el nido, significaría que los otros pajaritos irían a recoger comida y se la llevarían al nido. Eso lo hacen los adultos mientras no puede volar, pero cuando ya puede volar no le vuelven a llevar comida al nido. Si decide quedarse en el nido lo respetan, pero se muere. Es igual para los seres humanos. Entonces, ¿quién es el que interfiere? el ignorante de turno es el que permite que alguien se quede durmiendo sin hacer nada y además le echa la culpa a él.
Para saber que tomé las riendas de mi propia vida significa que tengo paz interior, libertad interior al 100% y empiezo a tener buenas relaciones, porque dejé de culpar, dejé de agredir, dejé de culparme… tomé las riendas, soy libre. Si soy libre internamente, ¿qué podrá pasar externamente? recuerda unas palabras muy sencillas del maestro Jesús: buscad el reino de Dios dentro de vosotros, y lo demás se os dará por añadidura. ¿Qué significa? el que alcanzó la libertad interior hizo un gran trabajo espiritual que significa encontrar el reino de Dios. ¿Qué es el reino de Dios dentro de mí? un estado de paz, de armonía, de independencia espiritual… (porque si no, no podría tener paz).
¿Cuál es la característica del amor? la paz, la armonía, la abundancia, la prosperidad. Si alguien alcanzó el reino de Dios en su interior, lo demás se os dará por añadidura. Entonces no hay razón para que teniendo paz interior, teniendo libertad interior, fuera vaya a tener dificultades. Se cumple la ley.
El verdadero trabajo del ser humano no es cambiar el mundo, es alcanzar el reino de Dios dentro, eso se llama el estado total de la independencia espiritual: una persona llena de amor, llena de paz, llena de felicidad, que no depende de nadie para mantener esa situación; ese alcanzó el reino de Dios en su interior.
Un maestro no te habla de justicia, por una razón muy sencilla: porque para que yo hable de justicia significaría que hay injusticia y desde la sabiduría del universo sabemos que no hay nada injusto. Un maestro habla de lo justo, mas no de la justicia. Hay una diferencia entre lo justo y la justicia muy grande:
- Lo justo es la esencia de lo que es, es la esencia del equilibrio, es la esencia del Ser, es la esencia de la perfección: lo justo.
- Mientras que lo injusto es una apreciación humana que supone que le corresponde lo que no le corresponde. En este caso trataré de pelear para conseguir y exigir lo que no se ha ganado. A eso lo llama injusticia.
Ahora vamos a hacer dos reflexiones de estos tres pasos de desarrollo de la personalidad: el niño, el adolescente y el adulto, ¿Tú quién crees que tiene la posibilidad de, en cualquier momento, salir de la esclavitud mental? el niño está listo para entrar a la esclavitud, el adolescente está en plena verificación de su esclavitud, y el adulto empieza a pensar cómo hace para liberarse.
En la adolescencia se entra a escuchar lo que está grabado en ella, y por eso se presenta la crisis del adolescente y el conflicto con sus relaciones con el mundo, puesto que lo que está grabado en su mente no concuerda con la realidad del mundo. Ahí empieza el primer conflicto del ser humano: yo trato de modificar lo que pasa fuera de mí, entro en conflicto con lo que pasa fuera de mí, pero yo no me doy cuenta donde está el verdadero problema, porque todavía no he entrado a la 3ª fase.
El 3er momento de la personalidad sucede de los 18 años en adelante por el resto de nuestra vida. Dentro de ese 3er momento, nosotros podemos hacer lo que llamamos transformar la personalidad. El adulto entra al tercer momento que es: decidir reprogramar su propia personalidad, resetear su disco duro voluntariamente.
¿Cómo lo modificaría una persona? Necesita unas herramientas sencillas:
-1. Darse cuenta de cuál es el problema. Mientras yo no tengo ubicado cual es el problema, mi problema no tiene solución, y si yo ubico el problema donde el problema no está, no lo puedo solucionar.
-2. Mientras yo crea que mis problemas están fuera de mí, no puedo solucionarlos, porque los he ubicado donde los problemas no están. Mientras yo crea que mis problemas están fuera de mí, no estoy asumiendo mi verdadera situación como ser humano, lo que estoy haciendo es algo muy común, pero supremamente lesivo de la paz: estoy culpando a algo o a alguien de lo que a mí me sucede, porque yo no he ubicado el problema. Estoy culpando al medio, estoy culpando a las noticias, estoy culpando a las circunstancias que me rodean, estoy culpando a las personas, o me estoy culpando a mí mismo… y ese no es el problema. Esto no es cuestión de culpables, los culpables no existen. Mientras yo tenga en mi mente la idea del culpable, estoy haciendo el siguiente error:
- Ubiqué el problema donde el problema no está, lo ubiqué fuera de mí.
- Le eché la culpa a esa situación o a esa persona de lo que pasa dentro de mí.
- Mi malestar, mi angustia, mi estrés, mi inseguridad interior, mi miedo… son míos, pero yo le estoy echando la culpa a lo que está pasando fuera, entonces trato de modificar lo de fuera y lo que hago es armar un conflicto, o generar una guerra, o poner una frontera, y esa no es la solución, porque el problema no está allá.
Cuando ya hemos hecho esto durante bastante tiempo y nos damos cuenta de que el problema no se ha solucionado, empezamos a pensar ¿qué será lo que está pasando? Es posible que en ese momento yo me dé cuenta de algo: que el problema no está fuera de mí, sino dentro de mí, nadie tiene la culpa de lo que yo siento, nadie tiene la culpa de lo que a mí me pasa, nadie tiene la culpa de los sucesos o experiencias que yo necesito vivir. En ese momento ya tengo la herramienta para poder salir del problema.
El primer ejercicio que hace el adulto para liberarse es tratar de cambiar el medio, porque supone que el medio le esclaviza. Pero cuando se da cuenta de que la lucha por cambiar el medio es una lucha inútil, esa lucha está regida por una ley: la ley de saturación. Cuando se satura de pelear, de luchar, de agredir, entonces siente que ese no es el camino y busca el camino de verdad.
El problema está dentro de mí y la solución también, y ahí empieza a buscar el reino de Dios, lo cual significa liberarse de la esclavitud mental, tomar las riendas de la vida, no depender de nada, ni de nadie para vivir en paz y armonía y alcanzar el estado interior de independencia espiritual.
Vamos a plantear el estudio que estaremos desarrollando en esta entrada para lograr el asumir total de mi vida. Cuando comprendo que el único dueño de mis decisiones soy yo mismo, puedo liberarme de la esclavitud mental. Para liberarme de la esclavitud mental necesito asumir como mínimo siete aspectos que conforman la experiencia de cualquier ser humano. Vamos a enunciar estos aspectos y luego los estudiaremos uno por uno.
- -1. Asumir la decisión del diseño del destino: yo en mi conciencia, con un propósito de amor, diseñé mi propio destino con
ayuda de los maestros de sabiduría y de ley. Eso lo hice yo solito en mi conciencia y no tengo por qué quejarme de ningún otro ser del universo. Yo hice eso y lo voy a asumir (destino).
- -2. Asumir la decisión de la escogencia del cuerpo: yo mismo, al diseñar el destino, escogí el cuerpo físico correspondiente para la experiencia diseñada. Eso lo hice yo solito desde mi conciencia, nadie más lo hizo por mí.
- -3. Asumir la decisión de la escogencia de los padres: para poder tener ese cuerpo, yo mismo escogí unos padres que me aportaran una genética. Yo solito escogí esos padres, porque evalué que en ellos había una ganancia para mi espíritu, independientemente de lo traumática que pueda resultar la experiencia, yo escogí eso.
- -4. Asumir la decisión de la escogencia del lugar: yo mismo tomé la decisión de escoger un lugar en el planeta para nacer, porque evalué que ese lugar era perfecto para el desarrollo de mi propósito de ganancia de amor, independientemente de lo agresivo o violento que ese lugar pueda ser.
- -5. Asumir la decisión de la escogencia de las situaciones: yo mismo tomé la decisión de escoger ciertas situaciones que son las tareas que yo mismo diseñé con la ayuda de un maestro para aprender a vencer mis limitaciones, y ahí está la ganancia de enfrentar dificultades.
- -6. Asumir la decisión ante los eventos de la vida: yo mismo tomo la decisión ahora de asumir los eventos que la vida me ofrece porque yo mismo decidí involucrarme en ellos con un propósito de ganancia espiritual.
- -7. Asumir la decisión de disolver la personalidad: yo mismo asumo la decisión de disolver la personalidad que ya no necesito, porque ya comprendí cuál era mi propósito de amor al venir aquí.
A esto lo llamamos los siete pasos de la libertad interior que necesitamos asumir para alcanzar el estado de independencia espiritual. Aquí no cabe el culpable de ninguna razón, aquí no cabe el término injusticia, cabe el término: propósito perfecto de amor.
Asumir la vida es algo absolutamente extraordinario, yo diría que es la llave que abre la puerta para tener acceso a un mundo de felicidad y de paz. No solamente paz y felicidad interior, sino exterior también. En la medida en que yo me lleno de amor, que yo me lleno de paz, me lleno de respeto hacia los demás, hacia todos los seres vivientes y hacia todas las funciones que existen, me hago correspondiente con tener una experiencia totalmente pacífica y amorosa en todas mis relaciones, independientemente de que las personas a mi alrededor puedan no tenerla, independientemente de que las situaciones cercanas puedan ser conflictivas, nada de eso podrá afectar a alguien que tiene amor en su interior. Los maestros lo dicen de una manera muy hermosa:
“AQUÉL QUE TENGA ENCENDIDA LA LUZ EN SU CORAZÓN JAMÁS ENCONTRARÁ SOMBRAS A SU PASO”
No importa donde esté, porque él lleva la luz en su interior. Este es el principio que estamos buscando para el desarrollo del asumir. Este principio lo llamamos alcanzar el estado interior de la independencia espiritual. Recordemos que todo el proceso del ser humano es un proceso interior, lo externo solamente tiene un propósito: mostrarnos nuestras limitaciones internas. Es el único propósito de lo que sucede en el mundo externo. En la medida en que yo voy superando mis propias limitaciones, el mundo y la vida se me van a ir presentando de una manera diferente, cada vez mucho más armónica.
