Meditación Coherencia Cardíaca. Los últimos desarrollos científicos consideran al corazón como un generador de campos electromagnéticos y vínculo con el campo unificado.

El corazón es un órgano sensorial que nos orienta en la toma de decisiones al mismo tiempo que contribuye a nuestra comprensión de nosotros mismos y de nuestro lugar en el mundo. Si conectamos con el conocimiento interno del corazón, podemos acceder a su sabiduría como fuente de amor y guía superior.

Cuando se investigan los aspectos de la coherencia cardíaca se ha descubierto que podemos regular nuestros estados internos con independencia de cuáles sean las circunstancias del ambiente exterior. Generar voluntariamente coherencia cardíaca requiere conocimiento, práctica y dedicación.

Una persona, para CAMBIAR SU FUTURO, debe:

  • Combinar una intención definida (cerebro coherente) con una emoción superior (coherencia cardíaca).
  • Si le sumamos a una intención o pensamiento (carga eléctrica) una emoción (carga magnética), podemos transformar nuestra energía biológica.
  • Y cuando transformamos nuestra energía, transformamos nuestra vida.

La coherencia se refiere a la función fisiológica del corazón que le permite latir de manera consistente, ordenada y rítmica. Un corazón coherente nos permite acceder a la inteligencia del corazón. Los beneficios de la coherencia son:

  • Una mejora del sistema nervioso y del equilibrio hormonal.
  • Un descenso de la presión sanguínea.
  • Un desarrollo de las funciones cerebrales.
  • Ayuda aprevenir patrones de estrés.
  • Incrementa la claridad mental.
  • Favorece una mejor toma de decisiones.
  • Favorecen una expresión genética más sana.

Los beneficios de un latido coherente se notan en todos los sistemas del cuerpo.

El corazón es el cuarto centro de energía (4º chakra). El corazón es el puente entre los tres centros de energía inferiores (asociados a un organismo sano) y los tres centros de energía superiores (asociados al ser superior).

Los tres primeros centros reflejan nuestra naturaleza animal y se basan en la polaridad, la competición y la carencia; el cuarto centro da comienzo al viaje de la naturaleza divina.  Desde el centro del corazón transformamos la mente y la energía. Esta energía tiene ver con sentirte colmado y en paz contigo mismo y con todo lo que te rodea.

Como ya has visto en otras entradas del Blog, el sistema nervioso autónomo se divide en el sistema simpático y el parasimpático. El SISTEMA NERVIOS SIMPÁTICO regula los actos y las reacciones inconscientes del cuerpo:

  • La aceleración de la respiración.
  • La elevación de la frecuencia cardiaca
  • El exceso de transpiración.
  • La dilatación de las pupilas.

Su función principal es consiste en estimular la reacción de lucha o fuga ante un peligro real o percibido.

El SISTEMA NERVIOSO PARASIMPÁTICO complementa al sistema nervioso simpático, ejecuta las funciones completamente opuestas. Se encarga de:

  • Conservar la energía.
  • Ralentizar las funciones de alto rendimiento de las funciones del sistema simpático.
  • Relajar el cuerpo.

Su función principal es proteger nuestro sistema interno.

El sistema nervioso simpático y parasimpático trabajan todo el tiempo para mantener un estado de homeostasis (equilibrio entre todos los sistemas) en el cuerpo.

Cuando estamos en HOMEOSTASIS los sistemas del cuerpo trabajan en armonía y el gasto de energía es mínimo, podemos influir voluntariamente en el sistema nervioso para generar coherencia. Cuando el corazón late de manera coherente y ordenada, aporta coherencia también al sistema nervioso autónomo, que a su vez mejora las funciones cerebrales y eso nos lleva a ser más creativos, centrados, racionales y conscientes y a estar más abiertos al aprendizaje.

