Reglas de oro. Vamos a hablar de las relaciones y los recursos que manejamos. Las reglas de oro del maestro del manejo interno de la vida (porque la vida se maneja desde dentro, no desde fuera) y de la relación de la enseñanza.
Las relaciones y los recursos tienen una situación que es matemáticamente exacta, porque los recursos son inconmensurables, no existe escasez de recursos en el planeta, ni mucho menos existe en el universo escasez de recursos. Los recursos del planeta, contándolo solamente como tal, sin mirar la forma en que los manejamos, son superabundantes; los recursos naturales son gigantescos, sin hablar de los recursos humanos: la capacidad que tenemos los 8 mil millones de habitantes sobre la tierra; sin hablar de los recursos tecnológicos que hemos desarrollado, los recursos científicos y todas las cosas que hemos desarrollado los seres humanos, más las que aporta la naturaleza, más las energías que existen en el cosmos, todo esto es inconmensurable; jamás hay escasez de recursos.
El problema es que en un momento dado, no tenemos acceso a los recursos aun cuando sean superabundantes y la razón por la cual cortamos el acceso a los recursos es precisamente porque no hemos aprendido a hacer relaciones con los diferentes reinos. El conflicto entre los seres humanos minimiza completamente el acceso a los recursos, porque tengo que empezar a poner barreras, fronteras, controles y todo eso va a limitar todo. Para poder acceder a la abundancia y a la prosperidad, el primer ejercicio que hay que hacer es mejorar las relaciones humanas. Mientras no mejoremos relaciones humanas es difícil.
Ejemplo: Vamos a trabajar el arte del atractivo personal que es el arte de saber hacer relaciones armónicas. Una persona que haya desarrollado el arte del atractivo personal, será una persona que tenga relaciones humanas de alta calidad, y una persona que tenga relaciones humanas de alta calidad, ¿cómo será su vida? Si es un profesional tendrá éxito, si es un empleado tendrá éxito, si es un empresario tendrá éxito, no importa lo que haga, tendrá éxito porque tiene buenas relaciones. En la medida en que tenga buenas relaciones tendrá abundancia, armonía y prosperidad.
Pero las personas cuando tienen demasiados conflictos consigo mismos y luego los transmite a las relaciones con los demás, limitan el acceso a los recursos porque son las personas que no pueden durar en ningún puesto, porque no lo aguanta nadie, montan negocios y se enfadan con proveedores, con los clientes y con todo el mundo, entonces el negocio quiebra y cualquier cosa que intentan fracasa porque no pueden hacer buenas relaciones y no es que los recursos no existan.
Todo esto de las fronteras, de los controles, de los límites y de los ejércitos para defender las fronteras, corta totalmente el acceso a los recursos. Los habitantes del planeta tierra no tienen un problema de recursos aunque haya mucha gente que esté en la miseria, lo que tienen es un problema gravísimo de relaciones humanas, y mientras no solucionen el problema humano, no hay posibilidad de solucionar la situación de pobreza y miseria.
Con respecto a otras culturas. A veces no valoramos lo que tenemos cuando no podemos compararlo con otros y entonces decimos este dicho popular: las personas creen que el negocio bueno, siempre es el del vecino, creen que la mejor esposa es la del vecino.
En las situaciones energéticas y la concentración de personas con desarrollo espiritual, las posibilidades de cambio y las experiencias perfectas son así maravillosas. Las limitaciones entre los distintos países cada vez van a ser más grandes, pero esto es parte de la experiencia del planeta tierra. Hay que aprender a amar y a valorar lo que se tiene donde se está.
Las reglas de oro de la organización social son unas técnicas de pedagogía. En alguna medida todos los seres humanos son discípulos y maestros a la vez porque toda persona tiene la capacidad de transmitir aquello que sabe (no importa si es mucho o poco) y toda persona siempre tiene la capacidad de aprender cosas nuevas.
Hay un manejo interno de la vida que es la forma como yo, desde dentro, manejo mi relación con lo externo, es el que se convierte en la relación de enseñanza. La primera relación de enseñanza que tenemos es EL EJEMPLO. Los niños aprenden básicamente por imitación. Si los padres dan buen ejemplo, los hijos aprenden a imitar y si no das buen ejemplo también aprenden a imitar.
Vamos a empezar con cuatro preguntas para que tú te las hagas a nivel individual:
1ª ¿Cómo es tu estado interno cuando no aceptas las circunstancias de la vida? Un estado muy poco agradable.
2ª ¿Cómo es tu estado interno cuando quieres que los demás cambien y no lo hacen? Un estado de lucha, conflicto, un resultado lamentable.
