Propósito de las relaciones. Las relaciones son el componente principal de nuestro desarrollo espiritual. Las relaciones son un proceso de aprendizaje constante, por lo tanto no huyas de las relaciones. Las personas que se dicen a sí mismas, “-no me vuelvo a enamorar”, -no vuelvo a hacer relaciones de compañía ni con la almohada, -no quiero saber nada de nadie. Entonces lo que sucede es que te estás aislando de la oportunidad de aprender.
La idea después de un desengaño en una relación, es que la persona se tome un tiempo mientras se estabiliza y comprende cuáles fueron sus errores y vuelve a ensayar para hacerlo mejor. La ausencia de relaciones no va a facilitar un proceso de desarrollo espiritual, ni va a facilitar un equilibrio energético, porque hace falta el afecto y hace falta el espejo donde yo me miro cómo estoy. ¿Dónde me miro yo cómo estoy? -Me miro en las relaciones.
No te estoy hablando de pareja, te estoy hablando en general de relaciones. Digamos que, la pareja como nosotros la entendemos, tiene un nivel de importancia, pero cuando hablamos de relaciones en general, y le quitamos el rótulo “de pareja”, igual vamos a reconocer que las relaciones son indispensables para conocerme. La diferencia entre pareja y otro tipo de relaciones es el nivel de acuerdos que se establezcan.
Las relaciones son necesarias para tu equilibrio. Las relaciones te permiten conocerte internamente.
Es necesario mantener alta la energía para poder hacer buenas relaciones. Desde energía baja, hacer buenas relaciones será imposible porque los niveles de agresividad, los niveles de confusión mental, los niveles de no aceptación, desde oscuridad, generarán gigantescos conflictos, bloquea todo. Si la energía está baja, la autoestima también está por el suelo, entonces soy totalmente susceptible a cualquier influencia.
La función de las relaciones es aprender a convivir armónicamente. A menos que yo haga relaciones, jamás voy a aprender a convivir. Si tú te aíslas como un ermitaño no aprendes a convivir, evitas la experiencia. Aprender a mantener el equilibrio y la satisfacción personal independientemente de las demás personas. El equilibrio o la ley de armonía es diferente a la ley de amor. El punto que nunca se mueve, el punto del centro, es la ley de amor, no tiene dualidad, no tiene polaridad. En los extremos se da la ley de armonía.
Una de las creencias más complejas que tenemos los seres humanos es creer que tengo razón. Si tener razón me trajera buenas relaciones, me trajera la paz interior, sería extraordinario, pero resulta que tener razón no ayuda a tener paz… es casi una imposición y me siento con el derecho de juzgar, de criticar, solo porque yo tengo razón y eso no va a servir para mucho. Tener razón no significa sabiduría, de hecho todo el mundo tiene razón desde donde ve las cosas de la vida, desde su punto de vista todo el mundo tiene razón, aunque después se dé cuenta de que no.
La comprensión son las verdades de amor que cada uno de nosotros ha podido desarrollar en la experiencia actual. Y desde eso es que puedes agarrarte para hacer relaciones de amor. Una persona no es que decida tener hambre, simplemente el instinto reconoce el descenso de glucosa en la sangre y genera la sensación de hambre. La persona no decide tener hambre pero sí decir comer y a qué hora comer.
Sucede exactamente lo mismo con el campo emocional de las compatibilidades genéticas del ENAMORAMIENTO. El instinto no va a dejar de reconocer las compatibilidades porque está diseñado para eso. El instinto no reconoce si la persona tiene acuerdos previos o no los tiene, al instinto eso no le interesa ni lo puede reconocer. Se genera la situación del enamoramiento y desde el campo mental la persona tiene que decidir qué hace con eso.
El problema es que mis creencias, mis limitaciones mentales, me lleven a entrar en conflicto con una situación (enamoramiento) que es absolutamente natural y absolutamente normal de la creación de dios. Ahí ya entra mi ignorancia. Estamos hablando de acuerdos y compromisos que es donde se hacen las relaciones. Las relaciones no se hacen desde el instinto, porque las relaciones hechas desde el instinto no tiene un fundamento permanente, sino absolutamente temporal, el instinto como código no mantendrá una relación más allá de tres años, será lo máximo. Una relación permanente y estable tendrá que surgir desde la comprensión del campo mental, que es el que puede decidir. El instinto no decide, el instinto siente, experimenta la emoción.
