La Lealtad. LEALTAD es un profundo estado de Comprensión y Desarrollo Espiritual. Cuando hablamos de lealtad, estamos hablando de un principio maravilloso de Amor que abarca todas las posibilidades de las relaciones humanas. La Lealtad es la escalera que me va a impulsar, a nivel personal, hacia un nivel superior, hacia una civilización superior.
No es necesario utilizar el término fidelidad, porque en nuestra cultura, fidelidad está circunscrita básicamente a la parte de la sexualidad y básicamente a la parte de los acuerdos de las parejas; mientras que lealtad, abarca la totalidad de los compromisos y acuerdos que pueda establecer el ser humano. Obviamente incluye el mismo de la sexualidad. Por eso cuando hablamos de lealtad, estamos hablando del principio maravilloso que rige todas las relaciones de los seres humanos.
Para poder hablar de lealtad, lo primero que necesitamos hacer es definir claramente los parámetros dentro de los cuales puede darse o existe la lealtad. Cuando nos confundimos en esto pasa como en otros aspectos humanos: vamos a aplicar algo que no funciona porque no he definido claramente ni su significado, ni los parámetros que lo determinen con claridad; por eso necesitamos redefinir prácticamente todo para poder tener claridad en nuestras mentes.
Empecemos por decir que lealtad implica un profundo compromiso de amor, y vamos a ver que hay unos parámetros matemáticamente exactos donde podremos hablar de lealtad. A veces hablamos de lealtad de una forma muy ligera sin saber lo que significa. Cuando alguien dice: esto es una competencia desleal. Te aseguro que no existen competencias desleales, existe otra cosa que se llama competencia desigual. Porque lealtad requiere algo previo para que pueda darse.
Para empezar a entrar en este mundo tan bonito de la lealtad, que es el principio de nuestros Hermanos Superiores, vamos a hacer un ejercicio, tomate unos minutos para encontrar la respuesta a las preguntas:
- ¿Qué se requiere para establecer un compromiso social?
- Un compromiso económico.
- Un compromiso laboral.
- Un compromiso sentimental.
- Un compromiso sexual.
- Un compromiso familiar.
Definiendo qué se requiere, vamos a encontrar el parámetro que maneja la lealtad. Tómate unos minutos para elaborar las respuestas.
COMPROMISO SOCIAL es como cualquier otro compromiso. Voy a poner un ejemplo sencillo. Resulta que hay una fiesta, un cumpleaños, o una boda y te invitan a participar de esa boda; entonces tú puedes decidir aceptar o no aceptar la invitación, pero si decides aceptarla, es un compromiso social porque es un evento y tu compromiso no va más allá de lo que dure la boda.
Hay otros compromisos sociales como cuando por ejemplo, dentro de una colectividad, te proponen participar dentro de una Asociación de tu Distrito, u ofrecerte para que te puedan elegir. Si la persona dice que sí y resulta elegido, hay un compromiso social por el tiempo que lo hayan elegido. Ahí empieza el principio de lealtad.
Los compromisos sociales tienen que ver con una invitación a un evento o con participar en algún grupo, no con una persona. Si una persona acepta postularse para un cargo público, y las personas que lo eligen deciden y aceptan elegir a ese personaje, entonces ambos estuvieron de acuerdo. Un acuerdo colectivo y un acuerdo individual frente a la colectividad, por eso lo llamamos compromiso social.
Un individuo se comprometió con 500 individuos, porque esos 500 decidieron elegirlo a él. De los 500, cada uno de ellos, desde su propia decisión, decidió votar por él, y si yo voté por él es porque estoy de acuerdo con que esa sea la persona que haga esa función. Y la persona que se comprometió a hacer la función es porque estuvo de acuerdo en aceptar ese compromiso que las demás personas esperan de él y ahí empezó el compromiso social.
Una persona elegida por una colectividad, tiene un compromiso con la colectividad, con todos aquellos que lo eligieron. Pero previamente hubo un acuerdo. Yo estuve de acuerdo en aceptar ese puesto y las demás personas estuvieron de acuerdo en votar por él. Hubo un acuerdo bilateral. Ahí vamos a empezar a determinar qué es lealtad.
Para establecer un compromiso se requieren acuerdos. Las acciones que lo sustenta vienen posteriormente.
- Si vamos a hacer una transacción económica, es un acuerdo entre el que va a comprar algo y el que lo va a pagar.
- Si es un compromiso laboral, estamos de acuerdo tanto el que va a dar el trabajo como el que lo va a ofrecer.
- Si es un compromiso sentimental, estamos de acuerdo en compartir e involucrar nuestros sentimientos y lo que eso pueda traer.
- Si es un compromiso sexual, estamos de acuerdo que vamos a compartir la sexualidad dentro de unos parámetros que acordamos.
- Si es un compromiso familiar, estamos de acuerdo en que la familia se va a apoyar de tal o cual manera con tales o cuales funciones y vamos a hacer compromisos sobre los acuerdos.
La forma de manejar relaciones es el acuerdo. Hay otra forma pero la vamos a descubrir a lo largo de esta entrada.
Te voy a dejar unas preguntas para que les des unas vueltas; me gustaría que las maduraras bastante, porque esta es la base fundamental de la lealtad.
- -1ª ¿Qué es una norma?
- -2ª ¿Qué es un acuerdo?
- -3ª ¿Cuál es la diferencia fundamental entre norma y acuerdo?
Si logramos responder con claridad estas preguntas, entonces podremos determinar el parámetro dentro del cual podremos hablar de lealtad y podremos empezar a aplicar ese maravilloso principio de Amor que usan nuestros hermanos superiores. Es cosa poco común en los terrícolas, la lealtad; me encantaría que empezara a ser más común. La lealtad es característica de las civilizaciones de Hermanos Superiores y aspiramos a convertirnos en hermanos superiores.
Vamos a repasar un cuadro donde están las comparaciones entre las normas y los acuerdos. Una vez tengamos clara la diferencia entonces vamos a entrar a hablar de lealtad.
NORMAS |
ACUERDOS |
1. Se originan en la legislación | 1. Se originan en una necesidad común |
2. Son dictadas unilateralmente | 2. Son formulados bilateralmente |
3. Tienen la función de controlar | 3. Tienen la función de armonizar |
4. Regulan las relaciones de los incompatibles | 4. Facilitan las relaciones de los compatibles |
5. Su cumplimiento es obligatorio | 5. Su cumplimiento es voluntario |
6. Su incumplimiento tiene sanción legal | 6. Su incumplimiento tiene un resultado personal |
7. Se mantienen por la fuerza | 7. Se mantienen por las relaciones |
8. Generan obligación | 8. Generan compromiso |
9. Pueden generar rebeldía | 9. Pueden generar lealtad |
10. Son derogables por decreto | 10. Son modificables por consenso |
LAS NORMAS tienen unas características que las definen:
- Se originan en la legislación. La legislación es la ley humana, es cuando un grupo de personas se reúne a dictar normas, no son exactamente leyes, las llamamos leyes de los hombres. Esas normas tienen un propósito claro, definido, necesario e importante.
- Están siendo unilateralmente dictadas, es decir, las están desarrollando unas personas con un propósito, hacia otras; y esas otras personas no necesariamente están de acuerdo con ellas.
- Tienen un propósito de controlar, controlar los comportamientos desorganizados de una población y esos comportamientos desorganizados surgen de una anarquía interior, es decir, las personas no tienen un parámetro interno de guía común, sino que tienen un parámetro interno de guía individual y muchas veces incompatible. Para poder manejar ese proceso anárquico se necesitan normas y para eso se dictan.
- Tienen la función de regular las relaciones de los incompatibles. Los incompatibles son las personas que no se pueden poner de acuerdo y cuando la población no se puede poner de acuerdo entre sí, si no dictáramos normas, entonces la población se mataría la una a la otra, porque como no estoy de acuerdo, entonces tratamos de imponer mi razón por la fuerza, entonces eso arma guerras, arma caos. Para evitar esa guerra, la norma es la que regula las relaciones entre las personas incompatibles. Por lo tanto, mientras haya personas incompatibles, la norma se hace necesaria.
- Tienen otro aspecto las normas: su cumplimiento es obligatorio. Es decir, se imponen bajo amenaza, por lo tanto no está generando compromiso, o usted cumple esto o tiene multa, tiene sanción; sencillamente es una sanción, una amenaza. Ahora vamos a ver cómo nos relacionamos con sabiduría frente a una amenaza.
- Su incumplimiento tiene sanción. Estamos hablando de amenaza y estamos hablando de castigo, de sanción.
- Se mantienen por la fuerza, por eso necesitamos ejército y necesitamos policías, porque de lo contrario las normas no se podrían sostener. El que sostiene las normas es el ejército, la fuerza armada; eso también es necesario.
- Generan en el individuo una sensación de obligación para cumplirlas, no generan un compromiso porque no fueron bilaterales, sino unilaterales.
- Pueden generar rebeldía. Digo pueden porque no necesariamente todo el mundo se rebela contra la norma. Una persona con sabiduría puede
decidir obedecer la norma, así sea norma; pero una persona con no suficiente sabiduría, lo que puede decidir es rebelarse contra ella, y eso es lo más común, o sencillamente desobedecerla y ojalá que no se note.
- Son derogables por decreto.
Ahora miremos la diferencia gigante de la norma con los acuerdos. Características de LOS ACUERDOS:
- Los acuerdos se originan en una necesidad común de quienes los van a establecer. Por lo tanto en los acuerdos están incluidos la totalidad de las personas que los van a establecer, y sino no sería común.
- Los acuerdos se formulan bilateralmente, no se dictan. Es decir, tomando en cuenta las partes que van a establecer el acuerdo.
- Tienen la función de armonizar, no de controlar.
- Facilitan las relaciones de los compatibles. Los compatibles son personas que pueden ponerse de acuerdo y por eso se les llama compatibles. Las relaciones entre personas compatibles, se manejan a través de acuerdos, no de normas.
- Su cumplimiento es voluntario, nadie está obligado a cumplir un acuerdo, es voluntario si decide hacerlo. Si decide no hacerlo, el acuerdo simplemente desaparece, deja de existir, pero la decisión es voluntaria. Para que el acuerdo se mantenga, la decisión voluntaria será un compromiso.
- Su incumplimiento da un resultado personal, no colectivo. Si yo incumplo un acuerdo, yo tengo un resultado, mío, y el primer resultado es que el acuerdo desaparece, dejó de existir, entonces ya no puedo exigir.
- El acuerdo se mantiene por las relaciones.
- Los acuerdos generan compromisos, porque son voluntarios.
- Los acuerdos pueden generar lealtad. Digo pueden porque la persona podría decidir ser desleal. La deslealtad es cuando yo he establecido libre y voluntariamente un compromiso y, unilateralmente, no lo cumplo. Ahí si hablamos de una persona desleal, porque se había comprometido con algo, y sin contar con las otras personas con las cuales se comprometió, decidió romperlo, no cumplirlo, ahí sí se habla de deslealtad. Eso es lo que no tienen nuestros hermanos superiores, jamás son desleales.
- Son modificables por consenso. Las normas no, las normas son por decreto.
Me gustaría mucho que tú repases muchas veces la diferencia entre las normas y los acuerdos, porque en el punto de acuerdos vamos a sustentar algo: NUESTRO PROPÓSITO DE CONVERTIRNOS EN HERMANOS SUPERIORES, ese es el propósito final. Al convertirnos en hermanos superiores, entonces adquirimos el derecho de hacer parte de las asociaciones de hermanos del espacio. Mientras no hemos adquirido ese derecho, no existe la más remota posibilidad de esto, ese trabajo es personal, es individual, y es aquí y ahora, con las personas que deciden hacerlo.
Los parámetros de la lealtad surgen del proceso de acuerdo y los acuerdos surgen de personas que son compatibles. Los compatibles son los que conforman los niveles de hermanos superiores, en la medida en que puedan desarrollar la lealtad con sus compromisos. Eso será lo que haga el gran cambio en nosotros.
¿Qué diferencia encuentras entre desobediencia y deslealtad?
Entre la Ley del Universo y la norma hay una diferencia gigante. La norma es derogable, la norma es temporal y es establecida con el propósito de controlar un proceso que está en un momento dado, en una secuencia transitoria; mientras que la Ley es inmutable, no es derogable, se origina en la Sabiduría de la Divinidad y es Absoluta, por lo tanto no es modificable, no es negociable y su desobediencia implica un resultado negativo, en el sentido de desagradable, y positivo en el sentido del aprendizaje. Eso es la Ley del universo.
Por eso decimos que los seres humanos en realidad no hacemos leyes, los seres humanos dictamos normas y las llamamos leyes de los hombres, pero son normas, porque son derogables, son transitorias y son para un momento dado. Para que no vayamos a tener la idea de que es saludable desobedecer las normas, no estoy diciendo que sea saludable, lo que estoy diciendo es que no es desleal, pero no que sea de sabiduría, que es distinto.
La Ley y la norma forman parte del proceso evolutivo porque ambas son parte de que yo aprenda algo, a decidir con sabiduría; a menos que la norma sea incumplible, porque se salió de mis posibilidades, tendré que desobedecerla, no la puedo cumplir porque no tengo cómo. Pero si no es ese el caso, lo más sabio es obedecerlas.
Por ejemplo: si a alguien le dicen, tú tienes que pagar esto que vino de una norma, y eso que le están exigiendo es superior a sus posibilidades, va a
generar un desequilibrio y no va poderlo hacer, porque eso no era un compromiso sino una norma. Entonces tendrá que desobedecerla, por lo menos en parte, pero porque se salió de su manejo, porque la norma es general y no específica y no toma en cuenta que si hay algunos que la pueden cumplir o no, esa es la norma general.
Y dentro de la misma norma, está implícito, aun cuando no se dice, porque se le quitaría fuerza a la norma, que quien no pueda cumplirla tiene derecho a no cumplirla, porque se salió de sus posibilidades, pero la norma implica eso en sí misma, porque no es un acuerdo. Pero lo que estamos hablando es buscar sabiduría en ambos casos.
Precisamente ahí radica la dificultad que tenemos los habitantes del planeta tierra para entrar a los cuartos y quintos niveles de desarrollo de Conciencia, de Hermanos Superiores: que mientras no podamos manejar acuerdos, estamos regidos por la norma, aquí no hay sino una sola cosa, o aprendo a hacer acuerdos o me rijo por las normas. Si no he aprendido a hacer acuerdos, necesitaré aceptar que para mí las normas son indispensables y son necesarias, y si aplico normas necesito que los demás me las apliquen, y si aplico sanciones, yo también tendré que aceptar que puedo ser sancionado. Ese es mi nivel. Si quiero salir de ese nivel, necesito ir a un punto más alto.
Yo no diría que es muy difícil hacer acuerdos, lo que diría es que no hemos aprendido a hacerlos. Con los niños es muy fácil hacer acuerdos, pero requiere que tengamos otras dos herramientas, que tienen que ver con el amor:
- Que me despoje del sentimiento y me pase al Amor.
- Que en lugar de agresión utilice firmeza.
Yo hago el acuerdo con el niño, no por él, no se lo impongo; si tú quieres estudiar, estudia, y yo te apoyo para que estudies, pero si no quieres estudiar no te voy a imponer que estudies, es tu decisión y yo la voy a respetar. Pongámonos de acuerdo qué quieres hacer en lugar de estudiar, y ahí se generará un acuerdo, ese acuerdo, como todo acuerdo, tiene unas funciones o actividades y unas compensaciones, en eso nos vamos a poner de acuerdo.
¿Cuáles son tus funciones y cuáles son tus compensaciones?, ¿en cuál de esas dos participamos cada uno de nosotros?, y donde hay un incumplimiento de eso, desaparece como resultado el beneficio acordado. Porque es el mismo ejemplo contractual que cualquier negocio. Yo compro una mercancía por un determinado valor. Si la persona no me entrega la mercancía que yo pedí, yo no le voy a cumplir la otra parte porque él no cumplió la de él, pero si él me entrega la que yo le pedí en las condiciones en que la pedí, yo tengo el compromiso de darle a él lo que me comprometí a darle, y no voy a encontrarle disculpas a eso. No importa si después me pareció caro, ya hice un compromiso.
Mientras no nos acostumbramos a manejar esto con lealtad y con compromisos, llámense niños o adultos, muy difícilmente vamos a salir del nivel de la guerra, ¿sabes por qué?, porque la sanción genera resentimiento, porque la sanción es considerada como injusta y cuando algo es considerado injusto entonces yo me siento con el derecho de hacer justicia y la forma de hacer justicia será con agresión y con castigo al otro, y ahí tenemos la típica estructura del tercer nivel: guerras, conflictos, violencia; porque se origina en esa situación mental.
Para poder salir de esos estados de violencia e ir hacia la verdadera paz, no un acuerdo de “alto el fuego”, eso no es paz. La paz es un desarrollo espiritual interior donde nos comprometemos a respetar profundamente al otro y a tener una convivencia armónica y pacífica, y eso no se puede lograr sino de una manera, a nivel de interacción personal: con acuerdos, compromisos y lealtad, eso será lo que genere convivencia pacífica.
Mientras estamos dentro de la norma, no hay la más mínima posibilidad de paz. Eso no es bueno ni malo, es una correspondencia del universo y depende de cada uno de nosotros, adquirir la habilidad para hacer acuerdos y la habilidad para respetarlos; ahí nos vamos al siguiente nivel evolutivo.
