LEY DE CORRESPONDENCIA: Es la que nos permite comprender profundamente la razón de ser de todas las circunstancias, es la ley que nos permite retomar la eficiencia y solucionar nuestros problemas. Vamos a dejar de luchar contra el proceso y empezamos a ser eficientes, aprovechamos la vida.
El archivo de conciencia permanente es un archivo de origen divino que es: – permanente – inmortal – incontaminado – incontaminante. Por eso le llamamos el hijo de Dios en nosotros o el Ser Crístico. El archivo de conciencia permanente, antes de tomar la forma humana ya recorrió el reino mineral, el reino vegetal y el reino animal. Ahora tiene un desarrollo medio dentro del reino humano.
En el universo todo es aprovechable, hasta los errores humanos. La sabiduría es el resultado de verificar una información; en resultados internos positivos o negativos (si es falsa). Si lo verifico en mi vida entonces sabré que es verdadero. El propósito de los Talleres de Psicología Transpersonal, que iniciamos periódicamente en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal es “aprender” para verificarlo en nuestra propia vida. Sé que aún no sé cómo hacer algo. Todo sucederá en el momento oportuno.
Postulados de la Ley de Correspondencia
- Toda situación es un aprendizaje porque al mundo vinimos a aprender. Nos libera de la lucha. Una dificultad me enseña algo obvio: que no sé cómo resolver algo y me enseña que necesito aprender y me enseña que existen leyes. Una situación muy satisfactoria me muestra que supe cómo obtener algo. Esto lo pude obtener de dos maneras: de forma espontánea o de forma voluntaria. Si lo obtuve de forma espontánea y la próxima vez que lo intento no logro replicar eso mismo, me enseña que sí se puede obtener pero que no sé cómo hacerlo y me dispongo a aprender cómo se puede hacer. Si lo obtuve de forma voluntaria, la vida me da la opción de usarlo y además enseñarlo porque ya sé cómo se hace. En ambos casos siempre habrá un aprendizaje. El único propósito del universo es la pedagogía de los hijos de Dios. Todos los procesos del universo son pedagógicos. El propósito pedagógico es que los hijos de Dios se desarrollen en sabiduría hasta que lleguen al nivel de su propio Padre. En la experiencia humana toma aproximadamente 40.000 años. Si comprendemos este postulado.
- Toda circunstancia es generada por uno mismo. Nos libera de la culpa. Todo lo que ha sucedido en tu vida, todo lo que está sucediendo ahora en tu vida y todo lo que va a suceder en el futuro en tu vida, tanto en tu interior como en tu exterior, es algo que generas tú solo, únicamente tú y nadie más que tú. No existe nadie a quien yo tenga que culpar o agredir (por supuesto ni a mí
mismo). Nunca nadie ni nada me ha hecho ningún daño. Yo me he hecho daño por ignorancia. Esto nos libera del rencor, del resentimiento, del deseo de venganza, del odio. Así como a ti nunca nadie te ha hecho daño, tampoco tú jamás le has hecho daño a nadie; tus errores han sido aprovechados por otras personas que necesitaban aprender de ellos, en especial a no culparte a ti por sus propias experiencias. Tus errores necesitas asumirlos, como parte de tu aprendizaje pero jamás te culpes de ellos; aprende lo que te enseñan.
- No hay ningún evento que no corresponda con quien lo vive. Si una persona nace sin brazos o sin piernas, no tiene nada que ver con la suerte. Si una persona tiene un accidente no tiene nada que ver con el castigo divino. Se acabó la idea de injusticia y se acabó la idea de luchar por la justicia. Muy pocas personas saben de las leyes del universo. La mayoría de las personas no van a aceptar estas leyes y se van a enfadar si se las explicas en un momento en el que no están preparados para recibir esta información y les va a producir rechazo. Compasión: comprender la razón de ser de las experiencias difíciles que vivimos los seres humanos; comprendo que no es bueno o malo sino una oportunidad de aprender algo nuevo.; no es sentir lástima, ni angustia, ni sufrimiento. Una vez que puedo comprender, entonces puedo usar la caridad (o servicio): dar la enseñanza o la información que le permite a una persona trascender su problema. No intentes imponerle la información a nadie porque te sales del principio de amor (que es neutro).
Estamos ubicados en el lugar exacto que nos corresponde.
