Transmutando la ignorancia. La ignorancia es algo que nos ata. Me gustaría comenzar con una frase en cuanto a la ignorancia con relación a la verdad y a la mentira: lo que auténticamente es la mentira, es lo que puede expresar un ignorante cuando su propósito es evadir sus responsabilidades, no asumir lo que le corresponde asumir de la vida y no respetar a las demás personas en los derechos que tienen. Ahí es lo que se llama la mentira utilizada por el ignorante. Eso es usual, común y corriente.
La ignorancia no puede expresar la sabiduría porque no la tiene. Siempre estará expresando ignorancia. La ignorancia se expresa de dos maneras:
- Tratando de evadir mis responsabilidades.
- Tratar de imponer mis criterios
Son dos formas de expresión de la ignorancia. Mientras que cuando hablamos de sabiduría, la persona con sabiduría:
- No trata de evadir sus responsabilidades, las asume. No dice “yo no fui” sino, si señor a mí me pasó, y voy a aprender de eso.
- Y cuando da información, da la información que la otra persona pueda manejar y comprender, que sea lógica para él. Adapta la información a la mente de la persona que lo va a escuchar. Eso ya se hace con sabiduría.
En conclusión: la mentira es una característica fundamental de la ignorancia, jamás lo será de la sabiduría.
¿Podría ser la verdad de un ignorante? si, es que precisamente la definición de ignorancia es: persona que cree que sabe. Ese es el ignorante, porque la persona que no sabe, que no tiene información, no se llama ignorante, ese se llama inocente.
La ignorancia nos mantiene atados al pasado, para que nosotros podamos tener futuro de satisfacción, para que podamos ascender a niveles superiores a los que estamos en este momento, necesitamos romper las cadenas que nos tienen atados. Estas cadenas son cadenas muy pesadas de índole cultural y también con una relación directa con nuestros destinos que necesitamos trascender. Si ya hemos comprendido bastante lo del destino y todos estos aspectos, tenemos ahora una oportunidad para salir de esas cadenas, romperlo.
Hay un futuro lleno de amor, de paz, de felicidad, de abundancia y prosperidad esperando por ti; eso es lo que hay. La abundancia del universo es la característica natural del universo. Cuando no tenemos acceso a la abundancia, no es por falta de abundancia, es porque yo estoy limitando el flujo del universo hacia mí, porque no estoy utilizando el potencial de amor y de sabiduría que existe en mi interior, es la razón por la que podemos tener muchas dificultades.
El asunto no es hablar de que hay crisis o de que hay problemas. No hay crisis, no hay problemas, los seres humanos nos auto limitamos con nuestra propia ignorancia y decimos que hay escasez. No hay escasez, en el universo no la hay. Hay personas que están en estado de escasez porque ha limitado su capacidad de acceder a la abundancia, pero no es un asunto del universo, sino que es un asunto personal.
Para romper esa cadena necesitamos aplicar todas las técnicas de la aceptología y del asumir (para poder romper esa cadena). Por eso te estoy invitando a un futuro de amor que está esperando por ti, está ahí a la vuelta de la esquina, o más cerquita… ¿A qué estás dispuesto para que el reino del amor se manifieste en tu interior haciendo presente el futuro de amor que espera por ti?
Hay unos pasos sencillos que podemos hacer para salir de ese problema mental. El problema de la escasez es un problema mental, no es un problema del campo físico, no es un problema de las tres dimensiones, no es un problema de la materia, es un problema de restricción mental. Yo tengo restricción mental y yo restrinjo totalmente el paso de la abundancia hacia mí. Buscar esas restricciones y salir de ellas es transmutar la ignorancia, es salir de la ignorancia, es romper las cadenas de la ignorancia.
Para que el reino del amor se manifieste en tu interior será necesario SACAR TUS VALORES. Si el reino del amor se manifiesta en tu interior, se hará presente el futuro de amor que espera por ti. Si yo no conecto mi reino de amor, lo que mantengo es mi restricción mental y ante mi restricción mental cierro todas las puertas de la felicidad y de la abundancia que el universo tiene dispuesta para nosotros.
El problema no es del universo, el problema es nuestro, y se encuentra en la mente, no se encuentra en otra parte… no es en el cuerpo físico, no es en tu conciencia, no es en tu comprensión… es en tu campo mental llamado ego, sistema de creencias… ahí es donde está la restricción mental (no está en otra parte). Búscala y ¿a qué estás dispuesto para salir de ella?
Estábamos en la parte de cómo hacer para romper definitivamente esas cadenas de la ignorancia que nos mantienen atados al sufrimiento, a las limitaciones, al miedo. Podemos asegurar que hay un futuro lleno de amor, de paz, de felicidad, de abundancia y de prosperidad esperando por ti; no lo dejes esperando tanto tiempo. El universo no tiene ningún afán, el universo maneja el tiempo cero, la eternidad, por lo tanto, si tú quieres demorarte 20 años, 40 años, 50 años, 40.000 años o 5 billones de años, al universo eso no le importa para nada, porque el universo no maneja el tiempo.
Nuestro problema es que a nivel personal, como individuos que estamos involucrados dentro del espacio-tiempo si se nos puede hacer muy largo el sufrimiento y las limitaciones. Te aseguro que para todos nosotros hay un futuro maravilloso, absolutamente extraordinario. Ese futuro puede ser aquí y ahora, en este mismo instante, o puede ser dentro de 5 millones de años. Eso depende de lo que yo decido hacer; si yo decido hacer algo ahora, mi vida va a tener un cambio ahora, pero si yo no comprendo lo que tengo que hacer, o decido no hacerlo porque me parece muy difícil o va en contra de lo que yo creo, pues el universo seguirá esperándome.
En los procesos del universo los ascensos de los niveles no funcionan como funcionan para nosotros los seres humanos, resulta que el universo tiene una serie de escalas y de niveles a través de los cuales vamos ascendiendo. Yo no paso de una escala a otra sin haber completado el 100% de lo que este primer escalón me enseña. Cuando yo completé el 100% de este escalón entonces paso al siguiente y tengo que volver a hacer el 100% del siguiente y así es como vamos ascendiendo.
Nosotros en nuestros estudios humanos lo medimos de una manera totalmente inversa; en este 100% no cuenta el tiempo, cuenta el % de sabiduría de lo que el nivel enseña, eso es lo que cuenta. El universo te da todo el tiempo que tú quieras, al universo no le importa si un alumno en un escalón se demora 20 años y otro se demora 1 millón de años, al universo eso no le interesa, le interesa que si no tiene el 100% no cambia de escalón.
Nosotros lo hacemos totalmente a la inversa: lo que nos importa es el tiempo y no él % de sabiduría. Decimos: mire, este estudiante necesita salir de la ESO en 4 años (el tiempo es oro), si a los 4 años el estudiante no ha pasado, le decimos: páselo raspando, con 3,5, a la fuerza, como sea, métalo… para que pueda pasar a bachillerato… por eso vamos pasando una serie de “escalas” y realmente no tenemos la preparación suficiente para ser felices, pero bueno, salimos del colegio (eso es lo que creemos), pero en el colegio seguimos.
Como aquí no importa el tiempo, el futuro de felicidad está ahí esperando por nosotros, ¿cuánto tiempo? el que tú quieras, puede ser rápido o puede ser en nuestra forma de medición muy lento. No depende del universo, depende de nosotros. Por eso habíamos planteado una pregunta: ¿A qué estás dispuesto para que el reino del amor se manifieste en tu interior haciendo presente el futuro de amor que espera por ti? (Porque esto depende de tu disposición personal, nadie te obliga a nada en el universo, porque la manifestación de la creación hacia nosotros es libertad absoluta, por lo tanto no te obligan a nada, pero tampoco el universo asume el resultado de tus decisiones).
Este reino de felicidad no es un sitio, sino una condición mental, o mejor dicho, una condición espiritual. En algún nivel interno de cada uno de nosotros te puedo asegurar esto: un maestro es una persona que siempre tiene salud, abundancia, prosperidad, felicidad y paz invulnerables, no importa donde esté. Puede estar en la mitad de un basurero o en medio de un palacio y se siente igual de feliz, porque él tiene un estado interior de paz y de felicidad (interior), lo que pasa fuera no afecta a un maestro para nada. Por supuesto por lo general los maestros no están en los basureros, más sin embargo si allí estuviera no afecta su paz para nada, porque si lo afectara no sería maestro.
Por eso decimos que ese reino de felicidad es un estado interior. Te aseguro que las frases de los maestros llevan una sabiduría muy grande y demasiado simple. Hay una frase del maestro Jesús que resume toda la sabiduría de las escuelas del mundo: “Buscad el reino de Dios dentro de vosotros, lo demás se os dará por añadidura”.
