Resistencia al cambio. ¿Qué hace la mente para resistirse al cambio, a la aceptación? Aquí vamos a dar claves muy importantes sobre una inquietud que es constante en todos los grupos de los Talleres de Psicología Transpersonal y es ¿cómo hacer para no sentirme mal cuando comienzo a entrar en un estado de paz interior?, porque con frecuencia la mente hace una asociación equivocada, porque asocia el estado de paz con la indiferencia y ese es un gran engaño mental. En esta entrada vamos a tratar de que esto quede muy claro para que nosotros sepamos que existe una herramienta de amor superior, y no se llama indiferencia, pero tampoco se llama, ni mucho menos, sufrimiento.
Una constante en todos los procesos de desarrollo espiritual, cuando trabajamos algo ya profundo para la transformación interior, para el desarrollo de la espiritualidad real, no para lo que creemos que es espiritualidad, que es aquello que hace el bueno. El bueno en su ignorancia cree que los sentimientos son espiritualidad y si hay algo que esté lejos de la espiritualidad son los sentimientos. A nivel de expresión del sentimiento nosotros no encontramos ninguna resistencia, porque la cultura nos ha enseñado que eso es ser “bueno” y por supuesto, como estamos buscando la diferencia entre el bien y el mal, nos enseñaron que el bien tenía que superar al mal y que era necesario luchar contra el mal, que son los principios de la IGNORANCIA.
Entonces, en nuestra cultura, el sentimiento tiene una valoración muy alta entre nosotros. Entonces, ¿qué pasará?: que las personas piensan que pueden ser espirituales a través del sentimiento, pero resulta que la espiritualidad es a través del amor, no del sentimiento, el sentimiento te fortalecerá tu sistema de creencias, te fortalecerá tu propio ego y obviamente, el nivel de sufrimiento del sentimiento será muy alto siempre.
Por lo tanto, si por un lado estoy sintiéndome muy bueno, por el otro lado estoy quejándome todo el tiempo de mi sufrimiento; es una dualidad tremenda para el ser humano. Para salir de esa dualidad, necesito avanzar un poquito más en el desarrollo espiritual.
Entonces vamos hacia la expresión del amor y el desarrollo profundo de la paz interior. Pero para este segundo paso, la mente ignorante se resiste, se resiste a la aceptación, porque la aceptación de que todo cuanto sucede en el universo es perfecto terminaría inmediatamente con tu ego y terminaría con tu ignorancia y con tu oscuridad y la oscuridad se va a defender, se está defendiendo, tiene unas armas muy específicas que necesitamos reconocer para nosotros ser más hábiles que la ignorancia.
El amor no es un sentimiento, no puede ser un sentimiento porque el sentimiento tiene la dualidad. Un sentimiento es cuando sientes lástima por alguien y cuando sientes odio por alguien, también es un sentimiento. Esa dualidad nos permite reconocer que el amor jamás podrá ser sentimiento, porque el amor no tiene dualidad, el amor ama por igual tanto al ignorante como al sabio, tanto a aquel que se equivoca como a aquel que no se equivoca, los ama por igual.
Puede aceptar por igual, tanto a aquella persona que nosotros llamamos mala como a aquella que llamamos buena, los valora de la misma manera y comprende la función de cada uno. ¿Cómo puede el sentimiento hacer eso? El amor es capaz de respetar a todo el mundo, en cualquier función o circunstancia en que se encuentre, por grandes que sean los errores que se cometan, el amor los aceptará. ¿Cómo puede hacer el sentimiento hacer eso?, no puede hacer eso, no está diseñado para eso, por esa razón el amor jamás será un sentimiento.
Continuando con nuestro tema ¿por qué nos resistimos a la aceptación? La aceptación es una ciencia profunda del espíritu, del desarrollo espiritual. Cuando estamos hablando de ACEPTACIÓN, significa que estamos dispuestos a renunciar totalmente a varias cosas:
- La primera al sufrimiento.
- Lo segundo es que estamos dispuestos a renunciar a cambiar o a interferir con ninguna circunstancia o situación, persona o evento que sucede en el mundo externo.
Cuando digo el mundo externo me refiero a lo que no sucede dentro de ti. Tu mundo interior es tu mundo espiritual y tu mundo mental, que son los dos componentes del espíritu. Sobre el mundo interior trabaja la persona que tiene sabiduría. Intenta trabajar en el mundo exterior solamente la persona desde su ignorancia, porque la persona con ignorancia supone que el problema del hombre está afuera, por lo tanto trata de solucionarlo afuera y allí no hay solución. La persona con sabiduría sabe que el problema externo no existe, que lo que existe es el problema interno, que evalúa e interpreta equivocadamente lo que afuera pasa.
Por lo tanto, el discípulo de amor es alguien que se dedica única y exclusivamente a trabajar sobre su mundo interno para transformarlo en una experiencia de paz y de amor. ¿Eso qué significa?: que ha renunciado total y definitivamente a cambiar nada de lo que pase afuera, que acepta que todo lo que pasa afuera es perfecto. Cuando una persona adquiere estas dos cualidades, su ignorancia y su oscuridad interna desaparecen, no tienen más opción.
A la ignorancia y a la oscuridad interna no les interesa desaparecer, ellas también tienen de alguna manera, vida, también tienen fuerza y se niegan a desaparecer. ¿Y cómo lo hacen?: lo hacen con armas sutiles, justificaciones mentales para poder seguir sufriendo. Tú te acuerdas que nuestra mente está compuesta por dos elementos: de un sistema de creencias o de conocimientos desorganizados, que poco a poco los vamos organizando en comprensión a través de la experiencia de comparar nuestra ignorancia interna con la realidad de la vida.
El porcentaje de sabiduría y de ignorancia en nuestro interior es variable. La ignorancia viene con un sistema de protección contra borrado automático, para que no se te vaya a borrar mientras la necesitas. Si yo ya estoy listo para borrar mi ignorancia porque ya no la necesito, ya trascendí la necesidad de la experiencia de la ignorancia, ahora vamos a pasar a la experiencia de amor, entonces necesito saber cuáles son las teclas secretas del borrado de la ignorancia, teclas a las que no puedo tener acceso mientras yo necesite sufrir.
Por eso la pregunta de los maestros es clara: ¿tú ya has sufrido suficiente o no? Si no has sufrido suficiente, necesitas seguir sufriendo, pero si ya has sufrido suficiente, entonces ya podemos tener acceso a las herramientas que nos permiten desmontar el sistema de sufrimiento, antes no. Yo espero, que los que estáis leyendo esta entrada del blog, ya hayamos sufrido suficiente. Si hay alguien que en este momento, piensa en su interior, que no ha sufrido suficiente, la respuesta para estas personas es muy sencilla y muy evidente: no tienen aún la herramienta para desmontar el sufrimiento, puesto que su sufrimiento aún es necesario. Solo cuando yo ya reconozco que el sufrimiento para mí ya no es necesario, porque estoy dispuesto a pasarme a la experiencia de expresión de amor, entonces podré borrar mi ignorancia, podré borrar mi ego, antes no.
¿Cómo se hace para sufrir? Las justificaciones mentales para poder sufrir son infinitas. La mente siempre nos va a decir: cuidado, te estás volviendo malo, te estás volviendo insensible, ¿dónde está el amor del que tú estás haciendo gala?, la solidaridad tú cómo la estás expresando, ¡cuando vas a cambiar el mundo con personas como tú que no hacen nada!, que no le estás sirviendo a nadie, tú eres un egoísta porque solo piensas en ti, no estás pensando en los demás.
Todas esas serán las armas de las justificaciones para poder mantener tu sistema de sufrientes interno. Si yo me dejo engañar y enredar por esas armas del sufrimiento entonces no puedo dejar de sufrir. Las claves para lograr el borrado están en dejar de alimentar el ego. No alimentes más tu ego, ni con sufrimientos, ni con la necesidad de defenderte de lo que afuera sucede para tu paz interior. Mientras tú dependas del halago o sufras por la crítica, tu ego no podrá desaparecer. Solo aquel que es independiente espiritualmente, puede eliminar totalmente su ego.