- Venimos a la vida con lo necesario para vivirla.
- Sólo sucede lo que tiene que suceder y es imposible que suceda algo que no tiene que suceder.
- Sólo se da o se tiene lo necesario.
La ley de evolución dice lo que le falta a la conciencia por aprender. La ley de correspondencia determina dónde, cuándo, cómo y a quién le corresponde aprenderlo. También dice cuánto y en qué circunstancias va a adquirir el ser humano lo que le falta.
Decide la estructura genética matemáticamente exacta para lo que tiene que aprender y elige los padres biológicos para crear el cuerpo físico con una capacidad mental específica, una capacidad de percepción, una personalidad concreta. El destino instalado en la mente del niño es el sistema de creencias que conforma la personalidad o el ego.
La ley de correspondencia determinó la raza, el tipo de cuerpo, la nacionalidad, el lugar, la cultura, las experiencias por vivir y en este momento el estudiante espiritual está listo para iniciar su curso. Para aprender a no luchar con la vida para que la vida fluya, no se trata de parar la mente, sino de darle a la mente una información nueva que haga que su proceso mental sea eficiente en lugar de ineficiente.
De nuestro sistema de creencias, que conforman la personalidad humana, se derivan nuestras actitudes, pensamientos, los comportamientos y los resultados que la persona obtiene. Cuando los resultados son poco satisfactorios entonces la persona empieza a pensar cómo solucionar el problema y lo 1º que hace es luchar contra lo que él cree que es el problema: si es de relaciones, lucha contra las personas; si es de salud, lucha contra la vida (protesta contra Dios); si es económico, entonces lucha contra el gobierno o contra las personas que tengan más recursos; si es de adaptación entonces lucha contra los lugares y trata de irse a todas partes.
A veces estamos varias vidas de lucha hasta que llega un punto de saturación de conflictos y sufrimiento y la persona dice: “no quiero más de esto” y se pregunta “¿qué hago para que esto pare?”. En este momento la vida va a guiar a esa persona hacia las fuentes de información que le van a permitir hacer algo que hasta el momento no había hecho: -modificar su sistema de creencias por otra información que le permita salir del estancamiento y en este momento empieza la solución de sus problemas; pero esto después de que se ha cumplido el proceso de saturación. Mientras no estás saturado, no buscas nada y entonces no hay nada que hacer para ayudarle a dejar de sufrir, hay que esperar a que sienta la necesidad de búsqueda o de saturación de sufrimiento.
¿Sabes que les digo a mis clientes cuando vienen a Consulta de Psicoterapia con bloqueos en algún aspecto de sus vidas? -Les digo que la causa de sus bloqueos es violar la ley de correspondencia. Como quieren, o salir de su correspondencia, o evitar la correspondencia de otras personas, la respuesta del universo ante esa acción es el bloqueo, para que dejen de hacer eso, porque interfieren con la evolución sin saberlo.
Este archivo que llamamos conciencia permanente no es de forma humana. Nuestra Conciencia no es humana, cuando pasa por los reinos mineral, vegetal o animal, es una sola cosa: Divina. Y la divinidad no tiene forma. Podemos compararla con un rayo láser que contiene información por ejemplo.
El destino es la necesidad de aprender lo que me falta, es el proceso. Todas las decisiones que tomemos, sean acertadas o equivocadas, hacen parte de mi correspondencia. Un ser humano decide desde su aspecto mental, no desde la conciencia porque ahora está dormida.
El aspecto mental tiene básicamente dos características: el sistema de creencias y la comprensión o sabiduría que haya podido lograr hasta el momento. La comprensión puede usarla voluntariamente para obtener resultados. Las decisiones las podemos tomar desde nuestro sistema de creencias o desde la comprensión y esto siempre es lo que me corresponde.
Desde la ley de correspondencia no cometo un error, pero desde la experiencia humana sí lo cometo. En el universo todo responde a un propósito perfecto y para el universo no hay error; para nosotros si lo hay. El universo lo aprovecha todo y en él caben: los violentos, los psicópatas, los pacíficos, etc.
Todo lo que sucede en el universo, sin excepción, está dentro de la ley; habrá que ubicar dentro de cuál de las leyes pero en el universo no sucede absolutamente nada que esté fuera de la ley. Los sucesos, para nosotros, a veces son satisfactorios y a veces no, pero todos están dentro de la ley.