Cuando decimos sin condición, sin restricción alguna, estamos hablando de las virtudes espirituales, porque a esas no hay porqué ponerlas ninguna condición. Cuando hablamos de acuerdos en aspectos materiales, esos tienen condiciones, pero no son condiciones arbitrarias, son condiciones de orden técnico, son condiciones que son exigidas por el proceso mismo. Ejemplo: no es una condición que al automóvil yo tenga que ponerle gasolina en lugar de agua, es una condición técnica, es una necesidad técnica porque ese motor no funciona con agua sino con gasolina. En el orden de lo espiritual no es así.
Ejemplo de la casa y el pintor. Tú me pintas la casa y yo te pago 500 €, pero la persona puede pintar la casa “de mala gana”, pintándola con la sensación que ese no fue el negocio adecuado, aunque él estuvo de acuerdo, me tocó aceptarlo porque yo no tenía trabajo y yo debía haber cobrado 1.000 €, entonces no miré el contrato y los 500 algo me sirven, pero pienso que “este explotador negrero me está robando la mitad”, entonces yo para qué le voy a pintar bien la casa, se la pinto a medias y le pongo pintura de mala calidad; ahí es donde se comete el error de ponerle condiciones.
Lo que la persona tiene que hacer, si ya aceptó el contrato y se puso de acuerdo, sería ponerle todo el amor, todo el entusiasmo, toda la alegría a pintar esa casa, para que el dueño cuando le pague diga: ¿sabe qué señor?, realmente el trabajo que usted hizo fue tan excelente que sí se merece más dinero, o yo lo voy a recomendar a muchas personas cuando me pregunten por un pintor. Ahí es donde está sin condiciones, pero si la persona le puso restricciones y la pintó de mala gana, ¿qué va a decir el dueño de la casa?, dirá: a usted le voy a pagar los 500 porque fue el compromiso, pero nunca lo vuelvo a contratar y mucho menos lo recomiendo.
Para construir un edificio se necesitan normas técnicas, entonces ahí no son condiciones sino normas técnicas o leyes, pero no vayas a confundir lo espiritual con lo material. Lo espiritual es sin condición, sin restricción. En lo material es con las condiciones que la misma tecnología exige, ahí no es capricho, exige para que funcione.
Es diferente acuerdo y compromiso. El acuerdo es lo que establece el parámetro sobre lo cual se va a aplicar el compromiso. Ejemplo: estoy de acuerdo con ir a cenar hoy con una persona a las 9 de la noche. Ese es el acuerdo, pero que yo vaya, es el compromiso, porque puedo estar de acuerdo y no voy o llego a las 9 y media. Entonces sí tenía acuerdo pero no tenía compromiso. El compromiso será lo que respalde el acuerdo, es decir, un acuerdo sin compromiso no va a tener validez.
Es el acuerdo de que cuando cojo el coche no tomo alcohol, pero puedo tomar cuando no conduzco. Si se llega a ese acuerdo será sano mientras se siga cumpliendo, esa es la idea. ¿Cómo se llegó al acuerdo?, dejando de hacerle resistencia y generando realmente una necesidad de compromiso. La necesidad de compromiso abrió el derecho. El comprometerme me abrió el derecho, si no me hubiera comprometido el derecho se cierra. ¿Quién lo abre y quién lo cierra? Yo mismo.
El ideal, que es lo que estamos buscando en este trabajo, es que dejemos de regirnos por normas y pasemos a regirnos al 100% por acuerdos. En las civilizaciones de nuestros Hermanos Superiores no existen normas, existen acuerdos. Necesitamos aprender aquí, ahora, donde estamos viviendo, la necesidad de regirnos por acuerdos y compromisos, respeto y lealtad; y no esperar a que venga alguien, que no va a venir nunca mientras yo no he hecho eso.
Ese es el trabajo de desarrollo espiritual ahora. Nos vamos a regir:
- Por lealtad con los compromisos y los acuerdos.
- Por decisiones de sabiduría frente a las normas de otras personas.
Serán los dos parámetros que utilicemos.
Ahora me gustaría que tú anotes esto: ¿ante qué puedes ser desobediente y ante qué puedes ser desleal? A partir de hoy comenzaremos a trabajar la virtud de la lealtad, porque entonces entraríamos a hacer pequeños procesos sociales de 4º y de 5º nivel.
Aquí tenemos una reflexión que nos dice que si puedo ser desobediente ante algo que no esté de acuerdo con mis principios. Fíjate bien, una cosa es que no esté de acuerdo con mis principios, y otra cosa diferente es que yo haya acordado hacerlo. Lo sabio sería que yo no hiciera un acuerdo sobre algo que va en contra de mis principios.
Si alguien me dice: mire, pongámonos de acuerdo para ir a robar y aspiro a no ser desleal con él; entonces lo que pasa es que no establecería ese acuerdo. Yo diría: mira, necesitas un socio diferente y estoy seguro que lo encontrarás; me encantaría poderte ayudar, sin embargo, en este momento no dispongo de las condiciones que tú requieres. Porque si yo hiciera un acuerdo sobre algo que va en contra de mis principios, significaría que para ser leal tendría que delinquir, entonces no lo haría, no haría el acuerdo.
Desobediente ante normas o situaciones que fueron establecidas unilateralmente, en las cuales yo no fui tomado en cuenta, no se me preguntó, no se contó conmigo, ahí puedo ser DESOBEDIENTE, o puedo decidir obedecer eso, porque lo considere de mayor sabiduría que desobedecerlo, aun cuando no estuve incluido en el proceso. Y puedo ser DESLEAL, cuando sí estuve incluido, cuando yo generé el compromiso, cuando estuve involucrado, y decido no cumplirlo, ahí soy desleal. Aquí ya empieza el meollo de nuestro trabajo personal, esto era solamente las reflexiones.
Te voy a dar unos ejercicios para que les dediques unos minutos:
- ¿Con qué acuerdos estoy dispuesto a comprometerme? Si no estoy dispuesto a comprometerme es porque van en contra de mis principios. Haz una lista de los acuerdos con los que estás dispuesto a comprometerte, porque ahí empezaremos a manejar la lealtad, y por favor elabora esa lista en relación a las relaciones que tú tienes ahora, porque son con las cuales pueden hacer acuerdos; diferentes niveles de relaciones.
- ¿Qué se requiere para mantener el compromiso con un acuerdo? Vamos a estar juntos hasta que la muerte nos separe y vamos a ser totalmente fieles el uno al otro. ¿Eso es un acuerdo?, ¿es un compromiso?, puede serlo o no; intentémoslo por un año y si funciona lo renovamos; pero cuando dice para toda la vida, cuando no tiene claro lo que se requiere, seguramente será un fracaso.
Esto va a hacer que pensemos un ratito, porque ahí es donde está el profundo desarrollo espiritual, personal, individual de cada uno de nosotros, esto es libre, es voluntario, nadie está obligado a hacer acuerdos, pero piénsalo bien si aspiramos a ser leales.
En cualquier momento en que alguien sienta que hay una dificultad en el manejo de un acuerdo, lo primero que hace es hablar con las mismas personas con quienes estableció el acuerdo y encontrar una forma que le vuelva satisfactorio, mediante un nuevo acuerdo. Ahí jamás seré desleal.
Si yo planteo algo que esté fuera de la capacidad de una persona, no puedo esperar que sea leal, y si alguien se compromete con eso, está pecando de falta de sabiduría. Si yo me comprometo con algo que está fuera de mi capacidad humana, eso sería ignorancia, porque ya sé que no lo puedo cumplir. Hay que plantear cosas que sean lógicas, que sean claras, que sean medibles, que sean evaluables.
No hay necesidad jamás de traicionar nada, porque eso sería falto de sabiduría, porque nosotros tenemos una facultad (que la tenemos todos), que es la capacidad de comunicación, de hablar, de modificar. Eres desleal cuando tomas una decisión unilateral sin decirle nada a las otras personas, llego mañana y simplemente les informo de mi decisión, no les estoy preguntando, no estoy haciendo un acuerdo. Ahí soy desleal porque yo no tengo en cuenta a las otras personas para que nos pusiéramos de acuerdo nuevamente.
Si una relación termina en un acuerdo de separación no hubo deslealtad, porque fue un acuerdo, pero si termina unilateralmente, solo como una información, yo decidí esto, eso sí es deslealtad. Otra cosa es que la persona le diga a su pareja: a mí me está pasando esto, porque somos seres humanos, y quiero que entre los dos busquemos una solución. Y si la solución que encuentran como la mejor, es dar por terminado ese acuerdo, ahí no hubo deslealtad. Si no hay acuerdo se volvieron incompatibles. Se evalúa cómo hicieron para volverse incompatibles. No hay deslealtad porque primero se agotan las herramientas de medición, herramientas de evaluación.
Por eso es que yo les sugiero a las personas en Consulta de Psicoterapia que no hagan acuerdos a tan largo plazo, sino que los hagan más pequeños y con evaluaciones periódicas, así se evitará el problema de una sorpresa indeseable.
Vamos a evaluar nuevamente lo que llamamos compatibilidad y lo que llamamos incompatibilidad. A veces las personas que llamamos incompatibles se pueden volver compatibles, pero con frecuencia sucede lo contrario: personas que eran compatibles y se vuelven incompatibles. Y esto sucede por una razón muy sencilla: porque las personas que están dentro de unas relaciones, unos comienzan a crecer más que otros, porque unos, por alguna razón personal, se estancan en su crecimiento, no hacen cambios, no se mueven, no quieren más opciones, no encuentran nuevas formas de ver la vida, se quedan estáticos.
Eso puede ser normal y comprensible, pero para la ley del universo, empieza a haber una distancia que les va a convertir en incompatibles, cambiaron de nivel; en ese caso, obviamente será necesario modificar el acuerdo, pero eso será mediante una reunión donde se evalúe qué ha pasado. Cuando ya hay incompatibilidad, ya no hay deslealtad, lo que hay es una situación evolutiva que a algunas personas les es muy difícil aceptar.
Vamos a profundizar en ese aspecto para que nos quede claro, porque la idea es que nos hagamos compatibles y nos hagamos correspondientes con algo que llamamos civilización superior; y mientras no hayamos comprendido esto, tendremos que seguir trabajando.
Por supuesto, que en ese momento las personas se volvieron incompatibles y la incompatibilidad se maneja con decisiones personales. Nosotros en estos momentos somos incompatibles con nuestros Hermanos Superiores, pero la decisión de delimitación no la podemos tomar nosotros sino ellos, porque nosotros no tenemos cómo tomar esa decisión, porque no tenemos la tecnología para separarnos del planeta.
Los Hermanos Superiores no van a generarnos problemas a nosotros, yo le genero problemas a él, no él a mí. Él me está aportando una cantidad de cosas que yo no soy capaz de ofrecer, no tengo nada que darle a cambio y tampoco puedo delimitar porque no tengo cómo. La decisión la toma el hermano superior y la toma por respeto de amor, porque si no tomara esa decisión, implicaría que entraríamos en un conflicto en que mediríamos fuerzas a ver quién obliga a quién y el que tiene más fuerza obligaría al otro y sería entrar nuevamente a la ley del 2º nivel, la ley del más fuerte. Y como eso ya no es apropiado para personas con más desarrollo, tomas una decisión diferente.
Para que tú puedas seguir viviendo tu experiencia como tú quieres, sin que te sientas obligado a nada, pero no es compatible con lo que yo decido hacer, entonces me voy a retirar mientras tú puedes aprender un poco más. ¿Quién delimita?: el que tenía más ¿Y por qué lo hizo?: porque tenía más amor, porque si no hubiera tenido amor, en lugar de delimitar, habría entrado en un conflicto conmigo. Desde Amor, se retira y permite que yo viva mi experiencia como yo quiera, hasta que yo aprenda de ella. Por eso es la importancia de la delimitación.
Ante la pregunta de una separación. No vamos a juzgar nada, porque juzgar ya es un principio de limitación mental; vamos a evaluar, no a juzgar; juzgar significaría decir “tú tienes la culpa”. La persona desleal es la persona que tiene menor comprensión, entonces, frente al que tiene mayor comprensión, se ha convertido en incompatible y precisamente se convirtió en razón a su deslealtad. Eso no es bueno ni malo, es solamente un resultado medible, evaluable. Evalúas la situación y la persona con mayor sabiduría, no va a tomar en cuenta la deslealtad, va a tomar en cuenta el Amor.
La persona desleal, aunque no lo esté expresando, está diciendo esto: yo quiero hacer las cosas a mi manera, sin contar contigo; y precisamente así es como llegó a ser desleal. Yo quiero hacerlas libremente, sin que nadie me tenga que decir a mí sí puedo o no puedo hacer algo, sino que lo hago aunque a los demás no les guste. Eso es lo que está diciendo la persona desleal y tiene todo el derecho, el derecho del libre albedrío.
La persona con mayor sabiduría le va a conceder ese derecho porque no tiene porqué tratar de poner trabas. Tienes todo el derecho de ser libre, de tomar las decisiones que tú quieras, aunque yo no esté de acuerdo con ellas, de vivir las experiencias que quieras vivir, sean las que sean, porque tienes el derecho a aprender y tienes el derecho a equivocarte; mas sin embargo, frente a esa decisión tuya, yo tengo que tomar otra decisión también, y mi decisión es respetarte en tus decisiones, dejarte libre en tus experiencias, desearte lo mejor que hay en mí, ofrecerte mi guía y mi orientación si tú la necesitas o quieres recurrir a ella, pero vivir experiencias separadas.
Eso hará el que tenga más sabiduría. El otro no hará eso, el otro no dejará de culpar, agredir, quejarse y lamentarse de que cómo le pasa eso; y eso es inevitable porque si no está en comprensión, no podrá dejar de culpar. Habrá que aceptar eso también.
Estamos trabajando la herramienta de la lealtad y la lealtad implica necesariamente, acuerdos en la relación. ¿Con quién o con qué soy leal?: con otras personas, pero para poder ser leal con otras personas, hay otros parámetros que definen la lealtad. Y si esos parámetros no están presentes, entonces puedo hablar de incondicionalidad de amor, pero no de lealtad.
Cuando hablamos de lealtad, estamos hablando de relaciones humanas. Y cuando hablo de relaciones, las relaciones tienen que medirse, desde los compatibles a los incompatibles. Los incompatibles no pueden ser leales por ley del universo. Los compatibles sí. Entonces primero se necesita hacer una evaluación de compatibilidades. Lo que estamos trabajando son métodos de medición, de evaluación y de obtención de resultados, no estamos juzgando a nadie ni a nada.
Si alguien está en primer nivel de Conciencia, tiene todo el derecho a estar en el primer nivel. Si alguien es un caníbal, tiene todo el derecho a ser caníbal, pero no significa eso que yo sea el alimento de él. Pero tampoco significa que no lo puedo amar, que no lo puedo respetar y que no puedo servirle si fuera el caso de que lo hiciera. Ahí es donde viene la incondicionalidad.
Hacia abajo estamos hablando de incompatibles, pero hacia arriba estamos hablando de Seres Inmortales. Los Inmortales no tienen necesidad de hacer acuerdos, porque se rigen por una sola ley: por la LEY DE AMOR. Y su único acuerdo es regirse por la ley de amor, solo, y no tienen que hacer más acuerdos, ya está hecho el acuerdo. Pero en el campo humano, hasta el 5º nivel, donde están los Hermanos Superiores, a partir del 6º nivel están los Hermanos Mayores y estos son los que ya están entrando en la Inmortalidad.
El 3er nivel tiene sus inconvenientes por el aspecto de la lealtad, por la dificultad de ponernos de acuerdo. Cuando ya nos podemos poner de acuerdo, estamos entrando al 4º nivel. Cuando comienzo la convivencia armónica y pacífica, estamos entrando al 5º nivel. Los acuerdos y la lealtad son básicamente para el 4º y para el 5º nivel. ¿Por qué estamos hablando ahora de lealtad entonces?, porque estamos yendo al 4º nivel. Si fuera solo para el 3er nivel entonces no hablamos de lealtad, hablamos solamente de democracia. Democracia es muy sencilla: esta es la norma que estableció la mayoría y yo voy a decidir algo ante ella, pero no lealtad.
Nuestro nivel requiere acuerdos cuando existen desacuerdos y existen desacuerdos porque tenemos ideas diferentes. Compatibilidad la hay cuando las personas que tenemos ideas diferentes, hemos adquirido una condición del 4º nivel, que se llama flexibilidad mental. Si yo tengo flexibilidad mental me va a ser muy fácil ceder, en el momento de establecer un acuerdo, para poder encontrar un punto de conciliación con otras personas, entonces hacemos el acuerdo desde flexibilidad mental y entramos al 4º nivel.
Cuando tenemos ideas diferentes pero no tenemos flexibilidad mental, cada uno trata de imponerle al otro la idea que él tiene, porque él la considera la mejor, y tiene razón, pero lo que no tiene es flexibilidad mental. En ese caso, al no lograrse un acuerdo, entonces hablamos del 3er nivel y la relación del 3er nivel necesita ser manejada de alguna forma, entonces se maneja por normas democráticas.
¿Dónde estoy yo?, estoy en el nivel que yo mismo soy capaz de asumir. Si soy capaz de asumir flexibilidad mental, hacer acuerdos y comprometerme con ellos, hablamos de personas del 4º nivel del desarrollo de Conciencia. Pero si para mí es muy importante defender mis ideas y que los demás las acepten sin condición, entonces hablamos de un tercer nivel de desarrollo de Conciencia donde no podrá haber lealtad, y solamente se expresará a través de normas, establecidas de diferentes maneras, por los gobiernos elegidos por nosotros mismos y correspondientes con nuestro nivel mental. Eso es lo que tenemos ahora y estamos buscando salir de esa lamentable situación.