La incoherencia procede del estrés, que es la reacción del cuerpo y la mente a las interferencias y molestias del ambiente externo. Si permanecemos es esta tensión constante, nos alimentamos del campo invisible de energía que envuelve el cuerpo y merma nuestra fuerza vital. Muchas de las personas que padecen estrés crónico ni siquiera se dan cuenta de que viven estresados hasta que sufren un infarto.

La RESILIENCIA es una cualidad crucial para gestionar el estrés. La resiliencia se define como la capacidad de prepararse, recuperarse y adaptarse frente al estrés, la adversidad y el trauma. La rapidez con la que el cuerpo se repone tras una reacción de estrés y la capacidad para conservar la salud y mantener la homeostasis.

La VARIABILIDAD DEL RITMO CARDIACO (VRC) es un fenómeno fisiológico que permite evaluar los desafíos ambientales y psicológicos en función de la variación del intervalo entre latido y latido del corazón. La investigación sobre la VRC nos ofrece una visión de los mecanismos de comunicación entre el corazón, el cerebro y las emociones.

Los estudios demuestran que poseer un nivel moderado de variabilidad nos hace más capaces de adaptarnos a los desafíos de la vida. Por otro lado, un bajo nivel de variabilidad en la frecuencia cardiaca constituye un predictor importante e independiente de futuros problemas de salud.

Se sabe que, en el caso del corazón, los intervalos entre latidos constituyen transmisiones  complejas que albergan mensajes entre el cerebro y el cuerpo.

Cuando la VRC es coherente, esta coherencia se refleja en la sincronía y la armonía de las dos ramas del SNA, así como en la actividad que desempeña los centros cerebrales superiores.

Sabemos que nuestras sensaciones influyen, segundo a segundo, en el corazón, y que nuestros sentimientos y emociones ofrecen una de las claves para desentrañar la “inteligencia del corazón”. Como las emociones son energías que emiten poderosos campos magnéticos, cuanto más fuerte sean las emociones elevadas, más intenso será este campo. El corazón crea el campo magnético más intenso del cuerpo; 5.000 veces más fuerte que el producido por el cerebro.

La ciencia ha demostrado que las interacciones energéticas entre el corazón y el cerebro se producen a través de campos electromagnéticos. Cuando ponemos el foco de atención en el corazón y las emociones, el latido cardiaco actúa como un amplificador, lo que incrementa la sincronización entre el corazón y el cerebro al mismo tiempo que genera coherencia entre los órganos físicos y en el campo electromagnético que envuelve el cuerpo.

La GLÁNDULA TIMO está detrás del esternón y está íntimamente ligada al centro del corazón. El timo es uno de los órganos más importantes del sistema inmunitario, posee un papel primordial en la generación de las células “T”, que defienden al organismo de patógenos como virus y bacterias.

El timo es propenso a sufrir los efectos negativos del estrés a largo plazo. Cuando vivimos en este estado largos periodos de tiempo, la totalidad de la energía se dirige hacia el exterior para protegernos de las amenazas externas. Al final, esta situación lleva a una disminución del sistema inmunitario.

En consecuencia, la glándula timo se beneficiará de cualquier práctica que implique incrementar y sostener la coherencia del organismo, lo que redundará en una mayor vitalidad del sistema inmunitario y en la salud a largo plazo.

Si el corazón late con un ritmo cardiaco armonioso, su eficiencia reduce el estrés en otros sistemas del organismo, maximiza nuestra energía y crea estados que nos permiten mejorar mental, emocional y físicamente.

Por otro lado, también sabemos que el corazón posee una mente propia. Está dotado de 40.000 neuronas. El corazón posee un sistema nervioso que funciona con independencia del cerebro. Es el “SISTEMA NERVIOSO INTRÍNSECO CARDIACO” “el corazón del cerebro”.

Se descubrió que el corazón y el cerebro están conectados a través de vías eferentes y aferentes. El 90% de las fibras nerviosas que los conectan ascienden del corazón al cerebro. Estas vías neurales directas y aferentes envían continuamente señales e información que interactúa y modifica la actividad en los centros cognitivos y emocionales superiores del cerebro.