Se refiere a todo lo que hemos estado explicando. Si una persona encuentra en su interior el reino de amor, no tiene nada más que buscar; y eso es en su interior, no es fuera. Y cuando dice que lo demás se os dará por añadidura es una realidad, es una verdad, no es un simbolismo. Tendrás acceso al universo entero, a la abundancia del universo, a todo lo que se te pueda ocurrir tendrás acceso (si encuentras el reino de Dios en ti, no fuera).
Entonces la pregunta es: ¿cómo encuentro el reino de Dios dentro de mí? primero de todo deja de buscarlo donde no está, no puedes encontrar algo donde no existe, necesitas buscarlo donde está y está dentro de ti, no está fuera. Por eso estar buscando la felicidad fuera es un trabajo inútil, no la vas a encontrar. Si buscas la abundancia fuera no la vas a encontrar. Si buscas la armonía fuera no la vas a encontrar… porque las añadiduras no las vas a encontrar, ese es un resultado.
El asunto es: ¿A qué estás dispuesto libre y espontáneamente (no obligado) para que el reino del amor se manifieste en tu interior haciendo presente el futuro de amor que espera por ti? Si el reino de amor se manifiesta en tu interior hará presente el futuro de amor que está esperando por ti (ese es todo el secreto). Pero para lograr eso, ¿a qué estoy dispuesto? porque todo tiene un precio, es decir, no puedo conseguir nada si yo no hago algo, el universo no responde a la inercia, si tú te quedas sin hacer nada te aseguro que no pasa nada en tu vida. Te quedas como estás.
Si aspiramos a tener una vida excelente, necesito hacer algo y eso será el resultado, lo que obtenga. ¿A qué estás dispuesto?, ¿qué encontraste? Si tú recuerdas, en otras entradas del blog, hemos estado diciendo que el universo está regido con base a información, no es ni siquiera a jerarquías, o a Dios, o a maestros, o a ángeles… no, está regido con base a una información.
Tú puedes decir: esta fábrica la dirigen ingenieros, realmente lo que la dirige es una información. Los ingenieros manejan una información que es apropiada para dirigir esa fábrica, o esa empresa, o el administrador de empresas… una persona que es un técnico o que es un experto, ¿en realidad qué es lo que tiene? en el fondo lo que tiene es una información que él ha comprendido y que él aplica, eso es lo que tiene, no es nada más que información. Cuando un médico sana a un paciente en realidad lo que el médico usa es una información que tiene.
La información se aplica y cuando se aplica hay un resultado. En realidad es solamente una información. Si yo quiero transformar mi vida para encontrar el reino de amor, lo primero que yo necesito hacer es estar dispuesto a recibir nueva información. Esto parece muy sencillo, es simple.
Nueva información tiene un significado profundo, significa que si es nueva es porque ya tenías otra información que es vieja. Ahí es donde está el problema; si yo no tengo información vieja me llamo inocente. Inocente es una mente que no tiene información, una mente inocente recibe cualquier información sin oponerle ninguna resistencia, porque no tiene información. Por eso el inocente es totalmente contaminable.
Pero cuando yo ya tengo información, recibir nueva información ya representa un nivel de dificultad para mí, porque la vieja se opone con la nueva y de una manera dramática. Entonces, no puedo encontrar el reino de amor por una razón: porque el reino de amor implica que yo acepte en mi mente una información nueva, una información que me libera, pero mi información vieja se opone a esa, porque son totalmente diferentes las dos informaciones. Ese es el primer problema a resolver para encontrar el reino de amor dentro de nosotros.
¿Tú recuerdas que nuestra personalidad tiene una información, verdad? la mente tiene una información desorganizada que impide recibir nueva información; esa información se llama el sistema de creencias. Es todo lo que yo creo, ese es nuestro problema a resolver. Todo lo que yo creo no tiene nada que ver con la verdad, porque es eso, solo una creencia. Ese sistema de creencias tiene un nombre de tres letras: el ego, y el ego no nos va a permitir ser felices jamás. Así de simple.
Entonces, ¿a qué estoy dispuesto? fíjate que estar dispuesto a recibir nueva información implica todo un trabajo interior. Yo necesito estar dispuesto a dejar el ego. ¿Qué es dejar el ego? Inicialmente hay que volverlo flexible, pero dejar el ego significaría que yo renuncio a lo que el ego hace. Si yo no renuncio a la información vieja no puedo hacer que mi mente acepte la información nueva, el primer problema a resolver es ese.
Para que yo pueda renunciar al ego necesito utilizar unas herramientas que conocemos desde hace un poquito más de 2.000 años, pero no las hemos usado. Esas herramientas son:
- Renuncia a confrontar.
- Renuncia a quejarte.
- Renuncia a criticar.
- Renuncia a juzgar.
- Renuncia a cambiar a los demás.
- Renuncia a pelear.
- Renuncia a todo lo que el ego hace.
Mientras yo hago eso, estoy en uso y en posesión de toda mi información vieja y por lo tanto estoy totalmente limitado y esclavizado por ella. Ese no es el reino del amor, este reino: el reino del ego, el reino de las creencias, el reino de la ignorancia, el reino de las limitaciones que traen sufrimiento, angustia, dolor, bloqueos, limitaciones… es el reino de la oscuridad, el reino de la ignorancia que es igual al reino de la oscuridad y a eso la religión lo ha llamado el demonio. No es un ser físico, como tampoco la felicidad es un estado físico, es un estado mental, no un lugar físico. Yo necesito salir de ese ego y esa es la primera disposición.
Recibir nueva información inicialmente confronta a la vieja, entonces la vieja información entra en conflicto porque no cuadra y nunca va a cuadrar la información de la oscuridad con la información de la luz, no va a cuadrar nunca. Tú tienes que tomar una decisión: ¿con cuál de las dos informaciones quieres quedarte? esa es decisión tuya, nadie te va a obligar a eso. Si te quieres quedar con el sistema de creencias puedes hacerlo, pero hay una ley del universo que se encargará de que eso no se eternice.
Si yo me quedo con la ley, si me quedo con la información de la oscuridad, entonces la información de la oscuridad produce miedo, angustia, sufrimiento, bloqueos, dificultades, problemas… y finalmente yo me voy a saturar de eso. Cuando me sature de eso yo voy a decir: tiene que haber algo más y ahí ya estoy listo para nueva información.
El primer punto es NUEVA INFORMACIÓN y estamos planteando cuál es el ejercicio para que nuestra mente pueda recibir nueva información, pero la nueva información también puede ser de oscuridad y puede ser incluso más oscura que la que tenía. Entonces la pregunta es: ¿cómo hago para saber que la nueva información es una información que me va a liberar y no una información que me va a esclavizar más? porque ahí me encontraría el reino de amor. Espero que esté muy sencillo.
El segundo paso se llama: VERIFICACIÓN DE LA VERDAD. Una propuesta: por favor no me creas nada a mí, ni a ninguna otra persona, es decir, no creas nada. Mientras yo esté lleno de creencias estoy lleno de ignorancia. Yo necesito llenarme de sabiduría, necesito llenarme de la verdad que nos libera y esto solo podemos hacerlo a nivel individual, yo no puedo enseñarle la verdad a nadie, eso es imposible, yo te puedo dar herramientas para que tú encuentres la verdad, pero enseñarte la verdad no se puede. Por eso se llama la verificación individual.
- Información nueva.
- Verificación: ¿de qué? de que la nueva información es la verdad, si no es la verdad no te sirve para nada.
La verificación de la verdad es a través del resultado. El resultado no podrá ser jamás una creencia, el resultado es algo que tú puedes verificar. Hay dos tipos de resultados medibles (esto puede medirse, esto no es cosa de creer):
- Puedes medir cómo está tu estado interior.
- Puedes medir como están tus relaciones exteriores.
Tú puedes saber si en tu interior tienes serenidad, si tienes paz, si tienes armonía, si tienes alegría… o si tu interior está hecho un caos de sufrimientos, de miedos, de angustias, de pensamientos desordenados, de pánico y de bloqueo… eso lo puedes medir, tú lo sabes. Y también puedes medir lo que está pasando fuera que lo medimos en los cuatro problemas humanos; los seres humanos únicamente tenemos cuatro problemas (no más):
- Relaciones.
- Salud.
- Economía.
- Ubicación.
No tenemos más problemas, solo son esos. Entonces, el resultado de tener problemas de relaciones, de tener problemas de salud, de tener problemas económicos y de tener problemas de ubicación. Estos cuatros resultados son medibles también.
Los problemas de ubicación los podemos llamar los problemas de trabajo y los problemas de residencia, es decir, tú no estás contento en el lugar donde estás, en el barrio donde vives, en el país donde estás o a veces ni siquiera en el planeta donde estás.