Pedir es un ejercicio inútil (para el propósito que yo tengo como ser humano) pero necesario para darme cuenta de que no se hace mi voluntad, sino la del universo. Yo no puedo darme cuenta de que mi voluntad no se cumple a menos que pida y vea que no se cumple lo que pido. Cuando me doy cuenta, ya no pido, sino que me DISPONGO a obedecer la ley y a seguir el orden del universo, pero eso es cuando ya descubrí que existe, mientras tanto necesito seguir pidiendo.
Los recursos materiales son un resultado de dos poderosas herramientas de amor: el servicio y el compromiso. Porque la persona que tiene capacidad de servicio hace sin condición, no se pone límites para servir y tiene un profundo compromiso con lo que hace, el resultado serán recursos. Pero si se trata de información que no tienes, esa sí, pídesela al universo y te la dará si la necesitas.
La pobreza desaparecerá totalmente cuando todas las personas asuman unas herramientas sencillas: – renunciar a pedir – disponerse a hacer, a servir y a comprometerse – disponerse a aprender lo que no sabes. Si está aumentando la pobreza es porque cada vez aumenta la necesidad de vivir esa experiencia. Esto puede llevar a un colapso en el planeta que es necesario y perfecto.
La comprensión de la LEY DE CORRESPONDENCIA del universo permite una liberación del conflicto interno humano porque desaparecen nuestras ideas de injusticia, de desequilibrio, o la idea de un Dios caprichoso. Comprendemos que la vida se trata de un formidable proceso pedagógico del universo y cada una de las experiencias que vivimos los seres humanos las podemos comparar con las diferentes materias o cursos que aprendemos normalmente en un colegio.
Estamos ubicados en el lugar exacto que nos corresponde. No tiene nada que ver con la suerte, ni buena ni mala; simplemente está regido por la ley pedagógica de la correspondencia.
El universo, en su funcionamiento, es totalmente ajeno a todas nuestras concepciones humanas asociadas a lo justo, a lo injusto, a lo bueno, a lo malo o a cualquier otra circunstancia de dualidad; es un proceso perfecto. En la medida que lo podamos entender: – nos liberamos de la carga conflictiva interna – nos liberamos de las luchas externas para tratar de desorganizar el orden del universo – nos volvemos más eficientes en el proceso y le podemos servir mejor a los demás.
El espíritu se desarrolla aprendiendo de los resultados. La parte mental se desarrolla con la información que llega a través de los sentidos físicos (especialmente a través del oído). Nada de esto es desarrollo espiritual, todo es desarrollo mental: conocimientos, intelecto, estudio, técnica, etc. La evaluación de resultados es un aspecto que conecta lo espiritual con la ciencia. El espíritu divino está dentro de nosotros y no por ahí fuera. Al principio, esta evaluación, la hacemos automática, no somos conscientes.
Todas las experiencias de evaluación de resultados nos van dando una habilidad interna y esta es la que nos da el desarrollo espiritual automático: la habilidad de sobrevivir, la habilidad de comparar, la habilidad de verificar. ¿Qué pasa si pido? ¿Qué pasa si me lleno de rencor? ¿Qué pasa si…? El resultado es la enseñanza de la ley del universo (ejemplo de la piedra que cae y ves el resultado) pero no se hará consciente de algo hasta que no llegue al 4º nivel.
Nada de lo que estás aprendiendo tiene que ver con lo que pasa fuera, sino con lo que pasa dentro. Nadie me enseña nada ni yo le enseño nada a nadie. Yo aprendo de mis experiencias con los demás y los demás aprenden de sus experiencias conmigo. Yo no le quito nada a nadie, ni le doy nada a nadie, sino que lo que obtengo y utilizo es el resultado de mí mismo y que lo que pierdo o se vaya de mi vida, es el resultado de mí mismo. Yo no le hago daño a nadie ni beneficio a nadie, ni nadie me lo hace a mí, porque el daño me lo hago yo mismo en mis formas de relacionarme con los demás o con el mundo y el beneficio me lo hago yo mismo.
Mientras yo creo que lo externo es lo que está produciendo mi cambio interior o es la causa de mis satisfacciones o de mis insatisfacciones, yo estoy en un aprendizaje automático porque yo no he ubicado la verdad, ni siquiera la realidad. ¿A partir de qué momento este aprendizaje deja de ser automático? Cuando las personas ya tienen suficiente desarrollo interno acumulado a través del paso de miles de años y viene el famoso “eureka”, “lo comprendí”.