Independencia espiritual significa una persona que ya ha alcanzado un nivel de invulnerabilidad a lo que sucede a su alrededor. Ningún suceso, ninguna noticia, ninguna actitud de ninguna persona o ser puede lograr que esa persona pierda su paz interior, porque él la ha alcanzado por sí mismo, su paz interior es independiente de los sucesos externos, él se ha apoderado de sí mismo.
Démonos cuenta de que el espíritu aprovecha las condiciones de un hombre y una mujer que estén dispuestos a generar un cuerpo. No importa qué condiciones tenga, el espíritu ha escogido esas condiciones porque las evaluó perfectas para su diseño de destino. No hay nada de qué preocuparse en este asunto.
Primero los padres siempre harán lo mejor que pueden y lo mejor que saben; equivóquense o no, siempre hacen lo mejor. No hay ningún padre, ni ninguna madre en el universo que no haga lo mejor y no le podemos exigir a nadie que haga algo que no sabe, ni dé algo que no tiene. Eso ya lo sabía el espíritu antes de venir, él fue el que decidió eso. Por eso decimos que los destinos son destinos independientes.
Los padres al tomar la decisión de servir de canal y proporcionar el cuerpo se hacen acreedores a un destino correspondiente que pueda venir con ese espíritu. Entonces tampoco es válido que los padres se quejen de los hijos, ni los hijos de los padres. Es decir, quejarse solamente tiene una razón: ignorancia. Solamente el ignorante se queja, nadie más se queja. Para empezar a salir de la ignorancia te invito a que dejes de quejarte, de ninguna cosa.
Que te quede claro, un espíritu no escoge a sus padres, y los padres no escogen a sus hijos. No los escoges, lo que hacemos no es una escogencia, es más bien lo que podemos llamar crear una correspondencia. Voy a poner un ejemplo: Tú qué crees, ¿los colegios escogen a los niños que van a estudiar en ellos o son los niños (en este caso los padres de los niños) los que escogen los colegios? el colegio no es el que escoge los niños, pero hay una correspondencia. Lo que hace el colegio es crear unas condiciones para alguien que el colegio no sabe dónde está.
El colegio dice: voy a enseñar bachillerato, puesto que las personas que están interesadas en bachillerato buscarán eso porque allí es donde lo enseñan. Pero si el colegio dice: solamente voy a enseñar primaria, entonces ya es obvio que solamente los que van a estudiar primaria podrían escoger eso. Y si el colegio dice: voy a crear un módulo de especialización en algún área, solamente las personas interesadas en ese módulo llegarán a ese colegio.
Con los padres es lo mismo: generan unas condiciones que algún espíritu podrá escoger. Si aspiramos a que se puedan canalizar espíritus con mayor desarrollo (porque ser padres es un efecto de servir de canal a un espíritu), tendríamos que crear condiciones muy apropiadas. ¿Cómo son esas condiciones? de amor. Si una pareja que ha decidido el proceso de la procreación es una pareja totalmente armónica, amorosa, que está dispuesta a apoyar a los hijos con sabiduría, a respetar sus destinos y sus misiones, a permitirles experimentar su vida y a asumir a cada uno de ellos sus propias funciones, entonces a esa pareja vendrán espíritus con mucho mayor desarrollo.
Pero si es lo contrario: una pareja que no tiene ningún conocimiento de estas cosas, que vive en constantes agarrones, peloteras y conflictos, inculpaciones, que se sienten dueños y poseedores de los demás (yo soy dueño y poseedor de mi hijo), si esa es la situación, vendrá un espíritu con poco desarrollo. Lo que podemos hacer es generar condiciones para unos u otros espíritus, pero no tanto como escogerlos.
En el caso de los niños adoptados eso está previsto, ya que el destino es precisamente parte de ese diseño. Voy a poner un ejemplo: resulta que un espíritu necesita una estructura genética, pero además de las estructura genética requiere unas condiciones intrafamiliares diferentes y no encuentra las dos cosas juntas, en ese caso si se va a permitir que estos sean los padres que engendren al niño, que le proporcionen la estructura genética, pero quienes lo van a educar realmente y a comprometerse van a ser estos otros y eso está dentro del diseño del destino. Ya han sido elegidos los padres adoptivos.
En el aborto no ha llegado a haber escogencia por una razón: porque la conciencia del hijo de Dios que es la que hace los diseños con ayuda de maestros de sabiduría, penetra en el cuerpo físico después del nacimiento con la primera inhalación de aire. Es decir, en el caso de un aborto, ese cuerpo no fue ocupado por una conciencia, solamente por un principio de personalidad, pero no de conciencia.
Ten en cuenta que por el solo hecho de querer ser padres ya se generó un compromiso con un espíritu que será el que venga. El preestablecido. En el caso de los abortos, a cualquier edad que sea, mientras el niño no ha nacido, no ha tenido una conciencia en su interior, y no ha vivido ninguna experiencia (de ninguna clase). Las experiencias de personalidad, cuando no hay una conciencia que pueda asimilarlas (y en ese niño no la va a haber), no aportan absolutamente nada a la evolución. En esos casos la experiencia es básicamente para los padres, fundamentalmente para la madre, no para el niño, él no vivirá ninguna experiencia.
Si un niño muere muy pequeño (2 o 3 meses) o 1 año, el no alcanza a vivir prácticamente ninguna experiencia a nivel de espíritu, en ese caso yo diría que cumple una misión que es darle una enseñanza a los padres o al entorno. Antes de nacer, el espíritu no ha entrado a la materia, lo que ocurre si sucede un aborto antes del nacimiento es que ese espíritu tendrá que esperar otra oportunidad porque ahí no se dio.
El propósito fundamental del espíritu es el desarrollo de su sabiduría y solo hay una forma de hacerlo: dentro de los planos de la experiencia física, por lo tanto lo que le interesa fundamentalmente es encarnarse en una materia, no tiene ningún concepto de rechazo porque no tiene una personalidad, no tiene limitaciones, no tiene ignorancia, solamente tiene pureza.
En el caso del aborto por malformación, no le está dañando nada a nadie, porque el espíritu que necesita una experiencia la buscará en cualquier lugar del planeta y la encontrará. La persona que verificó que existía una deformidad y decidió no tener ese niño (aun cuando esa deformidad habría sido apropiada para un espíritu) esa persona no se sintió en capacidad de apoyar esa experiencia, entonces no podrá darse.
Y en el caso de los padres que adoptan un bebé, el caso de la infertilidad de sus padres, eso forma parte del destino, no es por casualidad, es parte del destino.
“PUEDO TENER DIFERENCIAS CON MIS PADRES, PERO JAMÁS DEJAR DE VALORAR LO QUE RECIBÍ DE ELLOS”
Independientemente de cómo haya sido la relación, hay muchísimo por agradecer a los padres, muchísimo. No puedo dejar de valorar que gracias a ellos estamos aquí viviendo una experiencia importantísima para el espíritu, y todo ha sido perfectamente necesario y todo es algo que corresponde a un propósito de amor, no hay nada de qué quejarse.
La culpa personal es el error más sutil de todos. Si no existen culpables fuera, tampoco lo existen dentro. El culpable es como si alguien tuviera que pagar o responder por algo. Es diferente cuando yo comprendo que en un suceso existe una oportunidad de aprendizaje y no un culpable.
Cuando yo me siento mal no soy culpable, lo que estoy haciendo es reconocer algo que en mi interior limita mi expresión de amor, limita mi paz, limita mi felicidad… pero eso no me hace culpable, por una razón muy sencilla: ¿Tú puedes culpar a alguien de inocencia?, ¿alguien es culpable de inocencia? y ¿alguien será culpable de ignorancia? eso son los únicos elementos que hay en nuestra mente que nos llevan a cometer errores: ignorancia o inocencia. Pero de eso no somos culpables, eso es parte de un proceso normal y natural de la evolución.
Resulta que nuestra mente se llenó de una serie de referencias culturales, muchas las cuales no son ciertas, pero eso es necesario y el trabajo de cada uno de nosotros es precisamente reconocer de lo que existe en nuestra mente, de lo que hay en nuestra personalidad, qué parte es falsa y qué parte es verdadera. Ese es nuestro trabajo de desarrollo espiritual.
Cuando hay una situación externa que para mí es desagradable, es desagradable para mí en razón a que mi mente lo interpreta de esa manera. El suceso como tal es algo neutro, los sucesos no son ni buenos, ni malos, ni agradables, ni desagradables, los sucesos son neutros. Yo, mi mente, les da esa característica. Pero darme cuenta de eso es algo maravilloso, porque en el momento en que yo me doy cuenta de eso, en ese momento caigo en cuenta de cuál es el problema que yo necesito solucionar, pero eso no me hace culpable, eso es una oportunidad maravillosa.
Voy a contar una pequeña historia, precisamente de cómo un discípulo se liberó de la culpa definitivamente: cuando un día este discípulo fue a quejarse delante de su maestro de todos los males que los demás le habían causado y de los males que le causaba la sociedad a su vida, y cómo todo el entorno había deteriorado su experiencia de vida, el maestro le dijo:
“TODO LO QUE HA SUCEDIDO EN TU VIDA, TODO LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO AHORA EN TU VIDA, Y TODO LO QUE SUCEDERÁ EN EL FUTURO EN TU VIDA, LO HAS GENERADO TÚ MISMO, Y NADIE MÁS QUE TÚ. POR LO TANTO, NO VUELVAS A CULPAR A NADIE, NI A NADA”.