No me siento bien en España y me quiero ir a otro país… tienes un problema de ubicación, estoy en España pero en mi barrio no me siento bien y me quiero ir a otro… tienes un problema de ubicación, estoy dentro de mi casa pero me gustaría más el cuarto de mi hermano… tienes un problema de ubicación, estoy en un trabajo pero me gustaría estar en otra empresa… tienes un problema de ubicación o estoy en un cargo pero me gustaría el cargo de otro compañero… tienes un problema de ubicación. Esos son los problemas de ubicación, ¿te das cuenta cómo son de simples?
Estos problemas son una forma de medir resultados que yo obtengo (los míos), si yo tengo problemas de relaciones, ese es un resultado medible; si yo tengo problemas de salud, ese es un resultado medible; si yo tengo problemas económicos, ese es un resultado medible y si tengo problemas de ubicación, ese es otro resultado medible.
¿Cómo hago yo para obtener esos resultados? los problemas tienen una relación directa con el ego, es decir, con la ignorancia. Fíjate que reconocer la presencia de la ignorancia en nosotros y reconocer la presencia de las limitaciones, reconocer la presencia de una información vieja que no es de la verdad sino de la falsedad, es muy fácil, no hay nada más sencillo; porque tú observas los resultados que obtienes en los cuatro campos básicos del ser humano y ahí tu sabes si tu información te sirve o no.
¿Tú qué resultados crees que obtendría un maestro en los cuatro campos? El maestro me diría: relaciones perfectas, salud perfecta, de economía ni siquiera hablaríamos porque tiene la abundancia del universo y ubicación: está feliz en cualquier lugar del universo; donde esté, está feliz. ¿Tiene problemas? no tiene ningún problema porque encontró el reino de Dios y se manifestó fuera. Entonces, ¿cuál es el problema a resolver?
¿Cómo verifico la verdad en mi interior a diferencia a la falsedad en mi interior? el resultado de la verdad es muy sencillo: 1º tiene un resultado interno y 2º tiene un resultado externo. 1º interno porque lo de dentro es lo que se manifiesta fuera. Por eso es buscar el reino de amor dentro de vosotros, no fuera. El resultado de la verdad siempre es muy sencillo, se llama: felicidad, salud, abundancia, prosperidad, satisfacción… así es como se llama el resultado de la verdad. El resultado de la verdad no se llama problema, el resultado de la verdad no se llama bloqueo, no se llama conflicto, no se llama agresión, no se llama guerra… no se llama nada de eso, ese es el resultado de la ignorancia.
Fíjate que esto es medible, por eso te digo que no es necesario que tú me creas, tú puedes medirlo como un director puede medir la economía de su empresa, igual puedes medir el resultado de tu vida… ¿está claro? el problema es que yo estoy lleno de problemas y no sé cómo resolverlos, porque mis problemas no tienen una solución en el campo externo, tienen una solución en el campo interno y yo me estoy negando a hacer un cambio interior porque mi mente (ego) se niega a recibir una nueva información.
Yo quiero seguir usando la información vieja y obtener el resultado que tiene un maestro; eso es imposible, yo no voy a obtener el resultado de un maestro utilizando información vieja porque la información vieja es la que he estado utilizando durante mucho tiempo y es la que ha estado generando todos los problemas que yo tengo. Si sigo insistiendo en el uso de esa misma información, los resultados van a seguir siendo exactamente los mismos que he obtenido hasta ahora.
¿Qué tengo que hacer? necesito disponerme a recibir NUEVA INFORMACIÓN, (este es apenas el 1º paso. Son cuatro pasos simples y estamos apenas en el 1º) pero para que la nueva información no sea una nueva creencia (porque eso sería un nuevo límite) entonces yo necesito entrar al 2º paso: yo voy a VERIFICAR que la nueva información que estoy recibiendo sea información de la verdad y no información de la falsedad.
Nadie te podrá enseñar la verdad en ningún lugar del universo, pero tú la descubres si usas unas herramientas; esas si son las que puedes aprender. Este resultado es tuyo, no es de nadie, nadie te lo enseña, tú lo descubres. Buscad y hallareis, golpear y se os abrirá… Pero tú, ese es el segundo paso.
Te voy a hacer una pregunta: ¿Tú estás dispuesto a cambiar información vieja por información nueva? pero no te vayas a sentir manipulado por mí, si a alguien no le interesa tiene todo el derecho de decir: yo estoy contento con mi información vieja y a mí me parece maravilloso. La cuestión es que si tú estás dispuesto a cambiarla debe haber alguna razón que sea válida para ti (no es porque yo lo diga) lo que yo te diga no tiene nada que ver, la pregunta es si tú tienes en tu interior alguna razón que sea válida para ti a nivel personal. Si hay alguna razón para que yo desee cambiar mi información vieja por una nueva que sea válida y que sea personal entonces el asunto funciona, si no es así no funciona.
- Ese es el primer paso: que yo esté dispuesto a cambiar las informaciones de mi sistema de creencias, a limpiarlas totalmente.
- El segundo paso es que yo verifique que la información nueva de verdad es información de amor, no vayas a coger información de oscuridad o más oscura aun.
Entonces, ¿cómo hago para verificar eso? ese es el 2º ejercicio: no asumas como verdad ninguna información (no importa de donde venga, ni quién te la diga) a menos que la hayas verificado como tal. No importa si se te presentó el maestro Jesús y te dijo “esta es la verdad”, no le creas, verifícalo. Y no importa si se te presentó alguien que no conocieras y piensas: este señor parece como amigo de lo ajeno pero me dijo algo, ¿será verdad o no? Tampoco le creas, verifícalo.
La verificación es la herramienta para el conocimiento de la verdad y hay una sola forma de saber qué es verdad y qué no lo es; eso se llama: el resultado externo. La verdad es un proceso interior, la verdad no es algo que está fuera, fuera no hay ni verdad, ni falsedad, ni mentira, fuera hay sucesos neutros, lo que pasa fuera no tiene ninguna característica ni positiva, ni negativa; eso es lo que mi mente hace con respecto a algo externo. La verdad es un proceso interior y la verdad es el reino de amor y la verdad es el reino de Dios dentro de nosotros, pero ¿cómo sé que eso es cierto? el resultado que tú obtengas te lo dirá sin lugar a dudas.
Si tú empiezas a obtener una vida llenad de paz, llena de felicidad, llena de abundancia, de prosperidad, de salud… tú sabes que estás actuando con la verdad. Ese resultado te lo muestra; aunque los demás te digan: ¿pero Ud. cómo puede andar sonriente y feliz cuando el mundo se está desbaratando a su alrededor? esa persona te acaba de hablar con la falsedad pero no lo sabe. Respétala, simplemente responde: tienes toda la razón, voy a llorar un poco. Así de simple; respétalo, pero sigue siendo feliz.
Ya sabemos dos cosas del paso de transmutar la ignorancia:
- Una información que me trae sufrimiento es una información falsa en mi interior.
- Una información que genera que yo tenga los cuatro problemas, o cualquiera de ellos, es una información falsa.
Cualquier problema que yo tenga se origina en una información falsa en mi interior. Cualquier problema sea de salud, sea de relaciones, sea de economía o sea de ubicación, esos se originan en una información falsa en mi interior. Esas informaciones tienen muchos nombres, por lo general se llaman egos, sistemas de creencias, principios culturales, desarrollo intelectual, conocimientos… cualquier cosa que limite tu felicidad será falsa.
Evaluado el segundo punto vamos al tercero: ASUMIR TU PROPIO CAMBIO INTERIOR. Por eso esta entrada es muy importante para nuestra trascendencia espiritual: si yo no soy capaz de asumir mi propio cambio interior no estoy en nada, ¿por qué razón?, ¿cuándo no asumo mi cambio interior? si yo ya entendí que necesito una nueva información, yo ya entendí que no tengo la verdad, yo ya entendí que tengo que hacer un cambio… pero ¿cómo lo voy a hacer? hay varias formas de intentarlo, pero hay una sola para hacerlo: voy a orar, voy a hacer meditación, voy a renunciar a hacerle mal a nadie… eso no te sirve. No es que esos ejercicios no sean útiles, por supuesto que son útiles, pero no son los que te van a dar lo que estás buscando, lo que te va a dar lo que estás buscando es otra cosa.
Mientras yo esté pidiendo (no importa a quién estés pidiendo ni cómo quieras llamarlo) a otros que me cambien mis pensamientos y solucionen mis problemas y me den la paz interior y que haya paz en el mundo y se llene esto de amor… mientras esa sea mi actitud, yo no estoy asumiendo mi cambio interior, yo estoy pidiéndole a alguien o a algo, que venga a hacer el trabajo que yo tengo que hacer por mí mismo; eso se llama: no asumir la vida.