Yo soy el único generador de todas las circunstancias que han rodeado mi vida de aquí para atrás, de una manera inconsciente; antes no lo sabía y por lo tanto me dediqué al ejercicio de culpar, de pelear, de exigir, de pedir, de sufrir, de guardar rencor… todas las cosas que hemos hecho durante miles de años; pero ahora que sé que soy yo, ya no hay razón para el rencor, ni el resentimiento, ni al odio, ni a la pelea, ni a nada porque todo esto significa ineficiencia; entonces yo me dispongo a ser eficiente.
Aquí es cuando dejo de depender, porque ya comprendo que nadie me beneficia, ni nadie me perjudica. En este momento el aprendizaje se hace consciente, cuando yo comprendo que NADIE ME PERJUDICA NI NADIE ME BENEFICIA, aquí ya no es aprendizaje automático. Diferencia entre valoración y agradecimiento. Cuando yo estoy en automático agradezco cuando me dan algo y regaño o peleo cuando creo que me quitan algo.
Cuando entendemos que ni me ha dado, ni me ha quitado nada, entonces el agradecimiento va a tomar una forma muy profunda y poderosa de sanación mental. Porque el agradecimiento no es por algo que alguien nos da, ni siquiera Dios nos da cosas; la divinidad dispuso (es distinto a que nos dio) todo el universo entero y todo lo que en el universo existe lo dispuso para que, nosotros que somos sus hijos, lo usemos. No se lo dio a ninguno en especial, ni se lo quitó a nadie, lo dispuso para todos por igual, pero la capacidad de aprovecharlo, de utilizarlo, de beneficiarme con esto yo mismo, o de lastimarme con ello, es mía, no del padre ni del universo.
El agradecimiento, cuando se comprende profundamente, es la herramienta más liberadora y más sanadora que hay de todos nuestros pasados. El agradecimiento es sentirme feliz, dichoso y expresárselo a las personas y a las situaciones que me dieron la oportunidad de aprender lo que vine a aprender al mundo. ¿Y quién son esas situaciones? Todas las que han tenido grandes niveles de dificultad, las que han sido sumamente complejas, todas las que han sido dramáticas, esas son las de agradecer. ¿Por qué? Porque el día que alguien agradezca esto, sanó su espíritu, sanó su mente, limpió todas las cargas y trascendió total y definitivamente todos los procesos automáticos, el día que logre agradecer eso.
La capacidad de disfrutar lo que se tiene es la capacidad de valorar lo que se tiene. Cada vez que me quejo de lo que tengo o de lo que sucede, es evidente que no estoy valorándolo y por eso me lo quitan porque parece que no lo quiero.
-Ejemplo del edificio de 30 plantas (como si fuera el universo) en el que yo soy la persona que puede elegir vivir en el sótano o pasar a vivir en otra planta más satisfactoria, sin salirme del edificio. Nadie me hace daño, nadie me perjudica, nadie me beneficia. Yo no le hago daño a nadie, yo no perjudico a nadie, yo no beneficio a nadie. Cuando comprendemos esto, entramos en la etapa de desarrollo consciente, no de desarrollo automático. Y esto sucede en la etapa humana, no en la etapa animal ni en la etapa de centauro.
¿Cómo obtener un resultado voluntariamente (no automáticos)? Necesitamos aprender que: – el universo tiene un orden – ese orden está regido por leyes matemáticamente exactas, inexorables e inmutables – que esas leyes se pueden reconocer en la realidad de nuestra cotidianidad – decidir obedecer esas leyes para liberarse de las limitaciones que se originan en violarlas.
Así me hago correspondiente con resultados satisfactorios, desarrollando sabiduría. EL DESARROLLO ESPIRITUAL SE HACE A TRAVÉS DE ACCIONES, no de oraciones. A través de oraciones sólo se hace acumulación de energía y es conveniente acumular los dos (acciones y oraciones).
Valorar: está dirigido a lo que tengo a mi disposición, a lo que estoy usando. Agradecer: va dirigido hacia el pasado, agradecer lo que aprendí; aprendí de las dificultades; de las situaciones que no ofrecen ningún reto (ni físico, ni mental, ni espiritual), no aprendo nada.