3ª ¿Cómo es tu estado interno cuando otros hacen o dicen cosas que no te gustan? Alterado y te preguntas todo el rato: ¿Por qué tiene que decir esto? ¿Por qué tiene que hacer aquello?
4ª ¿Cómo es tu estado interno cuando constantemente le haces peticiones a Dios? Cada vez que le pides a Dios es porque estás inconforme con lo que Dios te dio, porque no valoras lo que Dios ya te dio. ¿Qué es lo que pasa en nuestro interior cuando tenemos ciertas actitudes que son las comunes y corrientes de la mayoría de las personas?
Te pongo un ejemplo: Una persona se sube a un avión, hace la bendición y comienza a pedirle a Dios que el avión no se caiga. El viaje termina sin novedad alguna, el personaje se baja del avión pero ¿disfrutó del viaje? No. Otra persona se subió al avión, no hizo ninguna bendición, no le pide nada a Dios y se dispone a disfrutar del viaje. ¿Cuál de los dos tiene más fe? El que confía tanto y está tan seguro y tiene tanta confianza en la vida como para disfrutar cada instante, ese es el que tiene más fe. El otro lo que tiene es mucho miedo y el miedo es proporcionalmente directo a la ausencia de fe.
La fe es ausencia de miedo. LA FE ES LA CONFIANZA EN LA VIDA, es el que tú te sientes seguro de que el Padre siempre tiene lo mejor para ti y para todos los demás seres humanos. Y aparte de eso, sabe otra cosita: que aunque el Padre siempre quiere lo mejor para todos los hijos, él no va a asumir nuestro aprendizaje y si violo alguna ley, el resultado de violarla será parte de mi pedagogía. Esto es independiente de que el Padre quiera lo mejor para mí.
Si quieres saber algo, pregunta y el universo te responden y luego tú verás si obedeces o no. En muy pocas ocasiones le pedimos a Dios lo que tenemos que pedirle y le pedimos lo que no hay que pedir diciendo: Padre, quítame este problema, Padre cámbiame al vecino, Padre que me den este trabajo, Padre que pueda ganar dinero, Padre que se sane fulano, Padre que haya paz… estoy pidiendo todo lo que yo no acepto.
Entonces no acepto la vida y le pido a Dios que la cambie a mi acomodo, es decir, hágase mi voluntad y no la tuya y eso es lo que pedimos en el 90% de los casos. Preguntar es una cosa diferente a pedir. Una cosa es que yo llegue a un restaurante y pida un almuerzo y no estoy pidiendo que me lo regalen, lo que estoy preguntando es por el menú y estoy solicitando el servicio que la persona ofrece a cambio de la ley de compensación. Pero el típico pedir es cuando yo no quiero hacer nada a cambio.
Pregúntale a la vida, decide qué hacer frente a la vida y acepta el resultado que la vida te traiga como perfecto, independientemente de que sea satisfactorio o no. Aprende a preguntar, aprende a identificar la respuesta y aprende a obedecer la ley y se acaba el problema. En las cuatros preguntas anteriores sobre el estado interno, vemos que el resultado es muy poco satisfactorio y vale la pena hacer algo al respecto.
Te pongo otro ejemplo: En una ocasión un discípulo estaba confundido con el asunto de las personas que llamamos “necesitadas”, entonces el maestro le dijo, acompáñame a dar un paseo por la ciudad. Se acercó un mendigo al maestro y le dijo señor regáleme una limosnita que son las 12 y todavía no he desayunado. El maestro lo miró amorosamente y le hizo una pregunta al mendigo: ¿tú crees en Dios? Y el mendigo le dijo: ¡cómo voy a creer en Dios!, si ese tipo existiera yo no estaría en la calle aguantando hambre. Entonces el maestro le respondió: -precisamente por no creer en Dios, tú estás en esta situación y no le dio nada. Siguieron caminando y en la siguiente esquina se encontró con otro mendigo. Nuevamente él le pidió limosna y el maestro le volvió a hacer la misma pregunta. El mendigo le respondió: por supuesto que yo creo en Dios, gracias a su infinita misericordia yo aún puedo sobrevivir en una ciudad dura y en una calle cruda como es esta. El maestro le respondió: si Dios que maneja la abundancia del universo, la sabiduría total y el poder absoluto no te ha dado a ti más de lo que te está dando, ¿quién crees que soy yo para violar su divina ley?. Y no le dio nada.