El día que yo diga: lo único que yo necesito recibir es información y ya me la dieron. La pedí, me la dieron, y ya la tengo… ahora lo que necesito es integrar la información y usarla. Te aseguro que el maestro Jesús y todos los demás maestros que nos han visitado (porque no es el único) jamás nos dijeron: háganme estatuas, elévenme templos, háganme culto, nómbrenme todos los días, invoquen, oren y pidan… ellos jamás dijeron eso, eso es lo que nosotros entendimos de lo que dijeron.
Lo que dijeron fue otra cosa más sencilla: Buscad el reino de Dios dentro de vosotros, lo demás se os dará por añadidura. Eso fue lo que dijeron, pero yo entendí que era hacerle culto y lo volvimos culto y lo volvimos cultura. Por ese camino no nos vamos a liberar, el camino es otro, el camino es que yo practique la enseñanza del maestro, no que le rinda un culto a él, ni que le pida a él que solucione mi problema.
Practica su enseñanza, esta es toda la enseñanza que nos propone: señor, cuando le den en una mejilla ponga la otra (porque con eso acaba con el ego). Otra enseñanza: cuando alguien sea tu enemigo tú ámalo, deséale el bien, bendícelo y piensa que ojalá sea feliz… porque no vas a practicar lo del igualado. Esas son las enseñanzas.
Las enseñanzas son clarísimas, pero no las practicamos porque nos dedicamos solo al culto. Con el culto no vamos a hacer nada (no digo que el culto no tenga un valor), todo tiene un valor, pero el camino de liberación no es a través del culto, sino a través del hacer, de la práctica constante de la enseñanza. Esto lo llamamos sencillamente el entrenamiento para asumir el cambio interior.
El cuarto paso: El ENTRENAMIENTO es un trabajo constante. Mi paz interior es invulnerable; no importa lo que los demás hagan, digan o lo que suceda. Mi felicidad depende de mí y no de ninguna otra persona; si no soy capaz de ser feliz por mí mismo, nada ni nadie podrá hacerme feliz a mí. Yo tengo que disponerme a ser feliz y a llenarme de paz por mí mismo, donde esté, en el lugar más horrible o en el lugar más hermoso voy a ser igual de feliz y voy a tener la misma paz. Ese es el trabajo. Cuando logramos eso se logra la trascendencia.
Tú lo que puedes pedir (esto es lo válido en una petición) es información. Los maestros siempre te darán información porque la información ha estado disponible y seguirá estándolo por la eternidad; el problema es que yo no pido información, yo pido de una vez las cosas… yo pido de una vez las soluciones y no me interesa la información.
Entonces alguien dice: yo quiero un coche, quiero una casa, quiero una familia estable, quiero una prosperidad… está pidiendo todas esas cosas, pero el maestro le va a decir: practica esto, haz esto… y la persona le dice: no maestro, yo no le estoy pidiendo a Ud. información, yo le estoy diciendo que me dé cosas… Es igual que el gorrilla que le pide 1€ a una persona y esa persona le dice: claro, lávame el coche y te doy algo y el gorrilla le dice: yo no le estoy pidiendo trabajo, le estoy pidiendo una propina… eso es lo que nos pasa con Dios. Queremos que nos de lo que no nos va a dar nunca y lo que si nos da no lo recibimos… la información siempre nos la dan, pero si no la usas no sirve.
Entrego y pido de lo mismo: información, amor, valores, virtudes… eso es lo que hay que entregar y dar siempre. Las cosas materiales se consiguen con trabajo material, no con peticiones. Se consiguen sirviendo, se consiguen actuando, se consiguen poniéndole amor, entusiasmo, alegría… a todo lo que tú hagas. Así es como se consiguen las cosas, pero las virtudes del espíritu están dentro de ti. Lo que necesitas es disponerte a usarlas.
Si vamos a pedir algo es bueno que supiéramos que ya hace mucho tiempo nos dieron todo lo que pudiéramos pedir, no hay nada más que pedir, ya Dios nos lo dio todo, pero no depende de Dios que yo lo use o no, eso depende de mí; eso se llama asumir la vida, eso es mi voluntad para hacerlo. Por supuesto que necesitamos unas herramientas de sabiduría y por eso te he pedido verificar la verdad.
La voluntad es como un músculo: se entrena, y como cualquier músculo, tú no le puedes decir a una persona que va a empezar a levantar pesas: aquí tienes una pesa de 100 Kg, levántela, porque le da una hernia. Necesito decirle: aquí tiene una de 3 Kg, empiece a manejarla… cuando sea fácil la de 3 Kg le vamos a poner 4 Kg… la voluntad es lo mismo. Tú comienzas a entrenar tu voluntad poniéndote ciertos propósitos: mañana voy a levantarme a las 6 de la mañana, porque normalmente suena el despertador y sigo durmiendo hasta las 8… mañana me propongo levantarme a las 6 y cuando sueñe el despertador me levantaré y punto. O me voy a proponer regularizar mi forma de alimentarme, voy a hacer un programa de alimentación sana y me voy a comprometer a consumir eso y no otra cosa… no me comeré el plato de espaguetis adicional… así se va entrenando la voluntad; gradualmente.
En Consulta de Psicoterapia he verificado que algunos clientes pueden dejar de fumar, tienen la fuerza, otros no, otros necesitan hacer el entrenamiento: hoy me fumo uno menos, mañana otro menos… y así día a día. Por lo general le digo al cliente: vaya al kiosco y le dices al tendero que te venda 4 cigarrillos y no compras ni uno más. Y le dices al tendero: por favor solo me vende 4, no me vaya a ofrecer uno más; y ya bajar desde tu casa otra vez a comprar cigarrillos te da un poquito más de pereza.
Los métodos pueden ser diferentes; si una persona tiene suficiente fuerza de voluntad le decimos que lo deje de golpe, es como dejar de sufrir… quien tiene suficientemente fuerza para dejar de sufrir instantáneamente decide: desde este instante en adelante no sufro más (sería maravilloso ¿no?) pero por lo general empezamos a sufrir un poquito menos cada día, poco a poco, ese es el entrenamiento.
Para pedir información; tú puedes invocar a tu maestro, al Padre, a los ángeles… y esto funcionará de una manera perfecta. Es decir, permíteme ser un canal de una información de amor para que mi palabra exprese un principio de amor. Yo puedo pedir eso, te lo dan. Pero no depende de Dios, ni de los ángeles, ni de los maestros si tú vas a usar eso o no. Te lo dan, pero usarlo depende de cada uno de nosotros. Te aseguro que empezará a llegar a tu mente la palabra más amorosa que reemplaza a la agresiva, pero si yo me entreno en usarla… llega (te aseguro que llega). Esto es entrenamiento.
El cambio interior es algo que necesitamos asumir, el desarrollo espiritual es algo individual; ninguna persona puede entrenarse por otro, comer por otro, estudiar por otro o vivir por otro, ese es un trabajo individual; el desarrollo espiritual es lo mismo: tú no puedes hacer desarrollo espiritual por otro, lo cual significa que otro no puede hacerlo por ti. Por lo tanto, pedirle a Dios, o a los maestros, o a los ángeles que hagan tu desarrollo espiritual, eso se llama no asumir tu vida y ese es uno de los vicios de la humanidad. No asumir es un vicio, me voy a disponer a hacer mi desarrollo espiritual porque no depende de ninguna persona diferente a mí. Pido información, nada más, porque no es más lo que me van a dar tampoco.
Tú estás fecundando tu mente con la información y la semilla de amor en tu mente empieza a crecer y se empieza a convertir en actitud, en pensamiento, después en comportamiento y luego en acción y la acción será la que conecte lo espiritual con lo material; pero una acción sustentada en una comprensión de amor. Pero, ¿esa acción de dónde viene? de una parte interna tuya. ¿Qué es la actitud de una persona ante la vida?, ¿esto de dónde viene? eso viene de tu interior, eso no viene de fuera.
Entonces, yo tengo una actitud de servicio, de adaptación, de dar lo mejor de mí en cualquier circunstancia… esa es una actitud, ¿eso qué tipo de comportamiento va a determinar? si yo tengo esa actitud y llego a un lugar que está supremamente desordenado, desarreglado… y tengo que trabajar ahí, yo voy a pensar: ¿cómo va a trabajar uno bien aquí en este ambiente? esa es una actitud negativa.
Entonces la persona entra con una actitud de amor, de felicidad, de sonrisa… y dice: qué estupendo, qué oportunidad tan maravillosa hay aquí para hacer cosas bonitas. Ese comportamiento inmediatamente va a conectar con un valor. Entonces la persona en vez de estarse quejando, cuando llega otra vez el dueño de la empresa que la contrató encuentra que la persona lo que hizo es que transformó eso y lo volvió muy agradable. Entonces esta persona si tiene un gran valor. Asimismo va a empezar a ascender.