Disfrutar de lo que ya sabemos hacer no tiene nada que ver con aprender, sino más bien tiene que ver con enseñar. Pero cualquier cosa que no sé hacer, necesito aprenderla enfrentándome a una dificultad. Nadie aprendió nada sin afrontar dificultades. Por lo tanto, si agradece lo que aprendió, también agradece a las personas y las circunstancias involucradas dentro del aprendizaje, que es casualmente a las personas que odiamos.
El propósito de Dios es el propósito de sabiduría: que sus hijos se llenen de amor; pero para que puedan hacer eso tendrán que enfrentar el reto de la ley. Y el reto de la ley es que yo me enfrento a todas las cosas que yo no quiero, porque el universo no funciona como yo quiero, jamás, ni siquiera la vida de ningún ser humano por simple que sea, funciona como yo quiero, nada funciona como yo quiero, TODO FUNCIONA COMO ES, no como yo quiero.
Y si yo no me adapto a lo que es y fluyo con lo que es, no solamente soy ineficiente sino que mi conflicto cada día es más grande. Todo lo que tenemos a nuestra disposición es el resultado exacto del desarrollo interno para aprovechar lo que está dispuesto en su totalidad y como eso es tan valioso, lo que yo puedo hacer es disfrutarlo intensamente, aprovecharlo profundamente, eso es lo que puedo hacer con lo que tengo.
Estamos ubicados en el lugar que exactamente nos corresponde, donde no hay ni buena ni mala suerte. Venimos a la vida con lo necesario para vivirla. No es cierto que haya personas que no tienen lo necesario para vivir porque si no no vivirían. Lo que ocurre es que la mayoría de las personas no viven como quieren porque el universo, ni la vida funcionan como yo quiero. Nada funciona como yo quiero y todo lo que tú quieres está fuera de la ley.
El universo funciona como necesita funcionar y como es perfecto y cada Ser siempre tiene exactamente lo necesario, ni más ni menos de lo necesario. Lo necesario para hacer dos cosas: – para aprender lo que vino a aprender (destino) – para hacer lo que vino a hacer (función). Para estas dos cosas siempre tengo lo necesario. Si lo que vine a hacer es vivir debajo de un puente, pues tengo todo lo necesario para hacer esto. Cada personaje viene para una función distinta. El problema es que la ignorancia califica estas cosas de injustas.
Sólo sucede lo que tiene que suceder y es imposible que suceda algo que no tiene que suceder. Esto nos LIBERA DE TODOS LOS MIEDOS. Esto va para lo global y para lo individual. No hay nadie que le pueda suceder nada a menos que le corresponda y todos los sucesos que afecten la vida de cualquier ser humano, son sucesos que matemáticamente corresponden con la experiencia de quien los viven. Por eso no existe la buena y la mala suerte.
Para acercarnos a la paz interior podemos decir que: si tus pensamientos son de amor, si aceptas la realidad, si aceptas el orden del universo, si no invalidas a nada y a nadie, posiblemente te correspondan experiencias muy pacíficas, porque las genero de esa manera; pero si vivo lleno de resentimientos, de odio, de deseo de venganza o de hacer justicia, posiblemente las experiencias que me correspondan puedan ser parecidas a eso. La correspondencia la construye cada persona y por eso hay que aprender a pensar y a actuar con sabiduría.
Sólo se da o se tiene lo necesario. Es imposible conseguir algo que tú no necesites. Todo lo que consigues es porque lo necesitas y es imposible perder algo que necesites, si pierdes algo es porque dejaste de necesitarlo.
El secreto de vivir más en paz se llama VALORACIÓN. ¿En qué momento una persona deja de necesitar algo que tiene? cuando comienza a quejarse de lo que tiene. ¿De qué se puede quejar una persona? de algo que, según él, no le sirve, aunque no sea cierto; entonces vienen los amigos de lo ajeno y se lo quitan y entonces se queja más; con lo cual, la próxima vez, lo que aprendes es a valorar lo que tienes.
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Gracias por la enseñanza pero creo que Dios si existe…
Hola José;
Gracias por tu comentario.
Un saludo cordial.
Muchas gracias!
Es una información muy importante de conocer y gracias por explicar esta ley de una forma sencilla y desmenuzada.
Hola Mario;
Las recibo con mucho gusto.
Saludos.