Cuando para ti no significa nada lo que los demás piensen u opinen, cuando tus acciones hacia lo externo solamente sean a través del respeto que cada quien merece, ya puedes eliminar el ego y dejar de sufrir, antes no. Puede ser que la persona diga, mire yo no dependo de nadie, y tenga un ego muy poderoso y sus acciones externas van en contra del respeto que los demás merecen.
Todo el mundo está desesperado sufriendo a su alrededor y a él no le importa… ¡ojo, porque ahí está presente el ego! Solo aquel que es capaz de respetar tan profundamente a los demás como a sí mismo, en sus conceptos, en sus ideas, en sus creencias, en sus costumbres, en sus actitudes, en su ignorancia, en sus limitaciones o en su sabiduría, tiene la capacidad de expresar amor. Y solo aquel que es capaz de llenarse de paz interior invulnerable, sin importar para nada lo que afuera sucede, sabrá que ya no necesita sufrir.
Si estamos hablando de liberarnos, necesito trabajar profundamente en mí la independencia espiritual. Si lo que yo estoy compartiendo en mis relaciones con otras personas, son mis limitaciones, pues mis relaciones serán totalmente limitantes, porque yo no estoy compartiendo mi libertad interior, no estoy compartiendo mis valores.
¿Cómo hago para compartir valores, para compartir amor con las personas, con todo el mundo, con el universo?, necesito dejar el miedo, necesito ser libre, independiente espiritualmente, llenarme de paz. CUANDO COMPARTAS PAZ, AMOR Y ARMONÍA CON LAS PERSONAS, ENTONCES TU VIDA FUNCIONARÁ DE UNA MANERA PERFECTA, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LOS DEMÁS TE COMPRENDAN O NO TE COMPRENDA, DE QUE TE ACEPTEN O NO TE ACEPTEN, TU VIDA SERÁ UNA EXPERIENCIA DE AMOR, independientemente de eso; porque tú no puedes decidir lo que los demás piensan o sienten, puedes decidir lo que tú piensas o lo que tú sientes y te llegará a ti todo lo que es correspondiente con tu pensamiento y con tu actitud de amor, y lo que no sea correspondiente, la vida misma lo alejará de ti, nada tienes que preocuparte al respecto.
Por favor, NO LE HAGAS MÁS RESISTENCIA A LA ACEPTACIÓN, LIBÉRATE, RENUNCIA A SUFRIR ANTE NINGUNA COSA Y COMIENZA A EXPRESAR ESE AMOR QUE ESTÁ EN TU INTERIOR. Haz una lista completa de los ladrones internos, aquellos mercaderes de los que habló el maestro Jesús, que viven en tu interior, en tu templo mental, y vale la pena que los expulses a látigo (la fuerza de voluntad), porque te roban la paz, te roban la tranquilidad, te roban el bienestar, te roban la energía, trafican y comercian con tus pensamientos; por lo tanto vale la pena que los expulses del templo, para que tu templo quede limpio, para que en él se oficie el amor.
Automáticamente no se borra la ignorancia, para poder borrar la ignorancia necesitamos hacer un trabajo consciente sobre nosotros. Necesitamos tener las herramientas, saber cómo poder desmontar esa ignorancia. Cuando logremos hacer eso, y ahora ya podemos hacerlo, es porque ya hemos desarrollado suficiente comprensión. Mientras la ignorancia en nosotros sea necesaria, no es posible eliminarla porque está cumpliendo una función.
Recordemos que nuestra esfera mental está llena de una parte de comprensión, que espero que ahora sea más grande. Como ha ido creciendo nuestra comprensión a través del desarrollo espiritual, entonces ahora ya nosotros tenemos una posibilidad. Vamos a comenzar a manejar toda nuestra vida desde esta zona mental que es la comprensión y por supuesto ya no necesitaremos utilizar la zona mental de la ignorancia.
Hemos dicho que, una vez nosotros tenemos un cierto desarrollo espiritual, ya no necesitamos sufrir más, podemos continuar el resto del desarrollo de nuestro proceso espiritual de una manera totalmente llena de paz interior, continuando nuestro proceso de ascenso de una manera maravillosa. Para lograr eso, necesitamos tomar la decisión definitiva de trabajar solamente desde la comprensión que ya existe en nuestra mente, renunciando total y definitivamente a utilizar la parte oscura de la mente de la ignorancia.
En ese momento, la ignorancia empieza a desvanecerse en poco tiempo va a desaparecer, porque la energía que mantiene la ignorancia en nosotros, es la energía que se deriva del sufrimiento. Por supuesto empieza a desvanecerse en la medida en que una persona deje de sufrir totalmente. A la ignorancia no le interesa desaparecer y se va a defender, necesitamos ser más hábiles que la ignorancia para poder desmontarla.
La propuesta de este tema es precisamente esa: el sistema de protección contra borrado es lo que vamos a trabajar ahora. Alguien le quitó las “pestañitas” del cassette para que no se pudiera borrar y ahora nosotros se las vamos a colocar nuevamente para poderla borrar porque no la necesitamos. La mente usa como herramientas profundas para poder sufrir, las justificaciones.
¿Tú te acuerdas de cuáles son las justificaciones de la mente? Durante siglos se ha hablado de la paz y del amor, pero en el momento en que una persona decide que va a estar en paz interior, una paz invulnerable, en ese momento ocurre un fenómeno, la mente empieza a lanzar una serie de mensajes. Porque cuando yo digo NO VOY A ALTERARME ANTE NADA DE LO QUE PASE AFUERA, VOY A OBSERVAR CADA SITUACIÓN DESDE EL AMOR SIN QUE MI PAZ INTERNA SE ALTERE PARA NADA Y SOLAMENTE VOY A HACER AQUELLO QUE NECESITO HACER, evidentemente que ya no siento como antes sentía. Los sentimientos, varían de una forma tal, que inclusive ya ni siquiera se presentan.
¿Qué dice la mente en ese instante?: eres un insensible, te estás volviendo malo, se te endureció el corazón, a ti ya no te importa nada, ¿dónde está la solidaridad?, ¿dónde queda la cooperación?, precisamente porque hay personas que no hacen nada es que el mundo no cambia, las cosas se mueven mediante la acción, ¿si la gente no decide hacer algo esto donde va a llegar?… todo eso te empieza a decir la mente. Estos son como las sirenas en la historia de Ulises, que te llaman nuevamente para que vuelvas a estrellar tu barco y encallar en los arrecifes si les llegas a escuchar.
¿Qué hago yo para defenderme de eso entonces? Porque fíjate que es muy fácil volver a caer otra vez en el sufrimiento. Hay una dualidad mental que necesitamos desmontar. Nosotros aprendimos que para ser bueno hay que sufrir, por lo tanto fíjate que es una contraposición, sufrir y ser bueno parece ser la misma cosa y por lo tanto, estar en paz significaría ser malo, porque no sufrir nos enseñaron que era malo. Hasta que no ponga las cosas “al derecho” no puedo desmontar eso, porque cada vez que trato de entrar en un estado de paz, entonces me siento malo y me siento bueno sufriendo y el sufrimiento mantiene mis niveles bajos de energía y mantiene mi ego vivo.
¿Cómo me libero del asunto?, necesito aclarar los conceptos. Nos vendieron estas ideas:
- BUENO = SUFRIR.
- NO SENTIR = MALO.
Fíjate lo que sucede, si una persona está en paz interior no siente, porque si empieza a sentir una cantidad de cosas, pues ya no está en paz. Recuerdas que en otra entrada hablamos del poder de la paz interior y explicamos cuál era la razón fundamental de la paz, porqué siempre en niveles de maestría y en niveles del trabajo de desarrollo espiritual, se ha trabajado la importancia del desarrollo de la paz.