El discípulo pudo comprender eso y renunció al rencor y al resentimiento y se liberó de esos dos elementos corrosivos de la mente. Un tiempo después el discípulo volvió a su maestro y le dijo: maestro, gracias por haberme ayudado a liberarme del rencor y del resentimiento, porque he crecido extraordinariamente en paz y en armonía. Pero hay algo que me atormenta: yo le he hecho daño a mucha gente, yo he cometido muchos errores. Entonces el maestro le dijo: así como te dije la vez pasada que nadie te ha hecho daño a ti, porque eso es imposible, es igual de imposible que tú le hagas daño a alguien, por lo tanto tú no eres culpable de ninguna cosa.
Cuando otra persona comete un error para mostrar mi limitación, yo le voy a dar las gracias porque me está haciendo un gran favor, pero yo mismo elegí ese instrumento que ha cometido el error, para aprender de él. Eso no me hace culpable, ni a mí, ni a él. A veces los demás me escogen a mí como instrumento para que yo les muestre sus limitaciones.
Cuando yo expreso mis errores ante los demás, hago dos cosas:
- -1. Actúo con ignorancia.
- -2. Le hago un gran favor a la persona mostrándole las limitaciones que él tiene.
Eso es inconsciente, pero es la realidad. El culpable no puede existir dentro del proceso de amor. A menos que nos liberemos de la idea de la culpa, trascender espiritualmente no será fácil, sin embargo, liberarnos de la idea de la culpa puede ser muy sencillo, basta con comprender que tu mente es invulnerable y la de los demás también. Si la tuya es invulnerable, ¿qué es la de los demás? Solo hay una cosa a la cual la mente no es invulnerable: a ti mismo. Si yo pienso mal, si yo interpreto mal, yo me hago daño a mí. Pero, ¿por qué hago eso? por ignorancia, nada más.
Cuando lo demás me muestran mi ignorancia, ¿qué sería lo mejor que puedo hacer? darle las gracias, porque me están haciendo un gran favor. Eso es lo que llamamos asumir. Yo asumo que lo que yo siento no es culpa de nadie, ya ubiqué el problema donde el problema está, el problema está dentro de mí, pero no la culpa, el problema. Por eso los maestros dicen esto:
“JAMÁS BUSQUÉIS CULPABLES, BUSCAD SOLAMENTE SOLUCIONES”
Los culpables no existen, necesitamos soluciones, los culpables no nos sirven para nada. Castigar al culpable, ¿os traerá una solución? eso lo que trae es más violencia, lo que trae es más conflictos. Esto no es cuestión de castigos, esto es cuestión de enseñanzas y lo que necesitamos es buscar soluciones y las soluciones solo están en la capacidad de enseñar un principio de amor que nos permita liberarnos de los errores. No en castigar a nadie, ni a nada, ese si es un error más grave todavía.
Es como si yo voy caminando y observando el paisaje que me parece muy hermoso y no me fijo donde piso, meto el pie en un agujero y me rompo un tobillo. ¿Qué hice? cometí un error, simplemente, debería haber mirado donde pisaba, pero ¿soy culpable de eso? eso se llama el resultado que me va a mostrar algo maravilloso: la próxima vez necesito observar mejor por donde camino. ¿Eso requiere castigo? el resultado de romper el tobillo ya es suficiente para que además venga alguien y te diga: mire Ud. cómo es de bruto y de culpable y además de la ruptura te dé unos guantazos.
Te estoy invitando a sacar de nuestra mente total y definitivamente la idea del culpable. Mientras para la mente de cualquier ser humano exista culpa en cualquier sentido, de cualquier naturaleza, no podremos trascender en experiencia de amor, porque esa es una de las tareas, ese es uno de los ejercicios fundamentales. Para que un maestro pueda actuar con sabiduría frente a los errores de los seres humanos como nosotros, él necesita haber trascendido totalmente la idea del culpable, porque los maestros tienen muchísimo poder, no tienen limitaciones, prácticamente pueden hacer cualquier cosa y sin embargo respetan nuestras experiencias humanas y nuestros errores, porque para ellos no hay culpables.
Si nosotros fuéramos culpables, recibiríamos un castigo, y eso no es así, lo que tenemos es un resultado, no un castigo. Todo error trae un resultado: ley de causa y efecto, pero no un castigo. Saquemos de nuestra mente la idea del castigo, de lo contrario yo no podría llegar a ser feliz. Y si no soy feliz y no tengo paz en mi interior ¿cómo voy a expresar amor?, el amor se expresa a través de los principios de amor: paz, armonía, equilibrio, felicidad… pero si yo vivo amargado, si yo vivo frustrado, si yo vivo culpándome, ahí no puedo expresar amor.
“CUANDO COMPRENDO QUE EL ÚNICO DUEÑO DE MIS DECISIONES SOY YO MISMO, PUEDO LIBERARME DE LA ESCLAVITUD MENTAL”
La esclavitud mental está representada en primera instancia en los conceptos de culpa, que se llaman: resentimiento, rencor o culpa. En segunda instancia se manifiestan como acciones originadas en mi mente, que se llaman agresiones. Cuando yo culpo, ¿qué es lo que hago? agredo a aquel objeto, persona o situación que yo supongo que es la culpable de mi problema y entonces me vuelvo un ser agresivo. Si me vuelvo un ser agresivo me hago correspondiente con vivir en un mundo de violencia.
Entonces yo no debería quejarme, porque es lo que yo mismo he hecho. Si hacemos los pasos al revés, entonces me hago correspondiente con vivir en un mundo de paz y de armonía, porque es lo que yo mismo he hecho. Renuncio a culpar y por lo tanto renuncio a agredir, y si renuncio a agredir me convierto en un ser de paz. Ahí empiezo a ser yo mismo, a ser libre. Vamos a ver cada uno de estos pasos:
- ASUMIR LA DECISIÓN DEL DISEÑO DEL DESTINO
La Conciencia Permanente, también llamada Espíritu Trascendente o Inmortal, diseña, con ayuda de los Maestros de la Ley, las experiencias perfectas, dentro del plano de la materia, con el propósito de completar la información de la verdad en el archivo de Conciencia.
Asumir el diseño del destino, significa comprender y aceptar que, todos los eventos que rodean la vida de una persona, fueron sabiamente escogidos por él mismo, y son totalmente independientes de las decisiones de los padres, de la cultura, del lugar y de las situaciones existentes dentro de una civilización cualquiera. Lo que realmente sucede, es que la Conciencia Permanente decide aprovechar todos los elementos presentes en un lugar específico, para continuar su desarrollo a partir del punto donde quedó en su última experiencia en el plano físico.
“PUEDO ENFRENTAR SITUACIONES DIFÍCILES, PERO JAMÁS NEGAR LA OPORTUNIDAD QUE HAY EN ELLAS”
Este párrafo nos muestra algo muy hermoso, si lo comprendemos produce una liberación profunda. La frase del final del párrafo nos dice que por difíciles que sean las situaciones que enfrentemos en cualquier momento de nuestra vida, jamás podré negar que en ellas hay una oportunidad de desarrollo espiritual, porque independientemente de la situación externa, lo que realmente hay es un conflicto interno.
Yo podría manejar esa misma situación sin el conflicto interno. Manejar la misma situación desde paz interior, desde armonía y desde expresión de amor. Si yo hiciera eso, esa prueba habría sido totalmente superada y no se volvería a presentar en mi vida, porque una prueba o una experiencia solamente es necesaria para aprender lo que ella enseña. Si yo me quejo, lucho, sufro, o peleo contra la prueba, significa que yo no pasé la prueba, y si no la pasé, se repetirá.
El diseño del destino es una maravillosa oportunidad de trascendencia espiritual. Esto demanda un entrenamiento, pero su resultado será extraordinario. No culpes a nada, ni a nadie. Cuando se presente una situación y se experimente el malestar interior, primero vamos a tratar de entrar en paz. El malestar interior no es culpa de la situación, es mi limitación interior.
Yo voy a manejar esa situación con la mayor sabiduría, pero primero la voy a hacer desde paz y desde armonía y la voy a comprender, le voy a agradecer; en ese momento la situación tiende a disolverse. Y posteriormente (si lo haces bien) no se volverá a presentar en tu vida. Eso se llama aprovechar el destino. Fíjate que el diseño del destino es algo que yo hice. No lo hicieron ni mis padres, ni el medio, ni la civilización, ni el país, ni los gobiernos… yo hice el diseño.
Cualquier situación de dificultad, cualquiera que ella sea, por variada que sea, por diferente que sea de un ser humano a otro ser humano, las dos situaciones de dificultad enseñan lo mismo por diferentes que ellas sean. Es como cuando un niño se enfrenta a un problema de suma que no sabe resolver (porque es un niño pequeño), entonces el profesor sale al patio y se pone a jugar con piedras y hace la suma con piedras, el problema es el mismo, manejado con piedras. Uno puede ser que se lo muestre en la pizarra y otro con granitos de maíz, pero lo que el niño tiene que aprender es lo mismo: sumar.
En este caso, lo que tenemos que aprender es lo mismo, ante una dificultad hay una sola cosa por aprender: QUE LO DE FUERA NO AFECTE LO DE DENTRO. Eso es lo que tienes que hacer. No importa si la dificultad se llama que el coche se estrelló o que la casa se quemó, o que yo me rompí una pierna, igual tengo que aprender que lo de fuera no afecte lo de dentro, eso es lo que me está enseñando.
Aquí voy a hacer una referencia para no confundirnos: la vida nos enseña sabiduría, el estudio nos da conocimiento. Los conocimientos son específicos, la sabiduría es universal.