Una norma no genera compromiso ni lealtad porque se dictó unilateralmente, mas sin embargo, yo puedo tomar una decisión. Yo puedo decidir, obedecer la norma o desobedecerla, eso también es una decisión unilateral. Aun cuando la decisión es unilateral, la decisión puede surgir del interior del individuo, de alguno de estos dos aspectos:
- O de mi rebeldía y mi ignorancia: a mí nadie tiene porqué imponerme nada, las cosas tienen que nacerme libremente, nadie tiene porqué decirme lo que yo tengo que hacer; y tomo una decisión originada en mi propio ego y decido desobedecer la norma.
- O considero que, para mi crecimiento espiritual, considero que para la convivencia con otras personas, considero que hay una mayor utilidad y ganancia, tanto para mí como para otros, el adaptarme al mundo donde vivo, en lugar de luchar contra él. Considero que esto me ayuda a crecer internamente para encontrar la flexibilidad que necesito para un nivel superior. Entonces decido obedecer la norma. Y por supuesto me voy a comprometer conmigo a hacer eso en paz y sintiéndome feliz.
Son las dos opciones que tiene una persona ante una norma. Esas dos opciones le permiten una evaluación de su propio desarrollo personal y es libre de tomar cualquiera de las dos opciones. Habrá un resultado, ese es de ley, es de la ley del universo.
En cuanto a acuerdo, no norma, entonces, como se formuló bilateralmente, entonces puede generar lealtad. También una persona puede decidir ser desleal. Al decidir ser desleal, el universo respetará su decisión, pero el resultado también será de ley y los va a recibir la misma persona como resultado de su decisión y no habrá culpables de ninguna naturaleza, solamente es su propio resultado. Como también yo puedo decidir comprometerme y ser leal con el acuerdo y no sería necesario que jamás se rompa un compromiso. Si no tengo compromiso con mis acuerdos soy desleal.
Para que se pueda hablar de acuerdo necesita primero medir si hay compatibilidad mental. Es normal en el universo, la existencia de personas con incompatibilidades mentales, es decir, no pueden ponerse de acuerdo porque no tienen cómo hacerlo, su mente no da para eso, en ese momento; y no da para eso porque tiene poca flexibilidad. Si tú logras concatenar lo que estoy diciendo ahora con lo que dijimos acerca de la norma, te darás cuenta de la importancia de obedecer una norma.
¿Cuál es la importancia espiritual de obedecer una norma?: adquirir flexibilidad mental, porque sin flexibilidad mental, es imposible que yo pueda hacer parte de una civilización de 4º o 5º nivel, porque esas civilizaciones requieren acuerdos y lealtad, y los acuerdos requieren flexibilidad mental; si no la tengo, no será posible pasar a ese punto que llamamos 4º o 5º nivel de desarrollo de conciencia.
¿Cómo hago yo para adquirir flexibilidad mental? Y la propuesta es esta: dedícate a tomar la decisión de obedecer las normas, porque eso te va a dar flexibilidad mental para que puedas después hacer acuerdos. Dicen los maestros: si no eres capaz de obedecer una norma, menos podrás obedecer una ley. Y cuando yo no obedezco una ley del universo, el resultado para mi va a ser desastroso y el universo permite que yo haga eso para que descubra el resultado.
¿Dónde empieza nuestro ejercicio de flexibilidad mental?: con las normas de los hombres.
Por supuesto que todos primero necesitamos auto-conocernos y el proceso de auto-conocernos es el proceso de las crisis, del conflicto, del problema, del fracaso, de la enfermedad; pero todo eso es normal dentro de la pedagogía del universo. La pregunta es, ¿hasta cuando una persona podrá continuar dentro de ese lamentable proceso de conocer sus limitaciones?, hasta cuando él mismo decida buscar una opción diferente y eso es permitido, respetado y válido para el universo.
Donde yo decido ser leal con mi propio sentir, es decir, con mis propios sentimientos, tengo todo el derecho a hacer eso, pero el resultado de hacer eso, va a ser una experiencia dolorosa, necesaria pero dolorosa; porque cada vez que yo me dejo guiar por el sentimiento, en lugar de hacerlo con la sabiduría, voy a cometer errores, errores normales, errores naturales, errores necesarios, pero los errores no traen un resultado satisfactorio, solamente traen una experiencia valiosa; fíjate bien en la diferencia.
Una persona comete el error de conducir borracho, se estrella y el resultado no será satisfactorio porque además de atender su propia situación, tiene que pagar los daños originados, sin embargo es válido en la medida de la pedagogía; valioso cuando la persona dice: yo no quiero volver a tener ese resultado, porque ese resultado para mí es muy desagradable. Entonces, para no volver a obtener ese resultado, la persona decide cambiar su actitud y en adelante, decide no volver a conducir si ha bebido alcohol, es más, decide no volver a beber alcohol; pero para que llegue a esa conclusión, será después de una serie de errores costosos y dolorosos, que se originaron en su propio sentir.
Ojo, porque el sentimiento no es buen consejero, el sentimiento es necesario, es indispensable, para conocer mis limitaciones, pero para orientarme en la vida, lo que menos sirve es el sentimiento, para orientarme en la vida, necesitaré sabiduría y la sabiduría vendrá después de muchos errores. Los errores y sus resultados acumulados en la experiencia de ser humano, llegará a un punto que llamamos “saturación de sufrimiento”.
Cuando se alcanza ese punto, la persona decide buscarle una solución a sus conflictos, a su problemática y esa decisión es la que le lleva a encontrar una información que le lleve a descubrir la sabiduría y se alejará del sentimiento para siempre; mientras tanto, esto solamente es necesario, costoso y doloroso, pero necesario.
Mi propuesta, para el nivel en el que estás ahora, es que te guíes por la sabiduría y no por el sentimiento. Porque si tú no estuvieras ya listo para tener una nueva información, no estaría leyendo esta entrada, porque no te interesaría esto para nada. Si hay un interés que surge de tu propio interior, que es un llamado espiritual, es porque tú ya estás listo.
En ese caso, te invito a dejar de sufrir, te invito a dejar de orientarte por el sentimiento, y te invito a empezar a orientarte por la sabiduría del Amor, que está en tu interior, no está en otra parte, y así será como trascenderemos a otra civilización, donde no hay los problemas que nosotros tenemos aquí, han desaparecido, pero no por casualidad, sino porque las personas que integran esas civilizaciones ya aprendieron lo suficiente de sus errores, como para no volver a cometer los mismos errores.
Y por eso ya no hay problemas porque no hay algo que se origine en mis errores. Eso se llama civilizaciones superiores. La propuesta es ir hacia ellas, ellos no van a venir hacia nosotros. Necesitamos ir hacia ellos con una preparación espiritual.
Espero que te quede claro que los acuerdos se hacen con personas compatibles, con los incompatibles, se toman decisiones o se dictan normas.
Vamos a continuar con otras preguntitas (te habrás dado cuenta, tú también, que me gustan mucho). ¿Qué diferencia encuentras entre romper un compromiso y modificar un compromiso? Romper un compromiso es un asunto unilateral, cuando es bilateral no se llama romperlo sino modificarlo. La modificación puede consistir en que cada uno tome un camino diferente y eso igual será un acuerdo y ese es un nuevo compromiso. El nuevo compromiso puede ser, “tú sigues tu camino y yo voy a tomar el mío” y el nuevo compromiso es “yo respetaré el camino que tú has tomado y tú respetas el que yo he tomado, espero que seas feliz y que encuentres mucho éxito en tu nuevo camino y si alguna vez necesitas información, cuenta conmigo”. Ese es un nuevo acuerdo de delimitación y no se rompió ningún compromiso, se modificó porque fue bilateral.
Es deslealtad cuando se rompe un compromiso de forma unilateral. Cuando hay un proceso unilateral, hay deslealtad con un acuerdo, porque estamos hablando dentro de personas que están dentro del término de los compatibles, es decir, podían hacer acuerdo pero alguno de los dos, en lugar de hablarlo, decidió tomar una decisión unilateral y por eso se habla de deslealtad.
Modificar un compromiso significa un aspecto bilateral que genera un nuevo acuerdo. Fíjate que también es un acuerdo separarse, delimitar. Cuando no es un acuerdo, entonces las personas salen agrediéndose, sufriendo y culpándose, porque no hacen un acuerdo; pero cuando es un acuerdo, las personas comprenden que, lo más sano, lo más respetuoso, lo más saludable, es que cada uno tome un camino diferente, pero en este caso, como estamos hablando de compatibles, cada uno tomará su camino en paz, en armonía, sin culpar, sin juzgar al otro, deseándole lo mejor del mundo y ofreciéndole que si en algún momento deciden volver a hablar o deciden apoyarse el uno en el otro en información, esa puerta siempre estará abierta, porque es bilateral.
Compatibilidad no significa que tengamos que estar amontonados los seres humanos; compatibilidad significa que podemos hacer acuerdos o podemos deshacerlos con otros acuerdos y siempre nos dará una situación de paz, de respeto y de armonía. Eso es lo que se llama compatibilidad y lealtad.
En psicología hay un aspecto que se llama incompatibilidad de caracteres, que es exactamente lo mismo que incompatibilidad de personalidad o incompatibilidad mental. ¿Qué es incompatibilidad?: personas que no pueden ponerse de acuerdo, porque tienen puntos de vista tan opuestos que no son conciliables. Hay rigidez interna y ninguna de las dos personas está dispuesta a ceder, en ese caso, lo más sano es la delimitación.
Pero la delimitación puede ser a través de un nuevo acuerdo o a partir de una agresión; si es a partir de una agresión, hablamos entonces de un nivel profundo de ignorancia. Pero si es a partir de un nuevo acuerdo hablamos de un nivel de comprensión de amor en el que hemos llegado a la conclusión de que es más saludable, más sano, vivir experiencias separadas, pero no de agresión. Incompatible es cuando una persona toma la decisión unilateral de delimitar pero no hay deslealtad, porque los incompatibles no se han podido poner de acuerdo y cuando no hay acuerdo, no puede haber deslealtad.
Para que podamos hablar de incompatibilidad desde un punto de amor, necesitamos primero haber hecho algo que usualmente no hacemos: ¿cómo se determina realmente la incompatibilidad?, ¿después de qué? Para una persona puede ser muy fácil llegar y decirle a la otra persona: decidí irme porque somos incompatibles. ¿Eso será una buena medición?: no.
Para determinar la incompatibilidad significa que ha habido un proceso de Amor previo, que se llama “agotar la herramienta del acuerdo”. Cuando hemos hecho cientos de propuestas, de opciones diferentes, de posibilidades, de flexibilidad en todo sentido, y la otra persona, no acepta ninguna propuesta, ninguna, porque la única propuesta que acepta es esta: aquí mando yo y las cosas se hacen como yo digo, es la única propuesta que acepto. Tiene todo su derecho a tener esa posición, pero esa posición lo convierte en incompatible.
Para poder haber medido esto, necesitamos primero haber agotado totalmente las opciones del acuerdo. Agotadas las opciones del acuerdo y no habiendo resultado ningún acuerdo, la evaluación es muy sencilla: hay una incompatibilidad mental. En este caso, lo más sano, es la decisión unilateral de delimitar, porque el que siempre ha tenido la sartén por el mango, no quiere soltarla, sin importarle quién se está “fritando”.
Pero el que se está “fritando”, necesita hacer una de estas dos cosas: o modificar el acuerdo con la sartén o salirse de la sartén. Ahí es donde viene la sabiduría de la decisión unilateral de delimitar, para permitirle a la persona que siga jugando con su ego, que siga jugando con su imposición, que siga jugando con sus prohibiciones, con sus agresiones, pero que lo haga con otra persona que esté en ese nivel de pelea; porque en ese caso, un ego, contra otro ego, el resultado es una pelea, una violencia, una agresión, y por supuesto eso también es necesario, pero no lo será para alguien que se dijo estas palabras a sí mismo: YO ME DECLARO EN ESTADO DE PAZ.
Para esta persona no será aceptable una agresión. Quien se ha dicho eso, va a usar dos herramientas:
- 1º Agota las opciones de acuerdo, si esas opciones no dan un resultado.
- Entonces toma la decisión unilateral de delimitar para poder respetar al agresivo, porque se habían vuelto incompatibles y además la persona lo evaluó y lo midió; no fue una decisión al azar, no fue una decisión precipitada, fue el resultado de una evaluación, para que hablemos de sabiduría.
Si yo no he evaluado, estoy tomando decisiones precipitadas, entonces no habría sabiduría.
Salir corriendo de mí mismo no es posible, porque donde quiera que yo me vaya, me voy conmigo. Lo sabio es otra cosa. Lo sabio de la evaluación es esto: ¿hasta cuándo un aprendizaje es válido?, porque todo tiene unos límites dentro de la evaluación del universo, ¿hasta cuándo un ejercicio es válido para una persona?: solamente hasta que comprende lo que el ejercicio le enseña, lo que la terapia le enseña y eso es lo que se hace con una evaluación.
Entonces, la persona que ya está en paz, que no se siente afectada por lo que la otra persona hace, pero que ha hecho la evaluación de que no hay ninguna posibilidad de crecimiento ahí, y de que lo que está haciendo es perdiendo el tiempo en una situación que no tiene posibilidad de mejoramiento, no está huyendo de nadie, le está concediendo al otro una experiencia que no está teniendo, porque el agresivo, el violento, el irrespetuoso, necesita seguir aprendiendo, porque todavía no está en el punto de Amor, pero no podrá aprender con alguien que le haga cero resistencia, no podrá aprender con alguien que se adapte totalmente; el que se está adaptando está perdiendo el tiempo.
En ese momento sabrá que necesita entrar a la experiencia de ser confrontado por alguien, alguien que también sea ignorante y no será él, porque no será una persona amorosa la que confronte a otra, entonces se separará sabiamente para darle la oportunidad a otra persona de que confronte una situación que está cristalizada, por eso lo hará con sabiduría.
¿Por qué crees que nuestros Hermanos Superiores viven en otros planetas muy agradablemente, en lugar de estar aquí con nosotros?, porque necesitan respetar nuestra agresión, pero ellos no están aprendiendo nada de la agresión nuestra y no comparten la agresión con nosotros.
¿QUÉ DIFERENCIA ENCUENTRAS ENTRE UNA COMPETENCIA DESLEAL Y UNA COMPETENCIA DESIGUAL? Competencia desleal solamente se da cuando las personas en competencia tienen acuerdos de respeto en el mercado y algunos no los cumple. Por lo general, las empresas no tienen ese tipo de acuerdos, sino que están dentro de una ley que se llama la ley del más fuerte, que es más o menos del 2º nivel. Dentro de la ley del más fuerte no hay competencia desleal, pero si hay competencia desigual.
Cuando viene una empresa que es mucho más poderosa que otra y arrasa con todas las empresas pequeñas, hubo una competencia desigual, las fuerzas eran muy desiguales, pero no pueden quejarse las empresas pequeñas de que hubo deslealtad. Estamos enfocando el principio de lealtad hacia un nuevo sistema de socializar, que va a generar una característica nueva de civilización para cada uno de nosotros.
Vamos a hacer unas reflexiones para comprender mejor el principio de lealtad. Las normas, ¿te acuerdas las 10 características de las normas y las 10 características de los acuerdos? Las normas no son acuerdos, las normas vienen dictadas desde un solo punto de vista, entonces implican unos aspectos. Ante una norma puede haber:
- Desobediencia.
- Rebeldía (me rebelo ante la norma).
- Adaptación (decido adaptarme a la norma).
- Aprendizaje (decido aprender lo que la norma me enseña).
- Aceptación (decido aceptar la norma).
Estos aspectos son aspectos, unilaterales, son individuales y son decisiones de cada uno de nosotros. La pregunta ahora es, si una persona decide desobedecer una norma, o decide rebelarse contra ella, tiene derecho a hacerlo, y es una decisión unilateral, pero ¿por qué razón lo haría? Si desobedece la norma el resultado va a ser una sanción y la rebeldía va a generar una serie de conflictos en el individuo en sus relaciones y esos resultados son resultados indeseables, pero la persona cree que tiene derecho a luchar, y por supuesto que lo tiene.
El resultado será el de la Ley del Universo será el que le muestre que la lucha y la pelea no es la forma adecuada de trascender el proceso. Y finalmente, con una mayor comprensión, la persona puede darse cuenta que lo que necesita es adaptarse al mundo donde vive, y comenzar a respetar las normas, es decir, aprender de ellas la necesidad de obedecerlas. ¿Por qué razón?, porque las normas tienen un propósito fundamental en el universo, y es regir las relaciones entre los incompatibles.
¿Cómo hacemos nosotros para armonizar las relaciones donde la mayoría de las personas son incompatibles? Incompatibles significa que no pueden ponerse de acuerdo porque sus conceptos, sus creencias, sus opiniones, sus gustos son muy diferentes y no resultan fácilmente conciliables, pero como es una característica mayoritaria en el planeta tierra, la herramienta que hay que utilizar donde no hay acuerdos, son las normas.