Por lo tanto, cuando el corazón entra en un estado de coherencia, se comporta como un amplificador que envía información coherente a través de caminos nerviosos aferentes al tálamo, sincronizando así la neocorteza y los centros de supervivencia del cerebro.

Esto nos demuestra que el corazón procesa emociones de manera independiente, reacciona directamente al entorno y regula sus propios ritmos sin recibir información del cerebro.

Las emociones que se originan en el corazón ejercen una gran influencia en nuestra manera de pensar, procesar información, sentir y comprender el mundo y el lugar que ocupamos en él. Una vez que el centro de este órgano se activa, se comporta como un amplificador que arrastra al cerebro, mejora su actividad y crea equilibrio, orden y coherencia en todo el cuerpo.

Cada pensamiento que albergas genera unas reacciones químicas equivalentes a ese pensamiento, lo que a su vez da lugar a una emoción. Únicamente te afectan los pensamientos correspondientes a tu estado emocional. Cuando experimentas gratitud, abundancia, libertad o amor; todas esas emociones atraen pensamientos afines. Estas emociones asociadas al centro del corazón abren la puerta a la mente inconsciente con el fin de que puedas programar el sistema nervioso autónomo en consonancia con los pensamientos de tu nuevo futuro.

Es el sentimiento el que emite la carga emocional (energía) capaz de estimular tu SNA para que trabaje en la nueva dirección. Sólo cuando transformas tu energía eres capaz de conseguir resultados consistentes. Cuando abres el centro del corazón, abrigas una emoción previamente a la experiencia y la combinas con una intención concreta, el cuerpo reacciona igual que si los hechos ya hubiesen acaecido.

Practicando una y otra vez la REGULACIÓN DE LOS ESTADOS EMOCIONALES AMPLIFICADOS, conseguimos que, con el tiempo, la sensación constante de vivir inmersos en emociones elevadas cree una nueva base emocional. Este estado suscitará constantemente pensamientos acordes con esos sentimientos elevados. La suma de todos los nuevos pensamientos creará un nuevo nivel mental, que a su vez va a generar las emociones correspondientes a esos pensamientos fortificando así esa base emocional.

La repetición de este proceso es el camino por el cual lograrás reacondicionar tu cuerpo, reprogramar el cerebro,  reconfigurar la biología para ajustarlo todo a la nueva expresión de tu ser. A partir de este momento, emites al campo, natural, automática y regularmente, una impronta electromagnética inédita. Esa señal define la persona en la que te has convertido.

 CÓMO REALIZAR LA MEDITACIÓN:

  • Lo esencial es tener muy clarito que el propósito de poner tu consciencia en el centro del corazón es amplificar el poder de tu corazón y el poder del amor.
  • Saber que cuando haces esto correctamente, deberías llevar tu corazón y cerebro, y por lo tanto tu cuerpo, a un estado de coherencia mental, física, emocional, energética y espiritual.
  • Ten paciencia, generar voluntariamente coherencia cardíaca requiere conocimiento, práctica y dedicación.
  • Por favor, antes de realizar la meditación debes tener muy claro la intención que quieres irradiar en el campo cuántico con una emoción elevada. 
  • Elige un lugar tranquilo y apartado.
  • Asegúrate de no ser molestado.
  • Silencia el teléfono y el móvil.
  • Puedes utilizar un antifaz para los ojos y eliminar toda la luz posible.
  • Esta es una meditación sentada, así que asegúrate de estar sentado en una silla cómoda o sentada en el piso con las piernas cruzadas y un cojín debajo de las caderas o si lo prefieres puedes tumbarte. Tu espalda debe estar recta.
  • Y es muy importante el momento de abrir tu corazón y sostener la coherencia cardiaca durante periodos prolongados en tu día a día.