¿Dónde empieza el cambio? en el interior, esto no empieza fuera, en el interior es donde empieza todo cambio, por eso es: buscar dentro (buscar fuera no sirve para nada), fuera se actúa, se hace… pero la búsqueda de la fuerza para hacerlo es de dentro.
Mientras nuestra vida esté regida por creencias, somos muy vulnerables. El poder ya está en nosotros, no hay ningún ser humano que no tenga el poder en su interior, todos lo tonemos, pocas personas saben usarlo. Eso ya es diferente, porque usar el poder no depende de Dios, usar el poder no depende de los maestros, usar el poder no depende de tus ángeles; depende de ti. Si vas a pedir algo, es bueno que sepas que ya te lo dieron hace mucho tiempo.
En el caso de los placebos, yo coloco el poder en algo externo y tengo un problema gravísimo, porque si alguien me quita eso externo es como si yo perdiera el poder. Por supuesto que no lo perdí, pero me creo que se me perdió mi cuarzo y ya no valgo nada.
¿Está clarísima la necesidad del entrenamiento? el entrenamiento lo hemos planteado muchas veces; se llama el entrenamiento para la invulnerabilidad; renuncia a la ley del igualado, porque ese es el entrenamiento. Haz exactamente lo inverso de lo negativo. Mientras más situaciones negativas, o personas negativas, o situaciones difíciles encuentres a tu paso, con mayor fuerza usa los valores internos que son exactamente lo contrario.
Si te encuentras con personas amargadas comunícate con ellas con una gran sonrisa, si te encuentras con personas que te están hablando de crisis, háblales de la felicidad que se puede encontrar en cualquier circunstancia y muéstraselo con una sonrisa y con una alegría, si alguien te agrede respóndele con total humildad, con total paz en tu interior… ese es el entrenamiento diario, eso no lo puede hacer nadie por otro, eso lo llamamos asumir el propio cambio interior y el entrenamiento para la trascendencia.
Primero yo asumo, yo decido, renuncio a pedir que alguien haga mi trabajo (ese es el asumir) por dos razones:
- Porque eso no se puede hacer (eso es imposible).
- Porque mientras yo haga eso no estoy asumiendo mi propia vida.
Es como si quiero jugar en los juegos olímpicos y yo contrato a una persona para que haga el entrenamiento por mí y le digo las horas de entrenamiento al día y los entrenamientos que quiero que haga… entonces lo mandamos a las olimpiadas y que él haga la carrera por mí y cuando gane la carrera entonces yo voy a recibir el premio, ¿qué me dices? eso es lo mismo que pasa con el desarrollo espiritual.
El proceso del desarrollo espiritual yo no puedo delegárselo a nadie, eso es una cosa personal. Yo necesito asumir que es personal, no delegues lo que no puedes delegar, lo demás es entrenamiento. El entrenamiento es muy simple; la mortificación es el gimnasio para el espíritu. El asumir es que tu renuncias a pedir que alguien haga lo que a ti te corresponde hacer, eso es asumir y lo otro es el entrenamiento (que es la mortificación) pero no estoy diciendo que busques mortificaciones, no es necesario, esas nos las da la vida sola.
Si quieres orar correctamente, en tus oraciones no incluyas este tipo de cosas: ni peticiones materiales, ni peticiones para que otros cambien lo que les corresponde a ellos, porque tú estás tratando de asumir un trabajo que les corresponde a otros. Entonces yo empiezo a pedir: que fulanit@ entre en estado de paz, que se le solucionen sus problemas… yo estoy pidiendo algo para otro, él tendría que pedir eso por él mismo y por supuesto yo podría (si él me lo solicita) darle la información para que lo haga por el mismo.
Pedir por que haya paz en España, a España eso no le sirve para nada. Pero lo que sí que sirve es tu intención de paz. Lo que puedes decir es: yo me dispongo a llenarme de paz interior y de ofrecer un punto de ejemplo de paz, de felicidad y amor a otras personas… eso sí que sirve, y puedes pedir la información para eso.
A Dios le puedes pedir que te ayude a comprender como hacer algo, pero no lo va a hacer Dios por ti. Lo que quiero decir es que la oración no le hace ningún daño a nadie, jamás una oración le hará daño a nadie (eso es imposible), la oración es beneficiosa para quien ora. El asunto es que cuando tú pides cosas en la oración que no están dentro del orden del universo, no va a dar ningún resultado.
Por el hecho de que tú estés orando puede ser que tu mente se sitúe en un punto de más paz interior que cuando no lo haces, y será beneficioso para ti. Sin embargo, pedir cosas como tal, independientemente del beneficio de que mi mente se sitúe en un punto de paz, es no asumir lo que yo tengo que hacer, porque yo quiero que alguien haga por mí lo que a mí me corresponde y ese es uno de los grandes vicios de la humanidad, por eso te sugiero que orientes tus oraciones solamente a pedir información.
Lo que pedimos siempre es información, y aunque pidamos otra cosa siempre te dan información. Pidas por lo que pidas siempre te dan información. Cuando tú pides por la salud de alguien eso te trae paz a tu interior porque sientes que estás haciendo algo bueno, pero eso no es lo que sana a la persona, a la persona necesitas darle información directamente a ella: mira, para sanarte hay que ponerse en orden con el universo (más que orar).
Todo eso es maravilloso para la persona que lo hace, y no le sirve a nadie más que al que lo hace. Si toda la humanidad lo hiciera, a todos les serviría, pero cuando 100 personas se reúnen a orar o a mandar luz para 8.000 millones de habitantes del planeta tierra, eso les sirve exactamente a 100 personas.
Estamos diciendo que eso no le hace daño a nada, ni a nadie, una oración jamás le va a causar un daño a una persona, y es algo totalmente saludable para quien ora, pero no sirve para nada más que eso. Y por supuesto, puede tener un inconveniente si no lo has comprendido: que te lleve a ti a no asumir tu vida, sino a acostumbrarte a pedir que otros hagan lo que a ti te corresponde hacer, ese es el problema. Si no tienes ese problema, ora todo lo que quieras. Pedir se vuelve un vicio y me convierto en un “limosnero espiritual”.
Eso no fue lo que enseñaron los maestros, los maestros no dijeron: pídame todo que yo se lo daré, eso fue lo que nosotros entendimos en nuestra comodidad. Ellos dijeron pedir y se os dará, pero entendimos lo que no dijeron, porque eso es lo que siempre hacemos con los maestros. Los maestros enseñan, los que escuchan escriben lo que creyeron entender de lo que los maestros dijeron y después vienen otros que traducen lo que escribieron los que creyeron entender de lo que los maestros dijeron… y entonces vuelven y lo deforman. Y así sucesivamente. Lo que nos llega a nosotros es una información completamente distorsionada y deformada.
¿Qué significa “pedir y se os dará”? la información siempre está disponible desde el centro del universo para todo aquel que se sintonice con ella. Para todos, no hay nadie que no tenga acceso a la información si se sintoniza con ella. Puede ser que ni siquiera la entienda, pero tiene acceso a ella. Si sabe cómo aplicarla obtendrá resultados. Eso es todo, eso es pedir y se os dará, pero no asumir la vida, eso es el vicio.
Mientras yo esté pidiendo que alguien solucione mis problemas o yo esté pidiendo por los problemas de los demás, eso es un problema mental. Porque sin que esa oración le haga daño a nadie, a mí me puede estar causando un problema serio porque yo me estoy acostumbrando a pedir en lugar de asumir. Es como el niño que siempre le dice al papá “necesito 10€” y el padre se los da, “papá necesito 50€” y el padre se lo da, “necesito 100€” y también se lo da… ¿el padre le está haciendo un favor a ese chico? No, porque él se está acostumbrando a que no haya que hacer nada para que le den algo, se le vuelve un vicio. Lo que habría que hacer es: “papá dame 10€” y que el padre le diga: un momentito, primero vamos a evaluar dos cosas:
- Si te los has ganado o no.
- Para qué los vas a usar.
Le va a dar información. Y el padre le debería decir que si los quiere invertir en “tal cosa” primero se los tiene que ganar, porque él no es el que se los da ni el que se los quita, él es un canal. Si tú te los ganas los tendrás y los inviertes en eso que me parece extraordinario. Pero aun cuando tu propósito de inversión sea extraordinario, no te los voy a dar porque no soy yo el que te los doy; tú te los ganas o no. Eso ya es información.
Cuando nos han enseñado el vicio de pedir ¿en qué me convierto? en un ser incapaz, inútil de asumir mi vida, inservible. Ese es el vicio de la oración. Orar correctamente es: “permíteme servir cada vez más, dame la información para que mi actividad sea cada vez más eficiente…” eso es lo que hay que pedir, nada más. No pidas cosas, es que no es necesario pedir nada, el universo ya está dispuesto para todos nosotros.