“LA VIDA NO ESPERA QUE TÚ ADQUIERAS CONOCIMIENTOS, PARA ESO ESTÁN LAS UNIVERSIDADES, LA VIDA ESPERA QUE TÚ ADQUIERAS SABIDURÍA, PORQUE NO HAY UNIVERSIDADES PARA LA SABIDURÍA, SON LA VIDA MISMA”
¿Qué es sabiduría? es saber vivir en paz, ser feliz y expresar el amor en cualquier circunstancia, y eso te dará un resultado de satisfacción. Hemos resumido la sabiduría de lo que la vida enseña en siete herramientas de amor que tú ya tienes. ¿Te acuerdas de las siete herramientas? Las tienes en otras entradas: aceptación, asumir, respeto…
Lo que nosotros somos necesita crecer y desarrollarse a través del proceso que llamamos la evolución de la conciencia. Para poder hacer ese proceso, el mismo hijo de Dios (que somos cada uno de nosotros) diseña un destino. Destino que no lo va a vivir el hijo de Dios, solamente lo diseña y lo diseña para que lo viva la personalidad (ni siquiera el cuerpo), el cuerpo solamente es el vehículo para poderlo vivir, pero quien realmente va a vivir el diseño del destino es el archivo de la personalidad, por eso hemos estado hablando de la personalidad.
La personalidad, por ser un archivo temporal, no tiene la posibilidad de llevarse la ignorancia para el cielo. La ignorancia es algo temporal, necesario, indispensable para poder encontrar la verdad del amor. Porque solo hay una forma de reconocer el equilibrio, y es saliéndome de él y sólo hay una forma de volver a recuperar el equilibrio cuando se trata de perder: entrenándome.
Esto es como el personaje que va caminando en la cuerda floja, un rato se va para la izquierda, otro rato se va para la derecha… pero él va hasta un punto donde no alcanza a caerse. Eso se llama la ley de armonía. Pero luego retorna al centro mediante el entrenamiento, para alcanzar otra vez.
El ego es necesario que se vaya disolviendo solito. Se disuelve cuando yo dejo de utilizarlo, porque ya no será necesario. Como toda cosa que no se usa, se atrofia. ¿A ti te parecería bien que se atrofiara la ignorancia? Si no uso la sabiduría, ¿qué va a pasar con ella? se atrofia. Para usar la sabiduría necesito estar expresando amor, expresar amor es: jamás te quejes de nada, ni nadie, jamás culpes a nada, ni a nadie, ni muchísimo menos a ti.
¿Qué es lo que hay que hacer? hazte una sola pregunta cuando haya una dificultad y no te quejes de esto: ¿qué aprendo de esto que es tan valioso para mí? y puedo dar las gracias por lo que puedo aprender, y gracias a la persona que me permite aprenderlo. Ahí el rencor se torna en un proceso de amor. En lugar de sentir fastidio con la persona que comete un error, yo internamente (puede ser que no se lo exprese porque posiblemente la persona no me comprenda), pero por lo menos mentalmente si lo voy a hacer: te doy las gracias por lo que tú me permites aprender del amor que hay en mí. Aunque sea piénsalo, ahí ya dejaste de culpar totalmente.
La ley de correspondencia arranca en el momento en que nosotros diseñamos nuestro destino. Ahí comienza, entonces me hago correspondiente con los padres, con el lugar, con las situaciones, con las experiencias… y tendría necesidad de agradecerle a todos esos eventos profundamente en lugar de quejarme de ellos. Eso lo hacemos cuando ya tenemos algún nivel de sabiduría.
¿Queda claro el primer punto? ¿Qué necesito asumir del diseño de mi propio destino? cada uno de nosotros lo hizo, no lo hizo nadie por otro, yo no diseñé el destino de otra persona, diseñé el mío, entonces ¿qué necesito asumir de eso? el aprendizaje, pero concretamente ¿cómo lo asumo? con que nadie es culpable, es que ese es el punto a asumir: nadie es culpable, no existe eso.
Cuando se trata de relaciones muy cercanas: parejas, padres… puede ser que la persona que está junto a ti sea tu hijo, sea tu pareja, sea tu hermano, sea tu padre… tiene un destino diferente al tuyo. Esos destinos son complementarios el uno con el otro, pero son diferentes, tú no puedes responder por el destino de tu hijo, ni tu hijo puede responder por el destino de su padre; son destinos complementarios, pero diferentes.
Los padres son los canales perfectos para que los espíritus vengan al mundo a vivir sus destinos y los hijos son los instrumentos y las herramientas perfectas para que los padres reconozcan sus limitaciones mentales. Todo es perfecto. No hay pecado original, solamente hay una cosa original, pero no se llama pecado, se llama inocencia.
Genéticamente y mentalmente transmitimos limitaciones de diferente índole, y por supuesto que dentro de los procesos de evolución, cuando hay una interacción de aprendizaje, esas interacciones a veces se van repitiendo, pero son solo interacciones de aprendizaje, no de culpables. Las alteraciones genéticas son violaciones a la ley de la naturaleza, que son aprovechadas de una manera perfecta y consciente por el espíritu que va a nacer, que va a encarnar.
- ASUMIR LA DECISIÓN DE LA ESCOGENCIA DEL CUERPO.
El cuerpo físico de cualquier persona, es un diseño perfecto de Dios, escogido sabiamente por el Espíritu inmortal, que lo ha tomado prestado como un vehículo excelente para su propia experiencia de evolución. Cualquiera que sea la raza, y las características específicas que tenga el cuerpo de una persona, siempre corresponderá de manera perfecta con su propia experiencia, por lo cual, se constituye en la herramienta más valiosa que la naturaleza le ha entregado, y que la persona necesita aprender a valorar, amar y respetar, como parte de su proceso para incrementar su comprensión de la vida.
En este punto de la decisión de la escogencia del cuerpo, es muy común un error: no aceptar algo de mi cuerpo, o a veces ni siquiera ninguna parte: rechazo mi cuerpo. Es porque no reconozco dos cosas perfectas:
- -1. Que el cuerpo es un diseño perfecto de Dios.
- -2. Que ese cuerpo lo escogí yo mismo con las condiciones perfectas y necesarias para mi propia experiencia, dentro de las cuales se incluye precisamente el ejercicio de aceptación de mi propio cuerpo.
Cuando yo estoy pensando: a mí me gustaría ser más alto, o más bajito, o más gordo, o más flaco, o más rubio, o más moreno… no estoy aceptando mi cuerpo, no me siento feliz con lo que yo escogí, no estoy reconociendo la perfección que mi cuerpo tiene.
Recordemos esto, que es el primer principio de auto valoración: los seres humanos no somos ni gordos, ni flacos, ni altos, ni bajitos, ni rubios, ni morenos, somos creaciones perfectas. Tu cuerpo es perfecto, 1º por creación de Dios y 2º porque es perfecto para ti.
Los vestidos se hacen sobre medidas, el vestido de Juan posiblemente no le sirve a Pedro, pero para Juan es perfecto el suyo y para Pedro es perfecto el suyo, y si a Juan se le ocurre compararse con Pedro entrará en frustración. Estar comparando en lugar de estar valorando significa sencillamente que no acepto la perfección que hay en mí y no acepto que yo mismo la escogí y no acepto que es una creación de Dios.
Valorar el cuerpo, nadie tiene por qué sentirse ni feo, ni bonito, solamente perfecto. Cuando yo no me siento perfecto genero una dependencia de que los demás me digan que estoy bien para yo poderme sentir bien, y si alguien me dice que estoy mal, entonces yo me desbarato. Significa que no soy yo mismo.
Fíjate que este proceso de la independencia espiritual tiene pasos muy concretos. Mientras no te sientas absolutamente feliz con lo que tienes, no has reconocido la perfección que hay en ti. ¿Entonces qué hay que hacer?, ¿cuál es el ENTRENAMIENTO? yo necesito decirme todos los días a mí: yo soy una creación perfecta de Dios, con la capacidad de ser feliz y de vivir en paz por mí mismo. No me comparo con nada, no con nadie, porque todo lo demás es igualmente perfecto pero totalmente diferente. Solamente somos diferentes, no somos ni más, ni menos perfectos. Por supuesto que una cebra es diferente a un conejo, pero los dos son perfectos. Eso es lo que necesito reconocer.
Una cirugía correctiva es absolutamente válida en el caso de que esto va a traer un mejoramiento físico. Es decir, si la nariz no está recibiendo bien el aire y hay una dificultad de respiración, una cirugía será válida, si hay una situación en que puede mejorarse la movilidad o alguna cosa que pueda hacerse, alguna situación de mejoramiento físico, es totalmente válida la cirugía. Pero cuando el problema es solamente mental y no físico, es decir, la nariz es aguileña, pero no está impidiéndole la respiración, es diferente.
La vanidad es una parte de la personalidad y por supuesto arreglarse, maquillarse y ponerse en unas condiciones en que voy a emparejarme o relacionarme con un mundo que tiene ciertos conceptos, es parte de la sabiduría, pero lo importante es que yo no lo haga porque yo no me considere perfecto, sino porque considero que puedo adaptarme a una situación que para las demás personas es desagradable.
Eso ya se llama capacidad de adaptación y respeto a un medio, pero una persona no se maquilla porque sea fea ni porque sea bonita, se puede maquillar para verse dentro de un medio que tiene una concepción dentro de esto, y puede ser que para otra persona que no haya reconocido la perfección de Dios le parezca mucho mejor ver a una mujer maquillada que sin maquillaje; el problema no está en ti, sino en el otro, pero tú estás apoyando ese concepto o esa limitación y estás respetando al otro en su idea y eso ya se llama amor. El asunto es que no lo hagas porque no te valores, sino por una razón concreta de relación.