Cuando se nos habla de los santos, cuando se nos habla de los maestros o se nos habla de seres muy evolucionados, lo que se nos dice es que son seres que no pierden su paz nunca, que siempre están en un estado de equilibrio. Entonces cómo podríamos nosotros llegar a la santidad, o a la maestría o a la perfección espiritual si precisamente, cada vez que yo trato de entrar en un estado de paz, mi mente me dice, “Tú te volviste malo”.
Entonces necesitamos enderezar eso. Enderezarlo es muy fácil, ¿qué palabras cambiarías tú en las anteriores equivalencias? Tendríamos que quitar bueno y malo, tendríamos que decir que no sentir es muy bueno para la mente y es muy bueno para el espíritu y tendríamos que decir que es malísimo sufrir. BUENO = NO SENTIR; SUFRIR = MALO.
La bondad o la maldad son características de la mente que interpreta algo de lo que sucede afuera, no es la realidad de la vida. La realidad de la vida es otra cosa, lo he estado proponiendo varias veces pero volvamos a retomarlo ahora. Vamos a utilizar un término para referirnos a todas las cosas que suceden a nuestro alrededor y ese término es: todo lo que sucede a nuestro alrededor, TODO LO QUE SUCEDE EN EL UNIVERSO ES UN PROCESO NECESARIO y es importante que suceda, porque todo lo que sucede tiene un propósito profundo desde la Divinidad, desde las leyes que rigen el universo.
Si alguien pudiera comprender que las cosas que suceden son NECESARIAS, entonces ¿cómo las podría calificar de buenas o de malas? No son ni buenas, ni malas, necesario es un término absolutamente neutro. Tan necesario puede ser, que una persona sea sometida a una operación o le arreglen una muela y eso le puede causar un dolor.
Fíjate que lo necesario, necesariamente no es agradable, pero tampoco necesariamente es desagradable. Porque es necesario almorzar y puede ser agradable y tú puedes disfrutar del almuerzo y es necesario alimentarse, pero también puede ser necesario ir al dentista a que te saque una muela y no será agradable. El concepto de bien y mal ahí ya no tiene cabida, porque lo necesario siempre será importante y siempre tiene un propósito de amor. Tiene un propósito de amor ir al médico a que te haga una cirugía, aun cuando no sea agradable para ti, como tiene un propósito de amor que alguien te invite a participar de una reunión muy agradable y a disfrutar de unos alimentos. Ambas son necesarias, ambas tienen el mismo propósito de amor, pero no significan lo mismo como sensaciones.
No mezclemos las sensaciones dolorosas o agradables o desagradables con lo bueno y lo malo. Esto lo digo para que podamos desmontar el programa mental del sufrimiento, de lo contrario va a ser imposible desmontarlo. Vamos a repetir algo porque vamos a entrar a trabajar profundamente la paz y a verificar exactamente como son los procesos de las justificaciones.
Por favor, no te dejes engañar por tu propia mente, el ego nos engaña y lo hace tan sutilmente que ni siquiera nos damos cuenta. En el proceso de evolución, en la conciencia poco desarrollada, cuando está en un estado primario, ni siquiera usa una capacidad mental para relacionarse con el mundo, sino un puro aspecto instintivo. Cuando nos relacionamos desde el instinto, la persona se llama una persona INSENSIBLE.
Vamos avanzando en evolución y vamos avanzando en desarrollo espiritual poco a poco. En la medida en que avanzamos se desarrolla nuestra característica mental, que ya es una característica superior a la del animal, entonces entramos a ser seres racionales, es decir, con la capacidad de pensar y de analizar y razonar la vida. En ese momento nos volvemos seres SENSIBLES.
Sensibles significa que yo desarrollé los sentimientos, ya tengo la capacidad de sentir. El instinto ni siquiera siente, el instinto reacciona automáticamente. Cuando desarrollamos la capacidad de sentir, me vuelvo un ser sensible, entonces la pregunta es ¿qué puedo sentir?: una dualidad. Tanto puedo sentir cosas que me parezcan muy hermosas y agradables, como puedo sentir otras muy desagradables y destructivas, entonces viene la dualidad del sentimiento, que viene entre el cariño y el odio. A veces quieres las cosas y te parecen maravillosas y a veces las odias y las rechazas y son sentimiento.
El problema del sensible es que entra a la dualidad y además entra a calificar la vida de acuerdo con lo que siente y resulta que la vida no es lo que yo siento de la vida, la vida es independiente de lo que yo sienta de ella. Lo que tú sientes no es una medida para calificar lo que sucede. Una vez nosotros comprendemos esto y estamos listos para pasar a un nivel de desarrollo espiritual superior, vamos a usar otra herramienta.
Si 1º utilizamos herramientas del instinto y después herramientas del sentimiento, ahora vamos a utilizar herramientas del amor. ¿Por qué?, porque estamos evolucionando en un desarrollo espiritual. Las herramientas del amor ya son la armonía y la paz interior. La armonía y la paz empiezan a entrar al terreno de la NEUTRALIDAD, no de la dualidad. Todo lo que sucede afuera es un evento neutro, los sucesos en la vida no son buenos ni malos, ni siquiera tienen carga positiva ni negativa, simplemente son sucesos necesarios. La que tiene la carga positiva o negativa es la mente del hombre que observa el suceso, y por supuesto, calificará ese suceso como bueno o como malo, y ahí está el error.
Precisamente eso es lo que un maestro no hace, ya no califica las cosas de ninguna manera, simplemente las observa, comprende la razón por la cual suceden, sabe que son necesarias y, naturalmente, las respeta; entonces entra a un estado de paz. Para poder hacer eso necesita alcanzar el 3er nivel del desarrollo de los sentimientos que es cuando entra a ser un ser DES-SENSIBILIZADO.
Aquí lo que existe es un desarrollo evolutivo, hay una evolución, el insensible es un primer nivel de desarrollo, el sensible, un 2º nivel de desarrollo y el des-sensibilizado un 3er nivel. Ahora fíjate en la trampa de la mente. Entre el des-sensibilizado y el insensible hay una diferencia gigantesca, que es la misma diferencia que existe entre el inocente y el puro, son dos extremos lejísimos. El inocente es alguien que hasta ahora está comenzando, no ha tenido ningún contacto con la información, mientras que el puro fue alguien que ya pasó por toda la información, por todas las experiencias, aprendió a limpiarse a sí mismo, limpió su mente de toda contaminación, se llenó de amor y de pureza, entonces alcanzó un nivel de maestría.
Para una persona común y corriente, el que está en el término medio, el sensible, le es muy difícil diferenciar entre un des-sensibilizado y un insensible, porque no tiene las herramientas mentales, no tiene suficiente comprensión aún. Por supuesto, ve una persona en paz y ve a una persona que no le importa, y no nota ninguna diferencia. ¿Tú qué opinas?, ¿hay alguna diferencia entre alguien que no le importa nada de lo que sucede a su alrededor, con una persona que mantiene una paz total ante lo que sucede a su alrededor? Es una diferencia gigantesca. No podríamos nosotros tomar como un parámetro para medir el desarrollo espiritual, lo que el sensible piensa o siente de otra persona. Esas situaciones son frecuentes.
Más adelante vamos a profundizar en estas herramientas que llamamos técnicas de maestría para relacionarme con un nivel sensible. Si yo ya estoy en un nivel de maestría, de desarrollo espiritual de comprensión, y un desarrollo profundo de la paz interior, pero la función de la vida, la que me corresponde en ese momento, es precisamente compartir e interactuar con personas sensibles, lo primero que necesito haber comprendido es respetar la sensibilidad del otro, porque estoy hablando con alguien sensible y el sensible se hiere fácilmente, se ofende fácilmente, se puede dañar fácilmente y la idea no es ofender ni dañar a nadie, la idea es respetarlo, para eso necesito herramientas de amor.