Pedir por la curación de un familiar, independientemente de si la sanación es a distancia, directa, física… mientras el paciente no se dispone a sanarse por sí mismo, nada lo sanará. Pero si el paciente se dispone a sanarse por sí mismo (esa es la información que habrá que hacer que él comprenda) se sanará con cualquier cosa; a distancia o en presencia, si no se dispone, no se sana. Si no le corresponde tampoco se sana, porque está en esa experiencia necesaria.
Lo que me gustaría decir acerca de las situaciones a distancia es algo que es supremamente poderoso pero es lo mismo que estamos diciendo ahora, no tiene nada de diferente: un maestro puede estar muy distante dimensionalmente (suponte que un maestro está en la 10ª dimensión y tú estás en la 4ª), hay una diferencia dimensional grande, pero pese a esa distancia él puede darte información, y si tú en tu mente aceptas esa información y la aplicas se producirá un resultado en ti. Eso es lo que se llama una influencia a distancia, pero recuerda esto: quien se sana es la misma persona, en cualquier caso se sana la misma persona.
Te aseguro que un médico no cura a un paciente, una cosa es que le haga una sutura, que le enyese y le coloque un hueso roto… pero el que se sana es el organismo mismo. ¿Quién suelda las células?, ¿quién genera la cicatriz?, ¿el médico? no, el médico solo une los tejidos que estaban separados, es el organismo el que se sana.
Si yo tengo una información y yo la comprendo y la aplico, puedo hacer cualquier cosa porque en el universo la palabra imposible no existe. Que yo no pueda hacer algo es una cosa, pero que sea imposible eso es otra cosa diferente. No hay nada imposible, no existe el imposible. Lo que puedo decir es que yo ahora, en este instante, no puedo hacer tal cosa. Materializarse, desmaterializarse, reconstruir una persona, copiar un archivo de alguien que ya no existe y volverlo a armar ahora… esto todo se puede hacer; yo no puedo pero no es que no se pueda.
Si yo lanzo una información a distancia y la mente de esa otra persona se sintoniza con esa información, la recibe y se la aplica, puede producirse cualquier milagro, pero no soy yo, así como el médico tampoco sana a sus pacientes, el médico es un apoyo para el paciente, hace realmente la parte mecánica, pero la parte de sanación la hace el organismo en cualquier caso. Cuando nos enfermamos tampoco es alguien que me enferma, yo me enfermo a mí mismo.
La energía es algo un poco diferente a información, digamos que la energía activa o desactiva la información. Es como una bombilla; la energía no es la bombilla, ni la energía es la que ha determinado la potencialidad de la bombilla, la bombilla está diseñada para dar 100 vatios con 220 voltios, ese es el diseño técnico y esa es la información que la bombilla tiene. Pero el fluido de corriente eléctrica puede ser variable. Entonces, si la energía desciende, la bombilla no va a dar la potencialidad que realmente tiene, y si aumenta demasiado posiblemente la bombilla no la resista y entonces se funde.
La energía es una cosa y la información es otra. La información es la que ha diseñado y permite tener una potencialidad y una capacidad para hacer algo, pero sin energía esa potencialidad no puede manifestarse. Todo eso que se llama el Chi o la energía vital que es lo mismo, son simplemente referencias a la energía. Cuando la energía está en un nivel normal, se activan nuestras facultades y nuestras potencialidades. Cuando la energía baja, se desactivan porque no hay como usarlas, no hay fuerza, pero la potencialidad sigue presente.
Mientras la persona necesite la enfermedad como parte de su destino, no se va a sanar porque eso sería una interferencia con su destino. El día que la persona comprenda que ya no necesita la enfermedad porque aprendió lo que la enfermedad le podría enseñar, con que le pongas un dedo se sana, así de simple.
El planeta tierra se llama un mundo de mortificación y prueba, no de castigo, no de expiación, porque no hay castigo ni hay nada que expiar porque no hay culpas. La mortificación es un ejercicio. Aquello que es mortificante para mí, es una oportunidad para que yo aprenda a ser inmortificable. Aquello que es ofensivo para mí, es una oportunidad para que yo aprenda a ser inofendible. Aquello que es agresivo para mí es una oportunidad para que yo aprenda a ser invulnerable… y así sucesivamente todas las situaciones que demandan un nivel de dificultad son una oportunidad para que yo aprenda a desarrollarme, por eso se llaman mundos de mortificación y prueba. Mortificación porque son los entrenamientos y prueba porque son las mediciones de cómo los estás aprovechando.
Por eso se hacen evaluaciones: esa situación que antes era muy molesta para ti, ¿hoy lo es menos? sí señor, hoy lo es menos. Perfecto, has progresado. Tómalo como un entrenamiento, como irse al gimnasio porque voy a mejorar mi salud, porque voy a mejorar mi silueta… tómalo como una oportunidad, como la persona que se está entrenando porque va a ir a participar en unos juegos y de pronto dice: si logro el primer lugar voy a obtener un premio, aun cuando esto es algo totalmente conceptual, porque no se llama premio, sino resultado.
Si yo hago un buen trabajo de entrenamiento conmigo, yo voy a obtener un resultado correspondiente con mi trabajo. Por eso este es un planeta de mortificación y prueba, pero entiende la mortificación como entrenamiento necesario para desarrollar la potencialidad que ya está en ti. La potencialidad ya está, el desarrollo depende de cada uno de nosotros.
El resultado del entrenamiento es vivir en un mundo de paz, armonía y de satisfacción. Ese tipo de mundo es cualquier lugar del universo si tú tienes paz en tu interior. Un mundo de sufrimiento, de dolor, de miedo y de angustia es cualquier lugar del universo, si eso es lo que hay en tu interior. Por eso los maestros dicen una frase muy simple cuando tú les preguntas (te dan información). Si les preguntas: oye maestro, esta situación del país y todo lo que está sucediendo, que esto parece que está yendo hacia el caos… ¿qué va a pasar? ¿Qué responde un maestro a esa pregunta? algo muy simple: “aquel que lleve encendida la luz en su corazón, jamás va a encontrar sombras a su paso”. Eso es lo que te responde.
Es que tú no puedes encontrar oscuridad si tú llevas luz, la única forma de encontrar oscuridad es que tú dejes apagar tu propia luz, no hay otra forma de que la encuentres. Si todos los demás están a oscuras eso no es problema tuyo, dejaron apagar su luz, pero tú no dejes apagar la tuya. El problema no es dónde estás (porque es un problema de ubicación) el asunto es cómo manejas tú eso. Ese es el trabajo interno.
Popularmente decimos: me mortifica o me mortifico con tal cosa, es decir, me siento molesto con ciertas situaciones que suceden a mí alrededor, o aun con algunas que suceden en mí, o en mi interior, o en mi cuerpo. Es decir, todo aquello con lo cual yo me molesto (no es que los demás me molesten, yo me molesto) me molesto con lo que sucede fuera o me molesto con lo que sucede dentro de mí. El asunto es que yo me molesto. A eso es a lo que llamamos mortificación.
Vale la pena aclarar que no estamos hablando de la mortificación como aquello que nos enseñaron en la cultura: castigarnos a nosotros mismos, porque eso no es útil, eso no sirve para nada, porque la vida nos da a nosotros las molestias necesarias, los destinos necesarios y buscarnos más molestias de las que la vida nos da, es lo que llamamos masoquismo y eso no es necesario, sin embargo podemos decir que la molestia de la mortificación es absolutamente inevitable a menos que ya hayamos trascendido la ignorancia.
Yo me molesto con muchas cosas y yo puedo aprender a dejar de molestarme, eso se llama transmutar mi ignorancia. Por supuesto que transmutar la ignorancia requiere seguir una secuencia y hacer un entrenamiento (que es lo que hemos propuesto en esta entrada del blog).
Vamos a leer algunas frases que nos van a ayudar a comprender esto y resumir la entrada: “Transmutar mi ignorancia es liberarme del sufrimiento, del dolor y de la muerte”. A través de dejar de mortificarme es que voy a salir inclusive del estado de ser un ser mortal para alcanzar el estado de un ser inmortal. Mientras yo me moleste o me mortifique con lo que sucede, la respuesta es muy clara: tengo limitaciones interiores y si tengo limitaciones interiores, las limitaciones no pueden trascender, son temporales. Esta es la importancia de aprender de un mundo como el planeta tierra.