Las normas son necesarias mientras estamos en un lugar donde los habitantes son incompatibles en su mayoría. Desde sabiduría eso es lo que la norma nos hace aprender: que son necesarias. Entonces voy a tomar una decisión que me va a impulsar, a nivel personal, hacia un nivel superior: decido aprender lo que me está enseñando la norma y decido aceptarla. Es una decisión unilateral, es una decisión personal. Decido aceptarla porque comprendo la necesidad que tiene, para poder entrar, más o menos, a una convivencia armónica entre personas incompatibles.
Es obvio que cuando se pone una reja, eso es una norma, hay una propiedad privada; esa norma indica que hay una incompatibilidad entre el que está dentro de la reja y el que está fuera de la reja. Entonces la reja es precisamente para que estas dos personas no se maten, es para eso, ¿qué habrá que hacer?: respetarla.
Obedecer las leyes nos va a liberar, nos va a llevar a fluir con el orden del universo, nos va a llevar a tener grandes satisfacciones, pero ¿cómo hago yo para llegar a obedecer las leyes? Dicen los maestros: empieza primero por obedecer las normas. Porque si no puedes obedecer una norma, no vas a poder obedecer una ley.
Entonces empieza el ejercicio del desarrollo espiritual, que lo hemos trabajado con las 7 herramientas de Amor. Entonces esto ya para nosotros es muy sencillo: dejar de luchar, de rebelarme, de agredir o de desobedecer las normas.
Las normas son dictadas de una manera global y no específica, por lo que hay veces que resultan imposibles de cumplir por una persona; entonces no es que decida no cumplirlas, sino que no está en capacidad de cumplirlas, entonces estará dentro de la ley algo que llamamos adaptación y utilizará el proceso de la naturaleza para la adaptación que se llama el “camuflaje”, cuando la norma no puede cumplirse.
En ese caso la persona no está haciendo desobediencia; en ese caso se está adaptando al mundo donde vive. La desobediencia es cuando decido no cumplir la norma porque soy rebelde, porque nadie tiene que decirme cómo tengo yo que hacer las cosas; ahí sí tengo un ego muy fuerte y ahí sí la situación es grave para mí.
Las normas de tráfico son normas dictadas de forma global y no a situaciones específicas. Es obvio que hay momentos en que un cruce no debe hacerse y hay otros momentos en que las circunstancias externas pueden haber variado y no haya ningún problema con hacerlo, sin embargo, estarías violando la norma.
La respuesta es sencilla: A MENOS QUE SEA INEVITABLE, NO VIOLES LAS NORMAS; y no porque vaya a suceder ninguna cosa externamente, sino por el principio interno de empezar a desarrollar la sabiduría del respeto, porque si no aprendo a obedecer, no voy a poder fluir con la ley del universo, porque entonces soy un rebelde. Y los rebeldes tenemos derecho a ser rebeldes, pero hay un resultado para los rebeldes: el aislamiento, la delimitación; por eso nosotros somos un planeta aislado, delimitado, por ahora, del resto del universo.
Los habitantes del planeta tierra no hemos aprendido aún el significado de obedecer el flujo del universo, no hemos aprendido el significado de lealtad, y necesitamos estar aislados como resultado de nuestra desobediencia a la ley. Lo que tenemos es un resultado, no es ni bueno ni malo, y ese resultado se puede modificar si modifico mi interior. Las normas rigen las relaciones de los incompatibles y vivimos en un mundo lleno de incompatibilidades. A menos que sea inevitable, desarrolla la virtud de obedecerlas.
Ahora miremos los acuerdos. LOS ACUERDOS implican algo totalmente diferente, son algo bilateral. Lo bilateral implica negociación, vamos a negociar nuestros puntos de vista, vamos a negociar nuestros gustos, nuestras costumbres, nuestras experiencias, para poder llegar a una convivencia armónica y pacífica con las personas con las cuales estamos estableciendo el acuerdo. Todo eso implica negociación. La norma no implica negociación.
Para poder hacer una negociación, implica que yo tenga una flexibilidad mental. Negociación implica aprender a ceder, precisamente cuando no puedo ceder es que necesito vivir en un mundo regido por normas. Para adquirir flexibilidad mental, necesito empezar a obedecer las normas, aún aquellas que a veces me parecen absurdas, porque eso me da capacidad de flexibilidad y adaptación.
Esa capacidad de flexibilidad es la que me va a proporcionar la habilidad de la negociación de 4º nivel de Conciencia y de 5º nivel. Implica también la negociación y la flexibilidad, que aprendamos a respetar el acuerdo que se haya establecido, implica que hagamos un profundo compromiso con ese acuerdo para que podamos ser totalmente leales con él, es decir, no vamos a romper un acuerdo jamás; lo podremos modificar, pero no lo vamos a romper.
¿Adónde nos conduce el proceso de llegar a manejar nuestra vida a través de acuerdos?: nos va a conducir a otra civilización. Vamos a hacer unas reflexiones al respecto de eso. La violación de una norma implica desobediencia pero no deslealtad, mas sin embargo, la desobediencia, aun no siendo deslealtad, tampoco es sabiduría. No soy desleal, pero eso no implica que tenga sabiduría.
Ahí es donde muchas personas se equivocan, porque dicen: es que como la norma no la establecí yo, puedo violarla, no estoy siendo desleal porque no hice un acuerdo. Claro que no, pero estoy teniendo poca sabiduría porque está entrando a irrespetar aspectos que son necesarios para la convivencia de los incompatibles y eso es precisamente lo que nos mantiene en un planeta aislado.
La otra reflexión es la de la civilización superior. La lealtad con un compromiso, implica respeto, pero no implica obligación. No es obligatorio respetar un acuerdo, pero no respetarlo implicaría deslealtad; sería igual que la persona que es desobediente, implica falta de sabiduría. Cuando por alguna razón, no estemos satisfechos con el resultado que estamos obteniendo de un acuerdo, llamamos a las personas con las que hicimos el acuerdo y le replanteamos nuevamente; se modifica de común acuerdo o con otro acuerdo que sea más satisfactorio y no habrá ninguna des- lealtad.
Si al intentar el ejercicio de modificar un acuerdo, encontramos que no somos capaces de generar un nuevo acuerdo, implicaría que las personas se volvieron incompatibles, porque no fueron capaces de hacer un nuevo acuerdo, porque les faltó flexibilidad mental a uno o a todos.
El proceso de la compatibilidad y la incompatibilidad es un proceso variable. Personas incompatibles se pueden volver compatibles si aprenden a tener flexibilidad; personas compatibles, se podrían volver incompatibles si una persona se queda estática y la otra empieza a crecer; la distancia llega a ser tan grande que se vuelven incompatibles.
Cuando se presente la incompatibilidad, ya no puede hablarse de lealtad ni de deslealtad, se hablaría de decisiones unilaterales, donde cada quien va a tomar una decisión o una de las personas va a tomar una decisión. Por lo general, cuando se va a presentar una delimitación, la persona con mayor sabiduría, propone la delimitación como un proceso de respeto al que está estático, porque como el que está estático no quiere hacer cambios, no le interesa adaptarse a nada, no le interesa modificar ninguna circunstancia, tiene derecho a eso.
Para no entrar en conflicto con él, entonces la persona con mayor sabiduría le dice: sigue tu camino para que tú puedas hacer las cosas tal cual como a ti te gustan y como a ti te parecen sin que nadie te diga lo contrario, pero como no me puedo adaptar a esa circunstancia, yo voy a seguir otro camino. Esa sería la delimitación cuando, personas que habían sido compatibles, se vuelven incompatibles porque uno crece y la otra no crece.
Para que eso no pase, para que las relaciones sean perdurables, estables, y tengan una continuidad en el tiempo, es importante que las personas dentro de las relaciones, APRENDAN A CEDER; si es solamente una parte la que cede, eso va camino de incompatibilidad. Porque el que no cede no crece, se queda estático, no avanza. Cuando todas las partes, dentro del acuerdo, ceden, se flexibilizan, van creciendo; ahí hablamos de lealtad y compromiso.
¿Qué pasa si una persona se siente bien en una relación y la otra persona no se siente bien?, este es un caso típico. Me gustaría que tú evaluaras qué es lo que pasa en esa situación. El que se siente bien, es por una razón, es porque a él se le está dando gusto en lo que para él es satisfactorio, entonces no tiene porqué sentirse mal. Si la otra persona no se siente bien, es porque a la otra persona no le está sucediendo lo mismo, es decir, no está viendo que sus expectativas se estén cumpliendo; se están cumpliendo de un solo lado. Por supuesto que, el que se siente bien, no le interesa terminar la relación y ahí viene el principio de la sabiduría.
Vamos a poner un ejemplo para que sea claro. Supongamos dos personas que tienen una relación, no tiene porqué ser pareja, puede ser otro tipo de relación. Una persona se siente bien y la otra persona no se siente bien dentro de la relación. El que se siente bien no quiere soltar la relación, está apegado porque le satisface, pero tiene un principio de egoísmo inconsciente, porque cuando la otra persona le plantea que no se siente bien, o que quiere delimitar, la persona lo que hace es tratar de retenerla, apegarse, pero no busca otra vía más sabia: ¿qué cambio necesita hacer para que la otra persona también se sienta bien? Ese es el punto, el punto no es retener a la otra persona para que yo me sienta bien, sacrificando al otro; eso tiene un nombre claro, se llama egoísmo.
El asunto es que yo puedo sentirme muy bien, pero si la otra persona no se siente bien, yo tendré necesidad de hacer un cambio, para que los dos nos podamos sentir bien, y si no soy capaz de hacer ese cambio, entonces ya vino la incompatibilidad porque no hay acuerdo. Esa es la situación típica de las relaciones humanas. El que se apega tiene egoísmo, el apego no es ninguna virtud, el apego no es nada de amor, el apego es puro egoísmo: no quiero perder algo que me satisface, pero la pregunta es, ¿por qué lo estoy perdiendo?, porque yo no soy capaz de satisfacer a la otra parte, y no quiero hacerlo, no me interesa hacer un cambio. ¿Qué pasó? Se volvieron incompatibles.
Por eso te digo que si las personas no crecen simultáneamente, las relaciones no van a ser estables y ese es el problema del planeta tierra, no tenemos buenas relaciones porque no hemos aprendido a ceder ni a hacer acuerdos. Eso estamos aprendiendo ahora. OLVÍDATE DEL APEGO. Si alguien se siente mejor sin mí, yo puedo irme sintiéndome bien porque no tengo porqué limitar a alguien, pero también podría intentar hacer un cambio para que se sienta bien y eso ya implica la flexibilidad y la adaptación.
Si en una relación hay una persona que siempre cede, que es la única que cede, y la otra no cede, ¿si es sano exigir, o por lo menos replantear, la necesidad de hacer un cambio en la relación? Por supuesto que eso es lo más sano. Pero vamos a utilizar las herramientas de medición. ¿Cuántas veces voy a plantear esto?, ¿cuántas veces voy a intentarlo?, ¿qué herramientas voy a agotar antes de tomar una decisión unilateral?
Obvio que si hay una sola persona cede y la otra no cede, espiritualmente está sucediendo algo: el que está cediendo está creciendo mucho, y el que no cede, no está creciendo nada; entonces la situación es que la relación va en camino de volverse incompatible y de terminarse, ese es el camino que lleva. Para evitar eso tendríamos que poder trabajar de tal forma que la otra persona se diera cuenta de la necesidad de aprender a ceder.
Vamos a intentar eso primero. No vamos a exigir porque exigir o imponer sería ir en contra del principio de Amor, pero vamos a plantear, vamos a proponer la necesidad de hacer un cambio en la otra persona. La otra persona tiene todo el derecho de aceptarlo o de rechazarlo, porque eso son derechos de decisiones que el universo nos respeta a todos.
Si decide que sea más saludable empezar también a ceder un poco y a darle un poquito de gusto a la otra persona, la relación se va a estabilizar y va a continuar. Si decide que no, que se siente muy bien así como está, que a mí siempre me den gusto pero yo no doy gusto a nadie, (puede decidir eso que es lo más usual), entonces la relación se va a terminar y no hay ningún culpable ni nada de qué sentirse mal; simplemente hay una persona que creció y la otra no.
Para poder respetar al que no creció, después de haberle dado un máximo de 7 oportunidades y un mínimo de 3, entonces se decide la delimitación: Como tú siempre decides hacer las cosas a tu manera, sin adaptarse a nadie, y tienes todo el derecho a hacerlo, para que no tengas necesidad de adaptarte a nadie, sigue tu camino solo, no hay ningún problema, espero que te vaya muy bien y que seas feliz. Los que tienen que ceder son los demás, a mí me dan gusto y las cosas se hacen como yo digo.
Perfecta mi decisión, pero ¿cuál fue el resultado de esa decisión? El universo en sus leyes dice, perfecto, tú tienes derecho a esa decisión, pero el resultado es que vas a ir a un planeta aislado del resto del universo y vas a estar en ese planeta hasta que APRENDAS A CEDER, hasta que APRENDAS A HACER ACUERDOS, hasta que aprendas que si quieres que te den gusto, también tienes que darle gusto a los demás. Por eso estamos en el planeta tierra aprendiendo eso. Pero esto se maneja en situaciones muy pequeñas, en pequeños grupos de 2, 3, 4 personas y ahí estamos aprendiendo cómo se maneja una nueva civilización.
Los grupos heterogéneos no pueden establecer acuerdos porque son de diferente nivel de Conciencia, son incompatibles, no hay nada que hacer, así sean de la familia. Lo que habrá que hacer es delimitar. ¿Qué es más sano para ti?: pelear todo el día con alguien que no quiere hacer un cambio, o simplemente decirle a la persona: vive como tú quieras pero vive solo. Es más sano esto último.
Si yo he dicho ME VOY A DECLARAR EN ESTADO DE PAZ, significa que no me voy a pelear con nadie y si alguien quiere hacer las cosas de una manera totalmente diferente a como yo pudiera manejarlas, tiene derecho, pero como no voy a pelear con él, ¿qué haces?: delimitar, te apartas y lo respetas. Una cosa es saludarnos y respetarnos y otra cosa es convivir, porque CONVIVIR IMPLICA ACUERDOS, sin acuerdos no puedo convivir, ¿cómo?, porque entonces lo que hay es un choque constante.
Vamos a entrar a trabajar el principio de lealtad. Primero desde un punto muy pequeño, en nuestros pequeños grupos humanos, para luego hacernos correspondientes con todo un planeta. Primero lo compartiremos entre dos personas, luego lo aplicaremos a la familia y luego espacios un poco más grandes, por ejemplo una empresa, una comunidad.
Si no empezamos por dos personas, difícilmente vamos a llegar a algo más amplio. Esta es la diferencia entre una civilización del tercer nivel de Conciencia y una del 4º o 5º nivel. Tómate unos 2 minutos para contestar estas preguntas:
- ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE GOBERNAR Y ADMINISTRAR?
- ¿Cuál es la diferencia entre legislación normativa e información oportuna?
Para los maestros administrar es algo totalmente diferente a dictar normas. Gobernar es lo que hace un gobierno y lo que hace un gobierno para gobernar es dictar normas, porque no puede hacer otra cosa, y para que se cumplan utiliza la fuerza. Por eso hay algo que llamamos la fuerza pública, para eso son los ejércitos, para eso es la tecnología aplicada a la guerra, para poder hacer que las normas se cumplan, porque se necesitan cumplir por la fuerza.
¿Por qué razón se hace necesario un ejército para que se cumpla una norma?, porque son dictadas para personas incompatibles, no están de acuerdo, y como no están de acuerdo solo hay una forma de manejar ese tipo de relaciones: un gobierno, que es una fuerza superior, sustentada en un ejército, en una policía, dice: o se cumple o se sanciona, punto. Eso es inevitable, indispensable, para poder manejar relaciones de los incompatibles.
Administrar también sería parte de un tercer nivel y es lo que te estoy invitando ahora a que empecemos a hacer, vamos a dejar de gobernar, dejar de ser el “jefe del hogar”. Gobernar es dictar normas e imponerlas a la fuerza. Administrar es dar información y hacer pedagogía. Hay una gran diferencia.
Damos la información oportuna y para que se pueda cumplir esa información, lo que hacemos es una pedagogía, es decir, EL PROBLEMA DE LOS SERES HUMANOS NECESITA SOLUCIONARSE CON EDUCACIÓN, NO CON IMPOSICIÓN, porque mientras no somos conscientes de la necesidad de la convivencia pacífica, del respeto del uno al otro y de los acuerdos, si no somos conscientes de eso, ¿qué queda?, solo queda una opción: la fuerza, que es la que tenemos ahora.
Para poder salir de esa lamentable situación, necesitamos empezar a hacer pedagogía y por eso estamos invitando a todas las personas a hacer pedagogía, que la gente haga conciencia de la necesidad de REGIRSE POR SÍ MISMO y no por la fuerza.
A veces nosotros, inconscientemente, disfrazamos las normas, las disfrazamos de acuerdos. Ejemplo: tú tienes que lavar la vajilla, ¿estás de acuerdo? Entonces, en el caso de los niños, como la idea es empezar a trabajarlo en familias, en nuestro entorno inmediato, a nivel familia, empezar a trabajar, dar información y hacer pedagogía en lugar de dictar normas e imponerlas, porque eso es lo que hemos hecho durante cientos de años.
El jefe del hogar dice: esto se hace así porque el que mando soy yo y si no se cumple hay sanción, hay castigo. Ejemplo: si no te comes la lechuga, no ves la televisión. Esto suena a castigo; tendríamos que habernos sentado primero con el niño y haber hecho pedagogía y darle información acerca de la importancia de seguir un orden para la salud y el aprendizaje y que si no alimentamos nuestro cuerpo no tenemos energía.