Eso no debe ser un obstáculo para el desarrollo de nuestra paz interior. Si nosotros no tenemos cuidado en esta parte que es sencilla, pero muy sutil, nuestro trabajo de desarrollo espiritual, llegar a ese profundo estado de paz y de maestría, se complica, porque la mente nos juega un doble juego.
Para trabajar al DES-SENSIBILIZADO necesitamos no ponerle atención a los mensajes de la parte de ignorancia en nuestra mente, que se defiende. Es el ego en general, pero yo necesito definir el ego con mucha claridad. El ego nos manipula, los disfraces del ego. Fíjate que la Biblia y todos los libros sagrados, tiene simbolismos muy bonitos y ¿sabes qué hicieron los maestros para guardar la sabiduría de forma tal que la ignorancia no pudiera alterarla?: la escondió en símbolos que las personas, al no poderlos entender, lo fueron transmitiendo de generación en generación sin alterarlos. Lo que es alterable, ha sido alterado. Solamente aquello que no es alterable no puede ser alterado.
Los símbolos se transmiten porque la gente no sabe lo que significan, por lo tanto los transmite tal cual. Hay un símbolo que se mantiene en la Biblia que no ha sido cambiado y es el que el maestro Jesús entra a Jerusalén montado en un burro, la celebración del Domingo de Ramos. Como eso parece algo intranscendente no se alteró, sin embargo tiene un significado muy profundo, y es que el burro es la mente, es terco. No era usual montar en burro, si acaso en camello. Entonces Jesús entra en Jerusalén montado en un burro que nadie había montado, Jesús ha domado su mente. Jerusalén significa entrar al templo mental, Jerusalén celestial donde está la Divinidad en nosotros.
Entra en un burro y enseguida encuentra los mercaderes y los saca afuera del templo, pero ¿qué fue lo que sacó?, sacó todas las limitaciones, todas las justificaciones, todos esos seres internos, limitaciones mentales que están comerciando con tu energía, traficando con tus pensamientos, llenándote de sufrimiento, es el mercado persa en tu mente, que no permite que tu paz esté. Obviamente que como él ya había alcanzado el manejo de la mente pues entra y saca todo eso, lo limpió. Ese es el simbolismo profundo.
En este momento nosotros necesitamos hacer exactamente eso que el maestro Jesús enseña allí, coger el látigo de la VOLUNTAD Y SACAR TODOS LOS MERCADERES DE LA MENTE DEFINITIVAMENTE; ellos no tienen por qué vivir allí, no tienen por qué seguir traficando con tu energía vital, ni haciendo componendas con tus pensamientos ni llenándote de sufrimientos innecesarios. ¿Cómo se hace eso? Necesitas sentarte en el burro primero que todo, o sea, que tu mente no te maneje sino que tú manejes a tu mente.
¿Qué ladrones, traidores y mercaderes encontraste en su mente? Crítica, miedo, ira, preocupaciones, tratar de controlar, sufrimiento… Esas son todas las justificaciones: mire yo como me voy a dejar controlar, están pasando por encima de usted, si usted no se preocupa no se hace nada… y todo eso son las defensas del ego.
¿Quién le ha dicho a alguien que para poder hacer algo necesito preocuparme?, ¿quién me ha dicho que para poder hacer algo necesito sufrir o estar incómodo?, no simplemente haz lo que decidas hacer, pero hazlo en paz. Nadie ha dicho que el amor y la paz sean inacción, son acción, pero acción consciente. Para no confundirnos con los mercaderes y con lo que no son mercaderes, ¿cómo puedes reconocer los mercaderes en tu mente?, porque ahí es donde están no están fuera de tu mente.
El orgullo es un mercader. El orgullo ¿qué hace?: yo no me dejo, el orgullo no da el brazo a torcer, “yo tengo razón”, esa es la frase precisa del orgullo, entonces todos los demás están equivocados, que todos los demás cambien porque yo no tengo por qué cambiar, ese es el orgullo. Que todos los demás cedan, yo no tengo porqué ceder. Mientras estemos montamos en ese personaje, es dificilísimo poder entrar a la Jerusalén de la paz en tu mente.
Es fácil reconocer a los mercaderes para que no se puedan ocultar bajo ninguna máscara. Cualquier pensamiento que tengas en tu mente que te altere la paz, que te traiga el más mínimo nivel de sufrimiento, cualquier cosa que traiga desarmonía en tu interior, será un mercader interno que necesitas sacar a látigo. La frase del maestro Jesús es perfecta: TODO AQUELLO QUE EN TU MENTE NO DEJA PAZ Y NO DEJA ARMONÍA, mío no es, es de la ignorancia del hombre.
A la mente pueden llegar muchas cosas, pueden llegar los mensajes de los maestros y de los ángeles, pero lo que más llega a la mente, o mejor dijéramos, lo que mejor sintonizamos con nuestra mente, son precisamente la negatividad de los elementos que existen en el aire. El ambiente está lleno de ondas de frecuencia de toda clase, es como cuando enciendes una radio y esa radio capta las emisoras que estén transmitiendo en ese momento, y ahí transmisiones de todas clases, pero ¿quién decide escuchar una u otra emisora en la radio?, soy yo, yo muevo el botón y sintonizo una emisora cualquiera. Si tú sintonizas algo que te mortifica, no te gusta el programa que están transmitiendo, ¿qué haces?, lo cambio, ¿no es cierto?; eso es lo que necesito hacer con mi mente.
No aceptes en tu mente ninguna cosa que te traiga sufrimiento, nada, cambia de emisora inmediatamente, es la forma de empezar a acabar con los mercaderes, no los aceptes en tu mente. Tú los reconoces porque traen insatisfacción. Cualquier pensamiento que te traiga sufrimiento, sácalo de tu mente, es un mercader interno traficando contigo.
¿Cómo se protegen y se defienden los mercaderes?, ¿cómo se disfrazan?, se disfrazan de justificaciones. Las justificaciones se visten de “buenos”. Yo soy muy bueno, y como yo soy tan bueno, yo sufro por todo el mundo, yo sufro por todo, es que yo soy muy sensible, se disfraza de eso y ahí lo tienes en tu mente sin que lo puedas sacar, se te acomoda ahí y se come toda tu energía vital y mantiene tu ignorancia, y mantiene tu orgullo, mantiene tu sufrimiento y tu desarrollo espiritual se estanca, porque es muy bueno. De eso se disfraza.
Esos mercaderes se ponen el disfraz de bondad y precisamente en su bondad se sienten con el derecho de interferir con la evolución, con el destino y con las leyes del universo porque son muy buenos. Son todas las justificaciones mentales. Fíjate que son sutiles. Necesito trabajarlas, observarlas, determinarlas y no permitir que me engañen. La mayor arma que ellos tienen es el engaño, es el disfraz, se disfrazan de buenos, y estoy hablando de adentro, no estoy hablando de afuera. Afuera puede suceder otro tanto, pero no es problema nuestro.
La ignorancia siempre se disfrazará de bondad, de eso se disfraza la ignorancia para poderse mantener, porque el bien tiene que prevalecer y si la ignorancia se disfraza de bondad, entonces ¿qué prevalece?: la ignorancia, ahí está el problema. ¿Con qué herramientas puedes eliminar esos mercaderes internos? La renuncia, la comprensión, la aceptación. Yo me hago daño a mí mismo interpretando lo que otros hacen, independientemente de si lo hace bien o no. Si ya comprendo eso, más que perdón hay un reconocimiento de la inexistencia del mal. El mal solo existe en la mente del hombre, no existe en otra parte.