Estos mundos no se llaman de expiación, porque expiación significaría pagar una culpa y culpa no existe. Se llaman de mortificación y prueba, es decir, ¿cómo hacemos para probar si una persona ya tiene suficiente desarrollo interior como para no molestarse?, ¿cómo hacemos para medir eso? para poder medir eso solo hay una forma: vamos a colocar a esa persona en un mundo donde las cosas son mortificantes. Si la persona no se molesta con eso: cuando ya nada te moleste, ya nada más tienes que hacer aquí. No tienes nada más que hacer en este planeta cuando ya nada te moleste, porque el planeta tierra por ahora es un mundo de mortificación y prueba. Prueba para el espíritu a través de situaciones que para nosotros son molestas, a eso se refiere.
La pregunta es: ¿en qué lugar del universo puede una persona hacer el entrenamiento que le permita adquirir la cualidad de no molestarse con nada? Eso es lo que se llama un maestro; un maestro no se molesta con nada, pero, ¿dónde se adquiere esa condición? estos planetas como el nuestro son especializados para esa función. Sencillamente cualquier cosa que tú veas a cada instante: enciendes el televisor, lees el periódico, miras un libro, sales a la calle, te relacionas con las personas… y verás que las pruebas son así; a cada instante te relacionas con algo que podría ser mortificante.
Hay más planetas como este y más atrasados y más avanzados, lo que pasa es que los más avanzados ya no son de mortificación y prueba, sino que son de satisfacción. Son los que podemos decir “de recoger la cosecha”, son los que llaman el cielo. Después del paso del 3º al 4º nivel ya desaparece este problema de la prueba (si nosotros hemos pasado las pruebas claro), si no las hemos pasado eso no es ningún problema.
Este planeta es el 3er nivel, los anteriores son del 2º y del 1º. En este momento en el planeta tierra tú puedes ver el 1er nivel, puedes ver el 2º nivel, puedes ver el 3er nivel y puedes ver el 4º nivel. Estos cuatro niveles están presentes simultáneamente ahora en la tierra. Lo que sucede es que cuando decimos que es un planeta del 3er nivel significa que la mayoría de las personas habitantes de la tierra somos del 3er nivel (la mayoría). Eso no significa que no hay porcentajes pequeños del 1er nivel, porcentajes no tan pequeños del 2º nivel, porcentajes grandes del 3er nivel y algunos porcentajes también pequeños del 4º nivel.
Tú reconoces en aquellas situaciones de salvajismo, de barbarie total, donde podemos hablar del nivel de los caníbales (porque lo estamos viendo en algunos ejemplos por ahí), ese es el 1er nivel. En el 2º nivel simplemente es la cuestión de la ley del más fuerte. La ley del más fuerte funciona un poquito como la ley de la naturaleza: se mata para sobrevivir, pero no por placer o por sadismo. Cuando esto se hace como algo de diversión, se hace como algo en que ya no hay ningún respeto por ninguna cosa… eso es 1er nivel.
En el 2º nivel simplemente es: que pena, pero tú eres un estorbo para mi supervivencia, por lo tanto te vamos a eliminar, pero no vamos a disfrutar haciéndolo; simplemente eres un estorbo y punto.
El 3er nivel significa que decidimos vivir democráticamente. Como no podemos fácilmente ponernos de acuerdo, entonces establecemos unas normas o leyes de comportamiento donde la norma sencilla es: vamos a hacer lo que la mayoría diga, aun cuando no estemos de acuerdo con la mayoría. Entonces nos ponemos de acuerdo en que seguimos la orientación de la mayoría; a eso le llamamos democracia. La democracia tiene un inconveniente: que tú no puedes elegir la sabiduría por mayoría de votos. Eso no puede hacerse, sin embargo es una forma de convivencia mejor que la del 2º nivel, porque ya no es: tú me estorbas, yo te mato, sino que ya es sencillamente: pongámonos de acuerdo, entonces, si la mayoría quiere que cojamos por el camino A, cogemos por el camino A, aunque el 49% quería el camino B, pero nos ponemos de acuerdo en eso. Esa es la mayoría del planeta.
El 4º nivel ya no funciona por democracia, funciona por reconocimiento de la ley del universo, no de la de los hombres. Entonces ya no se eligen los destinos de los pueblos por mayoría de votos, sino simplemente se permite que las personas que tengan más sabiduría (y eso no es mayoría de votos, sino reconocimiento de resultados que obtengan) sean los que se encarguen de dirigir, de organizar y los demás deciden seguir esa pauta. Eso ya es 4º nivel, son pequeños porcentajes de individuos, son las personas que se disponen a respetar a los demás por sí mismos, y no por el miedo a un castigo (porque ya saben que no hay culpables), son las personas que se disponen a hacer lo mejor que pueden para emparejarse sin que los demás se sientan mal con ellos. Por eso el 4º nivel no se nota mucho, en cambio los otros 3º de ahí para abajo si se notan bastante.
Lo que estamos trabajando en los Talleres de Psicología Transpersonal, que periódicamente iniciamos en la Asociación de Psicología Transpersonal Cajal, y en este Blog, es para ir al 4º nivel. Aprender a respetar a los demás por nosotros mismos, no porque alguien nos lo pida, no porque nadie nos amenace, no porque le tengamos miedo a un castigo, o porque estemos buscando un premio, sino sencillamente porque comprendemos que es necesario trabajar el respeto a los demás; por eso hemos trabajado tanto el respeto en este Blog y la otra parte es que yo me disponga a ser feliz por mí mismo y no esté pensando que algo o alguien me va a hacer feliz.
Los cuatro pasos para transmutar mi ignorancia: 1. NUEVA INFORMACIÓN. La información que hemos tenido de la cultura no es nueva, esa información tiene 12.000 años en este momento. Esos 12.000 años de cultura se instalan en la mente de cualquier niño que nace en este momento y a menos que hagamos una de estas dos cosas:
- Que cualquiera de nosotros como adultos limpiemos la mente de nuestra información ancestral y cultural para que a nuestra mente penetre una nueva información.
- Que un niño nazca de unos padres que ya tienen nueva información y en lugar de trasmitirle la cultura, le permitan acceder directamente al conocimiento de la sabiduría de las leyes del universo.
En esos casos se transmutaría la ignorancia. Nosotros ya no somos niños físicamente, por lo tanto esa opción ya no está disponible, necesitamos la primera: limpiar la mente por nosotros mismos de la cultura ancestral para poder recibir una nueva información.
- Una vez mi mente acepta la nueva información, entonces yo voy a VERIFICAR QUE ESA NUEVA INFORMACIÓN SEA VERDAD y no que sea otra creencia más: nueva cultura, nuevos conceptos, nuevos fanatismos, nuevas limitaciones… para que no sea eso (porque podría pasar fácilmente) yo necesito verificar la verdad. Por eso hemos hablado mucho del significado de la verdad, cómo reconocer lo que es verdad de lo que no lo es.
Verdad es todo aquello que libera de sufrimientos, que libera de angustias, libera de los cuatro problemas básicos del ser humano, libera hasta de la muerte en el sentido de que el espíritu aprende a entrar y a salir de la materia. Si eso no es lo que sucede, no estoy usando la verdad. Por eso decimos: verificación de la verdad, por eso yo siempre voy a insistir en no creer, ni a mí ni a nadie, verifica.
- ASUMIR TU PROPIO CAMBIO INTERIOR. Eso significa que ninguna persona puede hacer un cambio por otro. Por eso es absolutamente inútil que yo esté trabajando para cambiar a los demás, por ese camino no obtenemos ningún resultado, porque solo hay una persona que puede cambiarse: yo mismo me puedo cambiar a mí mismo. Si yo no hago eso, eso no lo puede hacer nadie por mí. Si yo decido hacerlo, avanzo en mi desarrollo espiritual mucho.
Esto de asumir es un proceso que la cultura no ha facilitado con la forma como se nos ha enseñado. Se nos ha enseñado a pedir y nos hemos convertido en una civilización de pedigüeños, de limosneros de todo tipo… limosneros físicos y limosneros espirituales, porque nos la pasamos pidiéndole a Dios, pidiéndoles a los maestros, o pidiéndoles a las personas, pidiéndole al gobierno que solucionen mis problemas, eso se llama exactamente no asumir mi vida y por eso es que no hay resultados.
Cuando pedimos hay que saber pedir, hay que pedir información para usarla en mi propio trabajo interno, pero no que el trabajo que yo tengo que hacer alguien venga a hacerlo por mí. Ese es el error, ese es el no asumir. Yo necesito asumir que yo mismo me puedo transformar y no voy a pedir que vengan y me transforman a mí, eso no va a suceder jamás, si yo no lo hago, no lo hace nadie.
- QUE YO HAGA EL ENTRENAMIENTO. Habiendo dado los tres primeros pasos puedo hacer el último, el entrenamiento. ¿En qué consiste el entrenamiento? que yo decida esto: “no permitiré que ninguna situación externa altere mi paz interna. Mis
sentimientos son invulnerables a cualquier situación externa a mí. Yo decido ser feliz por mí mismo y mi felicidad no se la puede llevar nada, ni nadie, pase lo que pase a mí alrededor”. En ese momento se logró el entrenamiento.