La persona con poco pelo que siente que por faltarle pelo no va a ser aceptado por alguien, es porque yo no me acepto a mí mismo. El problema de baja autoestima consiste en que yo no me acepto a mí mismo y por eso yo quiero que los demás me acepten y pienso que no me aceptan si me falta pelo, si la nariz está torcida o si estoy gordo o flaco… el problema es mío, estoy buscando la aprobación de los demás para poder ser feliz. El pelo no hace la felicidad.
“PUEDO QUEJARME DE MI CUERPO, PERO JAMÁS DEJAR DE RECONOCER EL SERVICIO QUE ME PRESTA”
Yo puedo no aceptar mi cuerpo, pero no puedo dejar de reconocer que el cuerpo me presta un excelente servicio para mi evolución y para que yo me mueva, y para que yo cumpla mi función, y para que haga lo que tengo que hacer. Sin mi cuerpo no podría hacerlo.
- ASUMIR LA DECISIÓN DE LA ESCOGENCIA DE LOS PADRES.
Cuando el espíritu inmortal escoge los padres físicos, sabe que ellos tienen las condiciones perfectas para ser el canal a través del cual, él podrá venir al mundo, y además, contar con un apoyo inicial para crecer mientras puede asumir por sí mismo su propio sostenimiento.
En algunas ocasiones, el destino está diseñado de forma tal, que los padres físicos no sean las personas a quienes les corresponde criar al niño, en este caso, los «padres físicos» solamente aportan la genética, pero los verdaderos padres, son quienes apoyan a los niños para que ellos puedan crecer y asumir su propia vida.
“PUEDO TENER DIFERENCIAS CON MIS PADRES, PERO JAMÁS DEJAR DE VALORAR LO QUE RECIBÍ DE ELLOS”
Nos damos cuenta de que el significado de padres es un poco más profundo a nivel espiritual y a nivel de compromiso que el simple hecho de engendrar un niño. No se puede considerar padre a un reproductor, porque es una persona que no se ha comprometido con ese niño.
Aportar una genética no tiene ningún mérito:
- -1. Porque la genética no es nuestra, es de Dios.
- -2. Porque no demanda ningún esfuerzo.
Esto no es ningún mérito, el verdadero mérito lo tiene aquel que se compromete con un niño, eso se llama padre o madre, o se llaman padres. Por eso aquellas ideas que nos venden a través de la televisión, de las telenovelas, de las historias en que ha habido un niño adoptado desde recién nacido y a los veintitantos años alguien le cuenta que su padre no es su padre… y se le arma un drama y un trauma espantoso a ese pobre niño y empieza desesperadamente a buscar a su “padre”.
- ASUMIR LA DECISIÓN DE LA ESCOGENCIA DEL LUGAR.
El lugar que el espíritu escoge para su experiencia de vida, puede ser temporal o permanente, pero siempre será el mejor para el desarrollo de su experiencia evolutiva. Cuando la persona lucha contra el lugar que le corresponde, encontrará toda clase de dificultades que le impedirán apartarse de él, por el contrario, cuando asume con alegría el lugar que le corresponde encontrará muchas satisfacciones.
“PUEDO ESTAR FÍSICAMENTE SOMETIDO, PERO JAMÁS MENTALMENTE OBLIGADO A DECIDIR”
Este es otro punto importantísimo; algunas personas dicen: ¡yo por qué no viviría en Suiza!… El lugar donde nacemos es perfecto, fue escogido por el espíritu y fue orientado y guiado por los maestros. Los lugares a veces pueden ser temporales, otras veces son permanentes. En algunas ocasiones solamente necesitamos tomar de un lugar alguna parte de la cultura o energías que puede haber en ciertos aspectos en lugares específicos del planeta, y después la vida puede decirnos: ahora necesitas trasladarte a otro lugar o a cualquier parte. Eso es fácil de determinar si nos dejamos guiar. Cuando alguien necesita cambiar de lugar las cosas se van facilitando, y se dan para que se traslade a cualquier lugar.
El problema con la escogencia del lugar comienza cuando la vida si me necesita en ese lugar como parte del destino y como parte de la función que se está cumpliendo. Entonces la persona empieza a luchar para tratar de irse del lugar y lo que genera son bloqueos; porque ¿cuál es la herramienta que tienen los ángeles para evitar que nosotros nos apartemos de la función que tenemos o del lugar? la herramienta es el bloqueo, porque una persona con mucho dinero termina haciendo lo que quiere, pero como lo que quiere no es lo que necesita, precisamente cuando las personas tiene que estar en un lugar correspondiente por función, por destino, o por misión, y tratan de luchar contra esto, terminan no pudiéndolo hacer. Todo se dificulta, todo se bloquea.
Lo mejor es simplemente usar la ley de la pregunta. Si a mí me gustaría ir a vivir a Suiza, yo voy y pregunto, si todo se facilita: nos vamos para Suiza, pero si empezamos a ver dificultades y bloqueos, entonces mejor nos quedamos donde estamos.
La escogencia del lugar también es algo importantísimo. Precisamente donde hay que cumplir una misión no es en otro lugar, ese en ese, lo mismo la función de cada uno de nosotros: tiene un lugar específico donde es aplicable, donde corresponde exactamente. Si empezamos a comprender esto entendemos que no hay lugares buenos, ni malos, todos los lugares son excelentes para aquel que tenga el amor en su corazón. Pero ningún lugar será bueno para una persona que lleve la amargura en su espíritu, porque se la lleva con él para todas partes.
Más que preocuparnos por el lugar, es aprovechar cada circunstancia para ser feliz. Quien aprende a ser feliz, lo será en cualquier parte, no importa dónde. Quien no lo sabe hacer, en cualquier lugar estará amargado. Cualquier lugar será maravilloso si yo aprendo a ser feliz, y si la vida te necesita en otra parte déjate guiar y la vida te guiará donde tengas que estar.
Asumir la escogencia del lugar: puedo estar físicamente sometido, pero jamás mentalmente obligado a decidir. Una persona puede sentir que está físicamente sometido a un lugar, pero es importante reconocer que jamás estamos obligados a decidir, mis decisiones siempre son libres o simplemente yo soy esclavo de mí mismo, y no de nadie más.
¿Nos queda claro por qué razón la lucha no es algo que sirva? el trabajo o la acción es todo aquello que yo hago con serenidad, que hago con sabiduría, que soy capaz de disfrutarlo, donde pongo lo mejor que hay en mí, donde pongo mis máximas cualidades y disfruto lo que hago. Eso es trabajo. La lucha es cuando yo quiero que las cosas salgan a mi manera y no las disfruto. Por eso te digo que luchar no es necesario, solo trabajar con amor.
- ASUMIR LA DECISIÓN DE LA ESCOGENCIA DE LAS SITUACIONES.
Asumir las situaciones de la vida consiste en aprovechar el aprendizaje que ellas ofrecen para mantener la paz interior, independientemente de cualquier suceso.
Toda situación dentro de la cual nos vemos involucrados, ha sido previamente decidida, consciente, o inconscientemente por la misma persona que la vive. Esto significa que, no hay nadie a quien culpar y mucho menos, así mismo, puesto que, la situación fue perfectamente diseñada para cumplir con un propósito de desarrollo espiritual, por lo cual, lo más adecuado es agradecer profundamente lo que podemos aprender de ella, como parte del proceso que apoya el crecimiento de la Conciencia.
Esto de las situaciones es uno de los puntos importantísimos de asumir. Todos nosotros estamos constantemente sometidos a situaciones de diferente índole. A veces muy cercanas, muy directas, otras veces simplemente por referencia de terceros, o por las noticias que nos llegan de los medios de comunicación. Si cualquier evento de estos altera mi paz, o si llego a encontrarme culpando a alguien o a algo de eso, ahí puedo darme cuenta de mi limitación.
Esas oportunidades que tenemos para manejar las herramientas de amor, son las situaciones que representan dificultades. Cuando yo ya soy consciente de esto, empiezo a hacer mi trabajo con las herramientas y cuando logro tener éxito me doy cuenta de que en esa situación lo que realmente había era una oportunidad maravillosa de desarrollo espiritual, porque precisamente a través de esa dificultad, la persona encontró algo muy valioso: una fuerza interior, una herramienta, superó una limitación, cambió un esquema mental. Eso fue todo lo que hizo.
Eso es tan valioso para la vida de una persona como para saber que ni siquiera se le volverá a presentar la misma dificultad. Si yo logré salir de las dificultades aprendiendo lo que ellas mismas me enseñar, ¿qué valor tienen? Muchísimo. Por eso la herramienta del agradecimiento es exactamente agradecer lo que aprendo de cada dificultad. Esto es un entrenamiento, ahora estamos proponiendo un entrenamiento y te estoy invitando a entrenarte, porque diariamente, constantemente hay diferentes situaciones, de mayor o menor intensidad, pero diariamente no deja de haber una situación en la que cualquiera de nosotros necesite decir: no voy a permitir que esto altere mi paz, no voy a sentir frustración, no voy a mirar para atrás, el pasado no es cambiable, el fututo es lo que existe y lo hago ahora.
Esas son las herramientas y esas oportunidades están todos los días, dales gracias y no te quejes de ellas. La frase dice:
“PUEDO ADAPTARME, CEDER O PELEAR, PERO JAMÁS PERDER MI CAPACIDAD DE DECIDIR LIBREMENTE”
Porque, ¿quién decide adaptarse?, ¿quién decide ceder? o ¿quién decide pelear? yo, eso lo hago yo solito, solo que el resultado va a ser bien diferente, porque si decido adaptarme hay un resultado, si decido ceder hay otro resultado, si decido pelear hay otro resultado… yo tomo la decisión y el resultado me muestra si mi decisión fue acertada o no, pero la decisión la tomé yo.
Los resultados van a medir la decisión y si el resultado no es el que yo espero entonces me voy a decir: la próxima vez decidiré mejor, pero soy yo el que genera un resultado para mi vida, nadie más genera un resultado para mí. Cada quien genera sus propios resultados, pero no los de otra persona.