Vamos a usar las dos herramientas profundas que trabajamos en los Talleres de Psicología Transpersonal, que periódicamente iniciamos en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal: 1ª la aceptación elimina el miedo. Si tú aceptas absolutamente todo, el miedo desaparece no sucede aquello a lo que tú le temes. Precisamente aquello a lo que más le tememos, es exactamente lo que necesitamos aprender.
LE TEMO A LO QUE NECESITO APRENDER, no es porque sea peligroso, sino por una razón muy sencilla: si hay algo que yo no manejo, que yo no comprendo, que yo no puedo controlar, que se sale de mis manos, lo más probable es que yo le tenga miedo, pero si hay algo que yo manejo completamente, que yo conozco, que yo sé cómo desenvolverme dentro de eso, entonces no le tengo miedo. Y si yo lo manejo muy bien, significa que yo me he entrenado en eso, significa que he aprendido lo suficiente como para no tener dificultades en su manejo.
Por ejemplo, si un piloto que todos los días maneja un avión y está muy familiarizado con el avión y con las características de la navegación, pues ya no tiene miedo de pilotar el avión. Es como una persona que maneja un coche, si ya lleva muchos años manejando un automóvil, generalmente no tiene miedo. Puede suceder cualquier evento, pero la persona no tiene miedo de conducir. Pero la persona que por primera vez se sube a un coche para conducirlo, tiene miedo porque no sabe manejarlo.
Exactamente le tengo miedo a aquello que necesito aprender y por supuesto que el miedo me enfrentará directamente con mi necesidad de desarrollo espiritual, de ahí la frase: “aquello que más teméis caerá sobre vosotros”, porque es precisamente aquello que necesito aprender. Cuando tú tienes aceptación, el miedo ya no existe, la aceptación significa que ya has comprendido las situaciones.
Espiritualmente, cuando una persona ha aceptado algo, ya no necesita vivir eso, es decir, le tienes miedo a algo pero ya lo tienes aceptado, ya no necesitas vivirlo. Por lo tanto, si tú aceptaras la posibilidad, solo la posibilidad, no va a suceder, pero si aceptaras en tu mente la posibilidad de cualquier cosa, ya no sucedería. Acepto la posibilidad de todo lo que pudiera suceder, entonces ya no sucede nada y no hay miedo. La mejor forma de caer en aquello a lo que le tememos es temerlo y la renuncia elimina la justificación.
2ª Renuncia a sufrir, renuncia a interferir. La renuncia es el complemento perfecto de la aceptación. Hemos llegado hasta disfrutarnos el sufrir, pero hay una razón para eso, porque yo me siento bueno sufriendo, en el fondo no es más que eso, yo pienso que sufrir es ser bueno, pero el día que yo comprenda que sufrir no es ser bueno sino ser ignorante, entonces ya la cosa cambia.
El día que yo comprenda que realmente estar lleno de amor es estar lleno de paz, entonces ya tengo una buena herramienta para no sufrir. Si yo pienso que me tocó sufrir puedo estar cayendo en una resignación, a nadie le toca sufrir, yo sufro porque no acepto, porque no comprendo, porque quiero que se haga mi voluntad y no la del Padre, por eso sufro, no hay otra razón. Cuando uno acepta la voluntad del Padre deja de sufrir y ahí empieza la verdadera paz. Mientras yo me resigno, sigo sufriendo calladito y sigo manteniendo el nivel de ignorancia en mi interior.
Si nosotros nos pusiéramos a tomar limitación por limitación, una por una, de la mente, no acabaríamos nunca de enfrentarnos a todas, porque son millones. Para poder eliminar el paquete de la ignorancia, necesito hacer una aceptación total en general de todas y es ACEPTO ABSOLUTAMENTE TODO LO QUE LA VIDA TENGA PARA MI, cualquier cosa, sin ponerme a definir ni a detallar cuáles. Si una persona tiene en su mente este pensamiento: ACEPTO QUE CUALQUIER COSA QUE LLEGUE O SUCEDA EN MI VIDA ES LA VOLUNTAD DEL PADRE Y LA ACEPTO CON TODO MI AMOR, ya no le sucede nada, porque ya aceptó todo.
Precisamente los sucesos son porque yo no los acepto. Cuando las personas tienen previamente aceptado algo, ya no sucede. Te pongo un ejemplo: la persona que tiene como destino tener un accidente en el que va a perder las piernas. Le tiene mucho miedo a eso y no ha aprendido lo que eso le enseñaría. Si de pronto la persona acepta y comprende lo que ese evento le enseñaría, ya no necesita ese evento, ya no sucede.
Cuando hacemos una generalidad que acaba con la totalidad de la ignorancia: “acepto totalmente que cualquier cosa que llegue a mi vida es necesaria e importante y la acepto con amor”, en ese momento es como si hubieras hecho la renuncia total al sufrimiento, ya no necesitas sufrir, desaparece la posibilidad del sufrimiento. No permitas que los ladrones internos se lleven tu paz. ¿Cómo hacen los ladrones internos para llevarse tu paz?: con los pensamientos.
Para que un ladrón se pueda llevar tu paz, tú necesitas pensar en él, si tú no piensas en él, él no puede actuar. Entonces ¿quién es el que le da la fuerza a las cosas negativas?, soy yo el que se la da y lo hago, ¿cómo?, pensando en ellas. Por lo tanto, si tienes un problema y piensas en el problema, tú le das la fuerza del sufrimiento al problema.
Hemos estado proponiendo algo para todo esto, que es la cultura del pensamiento, por ahora maneja esta herramienta: jamás se te ocurra pensar en los problemas, nunca pienses en los problemas. Tú me dirás, ¿entonces en qué pienso?, solamente piensen en las soluciones, porque las soluciones traen paz a tu mente, mientras que los problemas traen angustia a tu mente.
Obviamente tú le das la fuerza al problema, potencializas el problema, lo vuelves un drama y lo conviertes en algo inmanejable. LOS PROBLEMAS NO EXISTEN, EXISTEN OPORTUNIDADES DE APRENDIZAJE Si aprendo a manejar bien mi vida, nada es problema, todo será satisfactorio. Las dificultades son oportunidades de aprender cosas nuevas, si las miro así ya no habrá problema. No permitas que los ladrones internos se lleven tu paz, eres tú el que puede decidir eso. Tan pronto tú sientas que a tu mente llega un pensamiento negativo, cámbialo instantáneamente por otro.
Lo que sucede a nuestro alrededor, son los conectores de nuestra ignorancia. Cualquier evento externo puede conectar mi ignorancia. La sabiduría no la conectan los eventos externos, la sabiduría la conecta mi comprensión. Si un evento externo conecta algo con lo que yo me siento satisfecho, es mi ignorancia. Si un evento externo conecta algo con lo que yo sufro, es mi ignorancia, porque no lo estoy decidiendo yo, yo estoy permitiendo que, automáticamente, lo externo, decida mi pensamiento, decida mi sensación interna, decida mi actitud mental. Mientras yo permita que eso suceda, estoy permitiendo que la ignorancia maneje mi vida, yo no soy el dueño de mi vida, mi vida la maneja lo de afuera, eso se llama el estado de no soy: yo no soy yo mismo por lo tanto no puedo manejar nada.
Nos interesa alcanzar un estado mental que se llama el ESTADO DE YO SOY. Yo soy el dueño de mis pensamientos, yo soy el dueño de mis decisiones, yo soy el dueño de mi paz, yo soy el dueño de todo lo que yo hago, soy el dueño de amar y de respetar a todos los demás, pero yo. Soy espiritualmente independiente, mi paz interior no depende para nada, ni del elogio, ni de la crítica de otros, ni de las decisiones de otros, ni de lo que sucede o deja de suceder, mi paz no depende de eso. Para eso necesito, primero comprender y luego entrenarme. Afuera puede suceder todo lo que tú quieras porque afuera los sucesos son constantes, son una cosa absolutamente permanente, es una fuente inagotable de sucesos, no te puedes defender de los sucesos para tu paz interior.