El discípulo estaba muy confundido y le preguntó al maestro. Maestro, usted en alguna ocasión me dijo que toda experiencia era necesaria, por lo tanto entiendo que la experiencia del mendigo también es necesaria y si nadie da limosna ¿cómo se hace para vivir esa experiencia? El maestro le respondió: -deja que los buenos sostengan a los mendigos, tú sígueme porque tú estás preparándote para ser justo, no bueno. El justo no es el que sostiene a los mendigos, es el bueno. Lo que quiso decir el maestro es que esa es una función de buenos que genera una correspondencia matemáticamente exacta con los mendigos. Todos los buenos vivirán rodeados de mendigos y todos los mendigos tendrán un bueno a su alcance.
Las personas confunden el justo con la justicia. El justo no tiene nada que ver con la justicia ni con la injusticia. No se puede hacer justicia en el universo porque en el universo no existe injusticia, eso es un concepto falso. Existe la correspondencia matemáticamente exacta con cada situación que se experimenta. El justo no tiene nada que ver con el bueno ni con el malo.
El justo es el que siempre hace lo que corresponde con la ley y renuncia a hacer cosas que estén en contra de la ley del universo. El justo tiene todo un desarrollo espiritual. El ser bueno es muy fácil porque es descargar responsabilidades en un acto de ignorancia. Quien tiene confianza en la vida, quien tiene confianza en sí mismo, porque reconoce sus valores y reconoce que es creación perfecta de Dios, ese no pide nada, porque está seguro:
¿Qué tiene que pedir si está seguro? Solo pide el que se siente inseguro, el que se siente incapaz, el que está con baja autoestima, el que no quiere hacer, ese es el que pide.
Desde la concepción de justicia mal entendida… voy a poner un ejemplo de un planteamiento que hace la religión católica y es un planteamiento cierto: en el momento de morir, una persona que ha sido muy violenta, agresiva, lo que la religión llama un pecador total, se arrepiente totalmente, se va para el cielo; si en el último instante se arrepiente, a pesar de todo lo que ha hecho en el vida, se va para el cielo. Y si otra persona toda su vida ha sido extraordinaria, lo que la religión llama un santo, también se va para el cielo, pero el santo se ha lastimado, ha aguantado sin quejarse, ha sufrido sin impaciencia; mientras que el otro ha hecho lo que le ha dado la gana sin sufrir y los dos se van para el cielo.
Entonces las personas dicen: eso no es justo, porque una persona se sacrifica, lucha, trata de ser lo más correcto, lo más honesto, permite una cantidad de cosas para irse para el cielo y llega otro sinvergüenza que ataca a todo el mundo, arrasa con todo y porque en el último momento se arrepiente, también se va para el cielo… claro, lo que eso significa es otra cosa más profunda que tiene que ver con la conciencia, con la comprensión. En el último instante será cuando comprendas el resultado de miles de años de experiencia, en el último instante, es el famoso eureka, es el famoso click, en el último instante.
Vamos a poner una analogía: un vaso está vacío y se está llenando de agua con unas gotitas que caen poco a poco y se demora mucho tiempo en llenar ¿con qué gota se llena? Se llena con la última gota y mientras tanto, durante miles de años, no está lleno. Entonces así es el despertar de la conciencia. Y cuando está llena, no hay nada más que hacer. El problema es que nosotros nos ponemos a juzgar lo que está bien, lo que está mal y por eso nos equivocamos en las apreciaciones.
En esto que llamamos el karma, que también es el destino, o que también las personas llaman el pecado, depende de la religión que lo evalúe; en el momento que se entiende la ley y se tome la decisión de obedecerla, quedó anulado el karma, quedó anulado el destino y quedó anulado el pecado y cambió automáticamente la correspondencia. Si una persona en este instante se arrepiente de los errores y en este instante renuncia a violar la ley, en este instante cambia su correspondencia y en este instante aparece la condición del cielo que es mental: PAZ INTERIOR.
Pero si no cambia la correspondencia, aparece internamente la condición de infierno: conflicto, miedo, angustia, estrés… inmediatamente. Por eso en el último instante, cuando yo tomo una decisión, cambio la correspondencia. Y todo es interior, lo de afuera es un resultado pero todo el proceso es adentro. La última personalidad será la que despierte tu conciencia para siempre y ni siquiera ninguna de las 999 anteriores logró serlo y será una sola la que lo haga ¿cuál? La última.
¿Cómo harías para tener un estado constante de paz interior? Y si fueras un maestro ¿Cómo harías para que tus alumnos aceptaran tus enseñanzas y a la vez te tuvieran confianza, amor y respeto? El propósito de la vida es que vinimos al mundo a aprender a ser felices, aprender a tener paz y aprender a servir: las tres grandes virtudes del AMOR.