- ASUMIR LA DECISIÓN ANTE LOS EVENTOS DE LA VIDA.
Ante cualquier evento, siempre será necesario tomar una decisión, muchas veces, las personas creen que dejan las decisiones en manos de otros, la verdad es que, la persona decide someterse a lo que los demás opinan, o hacen, sin asumir los resultados de su propia decisión.
Es imposible no decidir, pero es más fácil culpar a otros por los resultados de las decisiones personales. Asumir la decisión ante los eventos de la vida, significa que, no existe la posibilidad de que alguien haga o decida algo por mí.
“PUEDO ACTUAR Y ACEPTAR MIS RESULTADOS, PERO JAMÁS DEJAR QUE MI PAZ DEPENDA DE OTROS”
Por supuesto, eso se llama la ley de correspondencia que es igual de sencilla que para los seres humanos en nuestros procesos normales de educación. Si a ti te entregan un niño que tú no conoces, que no sabes nada de él y te dicen: mire señor, Ud. se va a encargar de colocar este niño en un colegio, mire a ver en cual, ¿qué es lo primero que haces si no lo conoces de nada y no sabes nada de él? hacer una evaluación del niño: saber qué sabe, que no sabe… evaluar esa situación. Una vez evaluada la situación, ¿qué más harías? ubicas un colegio, pero ¿qué colegio? o ¿qué curso? el que sea correspondiente con la evaluación, con el desarrollo que él lleva, no puede ser más atrás porque es una pérdida de tiempo, ni más adelante porque no comprendería, tiene que ser un punto exacto.
Exactamente eso es lo que pasa con nosotros a nivel del espíritu: la escogencia de lugares, de padres, de circunstancias… es el resultado de una evaluación de nuestro desarrollo, y lo que se está escogiendo es un lugar, un colegio, un curso… no es nada más lo que se está escogiendo, y es perfecto.
¿Cuál es nuestro proceso de asumir?, ¿qué tiene que asumir el niño si está despierto? necesita asumir que ese colegio es perfecto para él aunque a veces no le guste, necesita asumir que sus compañeros son exactamente los correspondientes y los necesarios, que las materias son perfectas, que son las que él requiere.
Si comprende eso entonces haría algo: se adaptaría al colegio, aprovecharía la oportunidad, no se pondría a perder el tiempo ni a pelear con los profesores o con los compañeros, a tratar de cambiar el temario o a desbaratar el colegio. Si comprende claro. Si no comprende tratará de hacer todo eso, pero se va a encontrar con algo que tú ya conoces: con la ley del universo, porque cuando yo trato de desbaratar el colegio, de agredir a los profesores, de pelear con los compañeros y de no hacer las tareas… me encuentro con la ley.
Para no tener ese tipo de inconvenientes que se originan en la ignorancia, necesitamos disolver la personalidad. La personalidad no es nada más que una información que se instala sobre el campo mental. La personalidad es una información que se codifica. Esa información de tipo cultural ancestral trae a nuestras vidas una experiencia que en este momento y de aquí para atrás la podemos fácilmente evaluar como una experiencia de sufrimiento, de guerras, de conflictos y de toda clase de situaciones desagradables para nosotros.
- ASUMIR LA DECISIÓN DE DISOLVER LA PERSONALIDAD.
Disolver la ignorancia de la personalidad, transformándola en comprensión y sabiduría, es el propósito de los Discípulos del Amor. Para lograr esto, es indispensable, asumir la necesidad de renunciar al sufrimiento ante los eventos de la vida, y soltar totalmente todo apego sentimental con lo material, y con las personas, esto significa que, el Discípulo se dispone solamente a valorar y a disfrutar de las cosas y de las personas presentes, sin darle ninguna importancia al tiempo que puedan durar con él.
Cuando el discípulo muere, asume con tranquilidad que terminó su ciclo vital, y renuncia a mirar hacia el mundo de la materia que temporalmente ha terminado para él, por lo cual, asume la necesidad de desprenderse de los restos de su personalidad, para liberar su conciencia, evaluar su experiencia de vida y diseñar un nuevo destino.
Ahora sabemos que lo que sucede fuera de un ser humano en su experiencia diaria es el resultado de lo que está grabado en su mente, nada más que eso. Así como yo pienso, así como yo me comporto, así como yo actúo, me hago correspondiente con las situaciones externas agradables o desagradables, a través de la ley de causa y efecto. Y por supuesto, si yo quisiera modificar eso lo que tendría que hacer es modificar mis archivos mentales, que son los que están generando las situaciones de correspondencias externas.
Comprendido eso nos damos cuenta que lo que está en nuestra mente ya no sirve ahora. En su tiempo fue útil para descubrir las leyes, pero hoy, que ya conocemos leyes, ese archivo mental es un estorbo total para la paz, para la felicidad, para el éxito, para las buenas relaciones, para ascender hacia las esferas superiores, porque es un archivo de sufrimiento, es un archivo de limitaciones, es un archivo reactivo totalmente. ¿Quién puede tomar la decisión de disolverlo? yo mismo, nadie más. Esta es la decisión más grande que puede tomar un ser humano: me voy a quedar sin personalidad.
Si tú observas la enseñanza del maestro Jesús, él no parecía tener mucha personalidad. Cuando lo acusaban de algo decía: tú lo has dicho. Eso era como tener poca personalidad. Cuando le preguntaban ¿Ud. por qué no se defiende? contestaba: es quo yo no vine aquí a defenderme sino a cumplir la ley. Si lo ofendían decía: perdónalos señor, es que ellos no saben lo que hacen, el Señor no tenía nada de personalidad. La personalidad es la que reacciona, la que dice: pero Ud. cómo me va a ofender a mi… mire que me dijo tal cosa… no señor, esto es así… defiende las razones, pone los puntos sobre las íes, hace todo eso, pelea constantemente. Mientras ese sea el archivo que está dirigiendo nuestras vidas no podremos salir del conflicto, por eso la liberación implica que yo me libere de la personalidad.
Ahora tenemos dos oportunidades: o crucificar esa personalidad para que renazca en nosotros la esencia de amor, o si se nos queda un pedacito (vamos a poner a alguien que trabajó bastante) como trabajó bastante se llenó de bastante sabiduría y su conciencia creció bastante, pero como le faltó un pedacito le queda un destinito.
Imagínate esto: aquí tenemos una conciencia que todavía no ha entrado a las experiencias en la materia, es decir, está apenas en descenso dentro del campo de los que llamamos inocentes. Aunque en este otro punto tenemos una conciencia que está totalmente llena con la información y la sabiduría del universo. Entre esos dos puntos hay un camino. Ese camino es bastante largo si lo fuéramos a contar en tiempo terrestre, porque estaríamos hablando de varios millones de años, pero el ser humano, cuando ya tiene un principio de conciencia que lo lleva al punto donde necesita la experiencia humana, ya lleva millones de años de recorrido, es decir, lo que a un ser humano le puede faltar para completar este espacio pueden ser no más de unos pocos miles de años y puede ser que este sea el último año, depende de la capacidad de disolver totalmente esta experiencia.
¿Cómo sabe una persona que ya está muy cerca de trascender? porque en un momento dado se da cuenta de que tiene prácticamente la capacidad de modificar la totalidad de su personalidad, de limpiar ese archivo. Si no lo limpia totalmente, por lo menos lo limpia en buena parte, y ese es un indicio de que tiene harta conciencia para poder hacer eso. Y si un ser humano con desarrollo se encuentra en un punto del recorrido de ese camino, el camino que ya ha recorrido lo tiene como misión, el camino que le falta por recorrer lo tiene como destino.
Eso significa que si estamos avanzando en esa dirección cada vez vas a tener más misión y menos destino. Eso es exactamente lo que está pasando con cada uno de nosotros en este instante. Misión y destino están representados en la personalidad, el destino como el sistema de creencias y la misión como la comprensión. Allí es donde están representados estos dos elementos que vienen de la conciencia. En la medida en que yo voy transmutando mi ignorancia en comprensión y en sabiduría, cada vez tengo más misión, más satisfacción.
La misión está asociada con satisfacción, con sabiduría, con algo muy agradable: con éxito. El destino está asociado con dificultad, con sufrimiento y con lo que todavía no sé cómo se maneja. El destino es una gran oportunidad de aprender lo que todavía no sé y la misión es una gran oportunidad de disfrutar de lo que ya sé. Si hay una oportunidad de disfrutar y hay otra oportunidad de aprender, ¿cuál será la causa del sufrimiento? que no acepto el aprendizaje.
Aceptar el aprendizaje con alegría, con entusiasmo, con paz interior, con serenidad, significa disolver ese sistema de creencias. Es precisamente el sistema de creencias el que no acepta el aprendizaje y esa es la decisión de asumir disolver mi personalidad ahora.
Espero que nos haya quedado claro algo: ¿Tú estarías interesado en disolver totalmente tu personalidad?, ¿Tú cómo supones que se siente o piensa una persona sin personalidad? toma como ejemplo a un niño: para un niño no hay cosas buenas, ni malas. Como el niño no tiene personalidad para él no hay cosas buenas ni malas, el niño no se pone a discutir ni a confrontar a los demás, si alguien dice que la economía del país está muy bien y otro dice que está muy mal al niño le da lo mismo. Una persona sin personalidad de alguna manera se comportaría como un niño, pero no como un niño inocente, sino como un niño sabio, esa es la diferencia.