Todo suceso delante de ti, absolutamente todo suceso, deberá ser neutro para ti, si no es neutro, entonces yo lo estoy calificando de bueno o de malo; si lo califico de necesario y lo reconozco como tal, no pierdo mi paz. No importa lo que sucede, no importa lo que los demás hagan, no importa lo que dejen de hacer, ese es el proceso de trabajo espiritual. Obviamente es un entrenamiento que primero hay que sustentarlo en una comprensión de la ley de amor del universo. NO SUCEDE NADA QUE NO SEA DE AMOR así los mismos errores que cometen los seres humanos son necesarios, pero no tengo porqué sufrir con eso.
Por eso fíjate bien en esta frase: “no los creas a los ignorantes que te ofrecen el cielo a través del sufrimiento”, porque eso es lo que hacen los conceptos ignorantes, es lo que hace la mente, porque seguiremos sufriendo y al seguir sufriendo nuestra energía vital sigue en la zona oscura y no vamos a poder conectar el centro de amor.
Entrenamiento es lo que necesitamos hacer. Repite esta frase como un proceso de autosugestión. MI PAZ ES INVULNERABLE A TODO EVENTO EXTERIOR, NO IMPORTA LO QUE ESTÉ SUCEDIENDO. NO PERMITIRÉ QUE NINGÚN EVENTO EXTERIOR AFECTE MI PAZ MENTAL. MI PAZ ES MÁS VALIOSA QUE CUALQUIER COSA QUE PUEDA SUCEDER, NO PERMITIRÉ QUE NADIE SE LA LLEVE. Necesitas repetirte eso hasta que tu mente lo acepte. No permitiré que nada ni nadie se lleve mi paz exterior, que son las personas, son las situaciones las que se la llevan y eres tú mismo el que lo permites.
Cuando tú no piensas en los mercaderes, ellos ya no tienen mercancía para manejar. La mercancía que manejan los mercaderes internos es tu energía vital. Los mercaderes internos son millones, por lo tanto, si tú quisieras trabajarlos uno por uno, no te alcanzan 100 vidas.
Si tú le quitas la energía a los mercaderes, se acaban todos automáticamente porque esa es la herramienta de trabajo de ellos; no te pongas a indagar qué clase de mercader es ese, cuál es su mercancía, simplemente, no les regales tu energía vital, y la forma de no regalarles tu energía vital es que no los aceptes en tu pensamiento, como sufrimiento y ahí es como se acaba el ego, es la herramienta profunda para todos.
Para terminar este tema, pero por favor hazlo porque si no, no sirve: no alimentes más tus limitaciones internas, o sea, tus ladrones, con lamentos, sufrimientos, miedos y justificaciones, ese es el alimento del miedo. El alimento del ego, de tus limitaciones internas, el alimento de tus ladrones, son los lamentos, los sufrimientos, los miedos y las justificaciones. Renuncia definitivamente a lamentarte de ninguna cosa, a quejarte de ninguna cosa, a sufrir por ninguna cosa, a tenerle miedo a ninguna cosa, y obviamente, a justificar ningún sufrimiento. Ningún sufrimiento se justifica.
Las personas dicen, ¿pero cómo no voy a sufrir ante esto? Ahí está la justificación. El sufrimiento no es “ante esto”, el sufrimiento es en razón a mi propio miedo, a mí no aceptación. Mi única causa de sufrimiento es lo que yo no soy capaz de aceptar, no es el evento externo. Siempre que haya cualquier nivel de sufrimiento, la pregunta mágica es esta: ¿qué no estoy aceptando? Tú verás que, automáticamente, la respuesta aparece en tu mente. Es que eso es muy difícil de aceptar para mí, entonces es que tu limitación es tuya, ¡claro!, es muy difícil de aceptar para mí, y precisamente ahí está mi limitación. Si fuera fácil de aceptar no sería limitación.
Hazte la pregunta, ¿qué no estoy aceptando? La respuesta es precisamente lo que necesito aceptar. Aceptar lo que sucede en el universo alrededor de ti, es aceptar la voluntad de Dios. No aceptarlo, es tratar de hacer la voluntad del hombre. Es algo demasiado sencillo. Recordemos algo: la voluntad del hombre no se cumple jamás, nunca se cumplirá y no se va a cumplir jamás.
Lo que sí sucede es que la voluntad del hombre es una lucha contra el universo, contra la voluntad del Padre y esa lucha es un desgaste constante, es un sufrimiento permanente porque jamás van a suceder como el hombre quiere, nunca, siempre suceden y seguirán sucediendo eternamente como están organizadas por la Divinidad, nuestro problema mental es si yo las acepto o yo no las acepto. Si yo no las acepto, obviamente mi sufrimiento no tiene fin.
Para poderlas aceptar, necesito primero comprender que todo lo que sucede es necesario y es perfecto, así sea que a mi mente le guste o no le guste, es perfecto. Pueden usar esa repetición también: TODO LO QUE SUCEDE EN EL UNIVERSO ES PERFECTO Y NECESARIO Que yo lo entienda o que no lo entienda, eso no es problema de la perfección, eso es problema mío. Por lo menos, mientras puedo comprender más profundamente la razón de la perfección de cualquier evento, si yo acepto que es perfecto… acepto que no lo comprendo, pero acepto que es perfecto, aunque en un momento dado puedo no comprender algo, no tengo ni idea porqué sucede eso, lo único que estoy viendo es que sucede.
Sucedió un terremoto y se llevó ciudades y personas. Yo puedo no comprender por qué sucede eso, pero acepto que sucedió y acepto que es de la voluntad del padre y acepto que es perfecto. Los errores del ser humano, no son la voluntad del padre, LA VOLUNTAD DEL PADRE ES QUE NOSOTROS SEAMOS FELICES. Sin embargo, los errores están permitidos por la ley del Padre, no son su voluntad, pero están permitidos, que es distinto. El padre no quiere ninguna cosa que no sea felicidad, pero respeta el desarrollo de la experiencia evolutiva, dentro de la cual está incluido el error y está incluido cualquier proceso.
Cuando un ser humano comete un error, no es la voluntad del Padre que cometa ese error, es la necesidad de la experiencia humana, cometer el error, y por supuesto que eso está respetado por la ley de la Vida y está permitido que se cometa, para que la persona pueda desarrollarse espiritualmente. Fíjate que, aun así, sigue siendo perfecto.
Por favor, renuncia definitivamente a lamentarte, a quejarte, a sufrir, a tenerle miedo a ninguna cosa, renuncia a eso. Por ahora, como eso nos asalta constantemente, vas a hacer el ejercicio que propongo en Consulta de Psicoterapia, que se llama CAMBIAR DE EMISORA. Hazte cuenta que estás escuchando la radio, los pensamientos que llegan a tu mente no es diferente a escuchar la radio, es lo mismo; por lo tanto, si no te gustan, coge el dial y lo cambias a una emisora que si te guste.
Precisamente no le podemos proponer a una persona que no tiene información, que renuncie al miedo porque no puede hacerlo. Si estoy proponiendo aquí en esta entrada del blog que renuncies al miedo, es porque tú ya tienes información de amor, tienes información de las leyes, tienes información de cómo funciona la mente, tienes información de cuál es el origen del miedo, sabes en donde se alojan las limitaciones en nuestro interior, y por lo tanto podemos renunciar al miedo.
Si viene una persona a Consulta de Psicoterapia, que no tiene ni idea de cuál es el origen de su miedo, primero tengo que explicarle cuál es el origen de su miedo; sea traumático, sea instintivo, sea cualquier tipo de limitación mental, sea cualquier tipo de destino o de experiencia que esté viviendo, necesito explicarle eso primero. Una vez ya conoce eso, sí podemos proponerle la renuncia al miedo.