Después de enseñarle todo esto, vamos a generar un acuerdo con el niño de esta manera:
- ¿A ti que te parece mejor, comer antes o después de ver la televisión? No le estoy imponiendo, le estoy preguntando. Supóngase que el niño me dice,
- A mí me parece mejor ver la película primero y la comida después. Suponte que esa no es tu idea, esa es la del niño. Lo importante es que se hagan las dos cosas: que se alimenten y que vean su televisión, en los espacios acordados. Entonces, ¿qué va a pasar?, si tienes flexibilidad mental, le puedes decir al niño:
- Perfecto, no hay ningún problema, primero vamos a ver la película y después comemos.
Si ese es el acuerdo, pero a los acuerdos se ponen unas cláusulas que son las de los compromisos. ¿Cuál es el resultado de si después de ver la película tú no comes?, ¿qué pasaría? Ahí es donde se ponen unas cláusulas, que son los resultados de la ley, que también son de común acuerdo. Si tú decidieras no comer, tienes derecho a eso, pero entonces el resultado es que la televisión va a desaparecer, tú decides.
Si el niño está de acuerdo que si él no come, el televisor desaparece, como resultado de su decisión de no comer, es decir, de no cumplir un compromiso, él ya no va a ver esto como un castigo sino que dirá: – Ese es mi resultado.
Pero todo eso hay que manejarlo con información y pedagogía. Lo que sucede es que a veces no le damos el tiempo suficiente a hacer el ejercicio correctamente: la información, la pedagogía y el acuerdo; sino que queremos que sea muy rápido, la norma es más rápida.
El resultado es esto. El problema es cómo interpreto yo la situación de mi vida. ¿Yo la interpreto como que alguien me está sancionando?, ahí es un problema porque yo voy a culpar a ese alguien; ¿o yo la interpreto o la comprendo correctamente?: eso que está sucediendo es el resultado que yo estoy obteniendo por la decisión que yo tomo.
Porque la decisión de no cumplir un acuerdo puede ser mía, pero si yo decido no cumplir un acuerdo, ¿cuál es el resultado que a mí me corresponde?, no es el que me esté aplicando otra persona, nadie me está sancionando. Es tan sencillo como que, si yo me descuidé y estrellé el coche contra un poste, para no hablar de que voy a tener conflicto con otra persona, ese error fue mío. El que yo tenga que mandar arreglar el coche y pagar el precio que eso implica, ¿eso es una sanción? Eso no es una sanción, fui yo el que me descuidé en el manejo, entonces voy a decir: mi resultado de no fijarme cómo conduzco es que me costó 2000 € arreglar el coche; ese fue mi resultado.
El problema es que yo le diga al poste, si fuera el caso, oiga pero usted me está castigando; es el caso de los padres y los hijos, entonces yo me estrello contra mi papá y le digo: tú me estás castigando porque me quitó tal cosa. ¿Por qué pasa eso?, porque el papá no dio información oportuna, ni hizo pedagogía adecuada, él permitió que el niño sintiera que eso era castigo, cuando no lo es. Esa es la gran diferencia.
SI NO ASUMIMOS RESULTADOS, JAMÁS VAMOS A MADURAR ESPIRITUALMENTE, porque ese es un problema del planeta tierra: que yo cometo errores y quiero que los demás asuman el resultado de mi error, y es que el error fue mío, necesitamos asumirlo; pero eso no es castigo, es un resultado.
Castigo es cuando alguien te impone algo por fuera de lo que tú has acordado, porque dictó una norma y no un acuerdo, ahí sí es castigo y la persona lo siente como tal y genera resentimiento contra ti porque lo castigas. Pero si la persona dice: ese es mi resultado, la televisión desapareció de mi cuarto porque ese es mi resultado que se originó en las decisiones mías de no cumplir mis acuerdos. Pedagogía será lo que nos lleve a nosotros a una nueva civilización, por eso estamos buscando salir de la norma y pasarnos al acuerdo.
Administrar es dar información a cada persona, oportunamente, y si no sabe cómo manejar esa información, entonces es necesario hacer una pedagogía que le permita acceder a la capacidad y a la habilidad de manejar la información que va a recibir. Eso es lo que hacen los Hermanos Superiores, que tienen un centro de información para el planeta entero. Y cada persona toma la información y se compromete a seguirla, sin que nadie le diga que “tiene que”, él sabe que es importante hacerlo.
Llevémoslo a ejemplos prácticos. ¿Cómo cambiarías tú en tus relaciones inmediatas (pareja, familia, etc.), el asunto del gobernar por el administrar?, ahora, para empezar a hacernos conscientes del principio de lealtad. ¿Cómo lo haríamos, haciendo qué? Necesito dar información oportuna, y hacer pedagogía para el manejo de la información. Renuncia a castigos, a imposiciones, porque eso ya son normas. Renuncia a prohibiciones, renuncia a cualquier tipo de agresión, porque todo eso es característico del 2º y tercer nivel de evolución. Es lo más simple, es elementalmente sencillo.
¿Qué hace un administrador?
- Lo primero es saber administrar.
- Lo 2º que hace es aplicar la administración; para aplicar la administración necesita llamar a todas las personas que tengan que ver con él y darles información amplia, oportuna y suficiente.
- Lo 3º que tendrá que hacer es verificar si las personas saben cómo manejar esa información o no. Si no saben cómo manejarla, tendrá que hacer una pedagogía para que aprendan a manejarla.
Después de eso, entonces entrará a hacer los acuerdos y los compromisos con el manejo de la información y establecerá los resultados que cada quien pueda obtener en caso de no cumplir su acuerdo. La información sale de la estructura misma que se va a administrar.
La pedagogía es muy sencilla, es como cuando tú entras a la cocina con un niño y le das información de cómo se hace el desayuno. Eso no significa que el niño pueda manejar esa información. Tú le dices: mira, la temperatura para esto es tanto, y no metas el dedo aquí porque te quemas, y aquí no porque te electrocutas, y con esto no porque te cortas una mano. Y le estás dando esa información pero el niño no sabe manejar eso. Tú vas a verificar si sabe hacerlo o no, le vas a preguntar cómo lo haría, cuáles son los pasos.
Vamos a experiencias pequeñas para que aprendan a manejar la información. Cuando ya sepa manejar la información, ahí sí voy a hacer el acuerdo con él. Voy a hacer el acuerdo de los días que va a hacer él el desayuno, cuando lo hago yo y nos ponemos de acuerdo y empieza la convivencia pacífica. Pero 1º es pedagogía. Esto para cualquier área.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE LEGISLACIÓN NORMATIVA E INFORMACIÓN OPORTUNA?
La legislación normativa es lo que hace un gobierno para manejar las relaciones de los incompatibles, y no puede hacer otra cosa. ¿Te das cuenta tú de que no sacamos nada con pedirle algo al gobierno? El problema no es del gobierno, el problema es nuestro, porque yo no le puedo pedir a un gobierno que haga una administración para manejar relaciones de compatibles, que es lo que nos gustaría que el gobierno hiciera, cuando resulta que nosotros somos incompatibles dentro de las propias personas con las cuales nos relacionamos.
¿Qué puede hacer un gobierno si está frente a un pueblo que está, en su gran mayoría, compuesto por personas incompatibles? Dictar normas, no puede hacer ninguna otra cosa. Esto es a nivel individual, para dejar de estar sujetos a un gobierno que maneja una legislación normativa, necesitamos hacer un cambio interior, que es dar información oportuna, que es lo que hace un administrador para manejar las relaciones de los compatibles.
¿Tú cómo sabes si en tu familia sois compatibles? Si puedes hacer acuerdos, tú eres compatible. Entonces, si puedes hacer acuerdos, renuncia a los principios de gobierno y pasa a los principios administrativos que consisten en dar información, hacer pedagogía y administrar relaciones de compatibles. En ese caso nos estamos pasando a una civilización del 4º y vamos hacia el 5º nivel.
Pero qué pasa si en la familia resulta que hay incompatibles, ¿qué se hace? Antes de delimitar puede hacerse otra cosa, que es dictar normas. Ante la familia puedes decir: aquí el jefe soy yo y vosotros tenéis dos opciones, o hacéis lo que yo digo, u os vais. ¿Y por qué haría alguien eso?, porque hay incompatibilidad.
Los incompatibles, ante esa posición, que es la posición de fuerza mayor, también tienen dos decisiones, o se adaptan a la norma o se van del lugar, o se revelan y luchan, que son los resultados normales de esto. El problema de incompatibilidad, ¿de quién es?, es mío.
La base del 2º y tercer nivel de Conciencia es el temor, la amenaza, el miedo, esa es la base de estos niveles. Entonces yo amenazo, no doy información: si tú no haces esto, te va a pasar esto, eso es una amenaza y yo voy a castigar. ¿Qué va a pasar?, la persona decide revelarse o adaptarse, pero si se adapta desde esa posición, va a generar rencores y resentimientos, no tengo para donde irme, tengo que aguantarme a este “sargento, dictador”, mientas tenga la suficiente fuerza para liberarme de esto. Eso no va a generar una buena relación, ni con la persona externa, ni consigo mismo, porque la persona llena de rencores, llena de resentimientos, no tiene una buena relación con él mismo.
Estamos buscando salir de eso, por eso estamos haciendo una propuesta diferente a la que se ha manejado tradicionalmente en nuestras relaciones. Y no estamos hablando del gobierno nacional, ni de los gobiernos de los países del planeta tierra, sino de la familia, o de dos personas. Si dos personas no pueden ponerse de acuerdo, son del tercer nivel, o 2º nivel si se agreden las partes.
Como aspiramos a hacer parte de una nueva civilización, entonces tendremos que aprender a hacer acuerdos. Una persona suficientemente flexible, puede ser fácilmente compatible con muchas personas, porque se adapta fácil, y posiblemente, en un momento dado, desaparezca de este planeta y vaya a otro. Pero si es suficientemente rígido, tendrá conflictos constantemente hasta que aprenda del conflicto mismo y aquí vuelve y vuelve y vuelve.
Antes de delimitar es necesario dar unas oportunidades al cumplimiento de un acuerdo, es necesario intentar hacer los acuerdos, porque si voy a delimitar antes de hacer un acuerdo, a lo mejor lo que estoy es huyendo de una situación que no me siento capaz de enfrentar.
Por eso lo primero que vamos a plantear es: no menos de 3 veces ni más de 7. No vamos a plantear menos de 3 veces la necesidad de hacer un acuerdo con alguien cuya relación tenga conflictos. Pongámonos de acuerdo para que no haya conflictos, yo te respeto, tú me respetas, ¿en qué necesitas que yo te apoye?, ¿en qué necesito que tú me apoyes? Después de 7 veces ya sabes que definitivamente no puede hacerse; y si no puede hacerse entonces ya no hay otra cosa por hacer: delimitación, para no seguir peleando, para no seguir en guerra. Esa es la forma sabia de manejar esto.
No son los demás los que se estrellan contra mí, yo me estrello contra ellos. Entonces ahí lo que estamos verificando es algo: que todavía no he aprendido lo suficiente, que no he completado mi transcendencia, que no he completado el entrenamiento para que esto no me afecte, por lo tanto, la respuesta de la vida, desde el proceso pedagógico que llamamos DESTINO, es la repetición; la repetición será constante hasta cuando logremos aprender lo que la experiencia nos enseña.
Si estoy en una relación con una persona agresiva, hay dos opciones posibles. Si me estoy sintiendo mal con eso, las dos situaciones son estas:
- O yo puedo aplazar la experiencia.
- O la vida no me da opción de aplazarla.
Si no me da opción a aplazarla, ¿sabes por qué es?, esto es como el niño al que le echan de todos los colegios y le dicen: mira, en este último colegio no te vamos a echar, pero no puedes irte aunque quieras, porque ya te echaron de todos. Ahí es cuando el destino genera unas tramas que tú ya conoces, en que la persona dice: me gustaría irme pero no puedo porque no tengo los recursos, o porque tengo un niño y soy totalmente dependiente, o por cualquier situación que evita que la persona se vaya aunque esté desesperada. Ahí no tiene sino una sola cosa por hacer: utilizar las herramientas de Amor.
Mientras yo sea ofendible, no he completado la experiencia de estar con alguien que es agresor. Mientras yo soy ofendible, soy correspondiente con un agresor para aprender a dejar de ser ofendible, de juzgar y de culpar a esa persona del problema mío.
Que yo sea ofendible no es culpa de los demás, ese es un problema mío. ¿Cómo salgo de él?, estando con una persona agresiva hasta que yo aprenda a no ofenderme y a amarlo a él como es; en ese momento la vida corta eso, ahí se abren las puertas de cualquier manera, mágicamente se abren. Pero el problema es si yo no he aprendido.
Cuando tú dices que me enfrento a la situación y vuelvo y caigo, entiendo que se me salió de las manos a mí, y ese problema es mío, soy yo el que tiene que resolverlo. Si me sentí muy mal, si me sentí depresivo, si me sentí angustiado, si me llené de rencor y de odio, ese problema es mío y soy yo el que tiene que solucionarlo y resolverlo, y darle las gracias a la persona porque me está mostrando cuál es mi problema.
El día que lo resuelva, ese día, ese problema deja de ser necesario, eso significa que desaparece para la persona que lo resolvió. El día que sea una persona inofendible, ese día desaparece totalmente la necesidad de compartir con personas agresivas, ese día está listo para ser parte de una nueva civilización donde no hay agresión, pero porque ya aprendió. Así funciona la ley pedagógica del universo.
No podríamos llamar maestro a alguien que agrede, pero las personas agresivas, son entrenadores para quienes estamos en el trabajo de aprender a ser inofendibles. El maestro es el que te da la información para que tú puedas desarrollar la habilidad de la inofendibilidad.
Vamos a la siguiente reflexión: ¿Qué se requiere para obedecer una norma? ¿Qué se requiere para comprometerse con una información oportuna? Aquí ya estamos hablando de las dos diferencias: las que son del 2º y 3er nivel de Conciencia, básicamente del 3º, que es donde se dictan las normas, y las que son del 4º y 5º nivel, comprometerme con una información oportuna.
Si alguien no está dictando normas, sino que me está dando información, me dice: la manera apropiada de manejar esto, es de esta manera. Y me da toda la información que yo necesito para eso. Si no es suficientemente clara, yo le puedo pedir más información, le voy a decir que me la amplíe. Cuando sea clara para ti, necesitas tomar una decisión: COMPROMETERTE. Pero la persona no está dictando nada, ni está imponiendo nada, te está dando una información, yo decido qué hago con ella.
Piensa en un momento qué se requiere en ambas situaciones, para ver donde estamos ahora, desde el punto de lealtad. Si el resultado no es satisfactorio, es claro que no he enseñado con sabiduría. Si ya hay una carga conceptual de rebeldía, si ya hay una carga de agresión, de rencores internos con respecto a otra persona, aun cuando yo ahora empiece a aplicar una pedagogía armónica, esa carga no va a desaparecer inmediatamente, entonces tendría que tomar otras opciones de herramientas de Amor que tú ya conoces. Invitar a la persona que está en estado de rebeldía en su experiencia, o que está en estado de rencor, también en su experiencia, invitarlo a algo:
- Primero le voy a pedir perdón, para poder hablar de sabiduría, porque si alguien tiene rencores es porque yo cometí errores. Perdón es algo superficial, pero es necesario para una persona que está en un estado de ignorancia. Entonces yo le voy a pedir perdón por lo que él cree que yo le hice.
- Luego le voy a informar que, si bien es cierto que cometí errores, fueron errores involuntarios porque en ese momento no tenía más información.
- Le voy a informar que si él decide vivir una experiencia totalmente separada de mí porque considera que yo sea obstáculo o estorbo para él, está en toda la libertad de hacerlo y que no va a dejar de contar con mi Amor. Pero que si decide compartir la experiencia en conjunto, será necesario hacer unos acuerdos de convivencia pacífica y de respeto mutuo.
- Si esos acuerdos no pueden hacerse, entonces hablaremos de la necesidad de delimitar, y ahí estaré actuando con sabiduría.
Lo de delimitar no puede hacerse con niños pequeños porque ellos todavía no tienen la capacidad de auto sostenerse. Ahí se recurre a la información si no se logra el acuerdo. Si no se logra el acuerdo con ese niño de 7 años, no le puedo decir a ese niño “vete de la casa”. A ninguno le voy a decir vete de la casa, le voy a decir: tú decides si irte o quedarte. Pero no le voy a decir eso a un niño de 7 años.
Si no me puedo poner de acuerdo con un niño de 7 años, tendría que aplicar una norma porque hay una incompatibilidad, no hubo acuerdo; entonces aplico una norma desde el manejo de poder, porque estamos entrando en un estado de gobierno y el gobierno precisamente es cuando hay incompatibilidad. Entonces ya se aplica la norma: aquí mando yo y tú obedeces, porque no hubo acuerdo. Y si no obedeces hay una sanción, y se generará un rencor, pero eso será parte del destino. Y si quiere tomar otra decisión, yo la respeto.
El error no nos hace culpables, el error nos lleva a aprender algo. Si yo permití que alguien se sintiera mal conmigo, yo cometí un error, porque si hubiera tenido más sabiduría, eso no habría pasado. Pero como nadie nace sabio, tenemos derecho a cometer errores. Pero el cometer errores, aunque tenemos derecho a cometerlos, los errores no son sabiduría, son necesarios para adquirir sabiduría, pero el error no es sabiduría. Si alguien genera un rencor contra mí, fue porque yo cometí un error con respecto a él, pero eso no me hace culpable, solamente es el resultado de mi error, y tendré que aceptarlo como tal.