Cuando yo ya he tenido personalidad y me quito la personalidad por mí mismo yo no quedo inocente, quedo sabio, lleno de sabiduría, porque para poderme quitar la personalidad necesito muchísima sabiduría, porque sin sabiduría yo no me la puedo quitar. Ponerme la personalidad si es muy fácil, porque es cuando el niño empieza a formarse y es inocente. El proceso de quitarse la personalidad, como manifestación será como un niño, pero en su interior será la de un maestro, por eso el maestro Jesús dijo: “dejad que los niños vengan a mí, (no se refería a los bebés) porque solo aquel que en su interior sea como un niño podrá entrar al reino de los cielos”, es decir, aquel que no tiene personalidad puede entrar al reino de los cielos. Así de simple.
La inocencia más que una virtud es un estado, porque las virtudes se adquieren a través del desarrollo espiritual y la inocencia técnicamente se puede definir como: una mente sin información alguna. Pero una mente purificada a través de asumir su propia transformación es una mente virtuosa y se llama una mente pura. Esa es la diferencia entre la pureza y la inocencia.
Espero que nos haya quedado claro lo que significa asumir la decisión de disolver la personalidad. Si yo te preguntara cómo se sentiría una persona sin personalidad, si no tuviera nada de personalidad, el campo mental estaría totalmente lleno de sabiduría, ya no habría creencias, en esa persona solamente habría verdades.
¿Cómo actúa una persona que tiene su mente llena de verdades? posiblemente no lo alcancemos a imaginar porque difícilmente hemos mirado a la vida desde verdad, es que siempre la estamos mirando desde limitaciones, pero una persona llena de verdades es lo que llamamos un maestro, es decir, jamás le lleva la contraria a nadie.
La personalidad se puede disolver en 40 días si tienes la herramienta. ¿Qué fue lo que hizo el maestro Jesús en los 40 días que estuvo en el desierto? eso significa trascender totalmente el ego. ¿Por qué se fue el maestro Jesús 40 días al desierto solo? para que el “demonio” lo tentara. El demonio es todos los pensamientos del sistema de creencias de personalidad. El maestro Jesús al haber nacido de un proceso físico adquirió una personalidad y como maestro necesitaba disolverla para poder hacer la misión de amor.
Se fue 40 días al desierto a disolver el ego, a que el demonio lo tentara (simbólicamente) y después de 40 días, cuando él no se dejó tentar por el demonio, regresó a Jerusalén montado en un burro (en la mente), ese es el burro, y entra a Jerusalén y saca de su templo todo lo que no sirve: mercaderes, comerciantes de la felicidad, de la paz y de la energía. Limpia todo eso y él es el rey y señor de su Jerusalén, de su campo mental y de conciencia. Eso es lo que significa.
Para hacer eso (y estamos hablando de un maestro y aspiro a que nosotros empecemos a proyectar esa maestría) son unas renuncias muy sencillas:
- Renuncio a discutir con nadie de ninguna cosa, no voy a discutir nada.
- Jamás le llevaré la contraria a nadie por ninguna razón, no importa cuánto de absurdo o válido sea lo que me digan, no le llevo la contraria a nadie.
Estamos trabajando sabiduría de asumir y muchas veces quedarme callado no sea la mejor forma de comunicación, porque a veces quedarme callado es una forma de resistencia o de mostrar que no estoy de acuerdo y es una forma de mostrar que no acepto lo que el otro me dice; no digo nada pero el otro lo puede interpretar como una resistencia mía.
Vamos nuevamente al trabajo con el desarrollo de la limpieza del sistema de creencias; esto se llama disolución de la personalidad. Disolución consciente o disolución automática, la automática es después de la muerte del cuerpo físico o de desaparición de la forma. ¿Cuál es el ejercicio? Es lo que trabajamos en los Talleres de Psicología Transpersonal, que periódicamente iniciamos en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal. Y si estás leyendo esta entrada, los primeros pasos tú ya los distes, que se llama: tener una información que me permita comprender cómo funciona la estructura humana frente al universo. Eso tú ya lo sabes.
Ahora viene algo que no puede hacer ni Dios, ni los maestros por nosotros, eso depende de cada uno de nosotros. Lo que los maestros podían hacer era facilitar que la información nos llegara y eso ya lo hicieron. Lo que nos corresponde a nosotros como seres humanos no lo pueden hacer los maestros, ni lo puede hacer Dios: disolver mi propia personalidad es un trabajo mío, de nadie más, esa es mi responsabilidad, de nadie más. Por ello no saco nada con pedirle a nadie que me disuelva la personalidad, si yo no hago nada no se disuelve. Es como los traumas; yo adquiero un trauma en una fracción de segundo, pero si no hago nada con él me acompaña toda la vida hasta la tumba (a menos que yo lo trabaje).
Para acabar con el sistema de creencias dijimos: renuncia a discutir y renuncia a llevarle la contraria a nadie. En el caso de la persona que te dice algo que para ti es absurdo (fíjate bien; no es necesariamente absurdo, para ti lo es, porque choca con tu sistema de creencias. Si no chocara con tu sistema de creencias no sería absurdo, sería una verdad o un concepto diferente al tuyo válido para él), reacciono cuando choca con mis creencias. Por eso contra los maestros no chocan las cosas, por eso el maestro no tiene necesidad de descargar adrenalinas, porque el maestro no las genera. A él no se le altera la paz porque alguien le diga lo que le quiera decir: eso es el problema del otro, no el del maestro.
Quedarse callado puede ser agresivo para la persona que te ha dicho (lo que te haya podido decir), por eso necesitamos más bien utilizar algunas técnicas de maestría, de comprensión, que se sustentan en algo muy simple: cada quien dice lo que es válido para él, así no lo sea para otro. Y por supuesto la sabiduría, para no confrontar, para no discutir, para no llevar la contraria… significa emparejarse con él.
Emparejarse significa colocarse al mismo nivel (ponerse parejos). De ahí vienen las situaciones que se llaman pareja, aunque a veces son disparejas. Cuando yo me emparejo con la otra persona, ¿qué le diría en lugar de quedarme callado?: claro, tienes toda la razón, exactamente así es como es.
Evalúa esto bien: ¿cuál es la dificultad que yo puedo tener para decirle a una persona que en mi concepto, en mi creencia, está equivocada? ¿Cuál es la dificultad de que yo le diga a esa persona: mira, tienes toda la razón, tal y como tú lo dices, así es cómo es?, ¿cuál es la dificultad para que yo pueda decir eso y qué es lo que se revuelve en mi interior? yo voy a perder mi identidad, yo voy a perder mi personalidad, y eso es lo que estamos buscando.
Ten en cuenta algo: en este momento estamos hablando de disolver la personalidad, no lo vayas a confundir con enseñar algo. Disolver la personalidad no es enseñarle nada a nadie, eso es para ti, ese es un trabajo personal, ese es tu desarrollo espiritual. Enseñar es otra cosa. Recuerda que un maestro puede tener varios propósitos en un momento dado. Si un maestro tiene el propósito de disolver su personalidad, no dice nada que sea con el propósito de enseñar, porque él no está enseñando, en ese momento está disolviendo su personalidad. Por eso el maestro no le llevaría la contraria, ni confrontaría a nadie y si le dicen “bruto” diría: a veces me equivoco, pero gracias por hacerme caer en cuenta de mis errores. No se ofende. Ese es el trabajo.
Cuando tú ya pretendes enseñar, esa es otra técnica diferente, porque para enseñar si tienes que dar la información apropiada con diálogo y con comunicación adecuada. Muchas veces fallamos en la comunicación; queremos decir algo que puede ser muy válido, pero no sabemos decirlo. Ahí el entrenamiento es en la comunicación armónica y por supuesto necesito aceptar que si yo ya le di la información a una persona, lo que él haga con esa información no depende de mí. Mi función (en el caso de educación) es dar la información, pero lo que la persona hace con la información es su experiencia.
El bueno no disuelve personalidad, el justo sí. El justo significa algo tan simple como ¿qué es lo justo? ni más ni menos el punto de equilibrio, eso es lo justo. Si fuéramos a hablar de negocios tendríamos que decir: ni más, ni menos y ese sería tu punto. Si de pronto la otra persona siente que esto es un poquito más hacia allí o hacia acá, que es lo normal en los negocios, ese problema no es tuyo, dependerá de tu capacidad de firmeza o de la evaluación que hagas. Igual si resulta que de pronto aceptas algo que es bastante desequilibrado para ti, no vayas a culpar a esa persona. Le dices: tú tienes toda la razón pero he decidido no hacer este negocio.
No digo que sea tan fácilmente, es un proceso, es un resultado de trabajo. Hay algo que es evidente, y ahí es donde viene la maestría y por supuesto las correspondencias. Imagínate tú un militar, un sargento, para manejar tropas necesita manejar unas ciertas técnicas para que puedan funcionar, pero si él lleva las técnicas del sargento a su hogar, con su esposa y con sus hijos, entonces el hogar se vuelve una milicia. ¿Qué podría hacer esa persona para que en su hogar fuera algo totalmente diferente al ejército? tendría que tener una capacidad profunda de adaptación, tendría que no tener personalidad, para poder asumir cualquier tipo de actitud como el camaleón.
Esa es la técnica de la maestría: un maestro asume cualquier comportamiento o cualquier actitud desde su sabiduría, con un propósito de amor: adaptarse a un lugar para poder servir. De los ignorantes aprendo a reconocer mis limitaciones, de los maestros aprendo a reconocer la sabiduría. De ambos aprendo, pero aprendo cosas diferentes. Los ignorantes tienen un valor incalculable para nosotros porque nuestra propia ignorancia entra en conflicto con la del otro y eso me permite reconocerla. Cada vez que yo entro en conflicto con alguien a quien yo llamo ignorante, es porque su ignorancia chocó con la mía, son iguales. Así de simple. Esta es la maravilla de confrontarnos con personas que tienen ideas diferentes: me muestran mis limitaciones, mientras que los maestros no te muestran las limitaciones, ellos te muestran la sabiduría.