Es fácil comprender que yo no le puedo decir a una persona que renuncie al sufrimiento, cuando no tiene ni idea en donde se origina el sufrimiento, primero tengo que explicarle eso, y es la razón de que primero hacemos Talleres de Psicología Transpersonal que iniciamos periódicamente en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal. La renuncia al miedo es para los que leéis las entradas del blog, no puedo proponérsela a todo el mundo porque me dirán, tú estás loco, obvio.
Yo puedo aceptar esto: acepto que sintonicé una emisora “miedo”, está ahí, no tengo por qué negarla, pero voy a sintonizar otra, acepto que puedo sintonizar otra. Ten a mano un pensamiento que traiga paz a tu mente, para utilizarlo en lugar de aquel que trae miedo. Si tú estás en tu casa, esperando a alguien que no ha llegado, lo estás esperando a las 9 de la tarde pero son las 12 y no ha llegado. A tu mente pueden llegar muchos pensamientos de miedo y todos esos pensamientos no significan nada más que tu propio miedo, porque es una suposición lo que estás pensando, no sabes nada, y generalmente no pasa nada, las personas se demoran por cosas intrascendentes y sin embargo tu miedo te está asaltando. Y verificas, cuando llega la persona, así sea a las 2 de la madrugada o al día siguiente, que no le ha pasado nada, o sea, tu miedo era injustificado, y si sucedió algo, fue algo totalmente manejable, como experiencia y no pasó realmente nada.
Ante esas situaciones es el mejor ejercicio. Vas a decir: todo lo que sucede está bajo la voluntad del Padre, es perfecto y yo lo acepto. Y enseguida vas a pensar otra cosa totalmente diferente a lo habitual: esperaré en paz hasta que la persona llegue; y te dedicas a pensar en otra cosa, te dedicas a pensar por ejemplo en lo hermosas que son las abejas chupando la miel de las flores en primavera. Es mejor que pensar en sufrir. Y te dedicas a pensar cómo las hormigas van recogiendo todos los elementos que la vida les ha puesto en el camino y los llevan a su nido para hacer su función y eso no te trae sufrimiento.
Es un esfuerzo de trabajo de dirigir voluntariamente tu pensamiento a otra cosa. O te dedicas a recordar los momentos más bonitos que has vivido en tu vida… ¡qué bonito la primera vez que me enamoré!… ¿es mejor o no?, porque si admites el sufrimiento en tu mente, lo que pueda estar sucediendo no va a cambiar.
Tú necesitas a esa persona para mostrarte tu debilidad. Si una persona te insulta y eso para ti es absolutamente intrascendente, tú no te sientes ofendido, no permites que ese insulto llegue a tu corazón, eso pasa por encima de ti sin hacerte ningún daño, la persona se dará cuenta que esa arma no sirve contra ti y no la volverá a usar, porque no sirve. Ya no necesitas más eso.
En la vida es igual. Cuando tú dices: todo lo que sucede es perfecto, es la voluntad del Padre y así lo acepto, inmediatamente ya no necesitas esas experiencias porque ya aprendiste lo que ellas enseñan. Toda experiencia, por difícil que sea, enseña la ACEPTACIÓN, enseña el ASUMIR, enseña el AGRADECIMIENTO y la ACCIÓN. Si tú pones por delante las cuatro herramientas, ya aprendiste lo que la situación te pudiera enseñar, ya no la necesitas. Esa es la ley perfecta del Universo.
Suponte que tienes una deuda, que no puedes pagar en ese momento y tú te pones a pensar en la deuda y te pones a imaginar que te van a embargar la casa, y te pones a imaginar que no vas a tener con qué comer y te pones a imaginar lo dura que es la vida del mendigo y te pones a imaginar todo eso. Eso no te va a traer ninguna solución. Entonces vamos a lo opuesto. Ni siquiera vas a pensar en la deuda, ni siquiera la deuda es el problema, el problema es que yo no tengo el dinero. Lo que hay que pensar es cómo hacer el dinero para pagar esa deuda, la solución está en cómo sacar el dinero, no en cómo pagar la deuda. La persona que tiene la deuda, en lugar de pensar en la desgracia de no pagarla, y en vez de pensar en el problema, y en vez de pensar en la furia del acreedor que viene a cobrarle, va a pensar en una cosa totalmente diferente.
El dinero es un flujo universal que está disponible para utilizarlo cuando nosotros lo necesitamos. ¿Yo qué necesito hacer para que ese flujo llegue a mí?, ¿cuáles son las posibilidades y herramientas que yo tengo para generar dinero?, ¿en qué puedo yo servir, qué puedo yo hacer que pueda generar dinero?, ¿qué capacidades y qué actividad puedo hacer?
El pensamiento ya es muy distinto, y en este pensamiento hay mucha más solución que ponerte a pensar en todas las desgracias que se te vienen encima si no pagas y eso no trae ninguna solución. Y empiezas a pensar: voy a sintonizarme con la onda del universo para que me muestre cuál es el secreto de que el dinero fluya hacia mí y será mucho más fácil que se solucione tu problema y no sufres. Así para cualquier cosa.
La persona que dice: ¡qué desgracia, se me fue mi pareja! Entonces en lugar de estar pensando en la desgracia de que se le fue la pareja, va a empezar a pensar en cuáles son las herramientas que yo puedo utilizar para ser feliz. ¿Qué tendré yo en mi interior que puedo usar para apoyar la felicidad de otra persona?, porque eso es lo que podría generar una relación, en lugar de pensar la desgracia, vamos a pensar la solución. La solución para alguien que se encuentra solo, no es pensar en su soledad, es pensar en cuáles son las herramientas que permiten el compartir, o lo facilitan. ¿Qué facilita una buena relación?, ¿qué facilita una satisfacción?, ¿qué facilita que alguien desee compartir con otro?, ¿qué facilita todo eso? Empiezo a pensar en todo eso y lo que estoy pensando que me trae felicidad, precisamente es la solución. Lo otro no solo no es solución, sino que cada vez me tiene más lejos de la solución. Renuncia a sufrir, no sirve para nada.
Interpretemos bien la frase porque todas esas frases del maestro Jesús tienen una sabiduría muy profunda. “Bienaventurados los que sufren y los que son perseguidos…”, ¿por qué razón bienaventurados?, por una razón lógica, porque no hay sino una sola manera por la cual yo puedo salir de mi ignorancia. Yo primero necesito reconocer mi ignorancia, mientras yo no he podido reconocer mi ignorancia, no tengo ninguna posibilidad de salir de ella y para reconocer la ignorancia, precisamente lo hago a través del sufrimiento. De hecho, la función de la ignorancia, la función del sufrimiento, la importancia del sufrimiento, es precisamente permitirte reconocer la ignorancia hasta cuando llega algo que llamamos la ley de saturación.
Cuando la persona se satura de sufrir, ya no quiere sufrir más, ya no aguanta más sufrimiento, en ese momento ya puede hacer el cambio; entonces irá al reino de los cielos, pero antes no. Hasta que no he sufrido suficiente, no puedo pasar a dejar de sufrir. El sufrimiento es necesario, es importante, pero no es eterno, es temporal, afortunadamente.
EL TERMÓMETRO DE LA PAZ será el termómetro que te permita medir tu propio desarrollo espiritual. Hay otro termómetro que complementa al de la paz, porque la paz es un proceso única y exclusivamente interno de cada uno de nosotros, la paz no es externa, la paz es interna. Pero como nosotros somos seres sociales, seres que necesitamos relacionarnos, dar y recibir de las demás personas, y las demás personas, al igual que nosotros, pueden tener cualquier nivel de desarrollo espiritual, y eso no depende de ninguno de nosotros, porque el desarrollo espiritual es un proceso individual. Por lo tanto necesitamos aceptar cualquier desarrollo que exista, mucho o poco, igual hay que aceptarlo.