Para que nuestro estado de paz sea constante: TOMA LA VIDA COMO VA LLEGANDO. Consiste en disfrutar intensamente cada segundo de tu vida, lo que venga, lo que traiga, lo que presente, lo que sea. Es solamente la disposición de tener paz. Esta herramienta es muy poderosa cuando comprendemos el significado de disfrutar cada instante de tu vida, entendemos que es algo fácil de hacer, pero quizás es lo que mayor cantidad de sabiduría requiere: poder disfrutar.
El amor está asociado solamente a aquello que podamos disfrutar, que nos trae paz, que nos trae armonía, que nos trae mejoramiento; ninguna cosa asociada a sufrimiento, angustia, nostalgia, dolor o a cualquier otra cosa que no sea de armonía, esto está asociado única y exclusivamente al ego humano y no tiene nada que ver con el amor.
Hay una frase de amor sencilla para reconocerlo: -disfrutar con la compañía de las personas, es amor; sufrir cuando no están, es egoísmo. El proceso de angustia y de sufrimiento es solamente parte del egoísmo. Para poder tener un proceso de paz interior, vamos a estar dispuestos a aceptar la vida como llega, vamos a quitarle los condicionamientos a ninguna circunstancia de vida.
Vamos a recordar una frase de arriba: la vida jamás funciona como tú quieres, siempre funciona como es y como es, es perfecta. Esa comprensión y la disposición a disfrutar todo evento, es lo que nos puede llevar a nosotros a tener un estado de paz absoluto en nuestro interior, que será un gran desarrollo espiritual. Esto en cuanto a la vida en términos generales.
El 2º punto de las reglas internas es ACEPTAR A LAS PERSONAS COMO SON. Este es uno de los mayores retos que tenemos los seres humanos. Tenemos 8 mil millones de diversidades poblando la tierra. ¿No te parece interesante saber que no podemos encontrar dos personas iguales? Todas las personas tenemos personalidades diferentes, conceptos diferentes, creencias diferentes, sensaciones diferentes, gustos diferentes, pero esto es la maravilla de las relaciones precisamente, eso es lo que es rico, extraordinario, enriquecedor; porque esa diversidad permite la complementación y permite el desarrollo de la aceptación, permite el ejercicio del amor en la conciliación de esas diferencias, es un ejercicio extraordinario.
Ante los ojos de Dios, todos los seres humanos somos perfectos, pero nunca iguales. No somos iguales. La mayoría de las personas plantean el asunto filosófico distorsionado: ante los ojos de Dios todos somos iguales, entonces tratan de igualarse y no se puede igualar; se puede conciliar, se puede aceptar, se puede amar. Pero sí somos perfectos, independientemente de las diferencias.
Todo el ejercicio de amor en la vida es precisamente aceptar esto: que todas las personas tienen derecho a sus diferencias que, en sí mismas son perfectas, no son buenas ni malas, son perfectas. Aceptarlas de esa manera, comprenderlas, amarlas y no tratar de cambiar a nadie. Porque tratar de cambiar a alguien es la mayor expresión de egoísmo: no te acepto.
La expresión del amor es más simple: soy feliz contigo, como eres; esto nos traerá una gran paz interior. El reto del amor es amar a los enemigos, ese es el reto; en realidad no tenemos enemigos, simplemente son personas con las que hay desacuerdos, que tienen opiniones y comportamientos diferentes, pero amarlos a ellos tal cual y como están, ese es el mayor reto del amor, es el de la aceptación total.
Para saber si estás amando a las personas, independientemente de que no sean compatibles para integrarse, porque ese ya es otro aspecto diferente, de los aspectos externos “TODOS SOMOS PERFECTOS PERO NO NECESARIAMENTE COMPATIBLES, por lo mismo que no somos iguales tampoco”; se evalúa desde una forma sana de amor: -desearles siempre lo mejor aunque sean diferentes, porque si no, no habrá ningún amor en nuestro interior; les vamos a desear que sean felices, que sean prósperos, que sean abundantes, que el Padre les llene de salud, de cosas inmensamente satisfactorias, en especial le vamos a desear esto a todas las personas que estén cometiendo los máximos errores humanos, a los que estén más hundidos en niveles de profunda ignorancia ; porque si no, no habría amor en mi corazón.
A esto se refirió el maestro Jesús con el amor. La aceptación de las cosas que nos parecen agradables, es apenas algo normal que no requiere ningún esfuerzo, pero aceptar las diferencias, aquellas con las que no estamos de acuerdo, esas es donde se requiere la profunda comprensión de amor y esa es la 2ª regla de oro.
La vida siempre es perfecta. Cuando se han aprendido ciertas cosas, mágicamente desaparecen ya de tu vida, porque ya no son necesarias. El asunto de aceptar las personas como son supone uno de los GRANDES RETOS DE LA HUMANIDAD. Parece tan difícil y sin embargo es tan simple. Esta es la 2ª regla de armonización del mundo interno.