Por eso a veces es bueno pedirle perdón a la persona, para empezar a quitarle fuerza a eso. Y en la medida en que podamos dar información, y la persona pueda aceptarla, darla. Si no quiere aceptar la información, respetas a la persona su decisión. Este principio de lealtad me parece muy bonito porque es el que nos va a llevar a hacer parte de una nueva civilización. Tiene su dificultad de manejo porque estamos saliendo del 3er nivel, pero espero que estemos aprendiendo.
¿QUÉ SE REQUIERE PARA OBEDECER UNA NORMA?
Se requiere sabiduría, porque si tengo aceptación y adaptación, la puedo obedecer desde sabiduría. Y si no se requiere otra cosa: la amenaza y el miedo. Antes de pensar en ningún tipo de amenaza, necesitamos plantear la necesidad desde comprensión, de adaptarnos.
Si fuera necesario amenazar a alguien, y podemos concluir que en el planeta tierra el 90% de los habitantes necesita ser amenazados, el asunto es una decisión personal de cada uno de nosotros. Yo quiero hacer parte del 90% o quiero hacer parte del 10%? Es una decisión personal, esto no tiene nada que ver con los gobiernos. Si yo hago parte del 90% es porque me estoy rebelando, porque me estoy volviendo una persona que no desea ser flexible ni adaptarse, no desea ceder, entonces necesito que me impongan las normas por amenazas y por la fuerza, por efecto del miedo. Ese es un problema mío.
Pero ante la misma norma, yo puedo tomar una decisión diferente. Yo decido aceptarla, y decido aceptarla, adaptándome de una manera pacífica y armónica, porque no estoy dispuesto a entrar en luchas ni en peleas ni en conflictos. En ese caso, la persona está haciendo un desarrollo espiritual que lo va a llevar a una correspondencia con una nueva civilización, porque ya no va a ser necesaria la amenaza. Cuando no sea necesaria la amenaza, entonces tampoco será necesario un gobierno. Pero eso ¿de quién depende?, eso depende de cada uno de nosotros, de nadie más.
“APRENDE A OBEDECER LAS NORMAS, ACÉPTALAS Y ADÁPTATE A ELLAS PORQUE ESO TE VA A LLENAR DE FLEXIBILIDAD Y LA FLEXIBILIDAD TE VA A LLEVAR A UNA NUEVA CIVILIZACIÓN”.
Mientras yo soy el rebelde, es porque yo no he podido comprender cómo está organizado el universo y estoy luchando contra el orden del universo sin saberlo. Y yo tengo un problema, nadie más puede solucionarlo. La solución viene desde sabiduría: comprendo que vivo en un mundo que está habitando en la mayor proporción, por personas incompatibles, donde las normas son absolutamente indispensables y por lo tanto, como yo vivo aquí, significa que yo estoy aquí por correspondencia para aprender lo que este mundo me enseña, me dispongo a aprender eso.
¿Qué es lo que me enseña?:
- 1º A no pelear.
- 2º A no culpar.
- 3º A adaptarme, a asumir y a ser feliz por mí mismo independientemente de lo que pase afuera.
Cuando aprendo eso, ya estoy listo, y no hay otro lugar mejor para aprender eso, que el planeta tierra. Estamos en el lugar perfecto, en las condiciones exactas y en el momento oportuno. ¿Qué estamos esperando?, es simplemente decidirnos a hacer el cambio interior.
El cambio interior nos lleva a un aspecto diferente, a la 2ª pregunta:
¿QUÉ SE REQUIERE PARA COMPROMETERSE CON UNA INFORMACIÓN OPORTUNA?
Cuando ya no se dictan normas, cuando ya no hay amenazas, cuando ya no hay sanciones, cuando ya no hay castigos de ninguna naturaleza, ¿qué hay?: hay información amplia y oportuna en todo sentido, para todo el que la solicite, está la información disponible, no se le niega nada de información a nadie, lo que pregunte se le dice. Pero a nadie se le obliga, ni se le impone, ni se le amenaza con nada.
Entonces cuando yo recibo la información, yo tendré que tomar una decisión con respecto a eso. La decisión sabia será comprometerme con las personas a través del uso de la información, y eso va a requerir que yo sea correspondiente con esa civilización, que puede estar aquí ahora mismo. Que yo tenga comprensión del principio del manejo, que tenga lealtad para establecer mis acuerdos y respetar mi compromiso.
¿Tú ya te diste cuenta que el 4º nivel está mezclado con el 3º? Cuando estamos hablando de civilizaciones de 4º nivel, el 4º nivel no está en otra parte, está aquí con nosotros. Lo que sucede es que son todavía, pequeños porcentajes de seres humanos quienes están alcanzando ese nivel. Aspiramos a que nosotros empecemos a hacer parte de esos pequeños porcentajes para que se vuelvan más amplios.
Cuando se alcance un punto, que los maestros llaman MASA CRÍTICA, en ese momento, todas las personas que están dando ese nivel, serán trasladadas; mientras tanto estamos dentro del proceso. Pero eso solo depende de cada uno de nosotros.
¿Qué hay que hacer para eso?, haz dos cositas sencillas desde lealtad. ¿A qué necesitamos renunciar para podernos ir a la convivencia pacífica que llamamos 4º y luego 5º nivel?:
- 1º Renuncia a todo lo que tiene que ver con el proceso del 3er nivel, renuncia a las normas. Renunciar a las normas significa renunciar a controlar a los demás y eso implica:
- Renuncia a la imposición para la aplicación de las normas.
- Renuncia a la prohibición.
- Renuncia a la agresión.
- Renuncia a la interferencia con las decisiones de las demás personas.
Todo ser humano tiene derecho a decidir lo que quiera, equivocado o no y tiene derecho a asumir el resultado de su decisión; por favor, permite que lo asuma, si no lo asume la persona, le vas a causar un grave perjuicio.
- Renunciado a esto, entonces vamos a usar una herramienta superior. Por correspondencia, que se llaman las personas compatibles, desde comprensión de la importancia de respetar los acuerdos y los compromisos desde lealtad, entonces empezamos a dar información oportuna y, generamos desde esa información, acuerdos, generamos compromisos y lealmente los respetamos.
Ahí, en ese momento, ese pequeño núcleo social, así sea de 2 personas, ya está en el 4º nivel. De ahí al 5º nivel hay un paso muy corto. Y en cualquier momento puede suceder, porque ya la persona no tiene nada más que aprender aquí, es decir, cambió de curso, aprobó el curso de 3º, no hay nada más que aprender en 3º, vamos para 4º.
Este siempre sigue siendo 3º porque los cursos no los hacen las instituciones (en este caso el planeta tierra), sino las personas, cambiamos de curso, la institución sigue dictándolo. Para que esto sea práctico, por favor, aplícalo, y no hay ninguno de nosotros que no tenga donde aplicarlo. Para que no tuviera donde aplicarlo, tendríamos que hablar en este momento de un ermitaño, alguien que se aisló totalmente del mundo y entonces no tienen con quién hacer acuerdos, pero como no es el caso nuestro, siempre tenemos, como mínimo una persona, pero por lo general son muchas más, con las que NECESITAMOS EJERCITARNOS EN EL ACUERDO, EN EL COMPROMISO Y EN LA LEALTAD. Ese es el ejercicio que necesitamos hacer ya, para estar listos y hacer parte del 10% y no del 90%. Depende de cada uno de nosotros, de nadie más.
Civilizaciones de 2º y 3er nivel, están compuestas por personas incompatibles, regidas por normas y por gobiernos. ¿Te das cuenta que las personas que se quejan de los gobiernos, lo único que están manifestando es un nivel de ignorancia? ¿Yo cómo hago para quejarme de algo que realmente a mí me corresponde, que soy yo el que he generado las circunstancias para vivir ahí? El problema no es del gobierno. Te aseguro que el problema tampoco es de la inseguridad, ni de los violentos, eso no es el problema nuestro; el problema es de cada uno de nosotros.
¿Qué hago yo para ser correspondiente con una situación cualquiera?: llámese gobierno de tercer nivel, llámense un lugar donde la violencia está generalizada, llámense un lugar donde la inseguridad es inmanejable; la pregunta es, ¿qué hago yo para ser correspondiente con ese lugar? La respuesta ya la hemos dado en todo lo que va de esta entrada: si yo no soy confiable, si yo no tengo compromiso con lo que hago, si yo no he desarrollado la capacidad del servicio, si no soy leal con mis compromisos, eso es lo que hago para vivir aquí.
¿Cómo lo soluciono?: revertiendo eso. Voy a volverme una persona confiable, voy a declararme en estado de paz, voy a renunciar a cualquier nivel de agresión, voy a aprender a comprometerme con mis acuerdos, voy a ser leal con mis compromisos, entonces dejo de hacer parte de esa situación; no importa que siga viviendo aquí.
Esto es como pequeños núcleos, aun cuando no se noten mucho, te aseguro que están aislados del resto. Viven dentro de un gran entorno, pero en sí mismos están aislados del resto. A esos pequeños grupos, así sean de 2 personas, no están sintiendo nada de lo que está pasando en el entorno grande, porque están en otro nivel, aquí mismo, ese es el 4º nivel. El 5º ya será cuando vayamos a vivir a otro lugar, porque el 5º no se vive aquí, aquí nos preparamos para eso; aquí nos pasamos al 4º.
Estamos aportando algo que, simplemente, es un ejemplo. Cuando tú en medio de tantas caras amargas y frustradas que puedes ver en un conjunto humano, de pronto ves a alguien sonriente, alegre, o que está en paz; esa persona te llama la atención, y de pronto te despierta en ti como el interés de preguntar ¿cómo hace esa persona para estar en esa situación cuando los demás están tan frustrados? Y ahí empieza el ejercicio de la enseñanza.
La enseñanza es sutil, a quien te pide información. Estamos aportando dos cosas:
- 1º Un nivel más alto de energía.
- 2º Un ejemplo.
Eso ya es una parte importantísima, para quien quiera verlo. Dicen nuestros Hermanos Superiores: la civilización del planeta tierra es una civilización muy amargada, necesita aprender a sonreír, necesita aprender alegría. Cuando tú vas a una civilización superior, observas a las personas comunes y corrientes en la calle y todas están alegres y sonrientes y no se ve a nadie amargado ni triste. Aquí es lo contrario, es raro ver a alguien alegre. Vamos a ser ese ejemplo: tratar de estar mucho más alegres.
Las civilizaciones del 4º y el 5º nivel, están integradas por personas compatibles, regidas por información oportuna y administración universal. No tienen gobiernos porque no es necesario. Existen ideas de gobierno universal, el gobierno mundial, son primitivas esas ideas aún, porque mientras hablemos de gobierno, estamos hablando de normas y si estamos hablando de normas, estamos hablando de personas incompatibles, y si estamos hablando de personas incompatibles, estamos hablando de personas con rigidez mental y rigidez mental es sinónimo de poco desarrollo espiritual aún.
¿Qué estarías tú dispuesto a hacer para hacer parte de una nueva civilización? Solo depende de cada uno de nosotros, ni siquiera piensa que lo puedes hacer por otro, es cada uno consigo mismo. Lo que hay que hacer es sencillo. Lo primero, lo que va a acabar con el EGO, lo que ves en la Semana Santa en la enseñanza del maestro Jesús:
“FLEXIBILIDAD MENTAL, ADAPTACIÓN AL ENTORNO, CERO RESISTENCIA, CERO PELEA, CERO SUFRIMIENTO”.
A partir de ahí, entonces empezamos a aplicar otras herramientas:
- EL DIÁLOGO.
- EL ACUERDO.
- EL COMPROMISO.
- LA LEALTAD.
Eso ya es dentro de los compatibles. No te ocupes de si, lo que llamamos parentesco, que es simplemente consanguinidad, a veces resulta incompatible, con mayor frecuencia que aquellas personas que no tienen consanguinidad. Es decir que lo que llamamos familia, no necesariamente significa compatibilidad. Ahí puede haber más bien entrenadores para el aprendizaje y ese tipo de cosas.
Dicen esto los maestros: el parentesco es solamente un accidente dentro de la evolución que no tiene ningún significado para las relaciones humanas, lo que sí tiene significado es la afinidad espiritual o la capacidad de ser compatibles con otras personas, y no tiene nada que ver con parentescos, tiene que ver con aspectos espirituales, eso es lo que nos hermana.
- COMUNICACIÓN.
- CORRESPONDENCIA.
- ACUERDOS.
- AMOR.
- COMPROMISO.
- Nuestros Hermanos Superiores son profundamente leales, absolutamente leales, porque están dentro de un mundo donde la mayoría de las personas, yo diría la totalidad, son compatibles. De lo contrario, no podrían habitar en ese lugar.
La idea de esta información es que tenga una aplicación inmediata en la vida de cada uno de nosotros. No es una información para esperar a ver si dentro de 500 años ya estamos nosotros preparados, es una información para que la apliquemos aquí y ahora, inmediatamente, por eso vamos a poner unos ejemplos sencillos de la aplicación del principio de lealtad.
El ejercicio se llama, ¿DÓNDE ENCUENTRAS LA LEALTAD EN LAS SIGUIENTES RELACIONES?
- 1ª Relación: Información – Aplicación de la Información. Esta es la que se daría en una empresa. En una empresa, lo que podríamos llamar un jefe, si lo llamáramos más bien un administrador, sería alguien que tendría la habilidad de darle a todas las personas que están dentro de su equipo de trabajo, la información oportuna y suficiente para el desarrollo de las funciones y esas personas serían las encargadas de la aplicación de esa información.
¿Cómo se desarrolla la lealtad para que pueda hablarse de lealtad? Hubo lealtad tanto del que dio la información como aquel que la recibió. Esto se aplica directamente al trabajo, pero obviamente que en el hogar igual, porque tú le vas a dar información a las personas que son de tu equipo de trabajo. Podemos empezar a salirnos un poquito de la idea de padres e hijos y empezar a entrar un poco más a la idea de la hermandad. El hijo es un hermano más pequeño; no vamos a hablar de autoridad (porque autoridad ya son normas), vamos a hablar de compartires y esos compartires van a ser a través de información, que van a compartir quien en ese caso es el administrador. El administrador es porque tiene más información, no es ninguna cosa caprichosa del ego. El administrador, al tener más información, tiene la función de compartir esa información amorosamente, sabiamente, respetuosamente y generar compromiso con ella. Eso es lo que haría un administrador, llámese de hogar, llámese de empresa.
- 2ª Relación: ¿Cuál es la relación de lealtad entre un maestro y un discípulo? Fíjate que ahí hay una muy profunda. Maestros y discípulos es un nivel un poco más alto de información que cuando hablamos de profesores y alumnos. Esto es solamente para que nos pongamos de acuerdo en los términos. Digamos que los profesores transmiten una información muy de tipo intelectual, que tiene el propósito de que los alumnos adquieran conocimientos. Los maestros tienen un propósito un poco diferente, y es que los discípulos deciden hacer una comprensión profunda. Por eso los maestros no trabajan tanto a nivel del intelecto, sino más bien a un nivel más profundo de la Comprensión, buscando que la mente del discípulo trabaje en la búsqueda de respuesta y que haga verificaciones. Los maestros sí dan informaciones, pero informaciones para ser verificadas.
- 3er Ejemplo: ¿Cuál podría ser la relación de lealtad entre un hombre y una mujer? No estoy hablando de pareja, simplemente de un hombre y una mujer, pero ¿qué generaría una relación de lealtad? Tampoco estoy hablando de que no puedan ser pareja. Es lo que no hemos practicado en nuestra civilización y por eso tenemos tanto problema. Es una relación de la naturaleza, pero si se maneja a través de acuerdos, se puede convertir, y esperamos que así sea, en un compromiso.
- ¿Cuál sería la relación de lealtad entre padres e hijos? Esta sí que es importante, si lográramos esa. Fíjate, lealtad entre padres e hijos, ¿no te parece extraordinaria? Eso significaría que serían compatibles.
- ¿Cuál sería la lealtad entre el empleado y el jefe?, ya en nuestros términos normales de empresa. ¿Y cómo se generaría esa lealtad?
- Suponte que tú eres una persona que tiene un negocio propio, que llamamos independiente, ¿cuál sería la relación de lealtad entre el servicio que prestas y el cliente que usa el servicio?
- ¿Cuál es la relación de lealtad entre Dios y el ser humano? Puede ser muy parecida a las anteriores, aunque mucho más amplia.
Te invito a reflexionar profundamente acerca de esos 7 ejemplos, porque si tú haces el ejercicio para que esto resulte en un compromiso de lealtad, en cualquiera de esos niveles de relaciones, o en todos, si los tienes, nos va a llevar a una profunda comprensión del maravilloso principio de la lealtad, que rigen nuestros hermanos superiores, o por la cual ellos se rigen. Eso hará que nos hagamos correspondientes con otra civilización. Mientras tanto, vamos a disfrutarnos de nuestros gobiernos, porque apenas somos correspondientes con ellos.
Desafortunadamente, en este momento, EL MATRIMONIO (y por eso es el fracaso tan gigante que hay en esa institución), está regida por normas. Porque allí llega una pareja, a una iglesia o a una notaría, le van a leer algo que ellos no redactaron, o le leen la epístola de San Pablo, o le leen la constitución nacional. Pero las personas que van a contraer matrimonio no redactaron ninguna de las dos cosas.