El otro termómetro se llama el termómetro del respeto. EL TERMÓMETRO DEL RESPETO. El ideal sería un 100% de respeto y empezaremos con un 1% de paz. El termómetro del respeto es para tus relaciones externas y el de la paz es para tu desarrollo espiritual interno. El respeto estará sustentando también en tu desarrollo espiritual, puesto que una persona, sin una comprensión espiritual, difícilmente podrá respetar a otro, no tiene con qué hacerlo, no tiene con qué.
Entrénate en la práctica de esos dos termómetros. LA PAZ se maneja con las técnicas que hemos estado trabajando: ACEPTACIÓN Y RENUNCIA. Aceptación de todo cuanto sucede y renunciar a sufrir por ninguna cosa de lo que sucede. EL RESPETO se maneja con técnicas de maestría. Las más sencillas son estas:
- No le des información a alguien que no pueda comprenderla, porque lejos de hacerle un favor, lo puedes perjudicar, y además de eso, se volverá en contra tuya, porque no te comprende, no te entiende, porque, para la capacidad de comprensión de esa persona, puede considerar que lo que tú haces es inadecuado, puede considerar que tú te estás dañando, puede considerar que estás en el camino equivocado, y no tendrá la culpa de eso, porque es lo que él cree.
- Por supuesto, para no entrar en ese tipo de conflictos, para no entrar en ese tipo de problemas, necesitas respetar a las personas en sus creencias, en sus decisiones, en su camino, en sus comportamientos, en lo que cada uno decida hacer, necesitas respetarlo.
Si el Padre, en su poder infinito, respeta las decisiones de cada uno de nosotros, porque las respeta, entonces ¿quiénes somos nosotros para no respetar las decisiones de otros? Como necesitamos relacionarnos con los demás, para no entrar en conflicto, el respeto consiste en que tú lo manejes con alguna técnica. Si tú estás manejando un desarrollo de paz más alto que la otra persona, necesitas emparejarte un poco con él para que no se note tanto la diferencia, o la persona comenzará a agredirte, no porque quiera agredirte, sino porque no te comprende, y no tiene la culpa de no comprenderte porque no tiene herramientas. Tú lo invitas a participar de las herramientas, pero la persona dice, yo no quiero, a mí no me interesa. Necesitas respetar que no quiere y que no le interesa, no puedes obligarlo.
Respetar que grite y respetar que haga lo que sea. Precisamente cuando tenemos a nuestro alrededor personas con ciertos niveles de agresión, lo primero que podemos reconocer es que somos correspondientes con esas personas como entrenamiento espiritual. Esa es la herramienta. Para que tú puedas superar una dificultad interna, necesitas enfrentarte a alguien que te la muestre y esas personas que están a nuestro alrededor, que hacen cosas con las que yo me siento mal, me muestran mi limitación y son perfectas para mi aprendizaje.
Recuerda algo que hemos dicho otras veces. Para enfrentar una situación primero necesito verificar que esa situación sea de destino, y no algo que yo de una manera masoquista, me estoy imponiendo. Las situaciones de destino que necesitamos enfrentar, se reconocen fácilmente porque no puedo evitarlas aunque yo quiera, no hay sino una sola forma: las enfrento con todo mi amor y las que yo puedo evitar es porque no las necesito, entonces simplemente, apártate de ellas.
Son dos cosas sencillas como técnicas de maestría. De las herramientas no te apartes nunca. Estamos buscando salir del conflicto. Recuerda que en alguna ocasión le preguntaron al maestro Jesús porqué él no le hablaba a todo el mundo con la claridad que le hablaba a los discípulos. A las personas les hablaba en parábolas y a ellos les hablaba directo. Él decía: la verdad dicha a una persona que no pueda comprenderla, la puede destruir más que una mentira.
La verdad no es algo que pueda usarse así tan a la ligera. Si la verdad no se utiliza con sabiduría, puede ser muy destructiva. Tú necesitas darle a las personas la información que pueden manejar, que pueden comprender, y eso es parte del respeto, sino entonces caemos en situaciones como la persona que decía, “mire, yo soy muy franco, muy sincero, muy directo, yo al pan lo llamo pan y al vino, vino, no tengo pelos para decir las cosas, pero no tengo ningún amigo, no sé por qué será”.
Por favor, haz los dos termómetros, la idea es que estos termómetros suban hasta el 100. Cuando una persona tiene el termómetro de la paz en 100 y el termómetro del respeto en 100, es un MAESTRO ya.
El no respetar a los demás va a estar generando una serie de conflictos internos, que aun cuando no afecten tu paz, vas a estarte preguntando, ¿y yo porqué genero estos conflictos? Si estoy espiritualmente desarrollado yo no debería generar estos conflictos a mí alrededor. Si estoy generando conflictos a mí alrededor, a pesar de tener paz interior, es porque no estoy comprendiendo la necesidad del respeto a otros. Y es la diferencia entre una persona ignorante, que siente satisfacción haciendo ciertas cosas que no están bien para otros o que no respetan a otros, él tiene satisfacción interior.
Es como la persona que se roba algo y dice: tuve éxito en el robo y se puede sentir satisfecho porque tuvo éxito en el robo. Evidentemente no respetó al otro, entonces esa satisfacción, surge de su propia ignorancia; mientras que cuando tú tienes los dos termómetros al mismo tiempo, sabrás que tu desarrollo espiritual es auténtico, porque respetas a todos los demás en sus derechos y en sus decisiones y al mismo tiempo tienes paz interior. Y evidentemente lo que verificas en la vida es que tienes buenas relaciones en general y que no generas conflictos a tu alrededor con nadie. Entonces sabrás que de verdad estás espiritual.
Anota los termómetros, esto es individual, no te vayas a engañar. Si tú miras y ves que solo tienes el 1% de paz, listo, tengo el 1% de paz; que tengo 0 respeto, bueno, tengo 0 respeto. Mi propósito es empezar a subir ese termómetro. Que dentro de tres meses ya tengo el 10% de respeto, ¡maravilloso! Cualquier incremento, por pequeño que sea, será muy valioso. No criticar es parte del respeto. Fíjate que si yo critico a alguien no lo estoy respetando. Y qué le puedo yo criticar a alguien, cualquier cosa: su forma de vestir, de hablar, de comportarse… ¿qué quiere decir?, no lo estoy aceptando, no lo estoy respetando.
Repasemos lo que aprendimos en esta entrada:
Aprendimos que la ignorancia se auto-protege contra borrado accidental, es decir, mientras tenemos necesidad de ignorancia no podemos borrarla. Cuando nuestro nivel de paz interior y desarrollo espiritual, tiene por lo menos el 50%, ya puedes borrar tu ignorancia, ya no la necesitas más.
- Aprendimos cómo reconocer a los ladrones internos. Reconocer a los ladrones internos: cualquier pensamiento que traiga la más mínima alteración de tu paz, es un ladrón y a los ladrones hay que sacarlos de la casa, porque no es el lugar donde tienen que estar. Pueden existir, pero no en tu casa; puedes aceptarlos, pero no en tu casa. Sácalos a látigo. Haz este juego cuando te levantes por la mañana. Al despertarte y estar en paz, dices: hoy no permitiré que ningún ladrón entre a mi casa, les cerraré la puerta a todos. Mi casa es la mente. Y si notas que entró alguno, hay que ver cómo lo sacamos.
- Aprendimos cuáles son las herramientas que desmontan la red de traficantes internos.
- Aprendimos cómo cortarle la energía a la ignorancia. Para hacer eso, te vas directamente a tus miedos y desconectas el miedo. El miedo es el más profundo de todos, es el jefe de todos los ladrones de energía.
Me pareció un documento serio, aclara un hecho fundamental la fuente del cambio y la gran diferencia entre ella y los sentimientos.
Hola Diego;
Muchas gracias por el comentario. Un saludo.