La 3ª regla es SER YO MISMO. Consiste en no identificarse con los sucesos externos ni permitir que sean ellos los que determinen nuestros estados interiores, esto es lo que es ser yo mismo. Las personas dicen que quieren encontrarse consigo mismas y no saben dónde buscarse. Es un ejercicio simple y es otro de los grandes retos.
Que tu interior no se identifique con nada de lo que suceda afuera, para que tus estados internos no dependan para nada de las circunstancias externas, porque si tu estado interno depende de las circunstancias externas no eres tú mismo. Solamente cuando tu estado interno, depende solamente de ti mismo, de lo que tú decides, independientemente de las cosas que a tu alrededor puedan suceder, aquellas que llamamos positivas o negativas, independientemente de eso, entonces puedes saber que eres tú mismo.
Esto te traería más un estado de armonía y paz interior porque tú decides tu estado, nadie más, ni ninguna circunstancia. Y si yo he de decidir algo para mí, estoy seguro que no decidiría algo desagradable, porque soy yo el que lo voy a decidir.
Este ejercicio se llama INDEPENDENCIA ESPIRITUAL, es un ejercicio extraordinario para las relaciones de amor y serán las primeras reglas para luego seguir las siguientes. ¿Por qué? Porque si yo no tengo paz y amor en mi interior, muy difícilmente yo pueda compartir una buena relación con otras personas.
El secreto de las relaciones humanas es sencillo: llénate de paz y armonía y comparte con la paz y la armonía de las demás personas y tendrás paz y armonía al cuadrado. Pero si estás lleno de conflictos y compartes tus conflictos con otras personas que también tienen conflicto, tendrás conflictos al cuadrado y eso es lo usual; ese es el problema.
Ser yo mismo es uno de los procesos de desarrollo espiritual más poderosos. No te identifiques con nada de lo que pasa afuera, independientemente de que sea extraordinario o de que te parezca caótico, simplemente eso es lo que sucede afuera y tú no eres eso. Sé tú mismo, ese es el ejercicio de la independencia espiritual y hay paz absoluta.
Y la 4ª regla de oro es SEGUIR EL ORDEN DEL UNIVERSO. Es un poco más simple de lo que podamos pensar, porque es comprender que el universo está regido por leyes matemáticamente exactas y que tiene un solo propósito de amor perfecto para nosotros.
Tú puedes estar seguro de esto, independientemente de que no tengas como verificarlo: el padre siempre quiere lo mejor para cada uno de sus hijos. Los conflictos que tenemos con respecto a tener miedo al universo son por ignorancia al principio, porque aún aquellas cosas que tengan dificultad, esas son lo mejor para nosotros si hemos logrado aprender; al no aprender no son lo mejor. El niño podría creer que es mejor quedarse en casa viendo televisión, bebiendo Coca-Cola y sin hacer nada pero eso no es así porque lo mejor será ir a aprender al colegio.
Con el Padre celestial pasa lo mismo; el Padre quiere lo mejor para sus hijos, pero lo mejor para nosotros no es lo que mi ego quiere, en general es precisamente lo que el ego no quiere.
A Consulta de Psicoterapia me llegan clientes con depresión y ¿qué es lo que hace una persona para llegar a un estado depresivo? No aceptar la realidad como le llega, no aceptar a las personas, no ser él mismo, sus estados dependen de lo de afuera y no comprenden que la voluntad del Padre es el universo. ¿Cómo se puede corregir eso? solo si la persona desea hacerlo, si no desea hacerlo, no hay nada que podamos hacer porque tiene libre albedrío, es libre hasta para suicidarse.
Hacer la voluntad del Padre es muy simple: -disfruta todas las cosas que tienes y agradece todas las cosas que aprendes y comprende que el Padre quiere lo mejor para ti, aun cuando estamos frente a un reto, eso es lo mejor para nosotros.
Es como el niño va al colegio y tiene una tarea de matemáticas, eso es lo mejor para el niño, que tiene un reto. Es que desarrollar un músculo, desarrollar la mente, desarrollar el espíritu, requiere ejercicio y el ejercicio requiere voluntad, pero es disfrutarlo.
- Aprender a ser feliz.
- Aprender a tener paz interior total.
- Aprender a servir sin condición ni restricción alguna que nos llevará a la convivencia pacífica con todo el universo.
Cuando estamos frente a una dificultad, estamos frente a alguna de las “asignaturas” del Padre y por lo tanto vamos a agradecerle a la vida y al Padre por darnos la oportunidad de aprender. Cualquier dificultad, no importa a qué esté asociada la dificultad, si la persona no ha aprendido, la dificultad le quita la paz, le quita la felicidad, le quita el amor o el servicio, le quita las relaciones, le quita la salud, hasta le quita los recursos, pero es precisamente porque no ha aprendido.