El maestro puede decirte: el universo funciona de esta manera y el amor es esto y las leyes son esto, ve y las verificas. Pero para que puedas trascender las limitaciones que no te permiten la expresión de amor, entonces ve y comparte con otras personas iguales a ti. Entonces te darás cuenta de cuáles son tus limitaciones y entonces las trabajarás. Todo es valioso, pero es diferente. No puedes aprender la sabiduría de alguien que no la tiene; lo que aprendes es cuáles son tus limitaciones.
El ego está conformado de un paquete de limitaciones mentales: de ignorancia, de falsedad… eso es el ego. Eso es lo que puede interpretarse como el demonio, es decir, ¿el demonio con qué está asociado? con sufrimiento, con dolor, con enfermedad… y precisamente ese es el resultado del ego. Si fuéramos a hablar de demonios sería el ego. ¿Cómo hago para no dejarme tentar por el demonio en esta analogía? no ceder a lo que el ego me propone, ¿qué me propone el ego? que me defienda, que pelee, que no me deje, que defienda mis ideas, que defienda mis creencias, que siente un precedente, que busque un culpable, que haga justicia… todo eso es lo que el ego me propone.
Para acabar con el ego necesito renunciar a las propuestas del ego, eso se llama asumir la decisión de disolver mi personalidad para que se pueda manifestar en mí el niño Dios, la sabiduría, el amor.
El ejercicio es el que los maestros llaman poner la otra mejilla. Si dices: Ud. cómo es de bruto, la persona que está en desarrollo de amor dice: mira, perdóname, yo sé que a veces cometo errores, no es mi intención, pero yo te agradecería que me mostraras cuáles son mis errores para yo corregirlos. En este caso inclusive la persona le va a decir: perdóname por haberte dicho bruto. ¿Por qué? porque no entra a confrontar diciendo: no señor, el bruto es Ud., yo no me equivoqué, el que se equivocó fue Ud.… ese es el ego. No importa si me equivoqué o no me equivoqué, la sabiduría no está en eso, la sabiduría está en saber vivir en paz y en armonía, esa es la sabiduría. Por eso los maestros no entran a pelear, y por supuesto que saben más y no pelean con los que saben menos.
Es fácil que las personas confundan lo falso o las creencias con la verdad, y esa es exactamente la definición de ignorante: persona que cree que sabe. Es decir, él cree que tiene la verdad, es una incoherencia porque cree que tiene la verdad, pero la verdad no se cree, la verdad se sabe. La persona que cree que tiene la verdad defiende sus creencias porque él supone que está defendiendo la verdad.
- La verdad no hay que defenderla, porque si es verdad, no es necesario defenderla. Lo que se defienden son creencias.
- Una verdad no puede dejar en el individuo una reacción de adrenalina, ni de sufrimiento, de insatisfacción, o de pelea, porque eso no es una verdad, es la forma de reconocerla: lo falso, las creencias y el ego producen reacciones, producen choques,
producen violencia, producen no aceptación y generan toda una serie de estados emocionales y sentimentales, y esa persona supone que esa es la verdad.
No hay dos verdades, hay verdades parciales, pero cualquier verdad, por pequeña que sea, la podrás reconocer en algo simple: funciona bien. Si tu vida no funciona, si mis emociones no funcionan, si mi paz no funcionan, si mi éxito no funciona… yo no estoy usando la verdad, estoy usando lo falso. Eso es normal y natural, es nuestro proceso de aprendizaje, pero no lo confundamos con la verdad. Cuando una persona dice: yo tengo la verdad, acaba de reconocer que no la tiene, así de simple.
El problema de la ignorancia es ese: yo tengo una doble información en mi mente, totalmente contradictoria. Me enseñaron esto: la verdad no puede ser cambiada por ningún motivo. Perfecto, yo acepté que si es verdad no puede ser cambiada, pero luego vino otra información: tú tienes la verdad; cuando lo que me dieron fue algo falso. En ese momento esa contradicción es un nudo difícil de romper, porque la persona está en posesión de una falsedad que él cree que es verdad y cree que no puede cambiarse porque si es verdad no puede cambiarse. Mientras él no reconozca que no tiene verdad alguna (a menos que tenga éxito en todo), no puede ser modificado.
Por eso el primer ejercicio de desarrollo espiritual es una evaluación. Evaluación inicial de cualquier ser humano: ¿cómo es tu vida interna? y ¿cómo es tu vida externa?, ese es el punto de partida. Aquí no me hables de verdades ni de creencias; el resultado es lo que nos habla claramente de la ley. Entonces la persona dice: mi vida interna está llena de paz y de armonía, por mi mente jamás pasa un pensamiento negativo, sino solo pensamientos de amor. Vamos a ver si eso es cierto:
¿Cómo son tus relaciones con las personas y con el mundo? tengo excelentes relaciones con los animales, con las plantas, con los seres humanos, con el universo, con todo.
- Tengo éxito con lo que hago, las cosas me funcionan bien.
- Tengo lo necesario para ser siempre feliz.
Entonces está trabajando con la verdad. Pero si la evaluación nos dice: Yo vivo lleno de sufrimiento, de amargura, me dan unas depresiones… ¿y con tus relaciones? pues con 3 o 4 personas me entiendo bien, el resto de la gente es tan difícil… además vivo en unas escaseces… no me alcanza, y con estas crisis que hay es muy difícil… Esa persona no estará en posesión de la verdad.
Esa evaluación es algo normal, es algo necesario, es parte de un proceso, pero si esa es la evaluación, la respuesta es más que clara: la persona lo que está utilizando es un sistema de creencias egoico que no tiene nada que ver con la verdad.
Se debe a una confusión del ego; de lo justo con lo bueno. Entonces la persona puede tener buenas relaciones pero no sabe cómo funcionan las leyes del universo y piensa ir en contra de ellas sin saberlo, y la respuesta de la ley son los bloqueos. Puede ser una persona muy pero que muy buena, pero ignorante. La bondad no es un sinónimo de sabiduría, es un sinónimo de sentimientos. La sabiduría es otra cosa totalmente diferente. Sabiduría es saber cómo puedo ser feliz internamente, saber cómo puedo tener éxito en la vida y maravillosas relaciones con todos los seres. Eso es la sabiduría, lo otro son procesos dentro de los cuales estamos aprendiendo.
“PUEDO ESTAR LIMITADO POR MIS CREENCIAS, PERO JAMÁS POR MI COMPRENSIÓN”
Por eso es que la verdad os hará libres, porque la comprensión no limita, la comprensión libera. Siempre que tengamos cualquier tipo de limitación, de cualquier género que sea, podemos estar seguros de que se origina en nuestras creencias falsas y será la mejor herramienta para reconocerlas y poder salir de ellas.
Como estamos hablando de discípulos, estamos hablando de que el discípulo ya puede ascender hacia maestro. Hay una secuencia; primero se es aspirante a discípulo (me intereso por un proceso espiritual, me llama la atención), empiezo a trabajar con las herramientas y cuando empiezo a lograr la aceptación y cuando empiezo a lograr el asumir total de mi vida y de mis decisiones, paso a ser un discípulo. Y el discípulo sigue trabajando con todas las herramientas y se enfrenta a las pruebas, y cuando el discípulo pasa todas las pruebas, se gradúa como maestro.
En este momento algunas personas podríamos estar a prueba, porque vivimos en un mundo y vivimos en un lugar donde diariamente hay pruebas de todo género y de todo sentido. El manejo interno que cada uno de nosotros pueda hacer de esas situaciones externas será la medición de su propio desarrollo espiritual. Fíjate que cuando todo lo que puedas ver en noticias, o escuchar de las personas, o sentir, o enfrentarte diariamente no altere tu paz, ni te permita tener pensamientos de agresión, de crítica, o de juzgar a nadie, sabrás que estás pasando las pruebas… pero es necesario estar aquí en unas situaciones que pueden estar cerca pero no revueltos nosotros con ellas.
Los seres humanos estamos dentro de una estructura evolutiva donde el manejo de las relaciones requiere que existan las leyes o las normas de los hombres, y ese es un nivel más avanzado que cuando existe solamente la ley del más fuerte, o la ley del talión, estamos en un nivel más avanzado que llamamos la democracia.
La democracia solo puede administrarse de una manera: a través de las normas, y ¿quiénes son los que necesitan estudiar las normas para que se cumplan? el derecho es una función tan importante como cualquier otra, es más, yo te aseguro que de alguna manera el estudio de las leyes de los hombres tiene una gran similitud con el estudio de las leyes del universo y si comprendemos bien el significado de la palabra ley te acercas a Dios.
El derecho es una profesión que bien entendida se acerca a Dios igual o aún mejor que otra, posiblemente más que la ingeniería. Como estamos hablando de asumir hay otra frase:
“ASUMIR TUS PROPIAS DECISIONES ES TOMAR LAS RIENDAS DE TU PROPIA VIDA”
Ya hemos explicado muchas veces que mientras yo actúo en automático yo no puedo reorientar el rumbo de mi vida, yo necesito tomar el mando de mi vida, posicionarme manualmente, voluntariamente en mis decisiones.
En esta entrada aprendimos a no culpar a los demás de las decisiones que yo tomo. Aun en el caso de sentirnos amenazados, soy yo el que tomo la decisión de lo que hago frente a la amenaza y no la persona que me está amenazando.
“ASUMIR LAS DECISIONES ES LIBERARSE TOTALMENTE DE LA DEPENDENCIA DE LO EXTERNO”
La independencia espiritual es un estado de maestría en las relaciones con el mundo donde tú no dependes del mundo, te relacionas con él.
La función de quien ya se liberó es mostrar a otros su resultado para que los demás lo imiten. Fíjate, que lo imiten, no que él les imponga nada, simplemente lo muestra. El que desee imitarlo puede hacerlo, el que desee recibir información se le dará, pero no se obliga a nadie, porque tenemos libre albedrío.
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