Desde el campo de la comprensión, si la persona tiene un compromiso con su pareja y ese compromiso es válido para las personas que están dentro de él porque ha sido originado en un acuerdo mutuo y ese compromiso tiene un valor y las personas están dispuestas a ser leales con ese compromiso, puede tener veinte enamoramientos al tiempo, pero no les pondrá atención a eso. Simplemente verá que esa es una sensación normal de sus emociones que, de una forma tan espontánea y natural, como se alteran, vuelven y se equilibran y no pasará nada.
La comprensión, no el instinto, es la que decide que no va a romper un compromiso por una situación temporal de su instinto y de su genética, pero no puede negar tampoco que eso existe y eso suceda, eso no tiene problema. El conflicto de creencias lo puede llevar a sentirse culpable si tengo una relación con otra persona que no sea mi pareja. Si me siento mal, hay un aprendizaje: -Que tengo una limitación. Y si me siento muy bien, también hay otro aprendizaje: -Estoy reconociendo una parte perfecta de la creación de dios que no hay por qué no disfrutarla, pero que tampoco hay ninguna razón para llevar esa situación a romper un compromiso que se tenga, eso es todo.
No hay ninguna situación que no sea aprendizaje. No corta la experiencia, deja que se pase sola. El ciclo del enamoramiento es un ciclo temporal y ese es uno de los problemas en las parejas establecidas que piensan que van a estar enamoradas para toda la vida: -Eso no es cierto, eso son las falsas creencias. Lo que podrá ser para toda la vida será el amor, ni siquiera digo la relación, digo el amor. Porque si una persona ha amado, no puede dejar de amar jamás, independientemente de que la relación exista o no, no dejará de amar. Si dice que se le acabó el amor, eso no es cierto, lo que se le acabó fue el cariño, el sentimiento, no el amor, EL AMOR NO SE ACABA.
No es cierto decir que se sufre por amor, POR AMOR NO SE PUEDE SUFRIR, solamente se sufre por el sentimiento, por la personalidad, por el ego. Por eso, cuando estamos hablando del amor, estamos hablando de más allá del concepto humano porque el concepto va solamente hasta el nivel de la creencia, de ahí para allá eso es comprensión pura, no hay concepto. Podemos olvidarnos de la frase “se sufre por amor”, por amor se disfruta y se goza constantemente y se sufre solamente por el sentimiento, que se polariza de positivo a negativo ante efectos externos que yo no soy capaz de manejar. Entonces el problema es del sentimiento, no del amor.
Te interesa hacer relaciones de amor para que sean constantes, para que sean estables. Por lo general, podemos asegurar que, cuando una pareja tiene buena armonía en su relación, cuando hay satisfacción en su relación, independientemente de que el instinto no va a dejar de reconocer compatibilidades, esas personas, muy difícilmente pensarían en tomar otra opción, porque realmente están en armonía. Pero cuando hay desarmonía, cuando hay conflictos, cuando hay insatisfacciones, será muy fácil que las personas tomen otra opción, porque no hay armonía.
El problema de la ruptura en las parejas es la falta de armonía, porque puede no haber buena compatibilidad mental o no estoy haciendo la relación desde comprensión sino que la estoy haciendo desde el ego, desde el sistema de creencias, ahí ya la cosa se complica. Todos podremos estar buscando complementar nuestras vidas de diferentes maneras con diferentes tipos de relaciones: -De amistad, de compartir, de integración, de socios, de hermandad, de pareja. Y todas las relaciones serán sanas si las establecemos desde acuerdos claros y sanos. Una relación permanente y estable tendrá que surgir desde la comprensión del campo mental, que es el que puede decidir.
Para que empieces a reconocer cuales son las limitaciones que impiden que hagas relaciones satisfactorias. Voy a comenzar a explicarte el primer tipo de relación que llamamos desde el egoísmo, desde el ego, desde las limitaciones. El resultado externo que tú puedas obtener habla claramente de los métodos internos que tú utilizas para obtenerlos. El resultado me habla de si yo utilicé una creencia falsa o si utilicé una creencia verdadera y la convertí en sabiduría.