El ejercicio es no permitir que las situaciones externas te quiten o te roben lo valioso que hay en tu interior. Si no hay nada que te robe tu paz, ni tu felicidad, ni tu capacidad de amar, ya eres inmensamente rico, pero eso es lo que hay que aprender y no se puede aprender sino enfrentando el ejercicio, el reto, haciendo la tarea. Por eso se agradecen las tareas.
Empezamos muy mal nuestra actitud ante la vida si desde pequeños nos quejamos por ejemplo de que el profesor de matemáticas nos ha puesto cinco problemas, en lugar de verlo como un reto, como una oportunidad de aprendizaje y agradecerlas. Deberían llamarse ejercicios, no problemas.
Vamos ahora a ver las REGLAS EXTERNAS. Primero nos vamos a llenar de amor y luego vamos a expresar amor. Primero aprendemos y luego enseñamos.
¿Cuál es la diferencia fundamental entre un maestro y un profesor? Ahora todos podemos ser maestros, pero ¿cómo? El profesor impone lo que enseña, mientras que el maestro hace agradable lo que enseña, el maestro ofrece una enseñanza. Tú puedes ser un maestro si esos mismos elementos los ofreces al niño con amor, pero serás profesor si se los impones.
Todos sabemos escribir y hacer operaciones matemáticas básicas y eso lo podemos enseñar y lo podemos hacer como maestro o como profesor. No se nos olvide esta frase del maestro Jesús: -igual o más también podréis hacer vosotros. Estamos en el proceso pero ahora ya podemos hacer muchas cosas.
Si fueras un maestro ¿cómo harías para que tus alumnos acepten tus enseñanzas?, no que se sientan obligados a ellas y a la vez que tengan mucha confianza y te amen y te respeten profundamente, no que te tengan miedo. El maestro da ejemplo y el primer ejemplo que da es el ejemplo del respeto. El ejemplo del respeto empieza sin criticar, sin juzgar, sin imponer. Pueden cometer los alumnos todos los errores que quieran porque tienen todo el derecho a cometerlos, pero el maestro siempre va a decir: -tu error es perfecto para aprender aquello de que se deriva.
En los Talleres de Psicología Transpersonal, que periódicamente iniciamos en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal, nos entrenamos en hacer unas relaciones pedagógicas sanas. Verificamos que una vez nos hemos llenado de amor en nuestro interior, manejar nuestras relaciones pedagógicas con niños o con personas, nos hará aprender algo. De toda situación tú puedes aprender algo y puedes enseñar algo. Hay una relación que los de arriba llaman el compartir la información, el compartir el amor. El primer ejercicio fundamental de todo maestro es: NO CREAR RESISTENCIA EN SUS ALUMNOS, porque si llega a crear resistencia, la resistencia es un trauma que después no se desmonta tan fácilmente. El trauma se genera rápidamente y nos acompaña toda la vida, a menos que la persona haga una terapia para quitárselo.
Como dicen los entrenadores: a este animal ya no lo puedo educar porque ya tiene manías. Si tú llevas un cachorrito a un entrenador experto, él puede entrenar ese cachorro para que tenga unos comportamientos muy agradables para compartir contigo el piso. Los cachorros obedecen al entrenador de una forma extraordinaria. Pero si le llevas un perro con “manías” le resultará muy difícil entrenarlo.
Con los niños y las personas es lo mismo. Si tú creas un trauma o creas la resistencia, ya eso lo hace complicado porque entra en un proceso del destino y posiblemente la persona no llegue a intentar a enfrentarlo en muchos años.
Cualquier cosa que sea agresiva genera resistencias; desde la sola mirada, desde la posición corporal aunque no hayas dicho palabra alguna, el gesto, el solo gesto puede ser atractivo o puede generar rechazo y somos expertos en gestos, más de lo que suponemos; porque tan pronto como el alumno, el empleado o el niño hace algo con lo que no estamos de acuerdo, el solo pensamiento de desacuerdo ya genera un tipo de reacciones gesticulares de posición corporal que el instinto ya reconoce automáticamente como peligro y como rechazo, ya no te tiene confianza, ya creaste la resistencia. Recuerda que esto tiene que ser de pensamiento, palabra y obra.
Si no le hablaste con amor al niño, entonces va a rechazar lo que le digas y si no actuaste con amor, huirá de ti. Lo primero que tiene que evitar cualquier persona, para manejar una relación pedagógica con cualquier otro ser, en especial con los niños, es evitar crear resistencias.