Para que dejen de fracasar las relaciones de pareja, tendríamos que empezar a regirnos por acuerdos y compromisos y no por estas normas. La unión libre, no es tan libre, porque esa unión, es respetada por el orden del universo, pero es una decisión de dos personas de no regirse por las normas anteriores, sino por unos acuerdos propios de las personas que realmente van a hacer la relación.
Para dejar de tener esos fracasos, lo más importante sería que, las personas que piensen hacer parejas, si fuera esa la relación, primero den información amplia, clara y oportuna acerca de cada uno; esa información va a permitir verificar si hay compatibilidad o no la hay. Si no hay compatibilidad: me encantó conocerte, espero que seas feliz y encuentres una persona compatible. Si sí hay compatibilidad, entonces pasamos al ejercicio de acuerdos, entonces vamos a manejar todos los acuerdos; acuérdate que en Relaciones de Amor planteamos mínimo 16 niveles de acuerdos.
Si las personas están de acuerdo en ese manejo y se comprometen con él, entonces el tercer paso es que pueden irse a vivir juntos; y si son leales, la relación será excelente, ¿por qué?, porque no está regida por normas, las de las normas no van a funcionar, porque las personas se sienten obligadas y no comprometidas con eso.
Finalmente, todas estas instituciones van a tener una gran variación, en la próxima civilización. Pero eso necesitará que nosotros hagamos un cambio interno también muy grande, que es lo que estamos haciendo ahora, porque aspiramos a ser felices y a tener éxito en todo lo que hagamos.
Qué piensan los maestros con respecto a algo que se está desarrollando en nuestra cultura que se llama “LA MUERTE DIGNA”. Los maestros, en su relación con los diferentes niveles humanos, respetan cada una de las culturas, pero si pensáramos en la opinión de ellos, desde su punto de sabiduría, 1º para ellos la muerte no existe, 2º la enfermedad como tal es un accidente, que sucede dentro de niveles primarios cuando todavía no sabemos el significado de salud, cuando todavía no hemos aprendido a valorar y a amar nuestro cuerpo; dentro de esas civilizaciones, aun cuando los maestros respetan nuestras decisiones humanas y nuestras culturas, te aseguro que estas decisiones, para ellos son totalmente lógicas y aceptables y no lo son para nosotros en nuestra cultura.
La persona que decida suicidarse es totalmente aceptable para los maestros. La persona que decida que se le practique la eutanasia, porque ya está en una enfermedad muy dolorosa, es una decisión totalmente válida para los maestros. La persona que en cualquier momento decide cortar su experiencia, a cualquier edad que quiera hacerlo, es totalmente válido para los maestros. Sin embargo, ellos no van a interferir con nuestras decisiones culturales, porque respetan nuestra cultura.
Es imposible que un maestro juzgue a nadie por ninguna decisión que tome, ni que lo critique, ni que lo condene, ni que se ofenda él por eso. Las leyes del universo son tan perfectas, tan sabias, que no tienen posibilidad de error. Para el ejemplo que una persona dice: yo decido que si caigo en un estado de muerte clínica, quiero que no me conecten a ninguna máquina.
Cuando una persona toma la decisión: yo no quiero estar conectado a aparato alguno, el día que tenga que abandonar mi cuerpo lo haré por medios naturales y si la Divinidad dispone que continúe, continuo y si dispone que no, ese será el término perfecto, pero no quiero nada mecánico. Esa es una decisión válida. Por supuesto que eso va a evitar que otras personas tengan mayores sufrimientos a su alrededor porque ninguna de esas personas son correspondientes con ese tipo de experiencia.
Esa decisión es válida, pero hay otra decisión que también es válida, la persona que se apega a lo que cree que es la vida y dice: conécteme lo que sea, hágame un trasplante, póngame lo que sea, hasta métanme en una cámara de hibernación para ver si después me resucitan, porque esa decisión también es válida, y las personas que quedan allí con el personaje congelado durante no sé cuántos años y no saben qué hacer con él, esa también es otra experiencia válida.
Es decir, toda experiencia es válida. La pregunta es: ¿cómo hago para ser correspondiente con una experiencia muy indeseable? Cualquier cosa que un ser humano decida, es válida para los maestros, pero genera una correspondencia inmediata con el orden del universo.
El Amor está asociado a la sabiduría y a la verdad, y está asociado a todo lo que traiga paz, a todo lo que traiga armonía, a todo lo que traiga felicidad. Todo lo que pueda traer sufrimiento, miedo, angustia, dolor, estrés, está asociado a la ignorancia, no al Amor. Si la decisión de una persona, es para evitar sufrimientos a otras personas y es para evitar sufrimientos a sí mismo, es una decisión de sabiduría. Pero si la decisión está originada en que quiere mantener un apego a lo que cree que es la vida, sin importar lo que pueda suceder a su alrededor, es una decisión válida que lo hace correspondiente con un proceso de destino, de él y de otros. Igual son válidas, pero son correspondientes con situaciones diferentes.
No podemos trabajar ni en el pasado, ni en el futuro. Hay un solo punto donde podemos trabajar que es el punto presente, por lo tanto, preocuparnos por el pasado no sirve para nada, como tampoco sirve para nada preocuparnos del futuro. En el presente se hace todo el trabajo que va a generar una correspondencia de satisfacción hacia el futuro, pero el trabajo es en el presente.
En cuanto al pasado, no podemos cambiar los sucesos físicos del pasado, pero si podemos cambiar en el presente, la concepción mental que yo tengo de mi propio pasado, y eso es importante hacerlo si esa concepción me está trayendo sufrimientos en el presente. Si lo que yo pienso de mi pasado está asociado a rencores, a resentimientos, a no aceptación, y me está trayendo angustia, eso está en el presente, y lo que merece la pena es que yo cambie en el presente la interpretación que yo tengo de los sucesos físicos que no son cambiables, eso es actuar en el presente. Y te aseguro que no hay forma de actuar en ningún otro lugar diferente al presente.
Y volviendo al tema de la lealtad, es un tema importantísimo, porque nosotros aspiramos a hacer parte de una nueva forma de vivir, de una nueva civilización donde desaparezcan totalmente los conflictos que ahora experimentamos en el planeta tierra; para eso, necesitamos hacer en nuestro interior, todo un trabajo de correspondencia con una nueva civilización. Dentro de este trabajo, el principio de lealtad es fundamental, por eso hemos insistido bastante en esto.
Para hablar de LEALTAD, se requiere que existan ciertas características dentro de las cuales pueden definirse ese principio. Se necesita que exista:
- COMPRENSIÓN
Comprensión del orden del universo, comprensión de los diferentes niveles, comprensión de las características de las relaciones.
Se necesita que exista también:
- COMPATIBILIDAD
Compatibilidad quiere decir, personas que tienen la capacidad para ponerse de acuerdo. Ponerse de acuerdo implica haber desarrollado una habilidad interna que se llama flexibilidad mental, porque los
- ACUERDOS
Se hacen necesarios precisamente cuando tenemos diferentes opiniones, diferentes gustos, diferentes costumbres, y precisamente para poder conciliar las diferencias, es que buscamos el mecanismo del acuerdo, pero el acuerdo, como es una forma de adaptación de las personas para encontrar un punto común de fluir, trabajar y compartir, requiere
- FLEXIBILIDAD MENTAL
Para poder ceder y para poderse adaptar. Esa característica es la que nos convierte en personas compatibles. Cuando pueden hacerse acuerdos, y de hecho establecemos acuerdos para un funcionamiento armónico en nuestras relaciones, entonces en ese momento ya podremos hablar de lealtad. Para poder hacer acuerdos, necesitamos establecer buenos canales de
- COMUNICACIÓN
Con las personas, necesitamos poder hablar con claridad, poder expresar sanamente nuestras opiniones, poder hablarlas de una manera armónica, lo que usualmente no hacemos con mucha facilidad porque nos alteramos. Por supuesto que haya
- CORRESPONDENCIA
Entre las personas que van a establecer esos acuerdos y que los acuerdos sean establecidos desde un punto de
- AMOR
- COMPROMISO
Este último punto, el del compromiso, es donde realmente surge la lealtad. Una vez establecido el compromiso, nos disponemos a ser totalmente leales con el compromiso. Recuerda que eso lo que significa es que no voy a romper unilateralmente un compromiso. Si fuera el caso, llegaríamos a modificar el compromiso. Por eso podemos decir que los compromisos nunca se rompen, porque como fueron establecidos mediante acuerdos y fueron establecidos desde flexibilidad, eso significa que igual puede modificarse.
Cuando rompemos compromisos, en realidad lo que estamos haciendo es “siendo desleales”; en ese caso, nuestra correspondencia será con el tercer nivel, donde no hay acuerdos, sino simplemente normas. Para tener una correspondencia con un nivel superior, necesitamos desarrollar el principio de lealtad.
Habíamos planteado un ejercicio para esto. Eran 6 posibilidades de relaciones donde podíamos encontrar la idea de lealtad. La idea era que tú trabajaras encontrando en donde se aplicaba el principio de lealtad, qué tipo de compromisos o acuerdos podían establecerse dentro de estas relaciones. Vamos a enumerarlas:
- La 1ª Relación es la relación entre la información y la aplicación de la información.
- Relación entre un maestro y un discípulo.
- Relación entre un hombre y una mujer.
- Relación entre padres e hijos.
- Relación entre un empleado y su patrón.
- Relación entre el servicio y un cliente (en el caso de una persona que tiene su propio negocio).
En este tipo de relaciones, bien puede haber lealtad, como puede no haberla. La idea es que nosotros pensemos qué sería necesario para que la hubiera, la lealtad.
- la 1ª relación es LA RELACIÓN ENTRE LA INFORMACIÓN Y LA APLICACIÓN que vamos a hacer de una información.
Para ver dónde se produce la lealtad, tendríamos que ver primero donde se produjo el compromiso. ¿Cuál fue el acuerdo y cuál fue el compromiso? Este punto es muy importante para el éxito en la vida. Para que se pueda dar el principio de lealtad tendría que haber habido un acuerdo. Hay muchas fuentes de donde podría tomar la información.
Si una persona no piensa hacer una aplicación directa de esa información no tiene compromiso con información porque no piensa realmente hacer un uso de ella. Si no piensa hacer uso de ella, no estaría generando un acuerdo, ni un compromiso con ella, entonces no podríamos hablar de lealtad, porque no piensa usarla.
Cuando buscamos informaciones que no pensamos aplicar, a veces eso se convierte más en un proceso de “chismes”, más que realmente algo concreto. Porque si yo simplemente quiero saber algo por curiosidad, para satisfacer mi ego, no porque quiera hacer una aplicación de eso, ahí no habría compromiso, y por supuesto tampoco habría lealtad.
Inversamente lo que sucede es esto. A nivel de los maestros, y aún a nivel aquí de los seres humanos, cuando una persona no tiene compromiso, las demás personas no están muy motivadas a darle información. En el campo de los maestros mucho menos, porque un maestro no perdería su tiempo dándole información a alguien que él sabe que no la va a aplicar.
La información se corta cuando no hay compromiso, en el caso que el acuerdo sea información; se corta y la persona no puede beneficiarse. Por eso a veces no se accede fácilmente a la información de ningún tipo, ni de la humana, ni de la superior, porque las personas no tienen un compromiso con eso entonces no fluye, se corta la información por falta de compromiso y obviamente falta de lealtad.
Por eso te decía que las personas que hacen selección de personal en las empresas, van a las universidades y les piden el favor a los profesores y a los rectores que les digan cuáles son los alumnos que tienen compromiso con las profesiones que están estudiando. Por lo general no pasan nunca del 10% de la totalidad de alumnos. Y eso mismo pasa con todo el planeta tierra. Por lo general no pasa del 10% los que tienen compromiso, por eso la nueva civilización empezará a formarse, más o menos, con el 10% de la humanidad actual, es un porcentaje que los maestros llaman “masa crítica”, suficiente para conformar un nuevo proceso.
- RELACIÓN ENTRE UN MAESTRO Y UN DISCÍPULO.
Si el maestro aceptó a una persona como discípulo, siempre estará con él, no hay ninguna posibilidad de que el maestro no esté; aunque el discípulo no lo vea, el maestro estará siempre. Pero el discípulo, a su vez, jamás dejará de cumplir el compromiso que adquirió de aplicar, de usar y de servir con esa información, porque si no, no hubiera sido tomado como tal.
- RELACIÓN ENTRE UN HOMBRE Y UNA MUJER.
¿Qué tipo de acuerdos, no de suposiciones, pueden establecer un hombre y una mujer? Muchos. Si no son claros, como generalmente no lo son, entonces realmente no podríamos hablar de deslealtad, porque no son claros, no han sido formulados de una manera amplia, dentro de los elementos que permitirían que se cumplieran, y son muchas las posibilidades.
Entonces, para que realmente podamos hablar de lealtad en estos acuerdos, tendremos que empezar a hacer un ejercicio que hasta ahora la cultura no nos ha enseñado a hacer; y es que las personas se sienten a hablar claramente de cada uno de los aspectos de sus relaciones y establezcan acuerdos y generen compromisos.
Para que un compromiso sea válido, necesita que los elementos que se incluyen dentro de él, sean suficientes y adecuados para poderse cumplir; si no lo son, el compromiso está mal formulado, porque estoy haciendo un acuerdo que no puede cumplirse, no puedo tener compromiso con él. Tiene que ser suficientemente claro.
Puede haber acuerdos y acuerdos, puede ser simplemente un acuerdo de amistad, a veces puede ser un acuerdo simplemente de afecto o de sexualidad, otras veces puede ser un acuerdo de pareja, y vamos añadiendo acuerdos y acuerdos. Y finalmente habrá un acuerdo que, para nuestros Hermanos Superiores y para los Maestros, es el acuerdo más importante, diríamos que es el acuerdo más sagrado de todos: el acuerdo de procreación, es decir, si se exponen a tener hijos. Porque podría ser una pareja que haga muchos acuerdos y no tenga acuerdo de procreación, tiene otros acuerdos y tiene otros compromisos.
Si son claros, si son ampliamente discutidos y analizados, si son satisfactorios y si existen los elementos para cumplirlos y se comprometen a cumplirlos, entonces será un compromiso y se aplicará la lealtad, antes no. Por eso lo que está sucediendo en la mayoría de las relaciones no se llama deslealtad, porque no hay acuerdos claros ni compromisos.
Ese es el problema, los acuerdos tácitos, sobreentendidos o implícitos dentro de una ceremonia, que no son claros para ninguna persona, y que tampoco se sabe cómo hacer para cumplirlos, simplemente porque la norma lo dice; ahí es cuando se falla, y esa falla es muy común, podíamos estar hablando de un 99%. Y la razón no radica en deslealtad, radica en otra parte: no hay claridad, no hay acuerdos, no hay un compromiso porque tampoco hay un acuerdo. Y por supuesto, cuando no se cumple, no hay deslealtad.
Hay un hecho que genera muchos conflictos entre los seres humanos y que está sustentado en la SUPOSICIÓN, uno de los grandes vicios. Suponía o creía que esto tenía que ser así, pero no fue así; obviamente que no va a ser así porque era una suposición, no había ningún acuerdo, por eso dicen los maestros: tener una expectativa (o una suposición) y obtendréis una desilusión. Ese será el resultado y eso es lo que está pasando en la mayoría de los seres humanos.
Ahora vamos a suponer que sí fue claro, que fue ampliamente discutido y se generó un acuerdo y un compromiso, no existiría la posibilidad de la deslealtad. Las personas en nuestra cultura, hablan de infidelidad, pero lealtad es mucho más amplio que eso, porque implica todos los acuerdos posibles que se hagan, y si no hay deslealtad porque las personas hicieran acuerdos claros, y eso mismo estuviera dentro de acuerdos muy explícitos acerca del aspecto sexual, tampoco habría infidelidad, porque el acuerdo sería suficientemente claro y sería suficientemente sustentado con elementos para que pudiera cumplirse.
Pero como no fue claro, como no se discutió, como no se incluyeron los elementos que permitirían que se cumpliera, pues entonces tenemos lo que sucede, y no hay deslealtad. Simplemente lo que no hubo fue, ni claridad, ni acuerdo, ni compromiso. Entonces no sé de qué se quejan las personas después, si no hubo nada de eso. El vicio es quejarme de situaciones que son normales cuando yo no he hecho acuerdos, ni compromisos, ni he sido claro, ese es el problema a resolver.
El problema es otro, el problema se llama falta de comunicación, falta de claridad, falta de acuerdos, falta de compromiso y nosotros simplemente lo llamamos infidelidad, cuando no se llama así, el problema es otro. Entonces, simplemente, podría haber en un momento dado una falta de respeto por la creencia de otra persona, por la opinión o por la suposición de alguien. No respeté la creencia o la suposición de alguien, pero no había un acuerdo porque no había los elementos para que el acuerdo se cumpliera.
Para que un acuerdo se cumpla, tienen que estar los elementos. Si una persona recibe un trabajador y hace un acuerdo, los elementos es que tendrá que haber unas compensaciones. Pero si recibe a una persona para que trabaje y no hace el acuerdo de compensación, es decir, no hay compensación, no puede esperar que la persona le cumpla.