Para lograr ese entrenamiento necesitamos enfrentar pruebas para medirlo. ¿Cómo hago yo para medir si una persona tiene entrenamiento o no? no importa si es entrenamiento técnico, no importa si es entrenamiento físico, intelectual… cualquier tipo de entrenamiento, ¿cómo lo mido para saber que es real? Solo hay una forma: necesito poner a la persona frente a una prueba. Yo quiero saber si esta persona puede ir a una competición de levantar pesas o no, no es porque lo vea muy fornido, entonces tengo que ponerlo a levantar pesas para ver hasta que peso puede o no. No es que me muestre títulos, no es que me muestre recomendaciones ni referencias… no, ponte delante de la prueba; así es como se mide.
¿Cómo se mide la paz interior de un individuo? vamos al planeta tierra. Viene la prueba y el personaje no pudo en ese momento, ¿qué evaluación es esa? la que muestra que a ese señor le falta entrenamiento. Nosotros necesitamos aquí un director que esté más entrenado en dirigir, administrar y en manejar esta institución, cuando esté más entrenado le volveremos a tomar en cuenta. Eso es exactamente lo mismo que pasa. Espero que esto nos haya quedado clarísimo: cuando estamos listos los ángeles nos guían a la información del amor que nos libera del sufrimiento, mientras no estoy listo no tengo acceso a la información.
Verificar los resultados de paz, satisfacción y armonía es encontrar el camino de la verdad. ¿Te acuerdas que hemos hablado mucho de la verdad en esta entrada? verdad no es la realidad, verdad es un resultado que puedes verificar en paz interior y satisfacción exterior. La verdad os hará libres; si algo no te hace totalmente libre, no es la verdad.
Es facilísimo, el problema no está en reconocer qué es la verdad, sino en entrenarse con ella. Ese si es trabajo, por eso estamos en los mundos de mortificación y prueba. Te aseguro que son excelentes, es la mejor oportunidad, es el mejor lugar donde podemos estar. Pensar que hay otros lugares mejores en el universo no es cierto, este es el mejor lugar para nosotros, el mejor de todos.
Quien asume su propio cambio interior ya no necesita controles ni presiones externas. Esto es exactamente lo que llamamos el 4º nivel. Quien cumple esta frase es libre, pero libre en su interior porque no necesita que nadie lo controle y no necesita que nadie lo controle porque él decidió por sí mismo respetar el orden del universo. Lo decidió por sí mismo y no necesita nada más que eso.
La vida no es cambiar una cultura por otra cultura; yo lo que te estoy proponiendo es salir de la cultura, de las culturas, de todas ¿por qué? porque nuestros hermanos superiores no tienen una cultura, ellos tienen una civilización superior. La cultura es lo que se origina en los cultos; rendirle culto a algo, o a alguien. No importa si tú le estás rindiendo culto a Mahoma, a Jesús, a Jehová, a Confucio o a Krisna… estás rindiendo culto y los maestros no necesitan que tú les rindas culto; ni a una imagen, ni a una figura, ni que les pidas ninguna cosa… porque rendirles culto es lo mismo que pedirles cosas, es lo mismo que no asumir.
Por eso pasarme de una cultura a otra cultura no me va a ayudar mucho, simplemente que los términos de la otra cultura son diferentes para referirse a lo mismo. Aquí tengo una imagen de Krisna y aquí tengo una de Jesús y me paso de adorar la imagen de Jesús a adorar la imagen de Krisna y sigo haciendo lo mismo… y me paso de pedirle a Jesús que solucione mis problemas a pedirle a Krisna, o a Alá, o a Mahoma… o al que sea que solucione mis problemas y sigo haciendo lo mismo. “Es que como Jesús no solucionó mis problemas, voy a ver si Mahoma lo hace…” yo sigo en lo mismo.
Por eso te digo que mientras cada uno de nosotros no asume por sí mismo su propio cambio y se limpia la cultura de la mente y entra en el orden del universo, no avanzamos.
También podemos estar en un estado que llamamos el aplazamiento de experiencias. Yo estoy frente a una prueba y de pronto yo le digo al maestro: yo no me siento preparado para esa prueba, entonces el maestro te va a decir: perfecto, aplazamos la prueba, ve y te preparas, o te tomas un tiempo de descanso y luego cuando te sientas mejor volvemos a la prueba.
Para que pudiéramos hablar de una trascendencia (y no de un aplazamiento) tendríamos que irnos a Suiza o a cualquier lugar y verificar estos cinco elementos:
- Que una persona no tenga problemas de relaciones (cosa difícil en Suiza).
- Que no tenga problemas de salud.
- Que no tenga problemas económicos (no vayas a pensar que en Suiza la gente no tiene problemas económicos, no se mueren de hambre pero si hay problemas).
- Que no tenga problemas de ubicación. Que no diga: no estoy contento en el trabajo en el que estoy, o en el barrio que estoy, o con los vecinos que tengo. Si no tiene estos cuatro problemas estamos verificando que de verdad ya pasó las pruebas y no que las tiene aplazadas.
- La otra parte es que en su interior la persona diga: yo soy una persona que me siento en paz, que me siento feliz en mi interior y que me gusta lo que hago.
Si eso se verifica entonces si estamos hablando de alguien que trascendió, que pasó las pruebas, si no es así, las tiene aplazadas.
Cuando una persona respeta por sí mismo (pero habrá que mirar hasta donde es eso)… si yo no tiro un papelito en la calle porque yo soy consciente de la necesidad de respetar a los demás (algo tan simple como eso) es muy diferente a que yo no tire el papelito porque me ponen una multa. Es totalmente diferente. Yo lo que necesito saber es que tan consciente soy yo de lo que hago y no que tan obligado me siento.
En Europa ya se ha convertido en la cultura y se ha ido volviendo costumbre (como todo lo que hacemos, se va volviendo costumbre), ya se vuelve costumbre respetar ciertas cosas. Esas costumbres son sanas, muy sanas, porque van volviéndonos más respetuosos, pero la parte del desarrollo espiritual es más profunda simplemente que una costumbre, es una comprensión que me lleve a reconocer la importancia de hacer algo, no por costumbre, no por obligación, no por miedo a castigo y no porque esté buscando un premio… sino porque entiendo que amar es seguir un orden del universo, y no ir en contra de él.
Me gustaría contarte que las civilizaciones superiores no funcionan como Suiza, no hay problemas de relaciones, no hay problemas de salud, no hay problemas económicos, no hay problemas de ubicación, no hay policía, no hay controles, no hay rejas, no hay seguridades… no hay nada de eso. ¿Por qué? porque las personas asumieron su control desde dentro y no necesitan un control externo. Para vivir en una civilización superior si necesitamos haber pasado las pruebas. Mientras yo no he pasado las pruebas, puedo irme a vivir a Suiza si tengo con qué, pero sigo en el planeta tierra.
El problema no está en que yo sea desapegado; ser desapegado es una cualidad extraordinaria, el problema es que yo no sea capaz de socializar, porque ser desapegado es una cosa y vivir en soledad o en carencia de afecto es otra. Puedo ser tan desapegado que no comparto con nadie. Eso es un problema de relaciones, porque estamos rodeados constantemente de miles de personas. No hay una persona que pueda decir que físicamente está sola, pero muchísimas personas si pueden decir que mental y espiritualmente están totalmente solas en medio de una multitud. La situación se llama: relaciones. Hay dos indicadores de que las relaciones no funcionan:
- O tengo conflictos.
- O estoy solo.
En ninguno de esos dos casos la relación está funcionando. La relación funciona cuando tú socializas de una manera muy efectiva pero no tienes conflictos. Cuando tengo conflictos entonces yo decido apartarme a la soledad, aislarme porque no soy capaz de compartir. O me hace mucha falta el afecto y el compartir (porque es parte de la naturaleza humana) pero mis relaciones son conflictivas y prefiero el conflicto porque por lo menos algún afecto recibo a través de él.
Como ya vimos que quien asume su cambio interior ya no necesita controles ni presiones, podemos ver que los mundos de mortificación y prueba son los gimnasios para el espíritu. El resultado de asumir el propio desarrollo de conciencia es vivir en un mundo de armonía y satisfacción.
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Hola señor soy de argentina primero quiero darle las infinitas gracias por los artículos publicados me los estoy leyendo de a uno saboreando cada palabra gracias
Hola María;
Me alegra muchísimo que esta información te sirva en tu desarrollo espiritual. Saludos.
Primero que nada agradecerle por esta valiosa información. Su texto me ayudó a entender el proceso de desarrollo espiritual que estoy viviendo.
Hola Yenny;
Muy agradecido por tu comentario. Saludos.