La técnica es sencilla: siempre con una sonrisa bien grande. Si no estás entrenado en la sonrisa, por la mañana en el espejo has risoterapia, no importa que sea la mueca. Si no tienes ganas de reírte haz solo la mueca de la risa. Imagínate que vas a participar en un concurso de belleza y si no sonríes no hay atractivo.
Ante el alumno, ante el niño, ante la persona a la que pretendas enseñarle algo, primero piensa en amor hacia él, porque si no piensas en amor, tu gesto, tus actitudes, tus palabras no serán de amor y por equivocado que esté, piensa en amor hacia él.
¿Cómo se piensa en amor? Sabiendo que es una creación perfecta de Dios que hace lo mejor que sabe, lo mejor que puede y que me está dando la más extraordinaria oportunidad de aprender a servir y de aprender a amar. Ya crece el amor hacia él.
Yo no puedo pensar que este es un miserable que merece lo peor porque entonces no expresaré nada de amor. El pensamiento de amor comienza a practicarlo desde el bebé recién nacido cuando llora con ese llanto, graduado para despertarte del sueño más profundo. Es la forma que él tiene para comunicarse conmigo y mi compromiso con él es aceptarle y amarle.
El instinto está presente pero no está desarrollado. Si no hay situaciones de agresión, el instinto de defensa no se desarrolla, entonces habrá una expresión armónica. Pero si hay esa agresión de cualquier tipo, el instinto de defensa se desarrolla y después va a ser muy difícil poder trabajar la manía.
El 2º punto es GANARSE LA CONFIANZA. La confianza tiene tres niveles:
- Que yo sea CONFIABLE PARA MÍ; eso se llama ser uno mismo. Si yo no soy buen amigo mío, no puedo ser buen amigo de los demás. El arte y el atractivo personal consiste en que yo primero sea un buen amigo mío, tenga paz, tenga armonía, me hable bien, piense bien de mí, me valore, tenga alta mi autoestima.
- Que yo sea 100% RESPETUOSO CON LOS DEMÁS. El primer punto de respeto es: jamás agredas a nadie, jamás lo invalides, jamás trates de cambiarlo o modificarlo, solamente muéstrale el camino, muéstrale opciones, solamente oriéntalo amorosamente y dale la información que no tiene e invítale a hacer el ejercicio para desarrollarlo, eso es todo lo que tienes que hacer en la parte del respeto.
- Que las personas sepan que TÚ ERES CONFIABLE. Es un aspecto fundamental y muy sutil. Tú puedes ser un ser extraordinario pero las personas no lo saben. Ejemplo: tú entras a un almacén, a una joyería, a cualquier parte, y tú puedes ser la persona más honesta del universo, el más respetuoso del mundo pero el vigilante no lo sabe y él te va a estar vigilando y te va a estar mirando; si me llego a sentir incómodo con eso, ya no soy confiable. Otro ejemplo: si tú fueras un amigo del vigilante y te conociera y hubiera verificado que tú eres una persona 100% respetuosa, él a ti no te volvería a mirar nunca, miraría a los demás, porque no perdería el tiempo vigilándote, porque ya lo verificó.
En Consulta de Psicoterapia les informo a los padres que no es suficiente que tú les digas a tus hijos que pueden confiar en ti, el niño tiene que haber verificado que sí eres confiable, tiene que notarse totalmente. Esta es la historia de un padre que le dice a su hijo: tú puedes confiar totalmente en mí, cualquier cosa que a ti te suceda, cualquier duda que tengas, por favor cuéntamela y pregúntame porque siempre quiero lo mejor para ti. El niño, como todo ser inocente, comete un error y viene y le cuenta a su papá que cometió ese error y lo que recibe es un castigo o una invalidación.
Entonces ¿qué verifica el niño?, que no era cierto, que no es confiable; pero si el papá le hubiera explicado y le hubiera dicho: -no te preocupes porque los errores son parte normal del aprendizaje humano y siempre son involuntarios y por lo tanto tendrás que tenerlo en cuenta para buscar alguna solución; tendrás que asumir algunas cosas que son parte de la misma esencia de la vida, pero eso será para ti algo para aprender a disfrutar.
Si lo hace de esa manera, entonces el niño dirá: ya le puedo contar más cosas y finalmente le contará todo. Esto de ganarse la confianza es todo un ejercicio de amor, verifícalo en tu vida por ti mismo.
La confianza es la herramienta más poderosa que existe en la pedagogía y si hay confianza difícilmente los niños caigan en problemas complicados o los adolescentes, porque para que haya confianza tendrá que haber cierta sabiduría de los padres y si tienes sabiduría, los hijos tendrán buena información y tendrán lo básico: amor a la vida.