Dicen esto los maestros con respecto a sentimientos y con respecto a emociones (enamoramiento): tienes derecho a sentir porque eres un ser humano con sentimientos, tienes derecho a que tu cuerpo físico reconozca compatibilidades porque tienes una genética que está diseñada para eso, tienes derecho a experimentar todo lo que suceda en tu interior, pero no se te ocurra culpar a nadie por eso y observa que, lo que hagas con eso, no vaya en contra de tus compromisos. Por lo demás, es totalmente válido, es más, es inevitable.
Recuerda dos cosas: una cosa es el Amor como tal, campo espiritual superior, que es absolutamente universal o no es Amor; otra parte es la parte física del ser humano como estructura genética regida por ley de la naturaleza, que se llama instinto. Y lo que hagamos con eso depende de la comprensión que tengamos, pero no tiene nada de malo, y es inevitable, porque es parte de la estructura de la creación misma.
El problema a resolver no es decirle a una persona: deje de sentir, porque eso no puede hacerse, va en contra del universo mismo. Lo que tendríamos que decir: por favor, aprenda a manejar con sabiduría los sentimientos. Mientras estamos en la situación de negar lo que sentimos, negar nuestras estructuras y nuestras características humanas, estamos yéndonos en contra de la ley y eso sí genera conflicto, porque la persona se siente culpable de una cosa que es absolutamente natural y normal. ¿Eso cómo se llama?: falta de información oportuna y apropiada.
Por lo general, cuando no hay suficiente madurez, las personas no son confiables, entonces las personas no hablan porque no hay confianza. Pero si las personas sí son confiables; recuerda las características de ser confiable:
- La persona confiable escucha sin alterarse.
- Busca opciones.
- Plantea alternativas.
- Llega a un nuevo acuerdo.
- RELACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS
¿Dónde se genera el acuerdo?, ¿dónde se genera el compromiso? y ¿dónde está la lealtad? Los padres tienen compromiso desde el momento en que deciden que van a tener un hijo, en ese momento acaban de establecer un compromiso con un espíritu. ¿Qué implica ese compromiso? El compromiso de los padres es ayudar a crecer, ayudar a que la persona adquiera la información, las herramientas, para poder integrarse a la sociedad de una forma equilibrada, armónica, sana y valerse por sí mismo. Si los padres no cumplen con eso, con los recursos que tengan, con lo mejor que tengan, serían desleales.
El compromiso de los padres se llama formación, se llama educación. Una vez han cumplido esa primera parte del compromiso, entonces le van a explicar claramente a los niños que ellos también tenían un compromiso que necesitan asumir, porque la lealtad va para ambos lados. Más o menos a partir de los 7 años es bueno que esto esté muy claro, porque a partir de los 7 años empezamos a hacer el ejercicio de que el niño asuma responsabilidades y compromisos dentro de su núcleo familiar.
Cuando los hijos ya crecen y se vuelven adultos, entonces queda algo pendiente que es parte de la lealtad, se llama ley de compensación, que es parte de un compromiso.
No hay ningún niño que no quiera recibir una buena educación, lo que sucede es que esto es un campo diferente, porque cuando lo que queremos no es educar, sino imponer, prohibir o agredir, es obvio que vamos a encontrar un rechazo normal, pero ese es un problema de los padres que les falta una mejora información y usan un “arma” inadecuada, en lugar de herramientas de Amor.
En ese caso LO QUE FALTA ES UNA EDUCACIÓN PARA LOS PADRES, NO PARA LOS NIÑOS. Independientemente de que los padres se equivoquen o no, porque esa es una condición normal dentro de nuestra característica humana, lo importante es que hagan lo mejor que pueden, siempre lo harán, aunque se equivoquen y ese es su compromiso. El problema es que decidan no hacerlo porque ahí sí serían desleales.
¿En qué momento los hijos realmente empiezan a retomar su compromiso con los padres? Mientras los padres no necesitan de ellos ninguna cosa específica, salvo la relación, posteriormente podría llegar la situación en que los padres necesiten ayuda y ese es el compromiso sagrado de los hijos. Si unos padres necesitan ayuda física para hacer algo que no pueden hacer y los hijos se niegan a hacerlo, fueron desleales.
Estamos hablando de una situación en la que alguien no puede hacer algo y le corresponde a los hijos hacerlo. Ese compromiso padres e hijos es fundamental. El pilar de la civilización superior es la procreación.
En el caso de padres e hijos que sean heterogéneos o que sean incompatibles y no puedan ponerse de acuerdo, eso es muy común, demasiado común, sin embargo, si hubiera un nivel de Conciencia, a pesar de ser incompatibles, no dejaría un niño de ayudar a sus padres si ellos lo necesitaran, porque comprendería algo elemental: por incompatibles que sean sus personalidades, él recibió una ayuda de sus padres o no hubiera podido crecer y eso que recibió está pendiente de compensar, aun cuando haya incompatibilidad, por eso esa relación es una relación muy hermosa dentro de la ley de compensación. Para muy pocas personas está clara esta relación y por eso aumentan los conflictos.
Cuando una mujer decide no tener un hijo que ya se está gestando, lo hace después de una evaluación de opciones, y dentro de esa evaluación de opciones, opta por la que considera mejor. Y en un momento dado, una mujer, podría haber considerado que era mejor, que no naciera un hijo en ese momento, porque evaluó que no existían condiciones para ofrecerle lo que realmente necesitaría ofrecerle y no ha cometido ningún delito, ha tomado una decisión evaluada por sí misma, que traerá un efecto, básicamente a nivel físico. Si llega a suceder un efecto, a nivel mental, eso ya se llama trauma, y los traumas son de los procesos mal interpretados de nuestra cultura. Mientras pensamos que hay culpables, siempre estaremos dentro de ese proceso del castigo, la culpa, el rencor, sin necesidad de hacerlo. Eso es un evento y no ha pasado nada con él.
Si hay un acuerdo de pareja de no tener hijos y resulta que se presenta el embarazo y el hombre va a culpar a la mujer de eso, es un hombre totalmente irresponsable, es una persona que no asume sus decisiones, que tiene cero madurez mental, porque el hijo no se produjo solo por ella, él tuvo que intervenir en eso. Esa es la persona egoísta, la persona ignorante, la que podría decir eso. Es una decisión conjunta y no de una sola parte.
Lo que sí es claro en este caso es que la persona está evadiendo su responsabilidad, no está asumiendo sus decisiones, está culpando a la otra persona y por supuesto se está haciendo correspondiente con un conflicto. Si no quiere tener hijos, y ese es el acuerdo, tendría que tomar las precauciones necesarias entre los dos, pero si se presentó es porque los dos se “despistaron” y tendrán que asumir el evento, sin culpar a nadie, y decidir que hacen.
Si no se asume, lo que tenemos es una cantidad de conflictos, pero eso es un problema de falta de desarrollo espiritual, de falta de madurez mental. Cuando se presentan, pasan a formar parte de las experiencias del destino.
La condición de la sexualidad es diferente a las relaciones que hagamos con ella. La condición que existe dentro de una persona, por estructura genética, que muchas veces da estados de homosexualidad, no tiene nada que ver con acuerdos entre las personas, tiene que ver con destino. Eso viene como una experiencia por equilibrio, como cualquiera otra; no es buena ni mala como ninguna otra, solamente es diferente.
El acuerdo es lo que la persona haga posteriormente con esa situación. La genética no es un acuerdo, es un diseño de Dios, las situaciones que vengan con ella, que se salgan de alguna de las leyes, son situaciones del destino, que son perfectas para cada uno de nosotros. A partir de ahí, lo que la persona haga con eso, sí tendrá necesidad de ser acuerdo.
Partimos de un principio acerca de homosexualidad: todo ser humano, sin excepción, tiene derecho a ser feliz, tiene derecho a complementar su vida, tiene derecho al afecto, tiene derecho al cariño y tiene derecho a la sexualidad, así la practique de una manera diferente a como las demás personas creen que debe ser lo correcto. Eso son derechos del universo.
Desde una concepción sana y armónica, sería totalmente válido, y esa es la condición de destino, que las personas hagan los acuerdos que consideren apropiados y necesarios para su propio equilibrio, que serán acuerdos, no imposiciones. Y si las personas que están dentro de esa característica, están de acuerdo y se sienten felices, eso está totalmente dentro de la ley de armonía y correspondencia del universo, y nadie tendría porqué juzgar o criticar esa situación; y si alguien lo hiciera, es obvio que lo haría por ignorancia, pero el problema sería de quien critica o agrede.
- RELACIÓN ENTRE UN EMPLEADO Y SU JEFE.
¿Dónde se genera el compromiso que podría generar lealtad? Directamente en el contrato, o en el acuerdo que hagan donde ninguno de los dos se siente obligado a nada, es un compromiso. Si cualquiera de los dos, después de establecido eso, no cumple alguna de las partes, esa persona es desleal, no hay ninguna justificación para eso, porque había un acuerdo.
Cada vez que se haga un acuerdo, que genera un compromiso, no lo rompas por ninguna parte. Si por alguna razón es necesario, modifícalo, te reúnes con las mismas personas, lo replanteas, lo modificas y sigue la lealtad. Cuando hay una situación, que es ajena a los acuerdos de las personas, entonces no hay deslealtad, sino simplemente hay una situación que las personas necesitarían asumir con un nivel de sabiduría. Si no tienen ese nivel de sabiduría, entonces actuarían desde la ignorancia del ego: culpar al otro, agredir, generar un conflicto, exigir cosas que no se pueden exigir y generar todo un proceso caótico y eso ya se llama ignorancia, porque no fue una decisión que el dueño de la empresa quebrara; eso fue un evento, fue una circunstancia, no fue desleal por haber quebrado.
Es como si hay un terremoto y se cae la casa, no podemos decirle a la persona, usted es desleal porque se cayó y usted tiene que construirme otra casa. El terremoto estaba fuera del alcance de las posibilidades de la persona.
Queda claro que, cuando se hace cualquier tipo de relación, a menos que haya acuerdos claros y compromisos precisos, entonces no nos quejemos de los resultados y no vamos a llamar desleal a nadie si no hice acuerdos claros. Si alguien se sintió obligado, no estuvo comprometido, entonces no hay deslealtad, lo que hay es una situación típica de falta de sabiduría y eso es lo normal, pero aspiramos a salir de esa normalidad.
- RELACIÓN ENTRE EL SERVICIO Y UN CLIENTE (en el caso de una persona que tiene su propio negocio).
¿Cómo serías leal con un cliente? Aparentemente no hay un acuerdo con el cliente; el cliente llega en busca de un servicio y tú te comprometes a prestarle el servicio y él se compromete a pagarte a ti por tu servicio. Si la persona deja de prestar ese servicio, fue desleal con sus clientes.
Un cliente sería desleal con la persona que le presta el servicio, ¿en qué casos? Si no le paga por ejemplo, o que vaya a pedir a otro lugar ese mismo servicio y se lo presten en las mismas condiciones, porque ese cliente no está teniendo compromiso con alguien que le ha atendido bien. Yo me comprometí con mis clientes a prestarles un servicio, aunque ellos no se hayan comprometido conmigo.
¿Qué tendría que hacer la persona que presta un servicio si no pudiera prestarlo por alguna razón?: tendría que avisar con suficiente tiempo (porque eso sería modificar el acuerdo, el compromiso) a sus clientes, que les recomienda o les sugiere que se acomoden a otras personas para prestar ese servicio, porque dentro de “x” tiempo no podrá seguirlo prestando.
Las personas a veces piensan que tienen derecho y dicen “hoy cierro mi negocio y no lo abro porque sí”. Esa persona es desleal y genera una correspondencia de resultados no satisfactorios, no produce abundancia, sino inestabilidad y escasez de recursos.
Para concluir este punto, puede aplicarse la lealtad prácticamente a cualquier característica de relación humana y aún de relación humana con lo Divino, y depende de nosotros aprender el principio de romper compromisos y aprender a comprometernos con todo lo que hagamos para poder tener éxito. Eso no lo ha enseñado la cultura porque aprendimos dos principios falsos:
- El principio de libertad.
- El concepto de independencia.
Este es el problema a resolver por el ser humano del tercer nivel. No hay libertad como la entendemos y no hay independencia como la entendemos.
¿Te acuerdas que vimos que son internos? Libertad de tomar todas las decisiones que quiera, capacidad de asumir el resultado de todas las decisiones que tome, esa es la madurez interior (madurez mental).
En cuanto a la independencia: que mi paz, mi felicidad y mi armonía, sean independientes de ninguna situación externa a mí, y ya se alcanzó la maestría. Ese es el trabajo en el que estamos. Independencia es la persona que su paz, su felicidad y su armonía interior no dependen de ninguna circunstancia externa a sí mismo.
Alcanzadas esas dos condiciones, podemos hablar de una persona que ya tiene la capacidad de ser un Maestro Humano en Sabiduría, que verifique que está en total paz, verifique que nada de lo de afuera lo afecta y verifique que asume todas sus decisiones; ese ya es un maestro de sabiduría.
Si nos queremos referir a alguien que solo piensa en sí mismo, eso no se llama egoísmo, esa es una de las tantas interpretaciones falsas que nos ha vendido la cultura, hemos hecho mala interpretación de la palabra egoísmo.
¿Sabes por qué me vienen a Consulta de Psicoterapia muchas personas con baja autoestima?, porque se nos enseñó que pensar en sí mismo es egoísmo y que teníamos que pensar en los demás para ser bueno. Lo primero no se llama egoísmo, se llama auto-valoración, y pensar en los demás, en lugar de pensar en mí, no se llama ser bueno, eso se llama ser ignorante.
¿Qué sería lo sabio?, lo sabio es la persona que comprende dos cositas: que si yo aspiro a servirle a los demás, porque los demás son importantes para mí:
- Primero necesito tener con qué servirles y saber cómo servirles y que no podré adquirir la condición de servir a otra persona ni a muchas personas, a menos que yo haya pensado en mí cómo adquirirla. Si la persona adquirió cómo servir a los demás, será una persona que tiene la capacidad para ser feliz y tiene la capacidad para tener sus recursos, es decir, será abundante. Eso no lo ha podido conseguir si no se ha valorado a sí mismo, si no ha pensado en él mismo.
- En cuanto a las demás personas, no se trata de pensar en ellos y no pensar en mí, se trata de otra cosa diferente. Se trata de comprender que todos los seres en el universo son importantes y que las personas a nuestro alrededor, cualquiera que ellas sean, son importantes para nosotros. Si son importantes, entonces tengo la disposición de amarlos y de servirlos en la proporción que corresponda a la experiencia de cada uno de ellos, allí ya hablaríamos de sabiduría.
Pero la persona que creyó que ser egoísta es pensar en sí mismo, no va a tener ningún recurso y ninguna sabiduría. Me encantaría solucionar los problemas a los demás y no he podido solucionar los míos, ¿qué le ofrezco yo a alguien?, nada, por esa mala interpretación.
LA PERSONA MÁS IMPORTANTE EN EL UNIVERSO PARA TI, ERES TÚ MISMO, no hay nadie más importante. En 2ª instancia, todos los demás seres del universo, podrán recibir de ti, lo que tú tengas para ofrecerles, pero si no tienes nada, ¿qué les ofreces? Primero tengo que tener valores para poderlos ofrecer. Jamás se te ocurra pensar que es egoísmo pensar en mí; si no te valoras no podremos hacer nada.
Vamos a resumir lo que aprendimos en esta entrada.
- Aprendimos que la lealtad tiene parámetros exactos, es decir, si nos salimos de esos parámetros ya no puede aplicarse la lealtad. En ese caso hablamos de obediencia, desobediencia, o nos sentimos obligados, pero no podemos hablar de lealtad, porque nos salimos del parámetro que permite que ella se manifieste.
- Aprendimos la diferencia entre una norma y un acuerdo. Esta parte es fundamental. Recuerda que estamos avanzando hacia un mundo mejor, estamos aspirando a convertirnos en parte de las civilizaciones superiores, y las civilizaciones superiores no se rigen por normas,
se rigen por acuerdos, se rigen por información oportuna, suficiente y amplia. Te invito a trabajar todas tus relaciones desde el principio de acuerdo, no desde los principios normativos de la cultura, para que podamos hablar entonces de compromisos y de lealtad.
- Aprendimos que sin compromiso no puede haber lealtad. Si previamente no he generado un compromiso, si no he hecho un acuerdo para que el compromiso pueda aplicarse, no se puede hablar de lealtad, ni de deslealtad tampoco.
- Aprendimos la diferencia entre la desobediencia y deslealtad. La desobediencia es frente a las normas, la deslealtad es frente a los acuerdos y los compromisos.
- Aprendimos que si no hay acuerdo no hay deslealtad, hay desobediencia de una norma o desobedecí lo que alguien quiso imponerme. O en el caso de padres e hijos, cuando los padres tratan de imponerles algo a los hijos y los hijos se rebelan o no lo cumplen, ellos no están siendo desleales, están siendo desobedientes y además tienen derecho a hacerlo.
- Aprendimos la diferencia entre gobernar y administrar. Administrar es la persona que da información oportuna, amplia y eficiente, mientras que gobernar es la persona que dicta normas y las impone por la fuerza. La idea es que aprendamos a ser excelentes administradores.
- Aprendimos cómo tener lealtad con las relaciones y, específicamente, con padres e hijos. Los padres son leales con sus hijos mientras no rompen el compromiso y después de los 18 años, este compromiso desaparece (el de padres e hijos) y tendrá que dar paso a un nuevo compromiso, al compromiso de la hermandad o de la amistad, que es nuevo. El compromiso de los hijos hacia los padres queda pendiente de compensar.