- Una persona MALGENIADA genera como resultado un DISTANCIAMIENTO de los demás.
- Una persona IMPACIENTE genera como resultado en los demás ANGUSTIA O MAL GENIO.
- Una persona RENCOROSA va a generar AISLAMIENTO en los demás.
- Una persona DOMINANTE genera RECHAZO y ABANDONO.
- Una persona IMPOSITIVA va a generar REBELDÍA y RESENTIMIENTO.
- Una persona CRITICONA constante, genera POLÉMICAS y ALEJAMIENTOS.
- Una persona AGRESIVA genera DEFENSIVIDAD en los demás.
- Una persona POSESIVA genera el FASTIDIO y el deseo de SEPARACIÓN.
- La persona GRITONA genera DISCORDIA y genera DESAGRADO.
Todos estos aspectos son aspectos originados en limitaciones internas, no en virtudes, cuyos resultados son absolutamente indeseables. Cuando encuentras esos resultados externos, es fácil verificar que en tu interior hay una serie de limitaciones asociadas a tus creencias y a tus traumas y, por supuesto, eso no te permite hacer relaciones armónicas o amorosas.
Si una persona tiene muchas limitaciones en su interior, lo más hábil será que empiece a trabajarlas, porque no puedo trabajar sobre los demás sino sobre mí mismo. Por supuesto que tenemos derecho a tener nuestras limitaciones y nuestras experiencias, pero es lo que le pedimos a las personas: “-Si tú reconoces que para ti es muy importante mantener tu individualidad y mantener tus comportamientos, tienes todo el derecho a hacerlo, por favor, no hagas relaciones, por lo menos no estables, porque serán un conflicto constante”. Si vas a hacer relaciones, sería bueno intentar trabajar primero para superar tus limitaciones, de lo contrario vas a generar un serio conflicto para los demás y, obviamente, se devuelve hacia ti.
Y ahora vamos a ver los resultados que puede obtener una persona con mayor sabiduría. El resultado de una persona AMOROSA, que maneja otras herramientas diferentes que las anteriores, que no se llaman herramientas sino armas… lo llamamos las armas del egoísmo.
- La persona COMPRENSIVA genera un ACERCAMIENTO.
- La persona que es RESPETUOSA realmente puede generar una AMISTAD.
- La persona que es DETALLISTA puede generar una ADMIRACIÓN.
- La persona ADAPTABLE genera muchísima ARMONÍA.
- La persona FLEXIBLE es la que genera el deseo de COMPARTIR E INTEGRARSE.
- La persona SERVICIAL genera un proceso de APOYO e INTEGRACIÓN CON OTROS.
- La persona CARIÑOSA genera cantidades de TERNURA.
- La persona NEUTRAL genera mucha CONFIANZA en los demás.
- La persona ALEGRE genera ENTUSIASMO.
Lo que te propongo es que verifiques en tu interior qué herramientas o qué armas tiene. Posiblemente encontraras que tienes de las dos. Pero si aspiras a hacer relaciones, vas a deponer las armas y vas a empuñar las herramientas. Eso es lo que llamamos desarrollo espiritual. Y eso es lo que principalmente veo en la consulta de psicoterapia con mis clientes.
En la medida en que tú potencializas tus herramientas y debilitas las armas, te vas convirtiendo en un ser de convivencia pacífica. De lo contrario, soy un ser poco pacífico, más bien agresivo, y por ley de causa y efecto se va a volver todo eso hacia mí. Ahí jamás habrá una relación de amor o de paz, serán relaciones que llamamos de destino, de conflicto permanente, necesarias para reconocer las limitaciones, pero no serán satisfactorias de ninguna manera.
Y ahí si las posibilidades de que el instinto, al reconocer otra situación de compatibilidad, decida otra opción, serán muy altas, pero en esa otra opción, si la persona no ha hecho el cambio interior, seguirá encontrando los mismos conflictos. Yo no saco nada con salirme de una relación que es conflictiva, si yo no he hecho un cambio interior, porque mi próxima relación será igual de conflictiva, por una razón muy sencilla: -No puedo huir de mí mismo.