¿Sabes cuándo se empieza a perder el amor a la vida? Cuando les dices a los hijos: -no me gusta lo que haces, no hagas esto, no quiero ver que, compórtate, cambia, no, no, no nada. Ahí empezó a perderse el amor a la vida porque el niño termina por decir lo elemental: -no quiero vivir.
Entonces ese es un problema serio porque el no amor a la vida conduce a todos los vicios: el tabaquismo, el alcoholismo, la drogadicción o cualquier otra forma autodestructiva. Pero del amor a la vida no será posible hacerlo, porque el que ame la vida, respeta su cuerpo, respeta su naturaleza y no hace cosas que vayan en contra de sí mismo. El que hace cosas en contra de sí mismo es porque no ama la vida y no ama la vida porque le impusimos la vida, en lugar de invitarlo a vivir.
La 3ª regla es GANARSE EL AMOR. El amor también hay que ganárselo. Las personas creen que porque es mi hijo ya me ama… nada que ver con el amor. O simplemente porque firmó un acta de matrimonio ya nos amamos… no tiene nada que ver. El amor no es algo que sea espontáneo, el amor hay que ganárselo.
El amor es algo que está asociado a dos elementos básicos:
- Al respeto.
- A la confianza.
En el momento en que hay respeto y confianza se empieza a verificar el amor que es la capacidad de aceptación y de servicio incondicional. Cuando tú aceptas a alguien tal cual como es o como está y estás dispuesto a servirle 100% como es y como está, se verifica la expresión de amor. Y cuando hayas hecho eso, entonces la persona te podrá amar, porque tú serás para él la mejor opción y no recurrirá a persona alguna diferente a ti. Si no eres buena opción, buscará otra persona.
Y la última GANARSE EL RESPETO. La mayoría de las personas no se ganan el respeto, con los hijos o con los alumnos, sino que se ganan el miedo y el odio. Un discípulo jamás va a hacer lo que dice su maestro por miedo, lo hará por respeto, porque lo admira, por lo que llamamos autoridad pedagógica. No pierdas jamás la autoridad pedagógica y no la confundas con el autoritarismo. Autoridad pedagógica quiere decir: SABER. Mientras que el autoritarismo quiere decir: imponer.
Y no olvides que todos tenemos la capacidad de entrenarnos y no hay nadie que no pueda hacerlo.
En esta entrada del blog he compartido contigo una información muy poderosa:
- Que los conflictos de relaciones no permiten aprovechar los recursos existentes. El planeta tierra no tiene un problema de recursos; recursos en el planeta tierra sobran para surtir en abundancia a todos los seres vivientes sobre la superficie terrestre. El
problema es que los conflictos humanos limitan el acceso a esos recursos a muchas personas.
- Que las relaciones humanas son el arte que maneja la armonía social. Aspiramos algún día a poder vivir en un mundo libre, fraterno, pacífico y de alta satisfacción para todas las personas. Pero para lograr eso tendremos necesidad de trabajar algo: -la pareja, porque de allí surgen los hijos, que serán los integrantes de la sociedad. Porque si la pareja no es armónica, la familia será disfuncional y entonces los individuos que van entrando a la sociedad serán destructores pero no constructores. Para poder llegar alguna vez a un mundo pacífico tenemos que empezar por hacer nuestras relaciones básicas armónicamente, amorosamente, empezar a hacer pedagogía de amor, empezar a manejar técnicas de maestría y poco a poco iremos creciendo hasta que lleguemos a un MUNDO UNIDO. Son las relaciones humanas las que generan la armonía y todavía estamos aprendiendo a hacer relaciones humanas y muy pocas personas saben, porque los conflictos son el “pan nuestro de cada día” y esto es lamentablemente constante.
- Que hay cuatro reglas para lograr la armonía interna y cuatro para obtener la armonía externa, reglas de oro. Son sencillas y practicarlas da un resultado formidable.
- Que primero se aprende a armonizar el mundo interno y luego sí se pueden armonizar las relaciones. Vinimos a aprender a vivir en el colegio del Padre. En el momento de morir, todo aquello que la persona no ha comprendido hará parte de su próximo destino y todo aquello que ha comprendido hará parte de su próxima misión y es lo que disfruto. La mayoría de las personas se creen que tienen buenas relaciones, pero mientras no han trabajado su mundo interno, tener buenas relaciones es imposible porque el universo tiene un orden: primero aprende y luego enseña y no al revés. Si queremos hacer buenas relaciones primero habrá que trabajar el mundo interno individual, personal con las cuatro reglas y luego empezamos a expresar eso.
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