Adonde quiera que yo voy, me voy conmigo y si yo tengo un conflicto interno, pues ese conflicto se va a manifestar en cualquier parte y en cualquier relación. Aquí solo hay un camino: CAMBIAR INTERNAMENTE YO MISMO, así si se acaba mi problema, no el de los demás, pero sí el mío, porque tampoco le puedo solucionar el problema a los demás, pero sí el mío.
Como te he dicho en otras entradas al blog, la ENERGÍA VITAL es el bien más preciado que tenemos los seres humanos, y el ladrón más grande que nos la roba son los conflictos emocionales y sentimentales. Si tú tienes un conflicto emocional o sentimental, puedes consumir tanta energía vital que llegues a un desequilibrio impresionante.
Los mayores consumidores de energía son los conflictos sentimentales y emocionales. Consume energía el trabajo, la alimentación inadecuada, las preocupaciones, el estrés, todo eso consume energía, pero jamás se compara con el profundo nivel de un conflicto emocional. Una persona estresada puede ser que con ocho días de vacaciones, recupere su nivel, pero una persona que ha tenido un conflicto emocional, lo que cree que es una pérdida, posiblemente se demore dos años en recuperar su nivel de equilibrio, a menos que tenga un manejo mental de la energía, entonces ni siquiera la perderá, y si baja la recuperará muy deprisa, pero eso solo si tiene entrenamiento mental. Este entrenamiento lo llevamos a cabo en los talleres de psicología transpersonal que se imparten en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal. Si no lo tiene, puede caer en las más profundas crisis.
Cuando a un niño se le agrede, cuando los padres le dicen “-Ya no te quiero”, puede entrar en un profundo estado depresivo. El sentimiento de pérdida está asociado a una limitación mía, porque yo creo que soy dueño de alguien o de algo. Cuando yo comprendo que no soy dueño de nadie, ni de nada no puedo tener sentimiento de pérdida porque cómo hago para perder algo que no tengo. Ahí ya está conseguido el DESAPEGO.
Cuando tú pierdes la pareja, en tu mente hay un sentimiento de pérdida de alguien que creías que era de tu propiedad, pero cuando comprendes que no hay nada ni nadie de tu propiedad, entonces es simplemente un evento de un cambio de relaciones, no una pérdida, entonces no habrá sufrimiento y no habrá caída de energía vital.
En una zona de luz, cuando mi energía vital está muy alta, lo que puede percibirse como sensación interna es una sensación profunda de amor, de paz, de comprensión, de aceptación, de libertad, una sensación de plenitud, de capacidad mental óptima. Cuando entramos a la zona de penumbra, entonces podemos tener satisfacción y entusiasmo en la parte alta de la penumbra, que hay bastante luz.
Cuando empieces a notar que aparecen ciertos estados de frustración… ¡Ah, ya me sentí frustrado porque esto no funcionó como yo quería! Estas empezando a entrar en zona depresiva. Cuando empieces a sentir decepción… -Me decepcionan las personas, me decepcionan las cosas. Tú me decepcionaste no es correcto. Lo correcto es “-Yo me decepcioné”, nadie me decepcionó. Si yo me decepcioné estoy haciendo un consumo grande de energía vital.
Cuando la energía empieza a descender más, entonces entramos en un estado de irritabilidad, entonces nos volvemos muy susceptibles, muy irritables, supremamente sensibles, porque nuestra energía va a para abajo y empieza un mal genio y una agresión hacia los demás. Si la cosa baja más, entramos a profundos estados de confusión y de sufrimiento. Si baja más entramos a apatía, tristeza y una angustia o estados de pánico, miedos profundos y finalmente desesperación ante la vida. De ahí para abajo estamos cerca del suicidio, porque ya no vemos opción, no vemos nada. Pero todo lo que pasó es que mi energía vital se apagó.
¿Por qué razón una persona hoy le dice a otro “-Te quiero mucho” y mañana le dice “-Te odio”?, ¿Por qué puede hacer ese cambio tan rápido? Porque fue espontáneo, él permitió que un evento externo influyera sobre él positivamente, pero si permitió que un elemento externo influyera positivamente sobre él, igual de fácil permitirá que un elemento negativo influya sobre él, porque no lo está dirigiendo voluntariamente.
Eso es la dualidad. La zona de penumbra es la dualidad entre la luz y la oscuridad, y dependerá de mi manejo sentimental, mi manejo emocional, el que la energía suba o baje. En la zona de oscuridad están todos los miedos, todos los niveles de angustia, todos los procesos en que yo no puedo ver lo hermoso de la vida. Ahí está lo bello de la vida pero yo no lo veo porque no hay luz. Cuando mi felicidad depende de un efecto voluntario mío, eso es zona de luz. Cuando mi felicidad solamente es el resultado del no sufrimiento, porque no hay ningún evento confrontante, entonces es solamente un resultado espontáneo de la energía. Y ahí, cuando es espontáneo, no está dirigido por mí, es tan espontáneo un estado de felicidad, como un estado de depresión, porque no lo estoy dirigiendo yo y esa es la zona de penumbra.
El propósito es llegar a dos puntos asociados ambos a la zona de luz y desde ahí será que nosotros podamos hacer relaciones de alto nivel de satisfacción: – FELICIDAD – AMAR. Estos dos puntos están asociados a dos ceros, neutros.
- FELICIDAD = CERO SUFRIMIENTO
- AMARLOS = CERO RESISTENCIA A LOS DEMÁS
Para poder hacer esos dos ceros, yo necesito tener suficiente comprensión como para entender varias cosas: -NADIE ME HACE NADA A MI, NI YO LE HAGO NADA A OTRO. -Que solamente cometemos errores pero que CADA UNO DE NOSOTROS SE HACE DAÑO A SI MISMO, interpretando lo que los demás hagan o dejen de hacer. -Que las demás personas no hacen cosas buenas o malas, sino que hacen lo mejor que pueden hacer.
Yo puedo estar de acuerdo o no estar de acuerdo con lo que los demás hagan, pero donde yo les llegue a hacer resistencia a lo que los demás hacen, no estoy amando, porque yo no los acepto, quiero cambiarlos. El sufrimiento es porque no acepto algo y eso no me trae felicidad, y además es porque no acepto algo y eso no me trae capacidad de amar.
Para hacer relaciones de amor, recuerda algo muy sencillo: “-Nadie te hace nada, por lo tanto no tienes a nadie a quien culpar de nada”. Al desaparecer el culpable, entonces yo asumo mi responsabilidad con el manejo de mi propia energía. Yo me siento mal y yo voy a dejar de sentirme mal, eso no tiene nada que ver con los demás sino conmigo. Y cuando yo me siento bien, entonces yo puedo empezar a amar. Cuando me siento mal, lo que expreso son mis limitaciones, si las expreso.
La persona que no es capaz de ser feliz por sí misma, cuya felicidad depende de otros, porque no maneja su propia energía interna, es un verdadero peligro para los demás. Si no soy capaz de ser feliz por mí mismo, soy un peligro para los demás. Te pongo un ejemplo para que lo veas mejor. Cuando no soy capaz de ser feliz por mí mismo, supongo que hay alguien o algo que me puede hacer feliz, pero como eso no existe, yo entro con la expectativa de que alguien o algo me va a hacer feliz a mí, me voy a encontrar con la realidad, “no hay persona alguna capaz de hacerme feliz a mí”, pero yo creía que sí. Cuando me encuentro con esa realidad, entonces mi reacción de ignorancia es: -tú tienes la culpa de mi infelicidad, no me haces feliz, tú tienes la culpa.
El segundo paso de esa reacción de ignorancia es: -Tengo que castigarlo por la culpa que tiene. Entonces viene la indiferencia, viene el rencor, viene la agresión y ahí ya estoy siendo bastante peligroso. Para hacer una relación de amor, necesitas primero comprender que la felicidad solamente puede surgir de ti y que tu capacidad de amor solamente puede surgir de ti, que se expresa como una aceptación total a los demás, como un respeto total, donde no les hago resistencia a lo que ellos son, ni sufro por lo que son o dejan de ser. Ahí ya puedes pensar en amor.
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